22 Abr
Cultura Villanoviana
La cultura de Villanova es una civilización de la Edad del Hierro localizada en el norte de Italia, en la región que posteriormente fue el corazón de la cultura etrusca. Su nombre procede del yacimiento tipo, Villanova di Castenaso (cerca de Bolonia).
Origen y Desarrollo
Hacia finales del II milenio a. C. (aproximadamente 1200 a. C.), llegaron pueblos indoeuropeos a la península itálica, posiblemente en conexión con los movimientos de los llamados «pueblos del mar». A comienzos de la Edad del Hierro, estos eventos propiciaron cambios significativos que dieron lugar a la cultura villanoviana. Se considera resultado de la fusión de poblaciones preindoeuropeas con grupos indoeuropeos, como los protoilíricos. Posteriormente, llegaron más oleadas de pueblos itálicos, como los osco-umbros y los latino-faliscos.
Características Principales
- Asentamientos: Vivían en aldeas compuestas por chozas ovales o, menos frecuentemente, cuadrangulares, construidas con tapial y ramaje.
- Ritos Funerarios: Asentados principalmente en la Toscana, sus representantes practicaban la incineración de sus difuntos. Las cenizas se depositaban en urnas bicónicas características, una práctica que recuerda a la Cultura de los Campos de Urnas centroeuropea, lo que ha llevado a pensar que sus portadores pudieron llegar desde el norte. Estas urnas, a veces con forma de cabaña (urnas-cabaña), se introducían en pozos revestidos de piedras y cubiertos por una losa, acompañadas por un ajuar generalmente modesto.
- Cultura Material: Fabricaban una cerámica distintiva, de color negro o bruñido. Desde el punto de vista material, la cultura villanoviana no era especialmente rica. Sus vasijas, armas (hierro), fíbulas y adornos (bronce), de formas a menudo repetitivas y tonalidades oscuras, se exhiben hoy en numerosos museos.
- Metalurgia: Desarrollaron la metalurgia del hierro para armas y herramientas, mientras que el bronce se seguía utilizando para elementos como cascos y adornos.
Relación con los Etruscos
En los autores clásicos, como Dionisio de Halicarnaso, encontramos tesis que defienden un origen autóctono para los etruscos, considerándolos una evolución directa de la cultura villanoviana sin influencias externas significativas.
Actualmente, predomina una postura más ecléctica. Se acepta la base villanoviana, pero se postula la llegada de contingentes humanos desde Asia Menor (posiblemente Lidia) durante el siglo VIII a.C., quizás debido a hambrunas. Estos grupos habrían interactuado con las poblaciones villanovianas, aportando un estímulo cultural y tecnológico que contribuyó a la formación y evolución de la civilización etrusca.
Cultura de Únětice
La Cultura de Únětice (pronunciado aproximadamente Ú-ñe-ti-tse) es una importante cultura arqueológica de la Edad del Bronce que se extendió por Europa Central, abarcando un vasto territorio entre los ríos Rin y Dniéper, y desde el mar Báltico hasta el Bajo Danubio.
Cronología
Se desarrolla durante la Edad del Bronce Antiguo y Medio (aproximadamente 2300-1600 a. C.). Tradicionalmente se divide en varias fases:
- Únětice antiguo
- Únětice clásico (también conocido como el período de las Tumbas Principescas o Reales)
- Únětice tardío
Características Generales
- Metalurgia: Su desarrollo metalúrgico del bronce es sobresaliente. Son características las hachas planas y con rebordes, puñales triangulares, torques, brazaletes en espiral y agujas con cabeza perforada o en espiral.
- Cerámica: Producían cerámicas de buena calidad, a menudo con superficies bruñidas y formas que, en ocasiones, imitan prototipos metálicos.
- Rito Funerario: Predomina el rito de inhumación individual. Los cuerpos se depositaban generalmente en posición fetal o encogida, dentro de fosas simples o cistas de piedra. En la fase clásica, aparecen tumbas monumentales con ricos ajuares (“Tumbas Principescas”).
- Sociedad: Se evidencia una creciente jerarquización social, especialmente visible en los ajuares funerarios de la fase clásica.
- Relación Étnica: Aunque la identificación de culturas arqueológicas con pueblos específicos es compleja, tradicionalmente se ha relacionado a los portadores de la cultura de Únětice con grupos indoeuropeos tempranos, a veces especulando sobre conexiones con proto-ilírios o proto-germánicos.
Cultura Argárica
La cultura argárica representa a las sociedades de la Edad del Bronce (aproximadamente 2200-1550 a. C.) en el sudeste de la península ibérica. Constituyó una de las culturas de mayor relevancia en la Europa del II milenio a. C. y es una de las mejor estudiadas gracias al excelente estado de conservación de sus restos arqueológicos.
Origen y Expansión
Durante mucho tiempo se consideró que, poco antes de mediados del II milenio a. C., coincidiendo con la pervivencia de la cultura del vaso campaniforme, se produjo en el sureste peninsular un impacto colonizador por parte de pueblos procedentes del ámbito egeo o micénico. Se pensaba que buscaban los importantes focos mineros de Almería y sus zonas limítrofes.
Actualmente, la investigación arqueológica considera que la cultura material argárica es, fundamentalmente, una evolución del sustrato Calcolítico previo (cultura de Los Millares), descartándose la hipótesis de una colonización masiva externa. No obstante, son patentes los fuertes contactos e influencias procedentes del Mediterráneo oriental, que se manifiestan en la adopción de nuevos elementos culturales y tecnológicos.
La cultura argárica se expandió desde su núcleo original en Almería hacia el oeste (Granada, Jaén) y el norte (Hoya de Guadix, Hoya de Baza, Región de Murcia), probablemente en busca y control de recursos mineros (cobre, plata, estaño).
Características Sociales y Económicas
- Ritos Funerarios: Esta cultura fue identificada por primera vez en el yacimiento de El Argar (Almería), que le da nombre. Se caracteriza por la práctica de inhumaciones individuales, realizadas bajo el suelo de las propias viviendas. Inicialmente se usaron fosas o cistas de piedra, y posteriormente se generalizó el uso de grandes vasijas cerámicas (pithoi) como contenedor funerario. Este cambio en las prácticas funerarias (respecto a los enterramientos colectivos megalíticos anteriores) es un claro indicio de transformaciones en las ideas y en la estructura social.
- Sociedad Jerarquizada: Se observa un creciente individualismo y una marcada jerarquización social, reflejo de una mayor especialización económica y concentración del poder. La diferenciación social es evidente en los ajuares funerarios: algunos individuos acumularon gran riqueza, enterrándose con objetos de prestigio como armas de bronce (puñales, alabardas, espadas), adornos de plata y oro (diademas, brazaletes, anillos), y copas cerámicas específicas (copas argáricas).
- Economía: La metalurgia del bronce (cobre arsenical y luego bronce de estaño) alcanzó un notable desarrollo. Se estandarizó la producción cerámica. Surgieron redes comerciales más organizadas. La agricultura y la ganadería eran la base, pero la explotación minera y la metalurgia fueron actividades económicas fundamentales y motores de la complejidad social.
- Organización Social: Se aprecian características propias de sociedades protourbanas o, según algunos investigadores, de carácter estatal temprano, con una clara élite dirigente.
Hábitat y Urbanismo
- Poblados Fortificados: Los poblados con casas circulares de fases anteriores (Calcolítico) fueron sustituidos por asentamientos de trazado más complejo, situados a menudo en «cabezos» o colinas estratégicas de fácil defensa.
- Arquitectura: Las viviendas eran de planta rectangular o irregular, construidas con muros de piedra y postes de madera, y compuestas por varios recintos. Se agrupaban en núcleos compactos, adaptándose al terreno mediante terrazas artificiales sostenidas por muros de contención. El espacio interior se organizaba dejando calles estrechas y tortuosas. En la cima solía situarse una acrópolis o núcleo fortificado. Algunas estructuras de planta alargada han sido interpretadas como de tipo megaron, aunque esta interpretación es debatida.
- Infraestructuras: La construcción de murallas con puertas fortificadas y cisternas para almacenar agua indica tanto el nivel de organización como la importancia de la defensa y la gestión de recursos hídricos.
- Jerarquía Territorial: Existía una jerarquía de asentamientos, con poblados centrales de mayor tamaño y complejidad, y otros menores dependientes, a menudo conectados visualmente y por caminos, controlando el territorio circundante y las vías de comunicación.
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