22 Jul
Annibale Carracci: Venus con Sátiro y Amorcillos (1588)
Esta obra, ubicada en Venecia, muestra la clara influencia de los grandes maestros venecianos. Desde el punto de vista compositivo, la pintura es manierista. El lecho en primer plano sobre el que Venus se apoya está rotado; de esta manera, la escena se proyecta hacia nuestro espacio. Esta escena de corte, en primer plano y dentro del manierismo, permite enfocar el cuerpo desnudo de Venus, también en primer plano.
Aquí comienzan a surgir contradicciones: a las pinturas mitológicas se les solía dar un carácter moralizante para justificarse. Estamos entrando en la influencia veneciana, donde la figura principal en primer plano, totalmente desnuda, exhibe la sensualidad del cuerpo femenino, un rasgo puramente veneciano en este caso. Observamos lo que Carracci asimilaba en Venecia: un primer plano con un cuerpo desnudo fuertemente iluminado por un foco de luz. Se aprecia un contraste entre la belleza del cuerpo desnudo y la fealdad del sátiro en el fondo, acentuado por el juego de luces y sombras.
Relaciones e Influencias
Esta figura se relaciona con la de Diana y Calisto de Tiziano (1556-1559), así como con Diana y Acteón, obras destinadas a ser regaladas a Felipe II con motivo de su boda con María Tudor. Por esta razón, han permanecido en colecciones inglesas hasta su actual ubicación en museos.
Otras obras que pudieron servirle de modelo incluyen las de Correggio. También es notable el cabello, generalmente claro y recogido en trenzados o moños, adornado con perlas y piedras preciosas, reflejo de un mundo de lujo. Destaca la importancia de los pendientes, pulseras y otros adornos. Las anatomías y las carnes se perciben reales; el gusto del pintor se manifiesta en cuerpos gruesos y naturales.
La Influencia de Correggio: Júpiter e Io
En el cuadro de Correggio, Júpiter e Io, Zeus se ha convertido en nube y posee a la ninfa Io. La vemos completamente desnuda en una posición parecida a la que acabamos de ver, y que también pudo servir de ejemplo a Tiziano para su obra Venus y Adonis. El cuerpo de Io también es un cuerpo real.
Técnica y Simbolismo en Carracci
La figura de Carracci se recuesta en un lecho cubierto por un tapiz de seda roja, un color que Tiziano utiliza sistemáticamente en sus Venus para aportar calidez. Es la forma de que esta figura humana tenga más vida. Para dar más luz, la envuelve en una sábana blanca. De esta manera, busca luz y vida en torno al cuerpo femenino.
Comparación Composicional con Tiziano
Si nos fijamos en la obra de Tiziano, vemos la mancha roja junto a la blanca. Hay que tener en cuenta también en la obra de Tiziano un tapiz a modo de dosel que cierra la escena, una forma de centrar la atención, elemento característico del Barroco. Además, vemos esas dos zonas cerradas en los lados, pero la línea del horizonte nos marca la perspectiva.
Detalles Composicionales de Carracci
En Carracci, tenemos una composición que podría ser cerrada; nada se proyecta hacia afuera. Agarrado a su pierna, otro amorcillo saca la lengua, una nota humana y naturalista que surge con los venecianos y se generaliza en el Barroco, sirviendo para conectar con el espectador y abrir la composición. Se observa una sucesión de planos: un primer plano de luz en diagonal, un segundo plano oscuro, y un último aún más oscuro.
El Sátiro y el Simbolismo
La figura del sátiro es también muy naturalista; nos muestra una copa llena de uvas que alude a los placeres. La copa es de plata repujada, lo que demuestra que son artistas que se recrean en los más mínimos detalles.
Annibale Carracci: Toilette de Venus (1594)
Características y Comparación
En relación con Tiziano, quien fue el primero en tratar la Venus ante el espejo, el cuadro de Tiziano es más manierista en cuanto a composición. Por detrás no existe la luz. En el Carracci, lo primero que nos llama la atención es el cuerpo de Venus, que no tiene nada que ver con la belleza veneciana, ya que entramos en la Roma de 1594-1595. Existía la pintura oficial manierista. Al llegar a Roma, Carracci se encuentra con otro tipo de pintura a la que se tiene que adaptar. Las figuras de atrás mantienen el estilo veneciano, pero la figura de Venus es más romana: una cabeza pequeñísima con un cuerpo gigantesco, totalmente desproporcionado porque está dentro del canon manierista. Además, el cuerpo es más masculino, no tiene esas curvas más marcadas, es más seco y más duro. Es otra estética. En Roma era más difícil usar modelos del natural, por lo que usaban a jóvenes chicos.
La luz es mucho más fría; al fondo es la noche. La línea del horizonte se ve a través de una luz muy blanca. La tela es azul, es fría; además, al golpear fuerte la luz sobre la diosa, el brillo blanco del foco lo hace incluso más frío. Es el momento en que la diosa se mira en el espejo. Tenemos a Cupido en primer plano jugando con las joyas de Venus, las cuales Carracci había visto en Venecia. En primer plano, coloca un cofre del que el niño saca collares. La perla es algo que nos comunica siempre con Venecia. Nos aporta la nota más humana y natural del cuadro. El cuerpo de Venus marca una diagonal que se contrapone con otra en dirección opuesta, llevando la mirada hacia el fondo.
Influencia y Legado de la Venus en el Arte
Rubens y la Venus del Espejo de Tiziano
Tiziano influye en Carracci por un lado, y también en Rubens. Este último, entre 1600-1612, hace una copia del cuadro de Tiziano, pero con sus propias mujeres. Si nos fijamos, la figura de ella es idéntica, lleva hasta el anillo en el meñique, el cabello por el hombro izquierdo, la perla y las telas. Le incluye una camisa blanca que da un fulgor. Son mujeres de carnes blancas, muy rubias, de labios carnosos. Vemos cómo usa el terciopelo rojo para luego poner ese toque de vida en las figuras. La composición manierista es idéntica a la de Tiziano. En ambas obras, la figura del espejo refleja precisamente la parte que el espectador no ve.
El Aseo de Venus, Rubens (1612-1615)
La figura de espaldas (1612-1616) presenta carnes voluptuosas y es rubia, lo que entra dentro del gusto veneciano. En este caso, Eros es adolescente y nos recuerda a los adolescentes manieristas de Correggio, Parmigianino, etc. Al lado, tenemos la figura de la criada, de piel negra.
La Venus del Espejo, Velázquez
La obra de Velázquez, La Venus del Espejo, presenta una interpretación nueva de cuerpo entero. Siguiendo a las Venus de Tiziano, el lecho aparece en primer plano, con una colcha azul y fría, pero con un cortinaje rojo que reverbera la luz e ilumina el rostro reflejado en el espejo. La luz choca en el cuerpo de ella y en el cortinaje.
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