26 May
Desarrollo Económico y Tendencias Literarias en España
Las regiones de industrialización antigua o inducida perdieron su antiguo dinamismo a raíz de la crisis de 1975. La recesión ocasionó el declive de sus sectores industriales maduros, y las medidas para la reindustrialización y modernización económica han tenido escasa incidencia. Por este motivo, sus indicadores económicos, demográficos y sociales han pasado de situarse por encima o parejos a la media española, a localizarse por debajo, en la mayoría de los casos.
Las islas Canarias siempre se han encontrado muy condicionadas por su situación insular ultraperiférica y por problemas específicos derivados de su escasez de recursos hídricos y energéticos y de su excesiva dependencia del turismo.
Desequilibrios Intrarregionales
Las áreas rurales, especialmente las de montaña, sufren escasa diversificación económica y carencias en equipamientos, servicios y accesibilidad, que redundan en un insuficiente bienestar para su población. Por eso, muchas de ellas sufren un proceso de emigración y despoblamiento. Dentro de todas las regiones existen desequilibrios económicos, demográficos y sociales entre las áreas rurales y urbanas, y entre las áreas litorales y las del interior.
Las áreas rurales, en contraposición a las urbanas, se dedican principalmente a la actividad agraria poco competitiva, tienen escasa diversificación productiva, insuficientes oportunidades de empleo y destacadas carencias en equipamientos, servicios y accesibilidad. Esta situación impide satisfacer las expectativas de sus habitantes y ha generado despoblamiento, no solo en los núcleos más pequeños, sino también en muchas cabeceras comarcales.
Las áreas litorales, en contraposición a las del interior, concentran actividades económicas más dinámicas: agricultura intensiva, como la de la huerta mediterránea; turismo; y comercio marítimo. Por eso, en ellas se concentran la población, los principales núcleos urbanos y los mayores equipamientos sociales.
La Actividad Agrícola en España
La Estructura Agrícola
La agricultura tradicional se basaba en el policultivo, utilizaba técnicas atrasadas y sistemas de cultivo extensivos, que ocasionaban una producción escasa, orientada al autoconsumo o a la venta de reducidos excedentes en el mercado nacional.
La agricultura actual incluye explotaciones productivistas que tienden a la especialización, a la tecnificación y a la intensificación para lograr una producción abundante, orientada a la venta en el mercado; y explotaciones posproductivistas que optan por la diversificación, la extensificación y las técnicas respetuosas con el medio ambiente, para lograr una producción de calidad.
- Especialización: La agricultura tiende a especializarse en los productos que se dan mejor en cada región. No obstante, en los últimos años crece la diversificación orientada a producciones de calidad.
- Tecnificación: El uso de maquinaria creció desde la década de 1960 y alcanza niveles aceptables. No obstante, parte de la maquinaria está envejecida e infrautilizada, dado el reducido tamaño de muchas explotaciones. Por eso, en la actualidad se fomenta su renovación por máquinas más ecológicas (más eficientes energéticamente y menos pesadas), y su uso colectivo mediante cooperativas o empresas de servicios. El consumo de pesticidas y fertilizantes químicos ha crecido hasta fechas recientes, especialmente en los regadíos, mucho más exigentes. Sin embargo, en los últimos años se estabiliza por razones medioambientales y por el fomento del abono orgánico. Se utilizan semillas seleccionadas y cultivos transgénicos o manipulados genéticamente para dotarlos de ciertas propiedades e incrementar los rendimientos. No obstante, se promueve también una revalorización de cultivos autóctonos para recuperar la diversidad vegetal. Se emplean diversas técnicas para superar los condicionantes naturales. El clima se modifica en el caso de los cultivos forzados creando microclimas cálidos y húmedos bajo estructuras de cristal o de plástico, permanentes (invernaderos, macrotúneles) o no permanentes (microtúneles y acolchados). El suelo también se modifica. El enarenado prepara el terreno con una capa de estiércol y otra superior de arena; esta filtra la humedad y el estiércol la retiene y la devuelve poco a poco a las plantas, actuando además como abono. El cultivo hidropónico o sin suelo, sujeta la raíz de las plantas en un sustrato (fibra de coco, turba, serrín, ceniza) y las alimenta con soluciones de sales inorgánicas.
- Agricultura Intensiva: La agricultura intensiva ha ganado peso gracias a la disminución del barbecho en los secanos y a la ampliación del regadío. No obstante, los nuevos objetivos de la PAC promueven una mayor extensificación.
El Barbecho
El barbecho es una práctica agrícola tradicional consistente en dejar descansar el suelo para recuperar su fertilidad. Según su duración puede ser corto —de uno o dos años sin cultivar—, o largo. Según el trabajo recibido por el suelo, puede ser sin laboreo, o con laboreo, si la tierra se ara para airearla, recoger mejor el agua de lluvia y eliminar las malas hierbas. Y según lo que se siembra, puede no sembrarse nada -barbecho blanco-, o sembrarse plantas recuperadoras del suelo de ciclo corto, como las forrajeras o el girasol -medio barbecho o barbecho semillado—.
La superficie de barbecho ha retrocedido hasta fechas recientes. Las causas son el empleo de máquinas que remueven profundamente el suelo, el uso de fertilizantes y la extensión del regadío. Pero esta tendencia se ha frenado en los últimos años por la política comunitaria de fomentar la extensificación y desvincular las ayudas de la producción, como forma de reducir los excedentes agrarios y mejorar el medio ambiente.
La distribución del barbecho muestra escasa incidencia en el norte peninsular, y elevados valores en las áreas de cultivos herbáceos de secano —ambas submesetas y Aragón-, o de suelo mediocre -penillanuras occidentales-.
Las ventajas del barbecho son permitir el descanso natural de la tierra, diversificar el paisaje y contribuir a la biodiversidad, albergando ciertas especies de aves esteparias amenazadas. Pero tiene el problema de reducir la producción agrícola.
El Regadío
El regadío es una práctica agrícola consistente en aportar a los cultivos agua adicional a la proporcionada por las precipitaciones, procedente de recursos superficiales o subterráneos. Para ello, se emplean diversas técnicas como el riego por gravedad, por aspersión o por goteo.
Los regadíos intensivos, al aire libre o en invernaderos, permiten varias cosechas anuales, destacando por su interés económico, las extra tempranas y las tempranas. Se dedican a frutas y hortalizas, o a cultivos tropicales.
Los regadíos extensivos proporcionan una sola cosecha en la misma época que la de los secanos vecinos. Se dedican a los mismos cultivos, pero con un rendimiento muy superior, y a los cultivos industriales y forrajeros.
La superficie regada aumentó en el siglo XX gracias a la realización de grandes obras estatales (embalses, canales y trasvase). En la actualidad, la política de regadíos se orienta a mejorar y modernizar los existentes, limitándose la puesta en riego a las zonas pendientes de ejecución y a aquellas donde son de interés general para mantener el empleo o fijar a la población.
La distribución del regadío muestra claros contrastes. Es escaso en el norte peninsular húmedo, y se concentra en el área de clima mediterráneo, de precipitaciones escasas e irregulares, donde se diferencian dos zonas:
- En el litoral mediterráneo predomina el regadío intensivo, que se beneficia de las temperaturas suaves, la protección del relieve, la existencia de suelos apropiados y la demanda internacional.
- En el interior peninsular predomina el regadío extensivo, gracias al agua aportada por los grandes ríos, la mecanización total que permiten sus cultivos, y la demanda de cereales-pienso y de cultivos industriales.
Las ventajas del regadío son numerosas:
- Económicas: la producción se estabiliza al no depender de los ciclos de sequía, se diversifica y se incrementa; además, se elevan las rentas de los agricultores.
- Sociales: mejora el nivel de vida, al aumentar la demanda y la dotación de servicios.
- Demográficas: contribuye a fijar a la población, al crear empleo directo en las tareas agrarias, e indirecto en las industrias transformadoras y los servicios asociados al riego, rompiendo la emigración.
- Culturales: mejora la preparación técnica y profesional de los trabajadores.
- Medioambientales: diversifica los ecosistemas y los paisajes.
Los problemas del regadío son el derroche de agua por algunos sistemas ineficientes. La actual política de regadíos deriva de las exigencias de la UE y de la necesidad de adaptarse al cambio climático que reducirá la disponibilidad de agua. Se propone mejorar la eficiencia del riego: uso de sistemas menos consumidores, sensibilización de los regantes, precios que promuevan el ahorro, etc.
La Multifuncionalidad del Espacio Rural
El espacio rural actual está diversificando sus funciones, al implantar otras diferentes de las agrarias.
- Causas que han favorecido estos nuevos usos:
- Una nueva percepción positiva de lo rural por la sociedad urbana posmoderna. El creciente malestar urbano ha revalorizado lo rural, al contraponer densificación con espacio libre; carestía de la vivienda con calidad residencial; contaminación con calidad medioambiental; estrés con tranquilidad; inseguridad con seguridad; y exclusión social con sociabilidad; superándose la tradicional identificación de lo rural con el atraso y la pobreza.
- La tendencia a descentralizar la residencia, la producción y los servicios hacia áreas periurbanas o rurales por razones económicas (su menor coste) y por razones sociales (el deseo de una organización territorial más equilibrada).
- La mundialización de la economía incrementa la competencia entre territorios. Los que no pueden competir en precios con otros más baratos, adoptan nuevas estrategias basadas en la seguridad, la diversidad y la calidad de la producción.
- Nuevos usos implantados en el espacio rural:
- Usos residenciales: viviendas secundarias de fin de semana o vacaciones, o residencias principales en las áreas periurbanas, ante la carestía del suelo urbano.
- Usos industriales: traslado de fábricas que buscan suelo y mano de obra más baratos, o aprovechar las materias primas y los recursos rurales.
- Usos terciarios: infraestructuras de transporte y de aprovisionamiento urbanos, grandes superficies comerciales, y equipamientos recreativos relacionados con el aumento del nivel de vida y de tiempo libre para el ocio y con el deseo de disfrutar de la naturaleza, que han extendido el turismo rural y otras actividades como la caza.
- Usos ambientales: conservación de espacios naturales, de paisajes de gran valor y belleza, y del patrimonio histórico y cultural tradicional.
- Consecuencias de estos nuevos usos:
- En el plano demográfico: la instalación de habitantes en el espacio rural favorece una distribución más equilibrada de la población, al frenar o invertir la tradicional tendencia al despoblamiento del campo.
- En el plano económico: supone una distribución más equilibrada de las actividades, aunque pueden surgir conflictos por la diferencia de intereses económicos y por el uso de recursos como el agua o el suelo.
- En el plano social: la llegada de nuevos habitantes (urbanitas, inmigrantes extranjeros) diversifica a la antigua comunidad agraria, pero puede provocar la pérdida de identidad del espacio agrario tradicional, y el traslado del poder político local a los nuevos residentes urbanos, que suelen tener más nivel cultural y deseo de participación política.
- En el plano ambiental: se incrementa la valoración de la naturaleza, el paisaje y el patrimonio cultural rural, pero en las áreas de mayor valor, algunas actividades pueden causar degradación medioambiental, o el abandono de sus actividades productivas en favor de la conservación de la naturaleza, con el riesgo de convertirse en paisajes «fósiles» o «reservas paisajístico-fotográficas» pensadas más para el disfrute de la población urbana que para el aprovechamiento por la población local.
- En el plano territorial: se logra una mayor integración, al romperse la tradicional contraposición entre lo rural y lo urbano. No obstante, persisten los contrastes entre espacios tradicionales que acentúan su decaimiento, espacios dinámicos o emergentes, y nuevos espacios rurales.
La Heterogeneidad del Espacio Rural
Los problemas y los nuevos usos del espacio rural no han afectado por igual a todo el territorio. Así, coexisten situaciones de tradición y modernidad que confieren gran heterogeneidad al espacio rural.
Algunos espacios rurales mantienen el predominio de las actividades agrarias tradicionales, generadoras de bajas rentas y despoblamiento. Son los llamados «espacios rurales profundos», que han quedado al margen de la modernización, como muchas zonas de montaña, y los espacios agrarios frágiles, especializados en producciones extensivas poco competitivas.
Otros espacios rurales han diversificado sus actividades y presentan empleos en los sectores primario, secundario y terciario, que incrementan las rentas y frenan o reinvierten la tendencia al despoblamiento. Son espacios agrarios dinámicos, que han adoptado el modelo productivista y se han especializado en producciones competitivas orientadas a la transformación y a la comercialización nacional o internacional, como los regadíos intensivos. También se incluyen en este grupo espacios rurales emergentes, que han adoptado el modelo posproductivista orientado a producciones variadas y de calidad o han introducido nuevas funciones en el espacio rural, como algunas zonas de montaña que han asumido funciones turísticas y de conservación del patrimonio natural y cultural.
Ciertos espacios rurales han adquirido un predominio de las actividades urbanas o del turismo de masas, permitiendo rentas más elevadas y una población más densa y creciente. Son los espacios periurbanos de las grandes ciudades o de las franjas costeras. En ellos, las actividades agrarias son reducidas e intensivas y sufren la presión de los espacios urbanos.
El Espacio Pesquero Marítimo y su Importancia
El espacio pesquero español o caladero nacional se extiende desde la costa hasta las 200 millas náuticas, que delimitan la zona económica exclusiva de pesca (ZEE). Se organiza en ocho regiones: noroeste, cantábrica, tramontana, levantina, surmediterránea, suratlántica, balear y canaria. Además, la flota pesquera española faena en caladeros comunitarios e internacionales. De ellos el más importante es el del Atlántico, seguido a considerable distancia de los caladeros de los océanos Índico y Pacífico.
La actividad pesquera tiene escasa significación en la ocupación (0,17% en 2021) y en el VAB (0,08% en 2020). No obstante, mantiene gran importancia en ciertas regiones como Galicia, en la dieta alimenticia española, en la que es muy alto el consumo de pescado (22,7 kg hab/ año en 2021), en el desarrollo de otras actividades: astilleros, fábricas de conservas, instrumental, hielo, transportes terrestres, y en la aportación de valores culturales.
La flota pesquera incluye:
- Una flota artesanal, de numerosas embarcaciones de pequeño tamaño, que practican una pesca litoral o de bajura, cercana a la costa, dentro del caladero nacional, de menos de un día de duración, utilizando técnicas tradicionales.
- Una flota de altura y de gran altura, integrada por buques de tamaño medio o grande, que practican una pesca de altura y gran altura en caladeros ajenos, donde permanecen días, semanas, o meses, usando técnicas modernas e incluso industriales en buques factoría: congelación y envasado del pescado, elaboración de harinas con los desechos, etc.
La Acuicultura
La acuicultura es la cría de especies vegetales y animales acuáticos, marinos o de agua dulce.
Condicionantes Naturales y Humanos
- Las condiciones naturales de España para la acuicultura son favorables. Dispone de costas largas y diversas, y de numerosos ríos, lagos y embalses, que permiten especies variadas y de calidad.
- Los condicionantes humanos son una población escasa y decreciente, el contraste entre establecimientos pequeños y grandes, tecnologías tradicionales e innovadoras, sistemas extensivos o intensivos, y gran influencia de la estricta normativa europea y autonómica.
La Producción Acuícola
El destino principal de la producción acuícola es el consumo humano en fresco, o la transformación industrial, usándose en menor medida para las sueltas de pesca deportiva y la repoblación de espacios naturales.
La localización predominante de las instalaciones son zonas rurales o costeras remotas. Las instalaciones se sitúan junto a los ríos (trucha arco iris) o junto al mar (rodaballo), en la playa (almejas y ostras), o en el mar, en bateas flotantes (moluscos) o en jaulas (dorada, lubina, corvina).
La producción española de acuicultura es la mayor de la UE. La acuicultura marina en las costas del NO y cantábrica se orienta al cultivo de moluscos, sobre todo mejillón, centrado en Galicia. En menor medida se cultivan ostras, almejas, berberechos y rodaballo, y como cultivos emergentes, el pulpo, el besugo y el lenguado. En las costas mediterránea, suratlántica, y canaria, se cultivan doradas, lubinas y atún rojo. La acuicultura continental se centra en la trucha arco iris producida en Castilla y León, Galicia, Andalucía y Cataluña. En menor medida se crían cangrejos, carpas y esturiones en las marismas del Guadalquivir y Doñana.
Los problemas que afectan a la acuicultura son su escasa rentabilidad y competitividad.
La Literatura de Fin de Siglo: La Generación del 98 y el Modernismo
Los cambios históricos de finales del siglo XIX, unidos al cansancio de las tendencias realistas entre los escritores más jóvenes, dieron lugar a comienzos del siglo XX a una nueva literatura renovadora que se conoce generalmente con el nombre de modernismo y que afectó a la prosa y al teatro pero, sobre todo, a la poesía. Tradicionalmente se ha considerado que simultáneamente al modernismo desarrollaron su obra un grupo de escritores que coinciden en muchos aspectos con los modernistas y que se conocen con el nombre de generación del 98, si bien cultivaron esencialmente la novela y el ensayo (Unamuno, Baroja o Azorín).
El Modernismo es en origen un movimiento inconformista con el que los escritores expresan sus sentimientos antiburgueses. Pero, fundamentalmente, es una corriente literaria nacida en Hispanoamérica que se nutre de movimientos poéticos anteriores de otros países, como el parnasianismo y el simbolismo. Con estos orígenes históricos y literarios los modernistas crearon una poesía con dos líneas temáticas principales:
- La evasión de la realidad contemporánea en el tiempo y en el espacio.
- La expresión de los sentimientos íntimos, manifestados por medio de símbolos.
Junto con estos nuevos temas la poesía modernista se caracteriza, sobre todo, por la creación de un nuevo lenguaje poético completamente alejado del prosaísmo de la literatura realista. El estilo es refinado, el léxico es muy rico y desusado (cultismos, neologismos, etc.), se acumulan las figuras retóricas (especialmente la sinestesia y las metáforas audaces) y se renuevan completamente los usos métricos (uso del alejandrino y el dodecasílabo, etc.) para incidir en la musicalidad del lenguaje.
La mayor parte de estas características se encuentran en la obra del poeta nicaragüense Rubén Darío cuyos libros principales influirían decisivamente en los poetas jóvenes americanos y españoles de principios del siglo XX, entre los que destacan: Antonio Machado y Juan Ramón Jiménez. Antonio Machado desarrolló una poesía hondamente temporalista y reflexiva cuyas raíces están en el modernismo, evasivo y formalista de su libro inicial Soledades, y más intimista y simbolista de sus libros posteriores, como la segunda edición de Soledades y Campos de Castilla. También Juan Ramón Jiménez se inició como poeta con versos muy modernistas externamente hablando: el léxico escogido, la brillantez métrica y la musicalidad son rasgos esenciales de sus primeros libros. Pero hacia 1916, sin embargo, con su obra Diario de un poeta recién casado, Juan Ramón Jiménez iniciaría una poesía que suele incluirse dentro del novecentismo.
Los escritores del 98, por su parte, manifestaron por esta época una tendencia a reflexionar sobre los problemas de España desde un punto de vista muy subjetivo e individualista además de incidir en asuntos existenciales como el sentido de la vida y de la muerte, el papel de la religión y los conflictos morales que estaban en el ambiente filosófico del momento (Nietzsche, Schopenhauer). Esta renovación temática va acompañada de cambios en la forma y el estilo con los que intentan reaccionar contra el realismo dominante de la época. Toda esta renovación se deja notar sobre todo en la novela. Los autores del 98 tendieron a expresar de manera personal y subjetiva sus preocupaciones individuales más que a reflejar objetivamente la realidad exterior como quería el realismo. Por eso mismo el autor-narrador está muy presente en estos relatos y manifiesta continuamente sus opiniones. Y las obras suelen centrarse en un personaje central más que una colectividad, personaje que suele ser hipersensible, enfermizo, desorientado y reflexivo. Abundan los relatos autobiográficos y las novelas cortas y se suele utilizar un léxico valorativo y descripciones subjetivas así como una tendencia al estilo sobrio y desnudo donde son muy frecuentes los diálogos. Todos estos rasgos, sin embargo, se matizan bastante en cada uno de los escritores.
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