3. TEORÍA POLÍTICA: EL PACTO SOCIAL Y EL ESTADO (Segundo tratado sobre el gobierno civil)

El estado de naturaleza

En el estado de naturaleza los hombres son libres e iguales y cuentan con una ley moral natural y unos derechos naturales. La ley moral natural puede descubrirse por la razón y nos dice que los hombres son libres e independientes y que nadie debe dañar la vida de otro, ni su salud, su libertad y respetar sus bienes o propiedades al ser, todos, criaturas de Dios. Esta ley es universal y obligatoria, establecida por la razón como reflejo de Dios. La raigambre medieval de esta postura que Locke recibe a través de Hooker es clara. De la ley natural se derivan una serie de derechos naturales: todo hombre tiene derecho a la conservación y defensa de su vida, así como derecho a la libertad. Pero estos derechos conlleven obligaciones: los hombres están obligados a conservar su vida y no tienen derecho al suicidio ni a someterse a la esclavitud, pues se da a otro el poder de disponer de su vida. Hay otro derecho natural fundamental,  base del liberalismo: el derecho a la propiedad, puesto que todo hombre tiene derecho a la propia conservación, tiene derecho a las cosas que le son necesarias a este fin, tiene derecho de propiedad sobre las cosas que ha “mezclado” con su trabajo, por ejemplo sobre la tierra que cultiva. Existe un derecho naturas de propiedad privada, al margen de las leyes de las sociedades civiles ordenadas estatalmente. Pero esto no supone un derecho a acumular propiedades sin limitación, todo lo que exceda la capacidad de obtener cosas mediante el trabajo, pertenece a los demás, por ejemplo la tierra (parece que Locke está pensando en la posibilidad de que haya tierra para cultivar para todos, como en la Norteamérica de su tiempo).Sin embargo, aunque no piense como Hobbes que el estado de naturaleza tenga que ser necesariamente un estado de guerra permanente, sí puede ocurrir  que una persona o un grupo de ellas recurran a la fuerza para controlar la vida, la libertad o los bienes de otros. Los derechos naturales son difíciles de preservar en la práctica en el estado de naturaleza, pues aunque todos estén en conciencia obligados a obedecer la ley natural en ese estado, no quiere decir que lo hagan realmente. De ahí se sigue el interés por formar una sociedad organizada para garantizar mejor el disfrute de sus derechos y libertadesEs conveniente tener una ley escrita, un sistema judicial establecido, pues aunque en el estado de naturaleza uno tenga el derecho de castigar las transgresiones, puede haber exceso de celo en el castigo o falta de poder para castigas los crímenes, a lo que se añade la parcialidad de los intereses de algunos individuos que busquen el interés propio yendo más allá de la ley natural.Así, los hombres se asocian en comunidades políticas y abandonan el estado de naturaleza para la preservación de sus vidas, libertad y patrimonio, en definitiva para que se garanticen sus derechos naturales.

La sociedad política: el pacto

La sociedad política y el gobierno han de basarse en fundamentos racionales y para ello deben derivarse del consentimiento. La libertad absoluta del estado de naturaleza queda restringida por las instituciones política y jurídica y esa restricción solo se justifica si procede del consentimiento, del pacto de aquellos que se incorporan a la sociedad política, sometiéndose a un gobierno.Ya hemos dicho que la incorporación al Estado se produce de dos maneras: abandonando el estado de naturaleza y constituyendo un gobierno o bien entrando a formar parte de un estado ya constituido.Al entrar en la comunidad política los hombres no renuncian a su libertad para pasar a la servidumbre, sino que renuncia a sus poderes legislativos y ejecutivos  en la forma en que los posee en el estado de naturaleza,  pues autoriza a la sociedad a elaborar las leyes (al poder legislativo)
Y cede a la sociedad el poder de ejecutar las leyes e imponer las sanciones que acarreen el incumplimiento de éstas. En este sentido la libertad del estado de naturaleza sí sufre restricciones, pero de esta manera ganarán en seguridad y podrán gozar mejor de su libertad.Por otra parte, el pacto supone la decisión de los individuos de someterse a la voluntad de la mayoría, el gobierno reside en el consenso de la mayoría. La mayoría será el criterio para la elección del parlamento y, también las decisiones en el seno de la misma. Esta mayoría toma decisiones por ley positiva (leyes concretas promulgadas por los seres humanos en una comunidad), derivándose su poder por ley de naturaleza y por ley de razón: las leyes positivas han de respetar los derechos naturales inmutables (conservación de la vida y la salud,  libertad, igualdad, propiedad)  que Dios dio al ser humano y que pueden descubrirse por la razón.Locke rechaza la monarquía absoluta por considerarla incompatible con la sociedad civil, contraponiendo a ella su liberalismo. Esto le hace desarrollar una visión contraria a la de Hobbes, aunque las críticas de Locke se centraron contra Robert Filmer quien en una obra titulad a el Patriarca  defendía el origen divino del poder del monarca absoluto. En ambos tratados, Locke refuta esta obra, que hace descender el poder desde Adán, a quien según Filmer Dios habría otorgado el poder y del que lo heredarían los reyes.

Los poderes

El poder civil ha de estar constituido por poder legislativo, que incluye al poder judicial, y el poder ejecutivo. Posteriormente, Montesquieu (autor muy influido por Locke) será quien establezca la división de estos  tres poderes. Locke habla del poder legislativo como del poder supremo de la comunidad, es el encargado de hacer las leyes y habrá de establecer como utilizar la fuerza para defender los derechos y la seguridad de los ciudadanos, con tal de que no se cometan arbitrariedades o el Estado vaya más allá de  estos fines mencionados. Tendrá que legislar para todos los ciudadanos y con vistas al fin común y hace que el tránsito del estado de naturaleza a la sociedad civil sea provechoso para todos.El poder ejecutivo es el encargado de hacer cumplir o ejecutar las leyes que se han creado para todos. La ley emana de la voluntad de los ciudadanos y corresponde al poder ejecutivo su aplicación.Ambos poderes ha de estar separados y quienes hacen las  leyes no deben ser quienes las ejecuten, pues pueden eximirse a sí mismos de obedecer las leyes o elaborar y ejecutar las leyes según su conveniencia.El poder supremo en el Estado, se ha dicho ya, es el legislativo y éste reside en última instancia en el pueblo (soberanía popular), que posee derecho de resistencia y de deposición del poder legislativo y ejecutivo cuando éstos actúan contra los derechos individuales irrenunciables. Puesto que el poder es recibido del pueblo, éste siempre tendrá derecho a rebelarse contra la tiranía y contra cualquier poder o político que se exceda en sus límites, pues la sociedad civil se ha establecido con el fin de que se disfruten con seguridad los derechos naturales y si el Estado atenta contra ellos pierde su legitimidad. De este modo el poder legislativo no es absoluto: ha de responder a la confianza depositada en él.Por último, hay que señalar que cuando nos referimos a la división de poderes, lo hacemos pensando en la separación de Montesquieu: ejecutivo, legislativo y judicial. Pero la división lockeana es diferente, ya se compone del ejecutivo, el legislativo y lo que llama “federativo”, el poder de organizar las relaciones internacionales, es decir, de declarar la guerra y firmar la paz, hacer alianzas… Un Estado está, con respecto a los demás en estado de naturaleza, funciona como un  cuerpo o individuo que se relacionan con los demás estados como en el estado de naturaleza se relacionan los individuos  entre sí, pues los distintos Estados no conforman una sociedad civil o política entre sí Ante un conflicto entre Estados no hay una entidad superior a la que apelar, como los organismos supranacionales de hoy. De tal manera que cada Estado tiene un poder natural que ejercerá frente a los demás Estados o grupos ajenos a su comunidad, lo mismo que en el estado de naturaleza, elagredido tiene derecho a castigar  al agresor, y estas son las funciones del poder federativo.

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