24 Mar

Las Consecuencias de la Guerra Civil Española

Los tres años de Guerra Civil en España (1936-1939) supusieron grandes consecuencias en distintos ámbitos.

La guerra provocó más de 500.000 muertos, lo que trae un impacto demográfico muy grande.

Alrededor de otro medio millón de españoles se vieron obligados a exiliarse mayoritariamente reunidos en campos en el sur de Francia y luego en México, Argentina o Cuba y la Unión Soviética. Al acabar la guerra, la represión continúa.

Desde el punto de vista económico y social, las destrucciones de pueblos y ciudades hacen que la posguerra sea una época larga y muy dura para la mayoría de la población. Son los “años del hambre”. Se establecen las cartillas de racionamiento y se desarrolla un mercado negro. También hay una gran cantidad de viviendas destruidas.

Además, España queda excluida de las ayudas del Plan Marshall por su régimen dictatorial.

En lo social, la Ley de Responsabilidades Políticas provoca el encarcelamiento de los republicanos y la represión a la oposición. Las denuncias conducen a condenas a trabajos forzados, y confiscaciones de propiedades. La sociedad queda dividida entre vencedores y vencidos.

Se produce un aislamiento en el ámbito cultural y científico ya que muchas personas importantes en estos ámbitos son exiliados o encarcelados o asesinados.

El Sistema de Partidos y la Constitución de 1931

Una vez proclamada la República, el gobierno provisional de Alcalá Zamora convoca elecciones a Cortes constituyentes para junio de 1931. Estas se celebraron mediante sufragio general masculino con mayoría de edad de 23 años.

Los firmantes del Pacto de San Sebastián en 1930 son los principales apoyos a la República. El republicanismo incluye un sector conservador (Alcalá Zamora), otro centrista del partido radical (Lerroux) y el progresista (Manuel Azaña). Estos grupos son apoyados principalmente por la burguesía intelectual y las clases medias. La clase obrera también apoya la república por medio del socialismo. Las clases populares reciben la república con la esperanza de una mayor igualdad y mejoras en las condiciones laborales, pero estas reformas llegan con lentitud y son escasas. Por eso evolucionan hacia posiciones de carácter más revolucionario, respaldadas por los anarquistas y comunistas, e incluso por el PSOE.

Con una alta participación (70%), en las elecciones de junio de 1931 ganan los partidos que formaban el gobierno provisional, con una clara mayoría de izquierdas. La primera tarea de las Cortes fue la redacción de la Constitución. Los debates fueron muy intensos en las cuestiones religiosa, territorial y del derecho a voto de las mujeres. La Constitución de 1931 se aprueba con el voto de la izquierda y la mayor parte del centro.

España se define como una república democrática y laica. Aunque se plantea la autonomía de los municipios y regiones, la República es un “Estado integral”. Se reconoce la igualdad de todos los españoles ante la ley, la soberanía nacional y el sufragio universal, las libertades políticas y los derechos sociales y económicos. Se establece la laicidad del Estado y se limita la actividad de las órdenes religiosas. El presidente de la República tiene sus poderes muy limitados, ya que se refuerza el de las Cortes unicamerales.

Una vez aprobada la Constitución, las Cortes eligen a Alcalá Zamora como presidente de la República y se encarga la formación de gobierno a Manuel Azaña, con el que comienza el bienio reformista de izquierdas.

El Bienio Reformista de la República (1931-1933)

El gobierno provisional creado tras la instauración de la república pone en marcha una serie de reformas para satisfacer a las clases medias, el movimiento obrero y el campesinado, su desarrollo lo hará el gobierno de republicanos de izquierda y socialista presidido por Manuel Azaña (1931-1933). Su objetivo es la modernización y democratización de la sociedad mediante un programa de reformas.

La España del momento:

  • En la cuestión militar se intenta modernizar el ejército y subordinarlo al poder civil. Se reduce el número de oficiales, se anulan méritos de guerra y se crea la Guardia de Asalto para reducir el papel de la Guardia Civil. Estas reformas despiertan un malestar en partes del ejército.
  • La Ley de Bases de la Reforma Agraria intenta modernizar la agricultura y solucionar el injusto reparto de la tierra, pero los terratenientes se oponen pero finalmente el Instituto de Reforma Agraria ejecuta lentamente las expropiaciones, aumentando la conflictividad social.
  • En cuanto a la religión, el objetivo es secularizar la sociedad y reducir la influencia de la Iglesia católica mediante leyes como la del divorcio. Junto con las quemas de edificios religiosos de mayo de 1931, estas medidas se perciben como un ataque anticlerical y hay sectores católicos se alejan de la República.
  • En el ámbito educativo y cultural se pretende combatir el analfabetismo mediante la creación de escuelas y el desarrollo de las Misiones Pedagógicas.
  • La cuestión territorial fue una de las más conflictivas. La Constitución preveía la autonomía de algunas regiones dentro de una “España integral”. En 1932 se aprueba el estatuto catalán y el PNV impulsa un proyecto de estatuto vasco, inicialmente rechazado y no fue aprobado hasta la guerra civil. El de Galicia se aprueba ya en 1936.
  • La legislación laboral plantea reducir la jornada laboral, aumentar los salarios y regular la negociación colectiva, lo que suaviza el impacto de la crisis de la gran depresión en los trabajadores. No obstante, la desigualdad social y la polarización política radicalizan las posturas. Estallan entonces brotes de violencia revolucionaria, protagonizados sobre todo por grupos anarquistas. Esto provocará la caída del gobierno de Azaña y la convocatoria de nuevas elecciones. El triunfo del centroderecha paralizará estas reformas.

El Bienio Radical-Cedista (1933-1936) La Rectificación Conservadora y la Revolución de Octubre de 1934

El desgaste y la división en el gobierno de Azaña provoca un adelanto electoral en noviembre de 1933, con la participación de las mujeres. La Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA) obtiene el triunfo, pero Alcalá Zamora busca una mayor moderación y encarga formar gobierno al segundo partido: los radicales de Alejandro Lerroux, con el apoyo de la CEDA.

Una vez en el gobierno, el centroderecha anula las reformas de los gobiernos de Azaña. Se produce una respuesta violenta en la calle y se radicalizan posturas políticas. En un contexto internacional de ascenso de los fascismos, en octubre de 1934 se incorporan como ministros tres miembros de la CEDA, lo que fue interpretado por la izquierda como una amenaza a la República. Los partidos de izquierda promueven entonces una huelga general revolucionaria en las grandes ciudades, pero no tienen mucho éxito.

Sin embargo, en Cataluña recibe el apoyo de la Generalitat, cuyo presidente Lluis Companys proclama el Estado Catalán dentro de la República federal española.

En cambio, en Asturias triunfa la huelga, convertida en revolución social, debido a la alianza obrera. Los Comités Obreros plantean un programa revolucionario que aplican cuando tienen el uso de las cuencas mineras y la fábrica de armas de Trubia. Asaltan también Oviedo, aunque sin llegar a controlarla totalmente. El gobierno envía tropas para acabar con la sublevación. Se producen grandes destrucciones y más de 1000 muertos. Se desencadena una fuerte represión, con miles de encarcelados.

La Revolución de Asturias de 1934 tendrá consecuencias muy importantes ya que polarizan más la división política y social en dos grandes bloques. Por un lado, la violencia de los revolucionarios contra los propietarios y el clero fue interpretada por la derecha como la preparación de una revolución muy grande. La durísima represión sufrida por las organizaciones obreras y la petición de amnistía para los encarcelados, fueron uniendo a las formaciones políticas de izquierda hasta la creación del Frente Popular para presentarse a las elecciones de 1936.

Las Elecciones de 1936 y el Triunfo del Frente Popular La Conflictividad Social

La represión posterior a octubre de 1934, la derechización del gobierno y la corrupción fuerzan la caída de Lerroux. El presidente Alcalá Zamora opta por el centrista Portela con el fin de convocar elecciones para febrero de 1936, que se celebran en un clima de tensión política.

El fracaso de la izquierda en las elecciones de 1933 y en la revolución de 1934 se produce en un contexto de ascenso del fascismo en Europa por la crisis del periodo de entreguerras. Se crean las Frentes Populares para unir al proletariado con las clases medias antifascistas.

Un mes antes de las elecciones, se forma el Frente Popular en el que quedan fuera los anarquistas de la CNT, que recomiendan votar al Frente Popular.

El centroderecha se presenta menos unido y enfrentado. Con una participación elevada (más del 70%) y un resultado muy apretado, el Frente Popular obtiene una ventaja en escaños.

La destitución de Alcalá Zamora por las nuevas Cortes convierte a Azaña en presidente de la República, y nombre a Santiago Casares Quiroga jefe de gobierno. Se recuperan las reformas paralizadas durante el bienio conservador: reforma agraria, laboral, control de los militares, reforma educativa, separación de Iglesia y Estado, estatutos de autonomía.

Las diferencias entre los reformistas democráticos y los revolucionarios provocan una gran inestabilidad social, con acciones violentas por un sector de la izquierda. Algunos sectores conservadores van fraguando una conspiración militar y política contra el gobierno. La espiral de violencia callejera crece y el asesinato de Calvo Sotelo (líder de la derecha monárquica) como respuesta al del teniente Castillo, acelera el golpe militar, que se inicia en 1936 en África y se extiende los días siguientes por la península, dando paso a la guerra civil.

Desarrollo y Etapas de la Guerra

1. La lucha por el control de Madrid (noviembre 1936-marzo 1937)

El ejército de Marruecos cruza el Estrecho y se dirige hacia Madrid. En su camino ocupa Andalucía occidental y Extremadura, pese a la resistencia de Badajoz. Después liberan el Alcázar de Toledo y las tropas llegan a Madrid y se encuentran con unas defensas bien organizadas por la Junta de Defensa del general Miaja, con el apoyo de las Brigadas Internacionales.

Por tanto, ha fracasado el ataque frontal a Madrid y comienza una fase de desgaste con un intento de cerco a la capital en las batallas del Jarama y Guadalajara. El ejército republicano resiste

2. La guerra en el frente norte (marzo-octubre 1937)

El combate se dirige hacia el frente norte, con el objetivo de ocupar una zona industrial y minera. El general Mola logra la ocupación de Vizcaya tras el bombardeo de Guernica. El área industrial en torno a Bilbao pasa a manos de los sublevados. Pese a las ofensivas republicanas de distracción en Brunete (Madrid) y Belchite (Zaragoza) para intentar frenar el avance “nacional” en el norte, Cantabria y Asturias quedarán bajo control franquista

3. Avance hacia el Mediterráneo (1938)

La guerra avanza hacia el Mediterráneo. Después de la batalla de Teruel, las tropas franquistas alcanzan la costa mediterránea en Vinaroz (Castellón). La zona republicana queda dividida en dos, con Cataluña aislada.

Valencia es amenazada por el avance franquista y los republicanos intentan sorprender con un ataque en el Ebro, que será la batalla más larga y sangrienta de toda la guerra. Después de cuatro meses de desgaste y casi 100.000 muertos, el ejército republicano queda destrozado.

4. La caída de Cataluña y el final de la guerra (1939)

Después de la batalla del Ebro, las tropas franquistas no encuentran resistencia en el avance en Cataluña, ocupando Barcelona y Girona. Pese a la consigna de Negrín para resistir, el coronel Casado da un golpe interno contra el gobierno, apoyado por otros dirigentes republicanos. A finales de marzo se rinde la ciudad de Madrid y entran las tropas franquistas. El 1 de abril de 1939, Franco anuncia el final de la guerra.

La Internacionalización de la Guerra Civil Española

La “guerra de España” tuvo una gran repercusión internacional porque era vista como un ensayo de una guerra mundial. Esta situación política mundial hace que se dividiera la opinión pública. Por un lado, los sectores conservadores entienden la guerra como una lucha contra el comunismo. Por el otro lado, los sectores de la izquierda la ven como una lucha contra el fascismo.

El gobierno de la República buscó el apoyo de las democracias europeas, pero estas estaban siguiendo una política de apaciguamiento con Hitler. Se decide una política de no intervención y se crea el Comité de No Intervención para vigilar que se cumpla el embargo de armas.

Ambos bandos piden ayuda a las potencias europeas. Alemania e Italia se saltan el acuerdo firmado y apoyan al bando sublevado.

Los sublevados reciben la ayuda de Alemania e Italia. Franco recibe la ayuda militar de la Legión Cóndor alemana y el Corpo di Truppe Volontarie (CTV) italiano, además del apoyo de voluntarios de otras naciones, sobre todo de Portugal, afines al fascismo. El bando sublevado contó con el ejército de África también.

Por su parte, el gobierno republicano compra armas a la Unión Soviética de Stalin con el oro del Banco de España, recibiendo aviones y tanques y el apoyo de pilotos, consejeros militares y políticos. El bando republicano también recibe la ayuda de las Brigadas Internacionales, que luchan al lado de los republicanos para frenar el avance fascista.

La resistencia del bando republicano esperaba que en un conflicto europeo se apoyase a la República, pero en febrero de 1939, el Reino Unido y Francia reconocen el gobierno de Franco.

La Evolución Política de las Dos Zonas

 

a) La España republicana 

Con el golpe militar de 1936, el poder del Estado republicano se desploma  y Casares Quiroga dimite, incapaz de controlar la situación. Le sustituye  Martínez Barrio, quien intenta negociar para parar la guerra, pero sin éxito. José Giral forma gobierno y decide entregar armas a las milicias obreras, que  de este modo se hacen con el control de las calles e impulsan una revolución social con actos  violentos. El gobierno se  muestra incapaz de frenar este clima revolucionario. 

En 1936 Largo Caballero forma un gobierno de  concentración con socialistas, republicanos, comunistas y nacionalistas catalanes y vascos,  planteado como una alianza antifascista a la que se sumarán incluso algunos ministros  anarquistas. Una de sus principales tareas es la formación del Ejército Popular. Sin  embargo, se producen nuevos conflictos internos que estallan en los Sucesos de mayo de  1937 en Barcelona, un enfrentamiento armado entre comunistas y anarquistas que provoca 500  muertos en una semana y que hace caer al presidente de gobierno.  

Le sustituye Juan Negrín, que acaba con la fase revolucionaria y recupera  el control de los planes militares. En su gobierno van ganando  peso los comunistas y el apoyo soviético. El gobierno debe irse al exilio por las derrotas en guerra. Negrín regresa en un intento por seguir resistiendo, pero no lo consigue.

b) La España sublevada 

En la zona controlada por los sublevados se constituye en Burgos la Junta de Defensa  Nacional, que proclama el estado de guerra y pone el territorio bajo control militar, comenzando una represión. Mediante el decreto de 1 de octubre de 1936 se entrega todo el poder militar y  político al general Franco, el “Generalísimo” del ejército y jefe de gobierno. En 1937 se aprueba el Decreto de  Unificación por el que se crea Falange Española Tradicionalista (FET y de las JONS) como partido único. Es el origen del Movimiento Nacional, cuyo jefe nacional será Franco,  concentrando así todo el poder. 

A partir de 1938 se institucionaliza el Estado franquista, se forma el primer gobierno de Franco y se aprueban las primeras leyes, entre las que destaca el Fuero del Trabajo, con la  definición de España como un Estado nacionalsindicalista, de carácter totalitario. 

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