10 Jul

1. EL IMPRESIONISMO


El impresionismo es un movimiento pictórico de transición entre la
pintura tradicional y la pintura contemporánea. A la hora de estudiar este
movimiento debemos tener en cuenta dos aspectos sobre el impresionismo:

primero, como constante del arte, centra su atención en el estudio de la
realidad igual que lo hicieron los renacentistas, de hecho no rompe con la
perspectiva tradicional, además continuó la línea de investigación pictórica del
siglo XIX, que en su día iniciara Delacroix, basada en el estudio del color y de la
luz;
Segundo, como fenómeno de la época a la que pertenece, padece la
influencia del positivismo, y se siente atraído por los descubrimientos
científicos en óptica y fotografía.

NOVEDADES TEMÁTICAS


El impresionismo explotó dos temas fundamentales, el paisaje y el
realismo. El paisaje. Desarrolla la pintura de plain air, iniciada por los ingleses
Constable y Turner y continuada por los realistas y barbizoniers (Corot y
Rousseau), fija su atención en los aspectos más efímeros del paisaje: el mar, el
cielo, las nubes, el sol, etc. Los impresionistas tenían la costumbre de ejecutar
series de un mismo lugar con la intención de captar lo fugaz, como así sucede
en las continuas vistas de La Grenovillere de Monet y de Renoir. Todos los
paisajes se expresan mediante la luz y el color, y muestran un desdén por la
composición geométrica academicista, prefiriendo composiciones asimétricas.
El realismo. El impresionista busca la máxima expresión del realismo, la
captación de la fugacidad de la vida, lo que se convierte en la gran paradoja
impresionismo, ya que pretende ser tan realista que acaba con el naturalismo.

NOVEDADES TÉCNICAS


El color. Los impresionistas son defensores del predominio del color
sobre la línea, sus figuras carecen de contorno, tal y como vemos en El hotel de
las Rocas Negras en Trouville de Monet. Fueron muy conscientes de la
complementariedad de los colores que Delacroix intuyó, en la naturaleza
existen colores primarios y complementarios, y que Chevreuil corroboró. Si en
la pintura tradicional los colores se mezclaban en la paleta, los impresionistas
los yuxtaponían en el cuadro (no los superponían ni los mezclaban), así la retina
del espectador generaba el color resultante. Preferían la utilización de los
colores tal y cómo salían del tubo, ya que muchos artistas pintaban al aire libre
y no les daba tiempo a mezclarlos porque se secaban. Confeccionaban la
perspectiva en base a la gradación de los colores y no mediante reglas de
geometría. La luz. La luz se convierte en un instrumento de principal
importancia, hasta el punto de que llega a disociar y disolver los colores, como
es el caso de Ninfeas, y Catedral de Rouen puesta al sol de Monet.
Abandonaron el claroscuro, es decir, cuando la luz se concibe como una fusión
del negro y el blanco.

LOS ARTISTAS


El punto de partida del movimiento se sitúa en las tertulias del Café
Guerbois, donde Manet se convirtió en el promotor de la vanguardia por haber
fundado en 1863 el «Salón de los Rechazados», por sus continuos escándalos
artísticos mediante obras como El almuerzo en la hierba, fue el primer pintor
en acabar con la atmósfera y pintar en un solo plano como vemos en El pífano,
y el primero en destruir el relato, como muestra El bar del Folies Bergere, y El
balcón. Al Café Gerbois acudían Monet, Pisarro, Cezanne, Sisley, Renoir,
escritores, críticos y un fotógrafo, Félix Nadar. En 1874 los artistas rechazados
del Salón Oficial, constituyeron la Asociación de Artistas Impresionistas,
institución a modo gremial que vivió de forma intermitente, conservando cada
artista un fuerte carácter individual. Juntos organizaron su primera exposición
en los talleres del fotógrafo Nadar, el fracaso fue absoluto, un crítico con afán
despectivo creó el término «impresionismo» en base a una obra de Monet
Impresión: sol naciente. Sin embargo, los artistas siguieron trabajando, y
realizaron varias exposiciones paralelas a las de los Salones Oficiales, pasando
enormes dificultades económicas. El grupo acabó disgregándose en 1879 y sólo
se mantuvieron en él Pisarro y Degas, pintor de caballos y bailarinas, de cuyo
repertorio no debemos olvidar Mujer desnuda, de espaldas, peinándose. A
partir de 1886 en la exposición «de los Independientes» aparecieron varias
tendencias diferenciadas del mismo movimiento, los impresionistas puros, los
neoimpresionistas como Seurat y Signac, y los simbolistas.

LA ESCULTURA IMPRESIONISTA

A partir del siglo XIX todas las manifestaciones artísticas se hallan
vinculadas entre sí, por eso, el impresionismo también afectó a la escultura, a
la música y a literatura. La escultura vivía en esos tiempos una fuerte tradición
académica que había llevado a la crisis del lenguaje clásico, tanto de forma, de
significado, como de función. Rodin renovó la escultura, cultivó el modelado de la luz sobre las superficies y los volúmenes, sus personajes se estudian
individualmente, la forma se funde con la materia prima de la que procede, así
sucede en Los burgueses de Calais, El beso, y Danaide. Algunos escultores
posteriores optaron por una recuperación del volumen, es el caso de Arístides
Maillol, autor de La noche, cuyos postulados están próximos a los de Cezanne.

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