05 Nov

I y II


 Presentación del personaje. Juan Pablo Castel se presenta a sí mismo, como autor del crimen que él mismo relatará, hace una pequeña introducción a su historia de la muerte de María Iribarne e irónicamente pide que aunque sea uno de sus lectores lo entienda, contando que una sola persona lo entendió y esa fue precisamente la mujer que mató.

III a V


 Castel conoce a María en una exposición de pintura en el que él expone, le llama la atención una muchacha que mira fijamente una ventanita con una mujer frente al mar que aparece en uno de sus cuadros, al notar tal detalle, Castel se obsesiona con la chica y la busca por toda la ciudad. En su búsqueda el pintor fantasea con todas las posibilidades que tiene para conocerla y abordarla en la calle, a la vez que hace una serie de reflexiones que muestran su postura ante la pintura y las exposiciones a las que prefiere no ir.

VI a VIII


 Castel encuentra a María en la calle y la sigue hasta su trabajo, entra al edificio detrás de ella y le pregunta por cualquier cosa, María lo reconoce y se sonroja. Castel le hace ver que la ha estado buscando que tienen que hablar de la «ventana» de su cuadro, lo que María parece no entender y él sale corriendo. María lo alcanza y se disculpa diciéndole que lo tiene muy presente y se va. Castel no deja de pensar en ella y decide buscarla otra vez.

XIX a XII


 Al día siguiente Castel va al mismo lugar a esperar que María pase y la lleva del brazo a un parque cerca de ahí. El pintor le confiesa a María que no deja de pensar en ella y que la necesita, le pide que nunca se separe de él. Le pide que hablen del cuadro de la ventana y María le dice que le parecía un mensaje de desesperanza y le dice que nada ganará con verla porque le hace daño a todos los que se le acercan. Mas tarde Castel la llama por teléfono y no alcanza a entender la misteriosa voz de María que finalmente le dice que tiene que colgar. Juan Pablo le dice que la llamará al día siguiente. Agitado por la llamada Castel no puede dormir y se va a un café, muy temprano habla a casa de María y la mucama le dice que se fue al campo pero había dejado una carta para él. Al llegar a casa de María lo recibe un hombre ciego que le entrega la carta y se presenta como Allende, esposo de María, sorprendido Castel abre la carta que únicamente dice: «Yo también pienso en usted». Allende cuenta a Castel de la estancia en donde se encuentra María y de Hunter su primo, quien está al frente del lugar.

XIII a XVI


 Muy confundido por lo que pasó y por el contenido de la carta, Castel empieza a deducir una serie de hipótesis en relación a la historia que vive y el por qué María no le había mencionado nada de su matrimonio. Días después llama para preguntar la dirección de la estancia y le escribe una carta a María para pedirle que le llame en cuanto llegue a Buenos Aires. María respondió a la carta diciéndole que piensa en él y lo siente entre el mar y ella. Continúan escribiéndose hasta la llegada de María, quedan de verse y Castel la cuestiona acerca de su repentina ida a la estancia.

I y II


 Presentación del personaje. Juan Pablo Castel se presenta a sí mismo, como autor del crimen que él mismo relatará, hace una pequeña introducción a su historia de la muerte de María Iribarne e irónicamente pide que aunque sea uno de sus lectores lo entienda, contando que una sola persona lo entendió y esa fue precisamente la mujer que mató.

III a V


 Castel conoce a María en una exposición de pintura en el que él expone, le llama la atención una muchacha que mira fijamente una ventanita con una mujer frente al mar que aparece en uno de sus cuadros, al notar tal detalle, Castel se obsesiona con la chica y la busca por toda la ciudad. En su búsqueda el pintor fantasea con todas las posibilidades que tiene para conocerla y abordarla en la calle, a la vez que hace una serie de reflexiones que muestran su postura ante la pintura y las exposiciones a las que prefiere no ir.

VI a VIII


 Castel encuentra a María en la calle y la sigue hasta su trabajo, entra al edificio detrás de ella y le pregunta por cualquier cosa, María lo reconoce y se sonroja. Castel le hace ver que la ha estado buscando que tienen que hablar de la «ventana» de su cuadro, lo que María parece no entender y él sale corriendo. María lo alcanza y se disculpa diciéndole que lo tiene muy presente y se va. Castel no deja de pensar en ella y decide buscarla otra vez.

XIX a XII


 Al día siguiente Castel va al mismo lugar a esperar que María pase y la lleva del brazo a un parque cerca de ahí. El pintor le confiesa a María que no deja de pensar en ella y que la necesita, le pide que nunca se separe de él. Le pide que hablen del cuadro de la ventana y María le dice que le parecía un mensaje de desesperanza y le dice que nada ganará con verla porque le hace daño a todos los que se le acercan. Mas tarde Castel la llama por teléfono y no alcanza a entender la misteriosa voz de María que finalmente le dice que tiene que colgar. Juan Pablo le dice que la llamará al día siguiente. Agitado por la llamada Castel no puede dormir y se va a un café, muy temprano habla a casa de María y la mucama le dice que se fue al campo pero había dejado una carta para él. Al llegar a casa de María lo recibe un hombre ciego que le entrega la carta y se presenta como Allende, esposo de María, sorprendido Castel abre la carta que únicamente dice: «Yo también pienso en usted». Allende cuenta a Castel de la estancia en donde se encuentra María y de Hunter su primo, quien está al frente del lugar.

XIII a XVI


 Muy confundido por lo que pasó y por el contenido de la carta, Castel empieza a deducir una serie de hipótesis en relación a la historia que vive y el por qué María no le había mencionado nada de su matrimonio. Días después llama para preguntar la dirección de la estancia y le escribe una carta a María para pedirle que le llame en cuanto llegue a Buenos Aires. María respondió a la carta diciéndole que piensa en él y lo siente entre el mar y ella. Continúan escribiéndose hasta la llegada de María, quedan de verse y Castel la cuestiona acerca de su repentina ida a la estancia.

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