25 Abr

El Turismo en España: Motor Económico y Transformador Territorial

Definición y Modalidades del Turismo

El turismo es una de las principales actividades económicas y sociales en el mundo actual. En España, su relevancia es aún mayor, ya que es uno de los países con mayor número de turistas recibidos y una de las principales potencias turísticas a nivel global. Este fenómeno se caracteriza por el desplazamiento de personas fuera de su entorno habitual durante un periodo inferior a un año, con fines de ocio, negocio u otros motivos. Además, se pueden distinguir tres grandes modalidades de turismo: receptor (turistas extranjeros que visitan España), interno (residentes en España que viajan dentro del país) y emisor (residentes en España que viajan al extranjero), cada una con sus propias implicaciones en la economía y la sociedad.

Tipos de Turismo en el Territorio Español

En España, el turismo de sol y playa ha sido tradicionalmente el más importante, pero en las últimas décadas han cobrado relevancia otras formas de turismo que aprovechan la diversidad de recursos del país. Destacan las siguientes modalidades:

  • Turismo costero: Sigue siendo predominante, incluyendo actividades acuáticas y la práctica de deportes náuticos, más allá del simple sol y playa.
  • Turismo termal: Ha resurgido asociado a balnearios con aguas mineromedicinales.
  • Turismo de montaña: Ha crecido, sobre todo vinculado al esquí, el senderismo y otros deportes de aventura.
  • Turismo ecológico o ecoturismo: Se ha consolidado en torno a espacios naturales protegidos.
  • Turismo rural: Ha permitido la revitalización de muchas áreas con actividades vinculadas a la tradición agrícola y artesanal.
  • Turismo urbano: El turismo cultural y de negocios se ha expandido en ciudades con gran patrimonio histórico y en aquellas que albergan ferias y congresos.
  • Nuevas formas de turismo: Han surgido modalidades como el geoturismo, el turismo industrial, el de cruceros y el de compras (shopping).

Espacios Turísticos: Distribución y Densidad

En cuanto a los espacios turísticos, se pueden clasificar en áreas turísticas de gran amplitud y en puntos turísticos más reducidos. Las zonas con mayor densidad turística en España incluyen las costas mediterránea y atlántica (especialmente Baleares y Canarias), así como Madrid. Mientras que las costas destacan por el turismo de sol y playa, Madrid es un importante centro de turismo cultural y de negocios. Otras regiones con densidades medias y bajas han visto crecer diversas modalidades turísticas, como el turismo rural o el de naturaleza.

Repercusiones del Fenómeno Turístico

Impacto Demográfico y en el Poblamiento

El turismo genera múltiples repercusiones en las áreas receptoras. Desde el punto de vista demográfico, en las zonas litorales ha impulsado el crecimiento poblacional, atrayendo tanto a trabajadores jóvenes como a jubilados que buscan calidad de vida. En algunas zonas rurales y ciudades históricas, ha ayudado a frenar el despoblamiento. En términos de poblamiento, ha favorecido la urbanización del litoral, con la creación de conurbaciones y una alta densidad de construcción, mientras que en otras zonas ha facilitado la rehabilitación del patrimonio edificado.

Impacto Económico

Desde el punto de vista económico, el turismo tiene un gran impacto en España, ya que representa un alto porcentaje del Producto Interior Bruto (PIB) y de la ocupación laboral. Sin embargo, también genera empleo a menudo estacional y poco cualificado. Además, el turismo tiene un efecto multiplicador en sectores como la agricultura, la industria y la artesanía, aunque en algunos casos ha provocado la especialización excesiva en determinadas actividades en detrimento de otras tradicionales. También ha influido en la mejora de infraestructuras, como autopistas, aeropuertos y puertos deportivos, aunque en ciertos momentos del año (temporada alta) se pueden ver saturadas o infrautilizadas en temporada baja.

Impacto Sociocultural y Político

Por último, el turismo tiene repercusiones socioculturales y políticas. Puede fomentar el entendimiento entre diferentes sociedades y culturas, mejorando la proyección internacional de España, pero también puede provocar la pérdida de costumbres y señas de identidad locales debido a la aculturación o la masificación.

La Industrialización Española: Un Resumen Histórico (1855-1975)

1. Coyuntura Histórica

La industrialización en España entre 1855 y 1975 estuvo marcada por un desarrollo desigual y con fuertes altibajos. En el siglo XIX, la industria creció lentamente debido a la falta de recursos, el proteccionismo y la debilidad del mercado interno. En el siglo XX, la Guerra Civil (1936-1939) y la autarquía franquista (1939-1959) frenaron el crecimiento, pero a partir de los años 60, con los Planes de Desarrollo (1964-1975), se impulsó una modernización industrial con mayor apertura al mercado exterior.

2. Evolución de la Producción Industrial

La producción industrial evolucionó desde una base artesanal y manufacturera hacia una mecanización progresiva. En el siglo XIX, la industria textil en Cataluña y la siderurgia en el País Vasco fueron los sectores más dinámicos. En el siglo XX, se diversificó con el crecimiento de la industria química, energética y automovilística, destacando la producción de electricidad y petróleo. Sin embargo, la modernización fue tardía y dependiente de tecnología extranjera.

3. Cambios en la Estructura Industrial

La industria española pasó de un modelo basado en pequeñas empresas locales a una estructura con grandes conglomerados estatales (como el INI – Instituto Nacional de Industria) y privados. La Segunda Revolución Industrial introdujo nuevas fuentes de energía, como la electricidad y el petróleo, y modernizó el sistema productivo con mayor mecanización y producción en serie. Sin embargo, persistieron problemas como la baja productividad y el escaso desarrollo tecnológico en comparación con otros países europeos.

4. Localización Geográfica de la Industria

El desarrollo industrial se concentró en pocas regiones. Cataluña y el País Vasco fueron los principales polos industriales desde el siglo XIX, mientras que Madrid y Valencia crecieron en el siglo XX. En los años 60, la expansión industrial promovió la creación de nuevos ejes de difusión (Ebro, Mediterráneo, Galicia, Andalucía occidental) y enclaves industriales aislados (Puertollano, Valladolid, Zaragoza). Sin embargo, gran parte del territorio español permaneció poco industrializado.

5. Política Industrial y Planificación

La política industrial española estuvo marcada por el proteccionismo y la intervención estatal. Durante el franquismo, la autarquía intentó lograr autosuficiencia económica, pero fracasó. A partir de los años 60, los Planes de Desarrollo buscaron descentralizar la industria con la creación de polos de promoción y desarrollo, aunque los resultados fueron limitados. También se incentivó la descongestión de las grandes ciudades mediante polígonos industriales en zonas periféricas.

Conclusión sobre la Industrialización (1855-1975)

En conclusión, la industrialización española avanzó con dificultades debido a factores estructurales y políticos. Aunque hubo crecimiento significativo en el siglo XX, especialmente durante el periodo de los Planes de Desarrollo, la industria siguió dependiendo del capital y la tecnología extranjera, y su distribución territorial fue muy desigual, generando importantes desequilibrios regionales.

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