16 Jul

Microhabilidades Esenciales para la Comprensión Oral

Veamos algunas de las microhabilidades que se requieren para la comprensión oral:

  1. Reconocer: Identificar fonemas, morfemas y palabras.
  2. Seleccionar: Distinguir las palabras relevantes de un discurso de las que no lo son.
  3. Interpretar: Comprender el contenido del discurso, incluyendo los detalles, las ideas secundarias, las presuposiciones, lo que no se dice explícitamente, las ambigüedades, los dobles sentidos y las elipsis. También implica comprender la estructura o la organización del discurso, identificar la variante dialectal y el registro, captar el tono del discurso y notar las características acústicas.
  4. Anticipar: Saber activar toda la información que se posee sobre una persona o un tema. Prever el tema, el lenguaje y el estilo del discurso. Anticipar lo que se va a decir a partir de lo que ya se ha dicho.
  5. Inferir: Extraer datos del emisor (edad, sexo, carácter, actitud, procedencia). Obtener información del contexto comunicativo: situación, papel del emisor y del receptor, tipo de comunicación. Interpretar los códigos no verbales: mirada, gesticulación, movimientos.
  6. Retener: Recordar palabras, frases e ideas durante unos segundos para poder interpretarlas más adelante. Una vez finalizado el discurso, los datos más generales quedan almacenados en la memoria a largo plazo. Utilizar los distintos tipos de memoria (visual, auditiva, etc.) para retener información.

Objetivos Generales de la Enseñanza de la Comunicación Oral

Los objetivos generales de la enseñanza de la comunicación oral deben ser:

  • Ser capaz de usar la lengua para comunicarse con cualquier individuo que pertenezca a la comunidad que habla esa lengua, independientemente de la región y del medio social en que viva.
  • Educar la capacidad del alumno para codificar de manera clara y adecuada el pensamiento en lenguaje. Es decir, aprender a pensar; dada la vinculación entre lenguaje y pensamiento, hablar bien significa pensar mejor.
  • Vencer la timidez y la inhibición.
  • Aprender a dialogar y a convivir.
  • Participar responsablemente en la vida democrática a través de la palabra compartida.
  • Otro de los objetivos básicos de esta didáctica deberá perseguir que los alumnos aprendan a detectar el tipo de relación que se establece entre la parte del mensaje codificada oralmente y el componente no verbal. La psicolingüística afirma que en una conversación normal el significado social de los códigos no verbales suele transmitir un 60% o un 70% de la información, mientras que los códigos verbales transmiten solo un 40% o un 30% de la información.

Códigos No Verbales en la Comunicación Oral

La comunicación oral utiliza muchos códigos no verbales:

  • La kinésica o quinésica estudia el significado expresivo, apelativo o comunicativo de los movimientos corporales y de los gestos aprendidos no orales de la percepción visual, auditiva o táctil.
  • La proxemia se refiere al empleo y a la percepción que el ser humano hace de su espacio físico.
  • Abundan también los elementos paralingüísticos: elementos vocales, aunque no lingüísticos, en la frontera entre el gesto y la palabra. La intensidad y el timbre de voz pueden indicar el sexo, la edad, estados físicos como la afonía, o estados anímicos, como el nerviosismo, la relajación, etc. La calidad de la voz se puede modular para conseguir determinados efectos o para manifestar determinadas intenciones.

Microhabilidades del Aprendizaje de la Expresión Oral

Las microhabilidades clave para el aprendizaje de la expresión oral son:

  1. Coherencia

    • Lógica del discurso: El alumno construye discursos congruentes que responden a los principios lógicos del pensamiento. Selecciona la información relevante y la expone con fundamento y originalidad; asocia ideas; usa ejemplos y datos; establece coordenadas espaciales y temporales en su discurso; y propone enfoques, situaciones o desenlaces imaginativos y originales.
    • Construcción del discurso: El alumno demuestra poseer el conocimiento implícito de la realidad que todo hablante tiene; organiza la información con arreglo al tipo de texto (narración, argumentación, etc.); evita mencionar lo que se supone ya sabido, introduce información nueva de forma ordenada, sin mezclar temas y sin perder la unidad, al tiempo que sintetiza lo ya dicho para garantizar la comprensión.
  2. Corrección

    • Gramatical: El alumno utiliza correctamente las categorías gramaticales, no comete errores de concordancia, procura no dejar frases incompletas, construye estructuras sintácticas correctas y variadas.
    • Léxico-semántica: El alumno evita el abuso de clichés, frases hechas, vulgarismos y muletillas, así como el uso innecesario de extranjerismos. Utiliza un léxico aceptablemente amplio evitando el vocabulario genérico y poco preciso; sabe usar circunloquios para cubrir vacíos léxicos y para no repetir palabras. Utiliza y demuestra que comprende significados metafóricos y subliminales.
    • Fonético-fonológica: El alumno vocaliza con claridad, regula la intensidad de la voz, así como la velocidad de su elocución; distribuye adecuadamente pausas y silencios y enfatiza las palabras e ideas fundamentales por medio de la entonación. La entonación y las pausas se usan también para aportar expresividad.
  3. Adecuación

    • Al objeto del discurso: El alumno mantiene el grado de profundidad y especificidad en el tratamiento del tema y utiliza sin errores el registro apropiado al contenido del texto.
    • A la situación: El tema del texto es apropiado para la situación en que se produce la comunicación. El nivel de formalidad elegido se ajusta tanto a la situación como al tema y el registro lingüístico seleccionado es el adecuado a los factores anteriores.
    • Al interlocutor: El tema elegido responde a los intereses del interlocutor o interlocutores. El nivel de formalidad elegido corresponde al tipo de interlocutor y a la relación que se mantiene con él, así como a la situación comunicativa. El registro lingüístico seleccionado se ajusta a la capacidad del receptor.
  4. Cohesión

    • Relaciones semánticas: En el texto aparecen correctamente usadas las relaciones semánticas más usuales (sinónimos, antónimos, palabras polisémicas); se incluyen diversos tipos de anáforas (pronombres, elipsis, sinónimos), así como elementos deícticos para evitar repeticiones y garantizar la comprensión del receptor. Se utilizan en su justo término otros mecanismos paralingüísticos (gestos, onomatopeyas) precisos para reforzar el significado del texto.
    • Uso de conectores: En el texto aparecen relaciones lógicas variadas (temporales, causales, consecutivas, explicativas, etc.), ajustadas al contenido y al tipo de texto.
  5. Cooperación

    • Pertinencia: El alumno procura que sus intervenciones contengan la cantidad justa de información en relación con las finalidades del intercambio; no incluye divagaciones ni se desvía arbitrariamente del tema. La información que aporta es verdadera y, cuando no tiene certeza de ello, lo hace saber.
    • Claridad: El alumno procura que sus intervenciones sean claras, que la información quede expuesta de la forma más breve y equilibrada posible –combinando lo general con lo anecdótico, lo objetivo con lo subjetivo, y de forma ordenada para facilitar la comprensión del interlocutor.
  6. Cortesía

    El alumno consigue preservar su papel y su territorio en los intercambios comunicativos sin amenazar la imagen de los demás.

    Demuestra conocer las nociones sociales de cortesía y las fórmulas verbales (saludos, despedidas, tratamientos, apelativos, etc.) y no verbales (actitud corporal, gestos y miradas); muestra interés por lo que dice el interlocutor manifestando su acuerdo o su desacuerdo sin brusquedades, y evita prevalecer sobre los demás aplicando adecuadamente sus convenciones para expresar modestia, tacto, simpatía, etc.

    El alumno cuida su postura corporal, muestra una actitud relajada y, al mismo tiempo, de interés, mirando al interlocutor o interlocutores y acompañando la expresión con gestos adecuados, sincrónicos y mesurados.

  7. Actitud

    • Ante los contenidos de tipo conceptual: El alumno muestra una actitud de interés muy positiva ante los contenidos conceptuales del área, preguntando dudas y participando activamente en clase.
    • Ante los contenidos de tipo procedimental: El alumno muestra interés ante los contenidos procedimentales del área, aplicando creatividad y autonomía en la gestión de su propio proceso de aprendizaje.

Fundamentos de Lectura y Escritura

Leer es comprender un texto; escribir es producir un texto.

La Lectura

La lectura es una capacidad, técnica, habilidad o destreza que permite al ser humano hacerse con las claves (signos gráficos) o significantes para representar la realidad o sus significados. La lectura es un medio de comunicación, de conocimiento, comprensión, síntesis, aplicación y valoración del entorno donde se inscribe. La lectura es un instrumento de gran valor para la formación integral del ser humano.

La Escritura

La escritura es un medio de expresión y, por tanto, de comunicación del lenguaje gráfico, facilitado por el aprendizaje de una técnica concreta. Es un instrumento indispensable del trabajo intelectual; por ella se registra, precisa y clarifica el pensamiento y se concreta la expresión; y lo que es más importante, contribuye a la maduración del pensamiento, por lo que es útil no solo a nivel personal, sino también a nivel social.

Componentes Esenciales de la Lectura

Leer con los niños y ayudar a los niños a practicar los componentes específicos de la lectura puede mejorar considerablemente su capacidad de leer. La investigación científica demuestra que existen cinco componentes esenciales de la lectura que deben enseñarse a los niños para que puedan aprender a leer. Los adultos pueden ayudar a los niños a aprender a leer bien practicando con ellos sistemáticamente estos cinco componentes:

Los Cinco Componentes Clave de la Lectura

  1. Conocimiento fonémico: El reconocimiento y el uso de los sonidos individuales para crear las palabras. Los niños necesitan que se les enseñe a oír los sonidos en las palabras y que las palabras se componen de varios sonidos.
  2. Fonética elemental: La comprensión de las relaciones entre las letras escritas y los sonidos hablados. Los niños necesitan que se les enseñen los sonidos que hacen las letras impresas individualmente y en grupo. Conocer las relaciones entre las letras y los sonidos ayuda a los niños a reconocer palabras familiares de manera exacta y automática, y a «descifrar» nuevas palabras.
  3. Fluidez o soltura en la lectura: El desarrollo de la capacidad de leer un texto con exactitud y rapidez. Los niños deben aprender a leer las palabras rápidamente y correctamente para poder entender lo que se está leyendo. Cuando los niños saben leer con soltura y en silencio, reconocen las palabras automáticamente. Cuando leen en voz alta, los niños que saben leer con soltura, leen sin hacer el menor esfuerzo y lo hacen con gran expresión.
  4. Desarrollo de vocabulario: El aprendizaje del significado y la pronunciación de las palabras. Los niños necesitan formar y ampliar activamente sus conocimientos de las palabras escritas y habladas, su significado y su uso.
  5. Estrategias de comprensión para la lectura: La adquisición de estrategias para entender, recordar y comunicar lo que se lee. Los niños necesitan que se les enseñen estrategias de comprensión, es decir, el método que los buenos lectores utilizan para estar seguros de que entendieron el texto. Los estudiantes que logran dominar la comprensión de la lectura, se transforman en lectores aplicados y activos.

Factores y Tipos de Lectura

Además, existen determinados factores que intervienen en el aprendizaje de la lectura y la escritura, y que son trascendentales para poder comprender el desarrollo del lenguaje en el niño, que se manifiestan tanto en el medio social donde se desenvuelve como en el proceso escolar formal. Este último determina si el aprendizaje del niño es adecuado al nivel escolar en que se encuentra.

Clasificaciones de la Lectura

Hay varias clasificaciones de los tipos de lectura. Una primera clasificación distingue:

  • La lectura en voz alta.
  • La lectura silenciosa.

La Lectura en Voz Alta

La lectura en voz alta es un tipo mixto y específico de comunicación muy presente en la vida cotidiana: leer una noticia del periódico a un grupo de amigos, grabar algún mensaje escrito, en el trabajo, etc. Por eso mismo es útil realizarla en clase, ya que requiere una práctica importante de la pronunciación. También es evidente que no puede suplir de ninguna manera la auténtica expresión oral y la auténtica comprensión lectora. La oralización de escritos es solo un recurso más de clase y no la base de la clase.

Existen diversos tipos de lectura en voz alta:

  • Lectura dramatizada.
  • Lectura comunicativa.
  • Lectura evaluativa.

La Lectura Silenciosa

La lectura silenciosa es, sin duda, la que todos practicamos más. Los tipos de lectura silenciosa vienen determinados por los objetivos de comprensión que el lector se plantee, ya sean voluntarios o involuntarios, impuestos o elegidos libremente.

Los tipos de lectura silenciosa son:

  • Extensiva.
  • Intensiva.
  • Involuntaria.
  • Rápida y superficial.

Modelo Interactivo de Comprensión Lectora

Según este modelo interactivo, se alcanza la comprensión del texto a partir de la interrelación entre lo que el lector lee y lo que ya sabe sobre el tema. El proceso comienza cuando el lector empieza a plantear sus expectativas sobre lo que va a leer. Nuestra experiencia de lectura está grabada en la memoria a largo plazo como esquemas de conocimiento. También antes de empezar a leer, fijamos unos objetivos de lectura. El ojo explora la línea mediante fijaciones sucesivas que abarcan unas cuantas palabras y que tendemos a concentrar en las unidades superiores. La información que obtenemos nos permite confirmar o rectificar las hipótesis previas de significado. Esta es la esencia de la comprensión. La memoria a corto plazo permite recordar algún dato durante unos segundos. Si la memoria a corto plazo falla, hay que volver atrás, y así sucesivamente.

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