15 Jun

La Revolución Industrial es el proceso más profundo de transformación, desde el
neolítico, de la sociedad y la economía en la humanidad. Tendrá como resultado el
paso de una economía y sociedad agraria a otra industrializada. Esta sociedad
industrializada se caracteriza por la constante multiplicación en la producción de
bienes, servicios y seres humanos.
Este proceso se produce en Gran Bretaña entre finales del siglo XVIII y las primeras
décadas del Siglo XIX. Gran Bretaña se convirtió en el principal centro industrial y
financiero del mundo y será la gran potencia mundial hasta la I Guerra Mundial.
Tras las guerras napoleónicas (1815), esta revolución se traslada al continente: 1º a
Bélgica, Holanda y el Norte de Francia y después a Alemania. Otros focos más
aislados de industrialización se darán en el norte de Italia o en Cataluña; si bien, la
Europa Mediterránea jugará un papel periférico respecto al resto de Europa
occidental. Fuera de Europa, también empezarán a copiar las innovaciones
industriales en la costa este de EEUU y en el caso de Japón a finales del Siglo XIX.
El resto del mundo sufrirá procesos de dominio económico y político por su
dependencia tecnológica y financiera de los países industrializados: África, Asía,
América del sur.
La industrialización acelera el proceso de mundialización de la economía con un
mercado global y una división internacional del trabajo que hoy perdura: tecnología y
capital frente a materias primas y mano de obra.
Tradicionalmente se divide la revolución industrial en dos fases.
– La primera revolución industrial va desde los años 70 del XVIII a los años 40 del
XIX. Se caracteriza por el uso del algodón y el hierro como materias primas y por el
carbón como fuente de energía.
– La segunda fase se desarrolla a partir de 1870 con la siderurgia del aluminio y el
desarrollo de la industria química. La electricidad y el petróleo son las fuentes de
energía.
2.Factores de la I Revolución Industrial en Gran Bretaña.
La Revolución Industrial se debe a la combinación de múltiples factores que se
desarrollan en Inglaterra a lo largo del XVIII y a los efectos que produce:
– La revolución agrícola:
Dos aspectos explican la revolución agrícola que se produce en Inglaterra en la
segunda mitad del XVIII:
1. La producción agrícola aumenta debido a una serie de innovaciones técnicas:
irrigación, uso de abonos (guano), rotación más eficaz de cultivos (sistema Norfolk).
El sistema Norfolk combinaba la siembra de cereales con plantas forrajeras, algo que
permitió suprimir el barbecho (periodo de descanso de la tierra). En ganadería se
mejora la selección de ganado y la estabulación.
2. Se producen cambios en la estructura de la propiedad de la tierra.
Las tierras comunales (openfields) son parceladas y vendidas (Enclosures). Estas
tierras fueron compradas, sobre todo, por grandes propietarios con una mentalidad
más comercial y orientada a la búsqueda de beneficios (mentalidad más desarrollada
en Inglaterra que en el resto de Europa y por ello tenían más predisposición a invertir
en mejoras técnicas.).
Por contra, muchos campesinos pobres, que dependían de estas tierras comunales, se
convirtieron en jornaleros con peores condiciones de vida o tuvieron que emigrar a las
ciudades.
El aumento de la producción permite liberar mano de obra del campo con destino a la
ciudad y alimentar el crecimiento demográfico. También posibilita el aumento de
ingresos en las familias campesinas y por ello su capacidad de compra. Además,
muchos propietarios agrícolas invertirán sus beneficios en el sector industrial.
– La revolución demográfica:
En Gran Bretaña la población pasó de 11 a 37 millones en el Siglo XIX. La población
europea pasará de 187 millones en 1800 a 400 millones en 1900. Todo esto a pesar
de la intensa emigración de más de 40 millones de europeos a América o a las
colonias. Es se debe a una mejor alimentación por la revolución agrícola (desaparecen
las hambrunas) y a una mejora de la medicina y la higiene. Se reduce la mortailidad
aunque seguirá alta en el caso de la infantil y se mantiene una alta natalidad. La
esperanza de vida alcanzará los 50 años en Inglaterra a finales del Siglo XIX (30 años
a principios del siglo).
El aumento de la población supondrá más demanda y por ello hace falta más
producción (es un estímulo a la producción).
La revolución de los transportes facilitará la migración del campo a la ciudad y la
migración intercontinental.
Algunos contemporáneos de este proceso como Robert Malthus desarrollan una
visión pesimista sobre este crecimiento poblaciónal (teoría maltusiana). Malthus
teorizó que el crecimiento de la población era mayor al de los recursos existentes y
por ello daría lugar peores condiciones de vida y hambrunas.
– Revolución comercial:
Las ganancias de la expansión comercial inglesa permitirán acumular el capital
necesario para invertir en la industria. El comercio exterior será el principal estímulo
para la industria británica. Las victorias inglesas en las guerras del Siglo XVIII habían
garantizado al Imperio Británico un gran dominio sobre el comercio exterior a nivel
mundial. En este comercio, la trata de esclavos africanos será uno de los que mayores
beneficios reportará a los barcos ingleses.
– La acumulación de capitales (fruto de la revolución comercial y agrícola) que
permitíó el desarrollo de la industria irá acompañado de la creación de un sistmea
financiero que recogía los ahorros y los prestaba para invertir. Londres se convierte en
el centro de la banca mundial.
– Desarrollo de la red de transportes en Inglaterra durante el Siglo XVIII con la
construcción de canales navegables. Esto favoreció la conexión entre todas las
regiones de Gran Bretaña y la formación de un mercado nacional que impulsó el
comercio interior.
– Innovaciones técnicas que permiten la mecanización (máquina de vapor de James
Watt en 1769, Altos hornos para la siderurgía, Locomotora por Stephenson), nuevas
fuentes de energía (carbón mineral y mayor desarrollo de la energía hidráulica). El
uso de estas fuentes sustituye a las tradicionales (fuerza humana o animal…).
– Innovaciones organizativas: la fábrica. Aparece como un lugar donde se concentra la
maquinaria, el capital, la fuente de energía y la mano de obra con el objetivo de
abaratar costes, aumentar la producción y producir en serie (división del trabajo).
La fábrica y las innovacioens técnicas sustituirán al sistema anterior de producción
artesanal, a la regulación ejercida por los gremios y a la industria doméstica (se
entregaba la materia prima a los campesinos para elaborar las prendas en sus casas).
3. El desarrollo de la I Revolución Industrial
La I revolución industrial se desarrolla primero en el sector textil, después con la
siderurgia del hierro y a continuación al ferrocarril
a) La Industria textil algodón
Inglaterra ya contaba con una larga tradición textil de la lana a través del sistema de
industria doméstica. Para mecanizar este sector no era necesaria una gran inversión de
capitales y la lana será sustituida por el algodón que era mucho más fácil de tratar.
Esta materia se producía en áreas con gran influencia inglesa como la India, Egipto o
el sur de EEUU.
En las últimas décadas del Siglo XVIII se introdujeron maquinas de hilar como la
jenny o la mule y la fuerza del vapor. El último paso en la mecanización se dará con
el telar mecánico.
La industria textil se concentró en el norte de Inglaterra. Manchester será el centro de
producción y Liverpool el puerto de exportación. La compañía de Liverpool en el
Siglo XVIII transportaba a América tejidos y esclavos e importaba algodón.
La política comercial inglesa prohibirá la importación de textiles indios (más caros
pero de mayor calidad) para favorecer el desarrollo de su sector textil. Esta política
tendrá como consecuencia la ruina de la industria textil India y la conversión de este
basto territorio en un mercado para los productos industriales ingleses.
b) La industria siderúrgica del hierro.
La demanda para esta industria vendrá de la construción de máquinas, herramientas
agrícolas, munición y el ferrocarril. La industria siderúrgica usa altos hornos para
fundir el mineral de hierro y producir hierro en grandes cantidades. La técinca de
pudelación, que elimina las impurezas del hierro, se introdujo a finales del siglo
XVIII. El carbón mineral; barato, abundante y con más potencia calorífica sustituirá
al vegetal como combustible.
Los centros siderúrgicos se sitúan en las cercanías de las minas para abaratar el
transporte. La siderurgía se concentró en el centro-norte de Inglaterra (Birmingham) y
en Gales.
En 1856 se inventa el convertidor Bessemer que permite transformar el hierro fundido
en acero dando lugar a una nueva era en la siderarugia.
c) El Ferrocarril y el transporte
El vapor se aplicó primero a la industria textil, si bien sus innovaciones más
importantes se dan en el campo del transporte a través del ferrocarril y los barcos de
vapor.
En 1829 Stephenson diseña la primera locomotora; una máquina de vapor capaz de
trasladarse sobre rieles. Desde 1830, con la creación de la primera línea de ferrocarril
entre Manchester y Liverpool, Inglaterra se lanza a la construcción de su red
ferroviaria.
La financiación del ferrocarril sólo fue posible gracias a los grandes beneficios
obtenidos en las primeras industrias y la agricultura. La red de ferrocarriles mejoró la
producción agrícola al permitir la especialización regional por el recorte de distancias.
El ferrocarril también provoca un aumento del consumo de carbón y desarrolla la
actividad minera.
4. Liberalismo económico y capitalismo
– El liberalismo económico fue propuesto a finales del Siglo XVIII por varios
pensadores británicos entre los que destacó Adam Smith, autor de “La Riqueza de las
Naciones” en 1776. Defiende que para enriquecer al estado es condición previa el
enriquecimiento de los individuos. Consideraba que la búsqueda del propio interés era
el motor del desarrollo económico. Defiende el libre funcionamiento de la economía
sin la intervención del estado; en su modelo, el mercado se regula mediante la ley de
la oferta y la demanda.
Documetno histórico:
“Todo hombre, con tal que no violar las leyes de la justicia, debe quedar
perfectamente libre para abrazar el medio que mejor le parezca para buscar su modo
de vivir, y sus intereses; y que puedan salir sus producciones a competir con las de
cualquier otro individuo de la naturaleza humana (…).
Según el sistema de la libertad negociante, al soberano sólo quedan tres obligaciones
principales a que atender: la primera, proteger a la sociedad de la violencia e
invasión de otras sociedades independientes; la segunda, el poner en lo posible a
cubierto de la injusticia y opresión de un miembro de la república a otro que lo sea
también de la misma (…); y la tercera, la de mantener y erigir ciertas obras y
establecimientos públicos, a que nunca pueden alcanzar, ni acomodarse los intereses
de los particulares, o de pocos individuos, sino los de toda la sociedad en común: por
razón de que aunque sus utilidades recompensen con abundancia los gastos al cuerpo
general de la nacíón, nunca recompensarían si los hiciese un particular.”
Adam Smith, La riqueza de las naciones 1776.
– El capitalismo se configuró durante la Revolución Industrial como un sistema en el
que los medios de producción (fábricas, maquinaria…) y lo que se produce con ellos
son propiedad privada.
Trabajadores y empresarios se relacionan en un mercado del trabajo en el que el
precio de ese trabajo (el salario) se fija según la ley de la oferta y la demanda.
Además, el capitalismo es un sistema de iniciativa privada que tiene como objetivo la
búsqueda del máximo beneficio.
La competencia entre empresarios para garantizar
mayor cuota de mercado les incentiva a reducir costes y precios mediante innovación
o mediante la reducción de costes salariales.
La necesidad de capitales cada vez mayores llevó a nuevos métodos de financiación y
a nuevas fórmulas de propiedad como las sociedades mercantiles (agrupación de
varios inversores). La sociedad anónima será el tipo de sociedad más extendida en el
capitalismo y consiste en la división del capital en acciones. La emisión de acciones y
su compraventa se realiza en un nuevo mercado llamado bolsa.
5. Consecuencias de la Revolución Industrial:
– La sociedad de clases sustituye a la sociedad estamental.
Este proceso es inseparable de las revoluciones políticas que ponen fin a los
privilegios del antiguo régimen. La sociedad de clases es una sociedad donde todos
son iguales ante la ley y la movilidad social es posible.
El principal grupo de la población será el proletariado, tanto industrial como rural. En
el campo, muchos pequeños campesinos se convierten en jornaleros debido al proceso
de concentración de la propiedad. La industria fabril arruinó a muchos artesanos que
pasarán a convertirse en asalariados de las nuevas fábricas.
La aristocracia ligada a la propiedad de la tierra perderá poder al imponerse la
industria, el comercio o las finanzas como principales fuentes de riqueza. Si bien,
muchos aristócratas invertirán en estos sectores y se convertirán en burgueses.
La burguésía vinculada a la propiedad de las fábricas o los bancos aumentará su poder
rápidamente y se convertirá en el grupo social más influyente de la sociedad. Este
grupo organizará la sociedad en función de sus ideas y valores (propiedad privada,
individualismo…)
Entre la burguésía y el proletariado surgirá una clase media cuyo rasgo común era que
no ejercía un trabajo manual. Estaba formada por profesiones liberales (abogados,
médicos, profesores…), militares de cierta graduación y por nuevas profesiones de la
sociedad industrial (ingenieros, empleados de banca…)
– El proceso de urbanización.
De una sociedad en la que el 90% de la población vivía en el campo se irá pasando a
una sociedad urbana en la que la mayoría de las personas vivía en las ciudades
(centros de concentración de las fábricas). A comienzo del Siglo XX, el 78% de los
británicos y el 60% de los alemanes ya vivía en ciudades.
Los barrios obreros, muy masificados, crecieron rápido y sin ninguna planificación
(pavimento, agua corriente y alcantarillado, recogida de basuras…)
– Problemas sociales: las malas condiciones del proletariado (largas jornadas de
trabajo, accidentes laborales, trabajo de niños y mujeres por salarios inferiores…)
darán lugar a la aparición del Movimiento Obrero
– Consecuencias medioambientales. La polución y los vertidos sobre los ríos ya
empezaron a ser advertidos por los contemporáneos a la revolución industrial. Desde
entonces, la preocupación y el interés por la salud del medioambiente ha ido
aumentado en nuestras sociedades.
– Para algunos historiadores, la carrera industrial entre las grandes potencias dará
lugar al imperialismo (búsqueda de mercados y materias primas) y a múltiples
conflictos entre ellas que se encuentran entre las causas de las guerras de la primera
mitad del Siglo XX.

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