21 Ago
El Coliseo: Un Icono de la Antigua Roma
El Coliseo, una de las siete maravillas del mundo antiguo, fue una obra monumental iniciada por Vespasiano, padre de Tito, quien más tarde asistiría a los eventos. Su construcción se erigió en el lugar donde se encontraba el lago de la Domus Aurea de Nerón.
Su nombre original, Anfiteatro Flavio (en honor a la dinastía de emperadores que ordenó construirlo), fue cambiado posteriormente por el de Coliseo debido a una gran estatua de bronce de Nerón, conocida como el Coloso, que lamentablemente no se conserva en la actualidad.
La Construcción y sus Desafíos
La solidez de las construcciones romanas era notable, lograda gracias al uso de avanzadas técnicas y herramientas como grúas y andamios de madera.
Los romanos también enfrentaban el problema de los sobrecostes en las obras públicas. Para mitigar esto, existía un sistema riguroso:
- Cuando un arquitecto aceptaba encargarse de una obra pública, debía cuantificar su coste.
- El arquitecto dejaba en depósito sus propiedades como garantía hasta que la obra se hubiera concluido.
- Una vez terminada, si el coste coincidía con su estimación, se le rendían honores.
- Si no se añadía más de una cuarta parte de su cálculo original, este pequeño desvío lo asumía el tesoro público.
- Sin embargo, si se gastaba más de esa cuarta parte, el dinero se obtenía directamente de las propiedades del arquitecto.
La Vida Alrededor del Coliseo
Conforme uno se acercaba al Coliseo, se hacía evidente hasta qué punto el concepto de panem et circenses (pan y circo) era una realidad palpable. Con alimento y entretenimiento, la plebe permanecía sedada y se dejaba guiar.
En los alrededores del anfiteatro, era común encontrar cauponas, que eran una especie de restaurantes de comida rápida. También se encontraban las copae, prostitutas que trabajaban en las inmediaciones de estas cauponas.
Aunque el espectáculo era gratuito, era indispensable tener una entrada: una pequeña pieza de barro en la que aparecían grabados los números de la puerta, el vomitorio y el asiento asignado.
La arena del Coliseo era un lugar de constante actividad; decenas de esclavos se afanaban en cubrir con más arena la sangre derramada y retirar los restos de cuerpos de animales y de los condenados a muerte.
El graderío reflejaba la clase social: cuanto más arriba se estaba sentado, más baja era la clase social a la que se pertenecía, quedando junto al velario (toldo) los más pobres y las mujeres.
Los Gladiadores: Héroes y Condenados
El término gladiador proviene del latín “gladius”, que significa espada. El origen de estos combates se remonta a la época de los etruscos, cuando se celebraban este tipo de luchas entre prisioneros para honrar la muerte de un personaje importante.
El editor era la persona que organizaba y financiaba los combates, a menudo para ganarse el favor del pueblo, mantenerlo contento o conseguir votos para algún puesto en la magistratura. Si un combate era a muerte (sine missione), el coste era significativamente mayor, ya que un gladiador muerto significaba la pérdida de un luchador valioso.
La Escuela de Gladiadores (Ludus)
El ludus era el lugar donde se entrenaban los gladiadores. Los lanistas eran los dueños de estas escuelas y, a menudo, grandes empresarios. Los gladiadores permanecían en las escuelas unos dos años entrenando intensamente.
Los entrenamientos eran muy duros, pero los gladiadores recibían cuidados médicos diarios, masajes y una buena alimentación, lo que les permitía mantener su fuerza y salud.
Los Auctorati: Gladiadores Voluntarios
Los auctorati eran hombres libres que luchaban por dinero; su profesión era la de gladiador. Estos voluntarios se dirigían a una escuela de gladiadores y firmaban un contrato con el lanista, normalmente de cinco años, que podían renovar por períodos del mismo tiempo si ambas partes estaban de acuerdo, a cambio de una paga fija y comisiones por objetivos (victorias).
Al unirse, pronunciaban un juramento solemne: «uri, vinciri, verberari, ferroque necari» (ser quemado, atado, golpeado y muerto a hierro). Esto significaba que lucharían hasta la muerte y aceptaban su destino, fuese cual fuese.
El Combate y sus Reglas
El sorteo previo determinaba las parejas de gladiadores que se enfrentarían. En ocasiones, se especificaba que lucharían a muerte (sine missione).
Un summa rudis, una especie de árbitro, velaba por el cumplimiento de las reglas durante el combate.
La expresión de los rostros de los espectadores no siempre encajaba con el veredicto de sus pulgares; a menudo, gritaban “¡Iugula!” (¡Mátalo!) o “¡Missum!” (¡Perdónalo!).
Después de los combates, a modo de reconstituyente, los gladiadores tomaban un brebaje de cenizas vegetales disuelto en agua y endulzado con miel. Además, tenían acceso a los mismos médicos que las familias más pudientes de Roma, lo que subraya la inversión que se hacía en ellos.
Tipos de Gladiadores y su Equipamiento
- Hoplomacus: Utilizaba un escudo pequeño y redondo, un puñal, un brazal y grebas para las piernas.
- Secutor: Era el oponente habitual del retiario. Usaba un casco de formas redondeadas para que la red resbalara, un escudo y grebas.
- Tracio: Llevaba un casco decorado con una cresta, una espada curva (sica) y las piernas protegidas por grebas.
- Retiario: Combatía con una red y un tridente o lanza. No usaba casco, pero sí una hombrera metálica.
- Mirmillon: Equipado con una espada, la cabeza protegida por un casco, y las piernas y brazos por grebas y brazales.
Las Armas de los Gladiadores
- Casco: Permitía proteger su cabeza. Consistía en una visera con agujeros que cubría completamente el rostro, permitiendo ver y respirar.
- Escudo: Podía ser cuadrado, ovalado o circular, dependiendo del tipo de gladiador.
Tipos de Espectáculos en el Coliseo
- Venationes: Eran luchas entre animales salvajes, o entre animales y gladiadores. Estos actos tenían una gran importancia política, ya que servían para demostrar que el poder romano era tan grande que le permitía traer animales exóticos desde cualquier parte del mundo.
- Munera: Eran los combates a muerte entre gladiadores.
El Destino de los Gladiadores: Victoria y Derrota
Gladiadores Victoriosos
Los vencedores recibían las llamadas palmas de la victoria y una cantidad de dinero. Si un gladiador lograba repetidas victorias, podía llegar a ahorrar y obtener finalmente una rudis, la espada de madera que simbolizaba su libertad.
Gladiadores Derrotados
Con los derrotados podían suceder dos cosas:
- Que el público votase su muerte. Cuando la lucha era a muerte, el destino del vencido estaba en manos del público. Si los espectadores levantaban el pulgar, al gladiador derrotado se le perdonaba la vida; si lo bajaban, el vencedor degollaba al vencido.
- Si había ofrecido un combate honorable, se le salvaba la vida y, una vez curadas sus heridas, podía volver a luchar.
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