16 Feb

Las iglesias de peregrinación, fueron construidas por cuadrillas itinerantes que se desplazaban de obra en obra, lo que hizo posible la difusión del ROMánico por toda Europa. Muchas de estas iglesias se situaron a lo largo de vías importantes como el Camino de Santiago, y la gran afluencia de peregrinos dio lugar a una tipología especial de iglesia cuyas dimensiones y distribución pudieran conciliar su realidad como templo en el que se oficiaban misas y como lugar donde acudían los peregrinos en masa.

Suelen tener torres

Campanario flanqueando la portada principal, a los pies, y girola o deambulatorio y con absidiolos en la cabecera, que conforman capillas con diversas advocaciones.  Las naves laterales continúan en el transepto y forman un circuito con el deambulatorio, de manera que los peregrinos no tienen por qué interferir con las misas que se celebran si no lo desean. Suelen tener una cripta donde se conservan las reliquias.

Monasterios
Coincidiendo con el auge del milenarismo se alcanzará un periodo de esplendor la vida monástica, considerada la forma idónea de prepararse para la santidad. Suele tener una decoración escultórica que cubre tanto los pilares de las esquinas como los capiteles (capiteles historiados) de las columnas que lo soportan, a veces geminadas.

El claustro

En las catedrales, como en los monasterios, se solía adosar el claustro a la iglesia, situada al norte de éste. Solía tener un jardín interior cuatripartito, con un gran árbol, un pozo o una fuente en su centro.­
La sala capitular, donde los monjes se reunían para orar y leer capítulos de la regla (conjunto de normas que rigen una comunidad monástica).
La biblioteca y el escritorio se situaban casi siempre en un piso superior, para aprovechar la luz.

­ El refectorio , situado al sur y aledaño a la cocina, situada en el extremo opuesto de la iglesia, para evitar incendios. Confección de códices, la mayoría para consumo interno, tb se copiaban libros de las más diversa temática y procedencia.

En Francia destaca el ROMánico borgoñón, con ejemplos como el mencionado de Cluny o la iglesia de Santa María de Vezelay, con sus arcos fajones con dovelas que alternan el negro y el blanco. Otras magníficas iglesias francesas son la de Angulema, con la nave principal cubierta por varias cúpulas, o la de San Sernin de Toulouse, con una planta parecida a la gallega de Santiago. 
En Inglaterra las iglesias suelen ser de estilo normando, robustas y con fuertes torres flanqueando la fachada principal y otra también sobre el crucero.
­ En Lombardía (norte de Italia), las fachadas suelen tener estrechas franjas decorativas (bandas lombardas) y arquerías ciegas, como la Iglesia de san Ambrosio. 
 En el resto de Italia, sin embargo, se mantuvo la tradición más clasicista, de manera que se usa con profusión la columna. La torrecampanario se suele separar del cuerpo de la iglesia. Destaca la regíón de Toscana, y dentro de esta el conjunto de la ciudad de Pisa formado por la catedral, el campanile y el baptisterio.
El ROMánico catalán, más rural y de edificaciones de dimensiones más reducidas, más sobrias, con sillería pequeña, elevadas torres y decoración en la que abundan las arquerías ciegas. Destacan las iglesias de Taüll, o los monasterios de san Pere de Roda o el de Ripoll.
­ El ROMánico del Camino de Santiago, donde destacan San Martín de Frómista, la Catedral de Zamora y sobre todo, la Catedral de Santiago de Compostela, ejemplo arquetípico de iglesia de peregrinación y uno de los monumentos ROMánicos mejor conservados de Europa



Escultura;


es expresionista y sin proporciones clásicas, y es explicativa y narrativa, primando el contenido del mensaje sobre la forma. Poseen un carácter docente y pedagógico destinado a una población analfabeta. ­ Es simbólica, alegórica, expresionista y antinaturalista, con isocefalia, y las manos, ojos y gestos amplios y desproporcionados. Los volúMenes se aplanan y se esquematizan. ­ Se constata el horror vacui, la tendencia a cubrir con escultura hasta el último resquicio.
Las figuras son hieráticas, sin movimiento, rígidas y frontales. Son estereotipadas, de canon alargado, adosadas al paramento, con ojos expresivos y tosquedad técnica, y siempre se policroman. ­ Se estructuran en escenas únicas. Según nos acerquemos al gótico, lo harán en forma de registros o bandas. ­ Se esculpen relieves en las líneas de imposta, abundando en canecillos, en las esquinas de los claustros, en la madera de los coros, en pilastras, etc., pero, sobre todo, en capiteles y portadas de iglesias (especialmente las arquivoltas, las jambas y los tímpanos).
Los motivos decorativos suelen ser variados. Temática de la arquitectura esencialmente religiosa, y coincidirá prácticamente con la que utilizará la pintura, puesto que ambas se conciben como subordinadas al conjunto arquitectónico. Se establece una jerarquía de tamaños y de temas, según la importancia de los personajes, pasajes bíblicos, etc.Así, por ejemplo, los ábsides de las iglesias y los tímpanos de las portadas principales serán ocupados por el Pantocrátor o Cristo en Majestad, con el Tetramorfos, y a veces el Crismón o la Virgen María; en las portadas secundarias, aparecerán la Ascensión, el Juicio Final, etc.; y en lugares menos relevantes todo tipo de escenas, elementos, etc., de manera que los temas profanos se reservarán a canecillos, capiteles, etc., e incluso, se ejecutarán temas eróticos o representaciones de seres diabólicos en lugares indignos, como las misericordias de las sillerías de coro. Los temas se sacan de escenas del Viejo y el Nuevo Testamento y de representaciones de santos, figuras trinitarias, evangelistas, etc Portada;
Parte de las iglesias ROMánicas que concentra la mejor escultura, sobre todo la principal, cuyos elementos sirven de soporte a un rico programa iconográfico. Casi todas las portadas monumentales ROMánicas tienen los siguientes elementos: ­ Están constituidas por un vano abocinado compuesto por una serie de arcos de medio punto o arquivoltas, que suelen estar labradas, muchas veces con motivos antropomorfos que siguen direcciones radiales (en las portadas más antiguas) o la del propio arco (en las más modernas). ­ Las arquivoltas están sustentadas sobre las jambas, también abocinadas. Estas jambas suelen tomar el aspecto de estatuas­columna, muy estilizadas y fuertemente adaptadas al marco. ­ Sobre las puertas se sitúa un dintel horizontal que sustenta un tímpano, normalmente tallado con relieves. ­ El dintel y el tímpano están soportados en su punto medio por una columna o pilar, llamado parteluz, que divide el vano en dos. Suele tomar también la forma de un pilar o columna antropomorfo, como las jambas, u otros temas, como la representación simbólica de la genealogía de Cristo, el Árbol de Jesé. ­ La decoración escultórica del tímpano suele estar dispuesta en una escena única, presentando todas las carácterísticas mencionadas en las páginas anteriores: ley de adaptación al marco, horror vacui, jerarquía de tamaños, de temas, etc. Según nos vayamos acercando al periodo gótico tenderá a disponerse en registros o bandas horizontales. ­ Los temas predilectos son la segunda venida de Cristo, el Juicio Final, el Crismón, el Cordero Místico, etc., y temas relacionados con el ciclo cristológico.
El punto culminante de la portada escultórica del ROMánico es, sin ninguna duda, el Pórtico de la Gloria de la Catedral de Santiago de Compostela.
En sus relieves, realizados por el Maestro Mateo, se aprecia ya una sensibilidad novedosa a la hora de captar la expresión y una tendencia al Naturalismo y a la liberación de la escultura del marco que preludia ya el Gótico.


 Pintura ROMánica tiene as msm carácterísticas esenciales de la escultura. Es tributaria de la arquitectura, y apenas existen ejemplos de pintura exenta, por lo que lo más carácterístico será la pintura mural. Aunque se conservan algunos ejemplares de pintura al temple, lo normal es que se realizara al fresco. Sus carácterísticas esenciales, además de las ya vistas para la escultura, son: ­ Se usa el temple y el fresco, con una paleta escasa, donde el color es a veces usado de manera discrecional, con un valor simbólico. ­ Se pinta sobre cualquier paramento y, sobre todo, en cúpulas, ábsides y frontales de altar. ­ Las líneas se perfilan y los colores se aplican en grandes superficies, generalmente en tintas planas de gran luminosidad. ­ No aparece la perspectiva, la proporcionalidad ni el movimiento, y los volúMenes se aplanan. Es antinaturalista, muy expresionista, con una fuerte tendencia a la simetría y al hieratismo simbólico. Tiene un carácter narrativo y didáctico, con composiciones simples y estereotipadas, llenas de símbolos y convencionalismos, y con una fuerte jerarquización, tanto de tamaño de lo representado como en la ocupación del espacio.
Existen dos estilos bien definidos dentro de la pintura ROMánica europea­-El bizantino se tiende a la monumentalidad y a los colores planos con fondos muy luminosos, en un estilo que recuerda a los manuscritos mozárabes y a los grandes paneles de mosaico de iglesias bizantinas como la de San Vital de Rávena.
El francorrománico, extendido por toda Europa a través de los caminos de peregrinación, tendente a dejar los fondos blancos, con escenas dinámicas y temas tratados con menos severidad y con más detalle. En cuanto a los soportes, el principal es el muro, que se solía cubrir por completo de enlucido y después de pintura, como se puede apreciar en el interior del Panteón Real de san Isidoro de León, donde se puede disfrutar del mejor conjunto de pintura ROMánica conservado en Europa. Tienen casi siempre una estructura muy estandarizada.Simbolismo da cor/luz- Las iglesias ROMánicas eran edificios majestuosos que proclamaban la grandeza de la Iglesia en un mundo en el que no existía el color y el sufrimiento era cotidiano. Todo en los templos ROMánicos es simbólico, y en un mundo donde la inmensa mayoría de la población era analfabeta, el mensaje de Cristo se difundía mediante imágenes lo más expresionistas posible para que su significado se pudiera comprender con facilidad. Todo estaba policromado, escondiendo la dureza de la piedra tras un manto de colores vibrantes y puros, muy alejados de los apagados ocres de las pobres viviendas de adobe y techumbre vegetal de los campesinos.
La luz jugaba un papel esencial dentro del programa simbólico e iconográfico, ya que se pasaba de una penumbra y oscuridad casi totales hasta el lugar más pleno de luz, el crucero, que recibía la iluminación desde el cielo a través de los vanos del cimborrio, en una especie de camino ascensional hacia el altar. En los muros se solían disponer las imágenes con una jerarquía precisa: en las partes bajas, los lugares escondidos y elementos que servían de soporte (como basas de pilares y columnas o canecillos), que no aparecían como en la actualidad, sino policromados, se situaban imágenes infernales, grotescas o pecaminosas (como las Sheelagh na Gig). Es decir, el mundo de las profundidades, del pecado. Según se iba ascendiendo en importancia y en altura, se situaban imágenes del mundo sensible: escenas cotidianas, labores agrícolas, reyes, gobernantes, etc., o sea, del mundo terrenal. Por fin, en los lugares privilegiados, se situaban imágenes simbólicas del mundo de la Gracia, incluidas las vidrieras, que siempre proyectaban una luz coloreada. En este último escalón jerárquico también se respetaba, más si cabe, el orden de prevalencia, de manera que los lugares privilegiados se reservaban para Cristo o la Virgen María y los menos relevantes para ángeles, santos secundarios o representaciones de las almas bienaventuradas, respondiendo, tb, a una relación de tamaño que acentuaba la importancia de cada elemento.

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