21 Jul

Contaminación Electromagnética: Electropolución y sus Efectos en la Salud

La contaminación electromagnética, también conocida como electropolución, es la contaminación producida por las radiaciones del espectro electromagnético generadas por equipos electrónicos u otros elementos producto de la actividad humana.

Un aspecto polémico refiere a los posibles efectos nocivos que producirían las emisiones de radiación electromagnética. Cierta información referente a aumentos en la probabilidad de cáncer en personas que viven en zonas cercanas a torres de alta tensión, así como la reciente preocupación sobre el uso de la telefonía celular y las antenas de celulares o WiMAX, han contribuido a despertar una preocupación general en la sociedad.

Orígenes del Problema

Los seres vivos han estado expuestos a influencias electromagnéticas desde siempre: la luz del Sol y sus rayos ultravioleta, los rayos cósmicos y otras, son radiaciones naturales de diferente naturaleza. Sin embargo, hacia principios del siglo XX, el control de la zona inferior (radiofrecuencia del espectro electromagnético) propició el inicio de una actividad productiva sobre dicho fenómeno. Aunque la mayoría de la gente desconoce que el alumbrado e incluso una fogata o una chimenea son fuente de radiación electromagnética.

Efectos Posibles de la Radiación Electromagnética

Dentro de los diversos daños a la salud que se han investigado, se encuentran:

  • Efectos térmicos: Se refieren a la absorción de calor y se suelen considerar térmicos si vienen acompañados por un aumento de temperatura corporal de al menos un grado. Suceden con intensidades de campo relativamente altas. El resultado es similar al generado por un golpe de calor e incluyen: aumento de la tensión sanguínea, vértigo, cansancio, desorientación, cefalea, náuseas y, en casos extremos (con intensidades de potencia mayores que 1000 W/m²), cataratas, quemaduras y esterilidad.
  • Efectos no térmicos o atérmicos: Son aquellos que no vienen acompañados por un aumento de temperatura. Se discute si serían causados, en caso de existir, por un mecanismo hasta hoy desconocido, o bien si se trata, en última instancia, de una absorción de calor. Sucederían con intensidades de campo menores y aplicadas durante un largo plazo; entre ellos se incluye cáncer, enfermedades inmunes, cambios genéticos, arritmias cardíacas y daños neurológicos. Sin embargo, no hay ningún estudio concluyente que pueda establecer la existencia de tales efectos.

Espectro Electromagnético

El espectro electromagnético es un diagrama en el que se encuentran todas las radiaciones electromagnéticas, ubicadas desde las frecuencias más altas a las más bajas. En la parte superior del espectro están los rayos X y los rayos gamma, y al final se encuentran los campos eléctricos y magnéticos. Estas radiaciones pueden ser divididas en tres grupos principales:

  • Radiación electromagnética indirectamente ionizante: Peligrosa porque puede inducir a cambios moleculares debido a la gran cantidad de energía almacenada en las ondas de alta frecuencia. Aquí se encuentran los rayos ultravioleta, los rayos X y los rayos gamma.
  • Visible: Corresponde a los colores del arco iris.
  • Radiación no ionizante: Este tipo produce efectos térmicos e incluye a los rayos infrarrojos, las microondas y las radiofrecuencias. Los efectos nocivos de este tipo de radiación están sujetos a una amplia discusión y a extensa investigación.

La radiación electromagnética está formada exclusivamente por fotones. Se caracteriza por la frecuencia de dicha radiación, que corresponde a su color. La energía de cierta radiación electromagnética depende igualmente de la frecuencia y solo de esta.

Contaminación Atmosférica: Impacto en el Aire y el Clima

Se entiende por contaminación atmosférica a la presencia en la atmósfera de sustancias en una cantidad que implique molestias o riesgo para la salud de las personas y de los demás seres vivos, bienes de cualquier naturaleza, así como que puedan atacar a distintos materiales, reducir la visibilidad o producir olores desagradables. El nombre de la contaminación atmosférica se aplica por lo general a las alteraciones que tienen efectos perniciosos en los seres vivos y los elementos materiales, y no a otras alteraciones inocuas. Los principales mecanismos de contaminación atmosférica son los procesos industriales que implican combustión, tanto en industrias como en automóviles y calefacciones residenciales, que generan dióxido y monóxido de carbono, óxidos de nitrógeno y azufre, entre otros contaminantes. Igualmente, algunas industrias emiten gases nocivos en sus procesos productivos, como cloro o hidrocarburos que no han realizado combustión completa.

La contaminación atmosférica puede tener carácter local, cuando los efectos ligados al foco se sufren en las inmediaciones del mismo, o planetario, cuando por las características del contaminante, se ve afectado el equilibrio del planeta y zonas alejadas a las que contienen los focos emisores.

Gases Contaminantes Comunes

  • CFC (Clorofluorocarbonos)
  • CO₂ (Dióxido de Carbono)
  • CO (Monóxido de Carbono)
  • NOₓ (Óxidos de Nitrógeno)
  • H₂SO₄ (Ácido Sulfúrico)
  • CH₄ (Metano)
  • O₃ (Ozono)

Efectos de los Gases Atmosféricos en el Clima

Efectos climáticos: Generalmente, los contaminantes se elevan o flotan lejos de sus fuentes sin acumularse hasta niveles peligrosos. Los patrones de vientos, las nubes, la lluvia y la temperatura pueden afectar la rapidez con que los contaminantes se alejan de una zona. Los patrones climáticos que atrapan la contaminación atmosférica en valles o la desplacen por la tierra pueden dañar ambientes limpios distantes de las fuentes originales. La contaminación del aire se produce por toda sustancia no deseada que llega a la atmósfera. Es un problema principal en la sociedad moderna. A pesar de que la contaminación del aire es generalmente un problema peor en las ciudades, los contaminantes afectan el aire en todos lugares. Estas sustancias incluyen varios gases y partículas minúsculas o materia de partículas que pueden ser perjudiciales para la salud humana y el ambiente. La contaminación puede ser en forma de gases, líquidos o sólidos. Muchos contaminantes se liberan al aire como resultado del comportamiento humano. La contaminación existe a diferentes niveles: personal, nacional y mundial.

El Efecto Invernadero

El efecto invernadero evita que una parte del calor recibido del Sol deje la atmósfera y vuelva al espacio. Esto calienta la superficie de la Tierra. Existe una cierta cantidad de gases de efecto invernadero en la atmósfera que son absolutamente necesarios para calentar la Tierra, pero en la debida proporción. Actividades como la quema de combustibles derivados del carbono aumentan esa proporción y el efecto invernadero se intensifica. Muchos científicos consideran que, como consecuencia, se está produciendo el calentamiento global. Otros gases que contribuyen al problema incluyen los clorofluorocarbonos (CFCs), el metano, los óxidos nitrosos y el ozono.

Daño a la Capa de Ozono

El ozono es una forma de oxígeno (O₃) que se encuentra en la atmósfera superior de la Tierra. El daño a la capa de ozono se produce principalmente por el uso de clorofluorocarbonos (CFCs). La fina capa de moléculas de ozono en la atmósfera absorbe algunos de los rayos ultravioleta (UV) antes de que lleguen a la superficie de la Tierra, con lo cual se hace posible la vida en la Tierra. El agotamiento del ozono produce niveles más altos de radiación UV en la Tierra, lo que pone en peligro tanto a plantas como a animales.

Contaminación Lumínica: El Brillo Excesivo de la Noche

La contaminación lumínica puede definirse como la emisión de flujo luminoso de fuentes artificiales nocturnas en intensidades, direcciones, rangos espectrales u horarios innecesarios para la realización de las actividades previstas en la zona en la que se instalan las luces.

Un ineficiente y mal diseñado alumbrado exterior, la utilización de proyectores y cañones láser, la inexistente regulación del horario de apagado de iluminaciones publicitarias, monumentales u ornamentales, etc., generan este problema cada vez más extendido.

La contaminación lumínica tiene como manifestación más evidente el aumento del brillo del cielo nocturno, por reflexión y difusión de la luz artificial en los gases y en las partículas del aire, de forma que se disminuye la visibilidad de las estrellas y demás objetos celestes.

Es indudable que el alumbrado exterior es un logro que hace posible desarrollar múltiples actividades en la noche, pero es imprescindible iluminar de forma adecuada, evitando la emisión de luz directa a la atmósfera y empleando la cantidad de luz estrictamente necesaria allí donde necesitamos ver. Toda luz enviada lateralmente, hacia arriba o hacia los espacios en donde no es necesaria no proporciona seguridad ni visibilidad y es un despilfarro de energía y dinero. Sobre este grave problema, hasta el momento, existe escasa conciencia social, pese a que genera numerosas y perjudiciales consecuencias como son el aumento del gasto energético y económico, la intrusión lumínica, la inseguridad vial, el dificultar el tráfico aéreo y marítimo, el daño a los ecosistemas nocturnos y la degradación del cielo nocturno, patrimonio natural y cultural, con la consiguiente pérdida de percepción del Universo y los problemas causados a los observatorios astronómicos.

Estos perjuicios no se limitan al entorno del lugar donde se produce la contaminación —poblaciones, polígonos industriales, áreas comerciales, carreteras, etc.—, sino que la luz se difunde por la atmósfera y su efecto se deja sentir hasta centenares de kilómetros desde su origen.

Medidas de Prevención de la Contaminación Lumínica

Desde comienzos de los años 1980 existen diferentes movimientos organizados de gente preocupada por este problema y que promueven campañas de prevención de la contaminación lumínica. Es posible aplicar medidas que, manteniendo un correcto nivel de iluminación, llevarían a prevenir el problema de la contaminación lumínica como las siguientes:

  1. Impedir que la luz se emita por encima de la horizontal y dirigirla solo allí donde es necesaria. Emplear de forma generalizada luminarias apantalladas cuyo flujo luminoso se dirija únicamente hacia abajo.
  2. Usar lámparas de espectro poco contaminante y gran eficiencia energética, preferentemente de vapor de sodio a baja presión (VSBP) o de vapor de sodio a alta presión (VSAP), con una potencia adecuada al uso.
  3. Iluminar exclusivamente aquellas áreas que lo necesiten, de arriba hacia abajo y sin dejar que la luz escape fuera de estas zonas.
  4. Ajustar los niveles de iluminación en el suelo a los recomendados por organismos como el Instituto Astrofísico de Canarias o la Comisión Internacional de Iluminación.
  5. Regular el apagado de iluminaciones ornamentales, monumentales y publicitarias.
  6. Prohibir los cañones de luz o láser y cualquier proyector que envíe la luz hacia el cielo.
  7. Reducir el consumo en horas de menor actividad, mediante el empleo de reductores de flujo en la red pública o el apagado selectivo de luminarias. Apagar totalmente las luminarias que no sean necesarias.

Para medir la calidad del cielo, se utilizan escalas como, por ejemplo, la escala de cielo oscuro de Bortle.

Contaminación Acústica: El Ruido y sus Consecuencias en la Salud

Se llama contaminación acústica (o contaminación auditiva) al exceso de sonido que altera las condiciones normales del ambiente en una determinada zona. Si bien el ruido no se acumula, traslada o mantiene en el tiempo como las otras contaminaciones, también puede causar grandes daños en la calidad de vida de las personas si no se controla adecuadamente.

El término contaminación acústica hace referencia al ruido (entendido como sonido excesivo y molesto), provocado por las actividades humanas (tráfico, industrias, locales de ocio, aviones, etc.), que produce efectos negativos sobre la salud auditiva, física y mental de las personas.

Este término está estrechamente relacionado con el ruido debido a que esta se da cuando el ruido es considerado como un contaminante, es decir, un sonido molesto que puede producir efectos nocivos fisiológicos y psicológicos para una persona o grupo de personas.

Las principales causas de la contaminación acústica son aquellas relacionadas con las actividades humanas como el transporte, la construcción de edificios y obras públicas, las industrias, entre otras.

Organismos internacionales han señalado el riesgo de una disminución importante en la capacidad auditiva, así como la posibilidad de trastornos que van desde lo psicológico (paranoia, perversión) hasta lo fisiológico por la excesiva exposición a la contaminación sónica.

Un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera los 50 dB(A) como el límite superior deseable.

En España, se establece como nivel de confort acústico los 55 dB(A). Por encima de este nivel, el sonido resulta pernicioso para el descanso y la comunicación.

Según estudios de la Unión Europea (2005): 80 millones de personas están expuestas diariamente a niveles de ruido ambiental superiores a 65 dB(A) y otros 170 millones lo están a niveles entre 55-65 dB(A).

Medición del Ruido Ambiental

Para medir el impacto del ruido ambiental (contaminación acústica) se utilizan varios indicadores que están en continuo desarrollo, a partir de Lp:

  • Nivel de presión sonora (Lp): Se define como 20 veces la relación logarítmica de la presión sonora eficaz respecto a una presión de referencia p₀, de valor p₀ = 2 × 10⁻⁵ N/m², obtenida mediante una ponderación normalizada de frecuencias y una ponderación exponencial normalizada de tiempos. Si no se mencionan explícitamente, debe sobreentenderse que se trata de la ponderación temporal FAST y de la ponderación de frecuencias A, adoptando la siguiente nomenclatura LpA.
  • Nivel de presión sonora continuo equivalente (Leq, T)
  • SEL (Sound Exposure Level) o Nivel de Exposición de Sonido: Es el nivel Leq de un ruido de 1 segundo de duración. El SEL se utiliza para medir el número de ocasiones en que se superan los niveles de ruido tolerado en sitios específicos: barrios residenciales, hospitales, escuelas, etc.
  • LAmax: Es el más alto nivel de presión sonora continuo equivalente ponderado A, en decibelios, determinado sobre un intervalo temporal de 1 segundo (LAeq,1) registrado en el periodo temporal de evaluación.
  • LKeq, T: Es el nivel de presión sonora continuo equivalente ponderado A, corregido por el tipo de fuente de ruido (tráfico o industrial), por el carácter del ruido (impulsivo, tonal) y por el período considerado (nocturno, vespertino, fin de semana). LKeq, T = LAeq, T + Kj.
  • LDN o Nivel equivalente Día-Noche: El LDN mide el nivel de ruido Leq que se produce en 24 horas. Al calcular el ruido nocturno, como no debe haber, se penaliza con 10 dB(A) a los ruidos que se producen entre las 10 de la noche y las 7 de la mañana.

Efectos del Ruido sobre la Salud

Efectos Auditivos

El sistema auditivo se resiente ante una exposición prolongada a la fuente de un ruido, aunque esta sea de bajo nivel.

El déficit auditivo provocado por el ruido ambiental se llama socioacusia.

Una persona, cuando se expone de forma prolongada a un nivel de ruido excesivo, nota un silbido en el oído; esta es una señal de alarma. Inicialmente, los daños producidos por una exposición prolongada no son permanentes; sobre los 10 días desaparecen. Sin embargo, si la exposición a la fuente de ruido no cesa, las lesiones serán definitivas. La sordera irá creciendo hasta que se pierda totalmente la audición.

No solo el ruido prolongado es perjudicial; un sonido repentino de 160 dB(A), como el de una explosión o un disparo, puede llegar a perforar el tímpano o causar otras lesiones irreversibles. Citando puntualmente las afecciones auditivas que produce el ruido, tenemos:

  • Desplazamiento Temporal del Umbral de Audición (TTS: Temporary Threshold Shift): Consiste en una elevación del umbral producida por la presencia de un ruido, existiendo recuperación total al cabo de un período, siempre y cuando no se repita la exposición al mismo. Se produce habitualmente durante la primera hora de exposición al ruido.
  • Desplazamiento Permanente del Umbral de Audición (PTS: Permanent Threshold Shift): Es el mismo efecto TTS, pero agravado por el paso del tiempo y la exposición al ruido. Cuando alguien se somete a numerosos TTS y durante largos períodos (varios años), la recuperación del umbral va siendo cada vez más lenta y dificultosa, hasta volverse irreversible. El desplazamiento permanente del umbral de audición está directamente vinculado con la presbiacusia (pérdida de la sensibilidad auditiva debida a los efectos de la edad). La sordera producida por el desplazamiento permanente del umbral de audición afecta a ambos oídos y con idéntica intensidad.
  • Interferencia en la Comunicación Oral: La inteligibilidad de la comunicación se reduce debido al ruido de fondo. El oído es un transductor y no discrimina entre fuentes de ruido; la separación e identificación de las fuentes sonoras se da en el cerebro. Como ya es sabido, la voz humana produce sonido en el rango de 100 a 10000 Hz, pero la información verbal se encuentra en el rango de los 200 a 6000 Hz. La banda de frecuencia determinada para la inteligibilidad de la palabra, es decir, entender palabra y frase, está entre 500 y 2500 Hz. La interferencia en la comunicación oral durante las actividades laborales puede provocar accidentes causados por la incapacidad de oír llamados de advertencia u otras indicaciones. En oficinas, escuelas y hogares, la interferencia en la conversación constituye una importante fuente de molestias.

Efectos No Auditivos

La contaminación acústica, además de afectar al oído, puede provocar efectos psicológicos negativos y otros efectos fisiopatológicos. Por supuesto, el ruido y sus efectos negativos no auditivos sobre el comportamiento y la salud mental y física dependen de las características personales; al parecer, el estrés generado por el ruido se modula en función de cada individuo y de cada situación.

Efectos Psicopatológicos

A más de 60 dB(A):

  • Dilatación de las pupilas y parpadeo acelerado.
  • Agitación respiratoria, aceleración del pulso y taquicardias.
  • Aumento de la presión arterial y dolor de cabeza.
  • Menor irrigación sanguínea y mayor actividad muscular. Los músculos se ponen tensos y dolorosos, sobre todo los del cuello y espalda.

A más de 85 dB(A):

  • Disminución de la secreción gástrica, gastritis o colitis.
  • Aumento del colesterol y de los triglicéridos, con el consiguiente riesgo cardiovascular. En enfermos con problemas cardiovasculares, arteriosclerosis o problemas coronarios, los ruidos fuertes y súbitos pueden llegar a causar hasta un infarto.
  • Aumenta la glucosa en sangre. En los enfermos de diabetes, la elevación de la glucemia de manera continuada puede ocasionar complicaciones médicas a largo plazo.
Efectos Psicológicos
  • Insomnio y dificultad para conciliar el sueño.
  • Fatiga.
  • Estrés (por el aumento de las hormonas relacionadas con el estrés como la adrenalina).
  • Depresión y ansiedad.
  • Irritabilidad y agresividad.
  • Histeria y neurosis.
  • Aislamiento social.
  • Falta de deseo sexual o inhibición sexual.

Todos los efectos psicológicos están íntimamente relacionados, por ejemplo:

  • El aislamiento conduce a la depresión.
  • El insomnio produce fatiga. La fatiga, a su vez, lleva a la falta de concentración. La falta de concentración reduce la productividad y la falta de productividad genera estrés.

Entre otros efectos no auditivos tenemos:

Efectos sobre el Sueño

El ruido produce dificultades para conciliar el sueño y despierta a quienes están dormidos. El sueño es una actividad que ocupa un tercio de nuestras vidas y nos permite descansar, ordenar y proyectar nuestro consciente. El sueño está constituido por dos tipos: el sueño clásico profundo (No REM, etapa de sueño profundo, que a su vez se divide en cuatro fases distintas), y por otro lado está el sueño paradójico (REM). Se ha demostrado que sonidos del orden de aproximadamente 60 dB(A) reducen la profundidad del sueño, acrecentándose dicha disminución a medida que crece la amplitud de la banda de frecuencias, las cuales pueden despertar al individuo, dependiendo de la fase del sueño en que se encuentre y de la naturaleza del ruido. Es importante tener en cuenta que estímulos débiles sorpresivos también pueden perturbar el sueño.

Efectos sobre la Conducta

El ruido produce alteraciones en la conducta momentáneas, las cuales consisten en agresividad o en mostrar un individuo con un mayor grado de desinterés o irritabilidad. Estas alteraciones, que generalmente son pasajeras, se producen a consecuencia de un ruido que provoca inquietud, inseguridad o miedo en algunos casos.

Efectos en la Memoria

En aquellas tareas donde se utiliza la memoria, se ha demostrado que existe un mayor rendimiento en aquellos individuos que no están sometidos al ruido, debido a que este produce un crecimiento en la activación del sujeto y esto, en relación con el rendimiento en cierto tipo de tareas, produce una sobreactivación traducida en el descenso del rendimiento. El ruido hace que la articulación en una tarea de repaso sea más lenta, especialmente cuando se tratan palabras desconocidas o de mayor longitud, es decir, en condiciones de ruido, el individuo se desgasta psicológicamente para mantener su nivel de rendimiento.

Efectos en la Atención

El ruido hace que la atención no se localice en una actividad específica, haciendo que esta se pierda en otras, perdiendo así la concentración de la actividad.

Efectos en el Embarazo

Se ha observado que las madres embarazadas que han estado desde comienzos de su embarazo en zonas muy ruidosas, tienen niños que no sufren alteraciones, pero si la exposición ocurre después de los 5 meses de gestación, después del parto los niños no soportan el ruido, lloran cuando lo sienten, y al nacer tienen un tamaño inferior al normal.

Efectos sobre los Niños

El ruido repercute negativamente sobre el aprendizaje y la salud de los niños. Cuando los niños son educados en ambientes ruidosos, estos pierden su capacidad de atender señales acústicas, sufren perturbaciones en su capacidad de escuchar, así como un retraso en el aprendizaje de la lectura y la comunicación verbal. Todos estos factores favorecen el aislamiento del niño, haciéndolo poco sociable.

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