30 Abr
Conceptos Fundamentales sobre el Crimen Organizado
Afirmación: El término ‘crimen organizado’ se definió por primera vez en la Convención de Palermo. Falso. La UE se pronunció al respecto en 2001, mediante la Comisión Europea y Europol, y se estableció en el artículo 2.a. que un grupo organizado es aquel formado por tres o más personas, que existe por un período de tiempo, y que actúa en concierto para cometer uno o más crímenes serios establecidos de acuerdo con la definición del mismo tratado, en orden a obtener de forma directa o indirecta, un beneficio material o financiero.
Afirmación: La definición de crimen organizado es simple y unívoca. Falso. No es la única complejidad, pues nos encontramos también con que han surgido definiciones de crimen organizado basadas en grupos criminales específicos, y otro de los elementos es la aplicación del concepto.
Afirmación: Las bandas juveniles son consideradas crimen organizado. Falso. Las bandas juveniles, si bien las encasillamos en grupos inmersos en el crimen colectivo, no son considerados crimen organizado. Pues no tienen todos los elementos que precisan para ser considerados como tal: escasa corrupción, jerarquía más laxa, etc.
Afirmación: Los efectos del crimen organizado se limitan a delitos sin víctimas, afectando solo a gobiernos y sociedades. Falso. Pues si bien la primera afirmación (diversidad de efectos) es cierta, la segunda lo es solo en parte, pues en el crimen organizado existen víctimas individuales relacionadas con el delito cometido: extorsión, robos, agresiones, asesinatos, afectando a los derechos fundamentales.
Afirmación: El crimen organizado actúa como un poder paralelo. Cierto. Es así, esto tiene su connotación en lo que llamamos la tríada formada por delincuencia – corrupción – violencia. Es, pues, uno de los obstáculos para el desarrollo económico, comercial y nuevas iniciativas empresariales. Como hemos visto, puede llegar a mantener alejado el capital extranjero y sus inversiones, junto con la huida del capital nacional, creando un vacío en el desarrollo estatal que influye en la sociedad del país afectado.
Medición del Crimen Organizado
La realización de mediciones de indicios indirectos de crimen organizado -IPCO – (Van Dijk 2007) utiliza datos que proceden de fuentes directas como expertos o víctimas potenciales. Se recoge información sobre investigaciones cuantitativas acerca de los niveles de violencia registrados en un país o región (corrupción, actividad económica irregular, etc.).
Esta recogida de datos forma un índice (Van Dijk), el cual es una combinación de otros índices tales como:
- “Percepción de prevalencia del CO”
- “De corrupción”
- “Homicidios no resueltos”
Como hemos observado, queda bastante camino por recorrer en la medición, y los datos aportados por Van Dijk son de los más fiables hoy por hoy, aún más que los obtenidos por fuentes policiales.
Criterios para Definir y Detectar el Crimen Organizado
Recordamos los criterios para definir y detectar el crimen organizado:
Criterios Obligatorios
- Colaboración entre más de dos personas
- Operando por un período largo o indefinido de tiempo
- Sospechosos de cometer delitos graves
- Objetivo principal de obtener beneficios económicos y / o poder
Criterios Opcionales
- División especializada de funciones
- Ejercicio de medidas de disciplina y control
- Uso de violencia u otras medidas coercitivas
- Uso de estructuras comerciales
- Participación en el blanqueo de capitales
- Opera en más de un Estado
- Ejercicio de influencia sobre estructuras legítimas
Afirmación: Las últimas investigaciones confirman que existe un perfil concreto de ‘delincuente organizado’ que lo diferencia del delincuente convencional. Falso. Las investigaciones realizadas hasta el día de hoy no ofrecen una definición definitiva del delincuente organizado y, por lo tanto, no se puede confirmar que sea diferente al delincuente común. Pese a que existan ciertas diferencias, también es cierto que un delincuente común puede acabar siendo miembro de una organización criminal.
Corrupción y Crimen Organizado
Corrupción y delincuencia organizada vienen generalmente asociados. Así, la corrupción actúa como consecuencia de este tipo de delincuencia, pero también actúa como causa o antecedente. Es decir, la corrupción favorece la aparición de la delincuencia organizada y que se puedan mantener las organizaciones criminales en aquellos lugares donde quedan inmersos los ciudadanos, particulares, empresas y partidos políticos.
Afirmación: La expresión ‘delincuencia organizada transnacional’ fue acuñada en la Convención de Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional, aprobada por la Asamblea General en noviembre de 2007. Verdadero. Al hacer uso de esta expresión a través de la Convención señalada, el máximo organismo de cooperación internacional estaba admitiendo que se había consolidado una nueva forma de criminalidad, que el propio Kofi Annan, secretario general de Naciones Unidas, calificó como un problema mundial que exigiría una reacción mundial.
Teorías Criminológicas y Crimen Organizado
Afirmación: Las teorías criminológicas que se centran en el aprendizaje social, no sirven para explicar la delincuencia organizada. Falso. Siguiendo el estudio de Edwin Sutherland que relacionó la delincuencia de cuello blanco con los factores de aprendizaje, son muchas las teorías criminológicas que se centran en el aprendizaje social y que son útiles para explicar cómo las organizaciones criminales dan solución a la necesidad periódica de integrar nuevos miembros y colaboradores. Así, la motivación delictiva e incorporación a uno de estos grupos, nacerá como resultado de la transmisión social de creencias y argumentos relacionados con esta actividad delictiva.
La teoría de la anomia de Robert Merton postula que el desvío de las normas sociales viene dado por la ausencia de medios legítimos de ciertas personas para conseguir sus metas y expectativas de vida. De esta manera, la necesidad de acceder a medios ilegítimos para crecer, dada la frustración o malestar que su situación comporta, provoca que se dé la falta de voluntad para el seguimiento de ciertas normas e instituciones sociales establecidas para regular una sociedad. Llegada esta situación, aquellas personas que quieran mejorar su situación, aquellas que quieran cambiar su posición y no tengan a su alcance los medios para hacerlo, podrían empezar una trayectoria de vida criminal. Con esto no se está diciendo que todas aquellas personas frustradas sigan esa misma dirección, pero Merton apunta a que la anomia afecta, tendencialmente, a las capas más desfavorecidas de la sociedad. Ello, por consiguiente, crea un vínculo entre delincuencia y clases sociales.
No obstante, la teoría de la anomia, utilizada también por otros criminólogos como Cloward y Ohlin para abordar la relación entre la delincuencia juvenil y la organizada, resulta insuficiente para explicar los procesos de asociación que, en estas clases más marginales, generan grupos de delincuencia organizada. Por un lado, porque no todos los jóvenes que se encuentren en situaciones marginales y desfavorecidas, que quieren crecer y salir de las mismas, acaban empezando una trayectoria criminal. Por otro lado, porque esto tampoco explicaría cómo otros jóvenes que son parte de la clase media e incluso alta, puedan llegar a formar parte de estas bandas criminales, cuando tienen a su alcance los medios adecuados para crecer y triunfar.
El Proceso de Blanqueo de Capitales
El blanqueo de capitales se desarrolla en tres etapas:
Fase de Colocación: Las organizaciones criminales blanquean el dinero en cantidades pequeñas que van fraccionando, introduciéndolas en el mercado financiero para que no resulten sospechosas. Por ejemplo, haciendo transferencias que no requieren control, adquiriendo cheques, utilizándolo en casas de juego, etc.
Fase de Enmascaramiento (o Estratificación): Trata de confundir la procedencia del dinero, alejándolo lo máximo posible del lugar y negocio en el que se generó. ¿Por qué vía se realiza esta fase? Mediante la compraventa de productos financieros, enviando dinero a paraísos fiscales, etc.
Fase de Integración: Consiste en introducir, en el mercado lícito, el dinero que previamente ha sido fraccionado, colocado y enmascarado, dado que de esta manera, adquirirá la apariencia de legalidad pretendida, habiendo hecho desaparecer su pasado delictivo. Esta última fase acostumbra a ejecutarse mediante la inversión en el sector inmobiliario o de servicios, o bien mediante la creación de sociedades pantalla, que esconden negocios sin una actividad legal.
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