19 Sep

Gran parte de los esfuerzos de Nietzsche se centran en desmontar la estructura intelectual en que se ha apoyado la cultura occidental para sobrevivir. El logos de Occidente nace enfermo, pero durante mucho tiempo enmascaro su enfermedad para dar apariencia de salud e hizo alarde de fortaleza. Nietzsche será el médico que, tras auscultar al enfermo, realiza un diagnóstico. Nietzsche descubrirá la enfermedad escondida, aislará los virus que la causan y propondrá medidas de curación, aunque muy agresivas para el paciente de Occidente.

El método genealógico

Para realizar su crítica a Occidente Nietzsche utilizará un método peculiar: el método genealógico. La palabra genealogía la asociamos a la de árbol genealógico, es decir, al esquema que recoge todos los ascendientes familiares de un individuo. Saber de dónde venimos sirve para conocer nuestro linaje, pero también para descubrir un fraude lejano en el tiempo. Nuestro linaje proviene del miedo y no del amor a la verdad. El origen de Occidente es, como dice Nietzsche, pudenda origo: un origen que avergüenza, que huele mal. La genealogía removerá aquello que se tenía por fundado y definitivamente establecido, atacar a los cimientos mismos de la civilización occidental, pues la dinamita que sale de los aforismos nietzscheanos va dirigida a las pilastras mismas del logos que sostiene todo el edificio de Occidente. 


Crítica la razón y a sus criaturas


Si el origen de nuestra civilización es una estrategia para huir del miedo y no un camino para descubrir la verdad, entonces de lo que estamos hablando es de un problema de supervivencia psicológica: nuestra fragilidad mental, que no nos permite convivir con el caos y es la que pone en funcionamiento a la Razón para que genere un mundo irreal que nos permita sobrevivir. La razón es, pues, la causante de la enfermedad de Occidente al generar un tumor maligno y extraño a la vida y al cuerpo. Un tumor que tiene como objetivo anular, si fuera posible, los impulsos y crear un ultramundo. Una realidad imaginaria que consuela. Nuestra experiencia inmediata lo es de aquel mundo sensible, distinto a cada instante, despreciado por Platón. Por eso, Occidente necesita desprestigiar el movimiento, negar la diferencia radical de lo que acontece. Y para ello nada mejor que renegar de los sentidos y construir realidades ultramundanas donde todo funciona como la Razón quiere que funcione, y solo el detective Razón será capaz de descubrirlos. Los cimientos de esta construcción interesada son rápidamente cubiertos bajo un manto de racionalidad que permite convertir lo que es solo una necesidad vital, en una verdad supuestamente objetiva, que responde parámetros universales y no a una sociedad que empieza a mostrar síntomas de decadencia. La filosofía, la religión y la moral occidental son síntomas de decadencia. Solo el Empirismo y su discípulo el positivismo devolvieron a los sentidos su dignidad.


No hay fenómenos morales, no hay nada más que una interpretación moral de los fenómenos. Todas las morales propuestas por los filósofos son artificios inventados por la conciencia a partir del “mundo verdadero”, Un mundo ya artificial creado por la metafísica. Todas defienden la razón como el lugar apropiado para elaborar normas morales, eternas y universales. Como la moral busca respuestas en la razón y no en la vida, Nietzsche lanza una lucha sin tregua contra ella. Que no haya verdad no significa que no haya verdades, que no haya bien ni mal no significa que no haya bienes ni males. De nuevo, el criterio para determinar el bien y el mal está en la voluntad de poder: lo bueno será lo que favorece la vida y lo malo será todo aquello que la degenera. Los valores morales son aparentes comparados con los fisiológicos. Los juicios morales son síntomas de salud. Su enfoque va más allá del bien y del mal. El inmoralismo de Nietzsche se puede entender como naturalización de la moral: en lugar de valores morales, valores meramente naturales. Es una ética natural, producto de la vida, de los instintos, no de la razón. Tiene que ver más con la salud que con la filosofía. Nietzsche aunque sea inmoralista, podemos también llamar a su postura moral natural o innata, en contraposición a la moral artificial. Su moral no proviene del yo consciente sino del cuerpo inconsciente.

Moral de señores, moral de esclavos:

Hay dos tipos de voluntades: una responde a una vida ascendente y la otra a una descendente, por lo que podemos establecer una jerarquía entre las morales con un criterio que tiene que ver con energías Fisiológicas y no con razones morales. Aquellas morales que permiten una vida ascendente, son superiores a las que obligan a una vida descendente, a una actitud negativa ante la vida. Hay dos modos contrapuestos de definir los valores de “bueno” y “malo”: la definición de los individuos potentes y la de los impotentes. Llamaremos a la primera moral de señores y a la segunda moral de esclavos.


Moral de señores


Moral de los fuertes. Para ellos “bueno” es todo cuanto eleva al individuo. Lo que es bueno son ellos mismos. Crean sus valores sin tener en cuenta lo que hagan o digan los otros. Satisfacen sus deseos y tensan sus pasiones hasta el límite.

Moral de esclavos

Moral de débiles. Los juicios de valor no son verdaderos solo indican síntomas. En este caso nos indican que moral necesita el sano y qué moral necesita el enfermo. Formamos parte de un devenir inocente y sin finalidad.  

La moral occidental

En todas las lenguas bueno significa noble y aristocrático, contrapuesto a malo que es lo vulgar. Estas denominaciones han sido creadas por los señores, ya que son ellos los que tienen una voluntad capaz de valorar sus experiencias vitales. Los hasta ahora considerados como insignificantes pasan a ser los buenos, y los superiores pasan a ser los malos. Esta transmutación de valores, el paso de la moral de los señores a la moral de los esclavos, es mucho más que decir que los que antes era malo ahora es bueno; implica también como mínimo dos cosas: A)

El surgimiento mismo de la moral

Acaba de nacer el amor, la cultura propia del ser humano occidental. El mundo humano pasa a estar gobernado por normas comunes y prohibiciones rigurosas. La moral es una carga pesada en nuestra conciencia que impide desarrollar y ejecutar una voluntad de poder fuerte. B)

El nacimiento de una cultura del resentimiento

La cultura occidental es reactiva, porque sus integrantes no actúan por sí mismos, sino como reacción de odio y envidia hacia los dominadores.

Crítica a la moral de esclavos

La moral de esclavos es una lucha a muerte contra todos los valores de la vida. Toda moral es obra de inmoralidad. Así pues, la ética occidental ha caído en los siguientes errores:

Dogmatismo moral

Considera los valores morales como trascendentes y absolutos.

Antivitalismo

Las normas morales van en contra de las tendencias básicas de la vida.

Intelectualismo

La idea de que el conocimiento lleva a la virtud. 


Lo dicho sobre la moral sirve aumentado para la religión. La religión sitúa sobre la razón y el mundo verdadero un mundo sobrenatural. La religión va unida al concepto de Dios, y Dios representa una renuncia a la vida. Ser un creyente es un síntoma de decadencia, debilidad y desintegración de una voluntad de poder. Solo algunos lo necesitan, pues sin él no podrían soportar la existencia. La religión más valorada para Nietzsche es la pagana. El paganismo es politeísta, tiene muchos dioses, uno para cada necesidad, y ninguno de ellos niega a los demás. Las pasiones más denostadas son las religiones monoteístas. Una doctrina rígida que solo permite un orden. Destierra lo natural y lo sustituye por lo sobrenatural. Estas religiones son enemigas de la tierra, de la vida, de las pasiones. Nietzsche distingue, por su relación con la voluntad de poder, dos tipos diferentes de religión: las religiones afirmativas:
El Antiguo Testamento y las religiones negativas como el cristianismo. Las religiones negativas son ejemplos extremos de la moral de esclavos. Nos centramos en el cristianismo porque es la determinante en la historia de la cultura occidental y a la que Nietzsche dedica más reflexión. Nietzsche no confía en ninguna religión pues frente a los dioses externos, proclama el privilegio de ser Dios uno mismo. El ateísmo es el instinto del hombre fuerte. La religión, el instinto del débil. 

Moral cristiana:

El cristianismo es la religión de los débiles. El mismo Jesús dedica su Sermón de la Montaña a los pobres de espíritu. Lo que se reconoce como ideal ascético: son los valores propios de una humanidad débil y decadente. Su compasión no es más que una intromisión en el alma ajena para privar al prójimo de una felicidad que solo puede alcanzarse afrontando dignamente el sufrimiento personal. El resentimiento y el odio cristiano se manifiestan en lo que ellos denominan los 3 enemigos del alma: el mundo, el demonio y la carne.  

A) Odio a este mundo

El cristianismo ha hecho de la tierra una terrible morada.


El más allá se nos ofrece como un antimundo deseable y apetecible pero solo alcanzable al precio de renunciar a vivir con plenitud en la Tierra.

B) Odio a la vida

El cristianismo propone anular, si fuera posible, los instintos, deseos y pasiones. El cristiano, lleno de sentimiento de culpa por todo lo que hace califica de pecado todo lo que es instinto vital.

C) Odio al cuerpo

Si Platón devaluó el cuerpo por pertenecer al mundo sensible, el cristianismo acrecentará esa devaluación convirtiéndola en aversión y fobia. El papel fundamental del cristianismo recae en el sacerdote. Un enfermo que cuida enfermos. Este tiene una voluntad superior que le permite obtener su confianza. Como los creyentes no son capaces por sí mismos de discernir entre el bien y el mal, el sacerdote asegura su dominio gracias a la responsabilidad de su cargo. La democracia. La democracia es un cristianismo sin Dios. Mantiene los mismos valores del cristianismo secularizado sin necesidad de justificarlos. Sigue siendo una moral de los débiles, de seres humanos domesticados. Mengua, el odio al cuerpo, pero aumenta el odio a lo superior. La democracia significa la no creencia en hombres superiores.

A) Crítica a la igualdad

Para Nietzsche la igualdad, es solo un interés particular de los inferiores; pues solo a ellos les interesa ocultarse en la masa para no mostrar sus carencias. La igualdad es el refugio de la mediocridad.

B) Crítica a la dignidad

solo quién merece esta dignidad, tiene derecho a mantenerla porque la dignidad no se da se conquista. Solo se puede alcanzar mediante el trabajo para con uno mismo, mediante el impulso de la voluntad de poder. El altruismo útil sería orientar la humanidad para conseguir el florecimiento de una especie humana más fuerte. El perfeccionamiento radica en la producción de individuos más poderosos no en el bienestar general. 


Frente al Nihilismo pasivo, N. Reacciona con un Nihilismo activo. Los viejos valores son hundidos por la voluntad de poder, que dice no a esos valores. Una vez derribados, el ser humano estará en condiciones de crear sus propios nuevos valores desde el cuerpo y el instinto. Haciendo referencia al contexto histórico, y de acuerdo con Darwin, Nietzsche afirma que el hombre es un puente entre el mono y el superhombre. El hombre surgido de la cultura occidental ha de ser superado para alcanzar un ser nuevo diferente, cargado de potencia. Para explicar el tránsito del Nihilismo pasivo al superhombre utiliza la metáfora de la triple metamorfosis. –
1° el camello, símbolo de obediencia ciega, que se arrodilla ante su amo, ejemplo de sacrificio y de humillación. Es el cristiano que carga con su cruz durante toda su vida y el ser humano occidental que carga con sus obligaciones sociales por tradición y sentido del deber. Esto ha de ser eliminado y para eso el camello habrá de transformarse en león. –

2°el león

Es el gran negador, el crítico, el destructor. A él corresponde derrumbar los cimientos de la cultura occidental y será el encargado de anunciar la muerte de Dios. Simboliza el Nihilismo activo que acaba con Dios y todos sus sucedáneos. Matar a Dios es matar al Dios cristiano, al ente metafísico creado por los humanos para vencer el miedo ante lo experimentado. Es también la muerte de la Razón, la Verdad, el ideal ascético… La muerte de Dios es la muerte de una cultura.


 El León, el asesino de Dios, pretende conquistar su libertad, pero no es capaz de crear nuevos valores porque está dominado por la venganza y lleno de odio hacia el camello. Por ello precisamos una nueva metamorfosis.

El tránsito hacia el superhombre

Una vez matado a Dios es el momento de la nueva valoración sobre la vida. Ahora ya podemos convertirnos nosotros mismos en dioses y construir mundos a nuestra imagen y semejanza. Para esta labor el adecuado no es el león sino el niño.
 CAMELLOLEÓNNIÑO
CaracterizaciónEsclavitudLucha por la libertadLibertad plena
ÉticaTu debes, heteronomíaYo quiero, autonomíaYo soy
Antropología Hombres superioresSuperhombre


Los valores creados por la cultura occidental hacen referencia a un mundo engañoso y no podrá salvarse cuando sepa que sus logos eran mitos. En este punto Nietzsche desvaloriza los grandes valores tradicionales porque todo está invadido por el pesimismo. La cultura occidental está enferma y esta enfermedad tiene un nombre: Nihilismo. El Nihilismo es la profecía que Nietzsche lanza sobre el futuro de Occidente. El Nihilismo pasivo deja huérfana de sentido a toda una cultura, incapaz de generar individuos creadores.

¿Quién es el superhombre?

El niño es el último paso de la metamorfosis, representa al ser libre. Es caracterizado por la inocencia. Vive para jugar y ser libre. La metáfora del niño nos lleva al superhombre. Con él llegamos al proyecto de futuro de Nietzsche, pues el superhombre, es un proyecto posible.
El superhombre no es el héroe típico de las películas, pues este no crea sus propios valores, sino que triunfa con unos valores sociales ya establecidos.

Su modo de hacer:

moral de señores, perspectivismo y potencia máxima El suprahumano es aquel que solo se debe a sí mismo, camina ignorando su destino, libre de toda convicción. Es aquel que sabe moverse en el caos exterior sin sucumbir a él. El superhombre es un ser humano intuitivo y pasional y solo interesado en trabajar su propia auto elevación. Para lograrlo debe seguir un camino de liberación individual, de una auto terapia. La liberación no tiene que ver con un cambio social ni con la solidaridad. Consiste en: recuperar el sentimiento de potencia, liberarse de la mala conciencia y de la culpa y conseguir una nueva voluntad creadora de valores. 


Carácterísticas del Superhombre


– Menosprecia el instinto de conservación. – Ateísmo radical. – Incorpora el padecimiento y el dolor como una parte más de la vida. – Hace caso omiso a los prejuicios de la gente. – No cree en la igualdad. – No participa en el mundo público. – Ni critica ni se queja. – La vida se vuelve experimento personal. – Antepone la vida al conocimiento. – Se guía por la belleza, no por el deber.
El eterno retorno es una reflexión acerca del tiempo y es una crítica a la cultura occidental y a su concepción del tiempo lineal, un tiempo aniquilador, destructor, que se opone a la vida. N. Propone una destrucción de este tiempo lineal, del sentido trascendente del tiempo que se dirige a un fin igualmente trascendente. Así, el tiempo va más allá de una sucesión de momentos desde el pasado al presente y después al futuro, reivindicando el valor del instante. Esto no significa que lo que ha sucedido volverá a suceder, ya que esto implicaría una forma de finalidad y el eterno retorno representa la negación de toda finalidad, de toda trascendencia. El eterno retorno no consiste en una repetición de lo mismo. Solo existe el devenir, en su crear y destruir el mundo. Esto significa que cada instante es único y eterno, y este es el sentido de toda existencia. La doctrina del eterno retorno intenta ser una llamada a la voluntad humana. Supone que todo volverá a suceder tal y como ha sucedido y que por ello cada hecho de la vida tiene importancia infinita. Lo que realmente quiere decir N. Es que debemos vivir una vida que deseemos vivir una y mil veces.


Es la energía vital que nos lleva actuar con el fin de autoafirmarnos. Es el entusiasmo o la pasión que nos empuja a realizar determinadas acciones.

1-Inconsciente

Es irreflexiva, un impulso ligado al cuerpo y empuja a actuar en sentido afirmativo. 2-

Previa a la razón

Es la forma primitiva de pasión. Según sea nuestro cuerpo así será nuestra razón, porque cuando la consciencia cree dar órdenes en realidad está ejecutando lo que dicta el cuerpo. No depende de las reflexiones sino de los cambios fisiológicos.

3- Peculiar:

no hay dos voluntades de poder idénticas, siempre son cambiantes y diferentes y según su grado de actividad.

4-Exige resistencia:

para afirmarse necesita oposición. Está siempre insatisfecha y busca fuerzas que se le opongan, enemigos para superarse.

5-Necesita del dolor:

necesita de la sensación desagradable para crecer, los estímulos dolorosos la refuerzan. De acuerdo a la frase “lo que no me mata me hace más fuerte”, no busca la paz del alma sino la actividad permanente. Se aleja del estoicismo y de Schopenhauer, pues ambos desaprovechan las posibilidades creadoras de dolor. Se aleja del hedonismo, pues consideran deseable solo lo placentero.

6-Carente de finalidad externa:

no se busca para conseguir el placer o la felicidad, sino que busca el bien último de la vida humana.

7-Creativa:

es voluntad de crear, de marcar diferencias e imponer nuestra visión del mundo. Solo el acto creativo es un acto de afirmación vital.

8-Libre

Es libertad, hacer lo que nos pide el cuerpo. Mi libertad no acaba donde empieza la del otro, sino que acaba donde acaba mi fuerza, mi voluntad de poder. Nos hace libres el poder 9-Diversa:
tiene manifestaciones múltiples, es móvil, variable y plástica. Ésta depende del individuo y del momento. Son respuestas orgánicas; no son correctas ni incorrectas.

Vida y voluntad de poder

La vida es energía, potencia, fuerza. La voluntad de poder aspira a afirmar la vida, es un instinto de vida y su objetivo es la elevación de la vida, la potenciación de la pasión y la búsqueda del riesgo. 


Vida ascendente y vida descendente


Vida ascendente = voluntad de poder fuerte = salud = placer como victoria. Enriquece la vida. Vida descendente = voluntad de poder débil = enfermedad = placer como reposo, bostezo. Parásito de la vida Por su afán de superación:
La vida descendente actúa a la defensiva, no opone resistencia, busca la paz y el descanso.

Por su relación con el dolor

La vida descendente puede “morir” debido al dolor pues entiende que esto es insatisfacción, depresión, tristeza y para aliviar el dolor niega la vida. La vida ascendente decidirá utilizar ese dolor para hacer crecer su voluntad de poder. Veneno o reconstituyente.

Por su trato con los instintos

Los instintos son fuerzas que pueden fácilmente destruir al ser humano, pero también le pueden dar más potencia. La opción de la vida descendente será eliminar todo instinto peligroso y moderarlo. La vida ascendente asumirá el riesgo y el peligro y utilizará esa fuerza para reconducirla a otro fin para alcanzar nuestra autoafirmación.

Vitalismo

El vitalismo, la energía vital, permite diferenciar y establecer jerarquías entre los seres humanos. El sentido de la vida no es trascendente, no se encuentra más allá de la vida misma, sino que se encuentra en el cuerpo mismo. La realidad es un problema, la crítica es la siguiente: 2 mundos o realidades, el mundo sensible y el mundo de las Ideas, más acá y más allá. Se pone el foco, según N. En el del más allá, dando la espalda al mundo de acá. Esto conduce a un desprecio de la vida de este mundo. Este dualismo metafísico es para Nietzsche, falso. Nietzsche critica la cultura occidental. La propuesta que propone es: El único mundo que existe es el mundo terrenal, percibido por los sentidos. Inventarse otro mundo conduce al Nihilismo, esperanzas falsas pues dirige la vida humana al objetivo de un más allá que no existe, que es una nada.. En definitiva, al problema de la realidad, N. Responde que la única realidad que existe es la vida presente.

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