13 Dic
La Función Esencial del Maestro en el Aula
El maestro es el responsable de la planificación, organización y evaluación. Constantemente debe tomar decisiones sobre todo aquello previsto (secuencia didáctica, espacio, tiempo, agrupación del alumnado, organización de los contenidos, materiales, etc.) y sobre lo imprevisto que surge en el aula (una noticia, una pregunta, un cuento que trae un niño de su casa, una pelea, una discusión, etc.).
Por ello, el trabajo en equipo para compartir la reflexión con otros maestros y profesionales es una necesidad fundamental para progresar.
El Rol Docente en el Aprendizaje del Lenguaje Escrito
En lo que respecta al aprendizaje del lenguaje escrito, la función del maestro se estructura en tres momentos clave de la secuencia didáctica:
- Diseño de situaciones reales de uso de la lectura y la escritura.
- Observación e interpretación de las posibilidades de cada alumno.
- Interacción pedagógica.
1. Diseño de Situaciones Reales de Uso de la Lectura y la Escritura
Es crucial diseñar situaciones de enseñanza y aprendizaje en las que la lectura y la escritura sean realmente necesarias. Si bien estas situaciones pueden ser el origen de una secuencia didáctica, su desarrollo no está exento de contingencias, pues es imposible tener preparado de antemano todo lo que sucederá.
2. Observación e Interpretación de las Posibilidades de Cada Alumno
El maestro debe dejar un espacio de tiempo para que los alumnos intenten, a su manera, lograr el objetivo propuesto. Es fundamental no tener prisa. Estos momentos permiten al maestro observar lo que saben hacer sus alumnos.
Las observaciones pueden ser complementadas con un diálogo para conocer sus argumentos, sus razones y sus esquemas de conocimiento. A menudo, los niños aprenden más a agradar a su maestro que a participar de su propio aprendizaje. Por ello, el docente tiene que favorecer un clima de confianza y respeto a fin de que el alumno se sienta seguro para preguntar y comentar aquello que realmente piensa. La puesta en común de las distintas propuestas realizadas individualmente o en pequeños grupos favorece la verbalización y la metacognición.
3. La Interacción Pedagógica: Principios de Intervención
Las interacciones que promueve el maestro para ayudar a sus alumnos a progresar en el camino de aprender a leer y a escribir se concretan en torno a los siguientes principios:
- No intervenir precipitadamente.
- Formular retos asequibles.
- Dar información sin dar soluciones.
- Guiar la búsqueda de soluciones cada vez más autónomas.
- Leer para los niños (Ejercer de modelo como lector experto).
- Escribir para los niños y niñas (Ejercer de modelo como escritor experto).
No Intervenir Precipitadamente
El maestro debe tener una actitud de escucha activa e intentar interpretar las manifestaciones del alumno antes de ofrecer cualquier ayuda.
Formular Retos Asequibles
La función principal del maestro es la de crear zonas de desarrollo próximo. El maestro debe planificar situaciones que supongan para su alumnado desafíos o retos adecuados, evitando actividades inútiles que no conllevan aprendizaje significativo.
No siempre los desafíos se resuelven de manera satisfactoria según los esquemas de los adultos; es preciso tener presente que pueden quedar abiertos y necesitar ser retomados en otro momento.
Dar Información sin Dar Soluciones
El maestro, más que dar soluciones directas, debe orientar cómo hallarlas, a fin de que los alumnos vayan adquiriendo autonomía en su aprendizaje.
Guiar la Búsqueda Autónoma de Soluciones
El maestro debe ayudar a que las conductas de dependencia vayan evolucionando, dando pistas al niño de cómo resolver sus problemas para ir consiguiendo una mayor y progresiva autonomía en su aprendizaje.
Leer para los Niños: Ejercer de Modelo como Lector Experto
Leer en voz alta textos que interesen a los niños y niñas es una de las mejores fórmulas para introducir, potenciar, desarrollar y mejorar la lectura de los menos expertos. Esto ayuda a familiarizar al niño con la estructura del texto escrito y con su lenguaje, permitiéndole participar de distintas formas en la tarea.
Así se construye progresivamente la idea de que lo escrito dice cosas, y que puede ser divertido y agradable conocerlas, es decir, saber leer. Cuando el adulto lee para los niños, se crea una relación afectiva importante, dedicando un tiempo valioso a compartir una historia, un relato o un texto de manera agradable. El niño va construyendo positivas experiencias de lectura.
Escribir para los Niños y Niñas: Ejercer de Modelo como Escritor Experto
La elaboración del texto como proceso de planificación, redacción y revisión resulta difícil de hacer entender a los alumnos si no han tenido modelos, o si no se dedica el tiempo suficiente a la elaboración del texto escrito en el aula.
Es fundamental insistir en la revisión después de escribir delante de los niños y para los niños, por más simple que sea el escrito (por ejemplo, el nombre propio). Cabe observar y verbalizar el proceso: «A ver si está todo bien. ¿Me he olvidado alguna letra?»

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