17 Feb

COLAPSO DEL SISTEMA LIBERAL PARLAMENTARIO:
La crisis del Estado liberal y del régimen parlamentario de la España de la Restauración se enmarca dentro del proceso general de la crisis del Estado liberal de la Europa de entreguerras. Esta crisis culminó en 1917 la descomposición de los partidos dinásticos.
Esto dificultó la formación de gobiernos con mayorías parlamentarias y acentuó la inestabilidad política.
La crisis era, sobre todo, el exponente de la imposibilidad de un sistema liberal de base oligárquica de evolucionar hacia la democratización. Los planes de reforma quedaron postergados ante los crecientes problemas como la cuestión catalanista, la conflictividad social, el problema de Marruecos y el debate de las responsabilidades por el desastre de anual.
5.1- LA INESTABILIDAD POLÍTICA. GOBIERNO Y OPOSICIÓN:
Los años de 1917 y 1918 abrieron una breve etapa llamada de los gobiernos de concentración, en los que participaron las distintas facciones que componían tanto el Partido Conservador como el Liberal, e incluso los regionalistas de la Lliga. Eran gobiernos débiles que, con frecuencia, recurrieron a medidas excepcionales, como el cierra de las cortes.
. El Partido Socialista experimentó una división a raíz del triunfo de la revolución bolchevique en Rusia y la fundación de la III Internacional (1919). Una minoría radical, favorable al ingreso en la Internacional Comunista, fundó en 1921 el Partido Comunista de España (PCE).

. Los republicanos acusaron una fuerte debilidad, debido a sus divisiones internas. Las dos corrientes más destacadas del republicanismo, los radicales y los reformistas, fueron incapaces de movilizar a las masas, evolucionando hacia el conservadurismo social y perdieron apoyos electorales.
. Los nacionalismos catalán y vasco emprendieron una campaña para reclamar la autonomía. Las divisiones alcanzaron también a estos partidos.
Lluis Companys fundó el Sindicato Unió de Rabasssaires y Francesc Maciá formó Estat Catalá, un partido claramente independentista.
5.2- CONFLICTIVIDAD SOCIAL Y EXPANSIÓN DEL MOVIMIENTO OBRERO:
La crisis, agudizada por la recesión económica de la posguerra y el influjo de la revolución rusa de 1917, favoreció un gran crecimiento de los sindicatos y contribuyó a radicalizar las posturas de las clases trabajadoras.
También proliferan las organizaciones de empresario. Ante el crecimiento de los sindicatos, el agravamiento económico por la crisis de la posguerra y la ofensiva obrera, los patronos cambiaron de actitud y adoptaron una línea dura, dispuestos a eliminar los sindicatos mediante el despido y cierre de fábricas.
En Andalucía, los campesinos, que secularmente denunciaran el anacrónico sistema de propiedad latifundista, y con unas miserables condiciones de vida que se agravarán con la guerra, intensificaron sus movilizaciones a partir de 1918, lo que vino a dar con el llamado trienio bolchevique (1918-21). Muchos municipios andaluces y extremeños llegar a estar controlados por los comités de huelga y se procedió a la ocupación y la repartición de tierras.
El gobierno actuó con dureza.
Simultáneamente a la conflictividad campesina, se produjo la de los obreros de la minería y la industria. Pero el momento culminante de la conflictividad social se alcanzó en Barcelona en 1919, con la huelga de la Canadiense, como se conocía popularmente a la compañía que suministraba electricidad a la ciudad de Barcelona. A pesar de la oposición de la empresa y de las autoridades militares, el gobierno forzó la negociación. Pese a todo, el conflicto, laboral en su origen, derivó en una auténtica guerra social, en la que se impusieron los sectores violentos, declaró la huelga general. La patronal respondió con el cierre de empresas y la contratación de bandas de pistoleros, con el objeto de eliminar el anarcosindicalismo. Los actos terroristas y la violencia en las calles, fruto del sangriento enfrentamiento entre pistoleros (pistolerismo)
De uno y otro bando, sumieron la ciudad en una espiral de violencia durante los años 1919-21. Se impuso la represión militar y el terrorismo policial mediante la aplicación de la ley de fugas», por la que los sindicalistas detenidos eran asesinados alegando que intentaban escapar. Entre los asesinatos más destacados están el del dirigente anarcosindicalistas moderado Salvador Seguí y del presidente del gobierno Eduardo Dato.

5.3- EL DESASTRE DE ANUAL:
Fue en Marruecos, en el verano de 1921, donde se produjo la crisis más grave. Durante la Primer Guerra Mundial se interrumpieron las operaciones coloniales en Marruecos; la zona del protectorado español se mantuvo tranquila, gracias a los pactos con los indígenas. Pero al acabar la guerra, Francia retomó con ímpetu su política colonial y amenazó con reducir la presencia española en la zona. El gobierno decidió considerar la ocupación efectiva del territorio. El nuevo alto comisario, el general Dámaso Berenguer inició la ocupación y ordenó al general Silvestre, comandante y jefe de Melilla, que detener la ofensiva de los indígenas en la zona de Rif. Pero el impaciente general Silvestre prosiguió un avance precipitado sobre el corazón del Rif, con el objeto de ocupar la bahía de Alhucemas, penetrando en un terreno de difícil acceso. Abd-El-Krim encabezó una rebelión generalizada de los rifeños y organizó el cerco de las tropas españolas en Annual.
Silvestre dio la orden de retirada y, en el medio del caos por la desorientación de los mandos y el amotinamiento de las tropas indígenas, se produjo la desbandada de los españoles hacia Melilla. .El general Miguel Primo de Rivera encabezó un golpe de Estado, por el que se imponía una dictadura militar como solución para la crisis del régimen.

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