09 Jul

Poesía de posguerra

Para estudiar el género poético, suele utilizarse el método generacional, es decir, dividir en períodos de quince años y analizar lo que cada grupo tiene en común respecto a las circunstancias sociales, históricas, estéticas…

Primera Generación Poética de Posguerra

Es la generación de los nacidos entre 1909-1923. Este grupo poético comienza escribiendo en una línea clasicista que desembocará en la poesía social. Los períodos de creación de estos autores serían desde 1940 hasta 1950 aproximadamente. Algunos autores se refieren a esta etapa como ‘’Generación del 36’’ e incluyen en ella a Miguel Hernández, Luis Rosales, Leopoldo Panero, Dionisio Ridruejo, Luis Felipe Vivanco, Juan Gil-Albert, German Bleiberg, Arturo Serrano Plaja… Todos ellos persiguen la voluntad estética rehumanizadora en contraposición a la poesía pura de la Generación del 27. 

Se suele utilizar el término ‘generación’ para referirse a un grupo poético, pero todos sus miembros han de reunir una serie de características comunes. Por ejemplo, la poesía que hace Miguel Hernández no tiene nada que ver con la de Luis Rosales o Panero. Nos encontramos, entonces, con que la Generación del 36 no tiene elementos suficientes que los una, por lo que es mejor llamarlos ‘grupos’ o ‘tendencias’.

Líneas fundamentales en los primeros años de la posguerra

En los primerísimos años de la posguerra se trata de recuperar los valores de los Siglos de Oro. Nos encontramos con dos líneas fundamentales:

  1. Una línea heroico-clásica, que propagaría los valores del Imperio.
  2. Una línea estetizante de orientación evasiva e idealista con precedentes en la preguerra.

Son los autores que comienzan a escribir en la preguerra los que van a marcar la andadura de los primeros años de la posguerra. Los que tienen una obra más sólida son los que se suelen llamar Poetas de Escorial: Luis Rosales, Luis Felipe Vivanco, Leopoldo Panero y Dionisio Ridruejo. Predomina una poesía esteticista que trata fundamentalmente temas heroicos o religiosos.

Estos poetas habían empezado a escribir poesía vanguardista, pero enseguida empezaron a tomar una senda de rehumanización. A la vuelta de la Guerra Civil, empiezan a escribir una poesía clasicista de temática religiosa y evasiva. Un ejemplo es Poesía en armas de Dionisio Ridruejo. Estos autores adheridos a la poesía heroica van evolucionando hasta lo que Luis Felipe Vivanco llamó ‘’realismo intimista trascendente’’. El motivo de esta evolución es un profundo desengaño ideológico que los conduce a un tipo de poesía temporalista y a un tipo de poesía retórica con una búsqueda de la intimidad, de la cotidianeidad y de la religión.

Todos ellos son a los que Dámaso Alonso llama poetas arraigados, en la medida en que muestran en su poesía una serena aceptación de la existencia. Para Dámaso Alonso, la poesía arraigada es aquella que logra construir imágenes del mundo vinculadas a un amarre fijo (la familia, la tierra natal, la religión…).

La revista Garcilaso

Si hay una línea donde se desarrolla esta corriente clasicista es en la revista Garcilaso, (1943-1946). La poesía esteticista de la revista Garcilaso se manifestaba en el uso del soneto y en una vertiente neoclásica cuyos modelos eran los poetas como Juan Meléndez Valdés. En cuanto a los temas, son siempre clásicos con una temática amorosa bajo los parámetros del petrarquismo. También el tratamiento del paisaje castellano desde el punto de vista espiritual, así como la religiosidad. Los poetas de Garcilaso tenían una visión épica de la realidad y un optimismo de cosmovisión que disonaba con la situación del país.

La ruptura de Dámaso Alonso

Dámaso Alonso, en Hijos de la ira (1944) rompe con la ideología de la revista Garcilaso; se acoge al versículo y tiene una visión expresionista. Su cosmovisión es opuesta a la del mundo bien hecho de los poetas de Garcilaso; es violenta, con una protesta personal, histórica, cósmica y literaria. Vemos un lenguaje exasperado y exclamativo, caracterizado por la incorporación de un léxico antipoético.

Con este libro comienza a instaurarse en España un tipo de poesía donde la protesta es personal y llevada al ámbito religioso. Esta poesía se prolongará durante los años 50, escenario donde esta poesía desarrolla la revista Espadaña. La revista Espadaña manifiesta una voluntad de rehumanización poética a través de una renovación temática. Lo importante de Espadaña es que hay una rebelión que va apareciendo de modo germinal y que anuncia la emergencia de la poesía social.

Poesía social

La mejor definición de poesía social la ha dado Guillermo Carnero. Para él es poesía humana colectiva, es aquella que se plantea cuestiones derivadas necesariamente de la organización en colectividad de la vida humana.

En torno a 1950 se produce cierta relajación de la censura, lo que permite escribir esa poesía más contestataria. Tanto la fecha de hegemonía como la de declive vienen marcadas por dos antologías significativas de la posguerra: La de hegemonía (1952) por Antología consultada de la joven poesía española de Francisco Ribes y la de declive por Poesía social (1965) de Leopoldo de Luis.

Temas de la poesía social:

  • La injusticia social.
  • La falta de libertad.
  • La crónica de la represión.
  • Poemas que llaman a la revolución.
  • El tema de España recogiendo el testigo de los noventayochistas.
  • Desplazamiento hacia la temática internacional.

Rasgos retóricos fundamentales:

  • Realismo expresivo.
  • Expresión clara y transparente.
  • Prosaísmo que a veces se desplaza a una estética de la pobreza.
  • Narratividad como técnica.

El testimonio de la poesía social pretende desembocar en una denuncia y en un compromiso histórico, que conducirán a la concepción de la escritura como un arma social o política. La poesía quiere convertirse en un instrumento para cambiar la sociedad. Esa voluntad conduce a una postura antiesteticista.

Los temas se repetían hasta que llegaron a fosilizarse, se devalúa el vehículo lingüístico y los poetas se dan cuenta de que su trabajo no tuvo consecuencias para la sociedad española de la época.

Recuperación de la vanguardia: el Postismo

El primer síntoma de recuperación de la vanguardia tiene lugar en torno a la revista ‘’Postismo’’ (1945). El postismo trata de recuperar las vanguardias de entreguerra, sobre todo el surrealismo. Pero también tratan de recuperar la línea del cubismo y el expresionismo. Algunos autores vinculados con el postismo son Carlos Edmundo de Ory, Juan Eduardo Cirlot, Gabino Alejandro Carriedo y Miguel Labordeta.

La Generación del 50 y la revista Cántico

La tercera generación de posguerra recuperará esta vía vanguardista y una línea esteticista en torno a la revista ‘’Cántico’’ de Córdoba. Los autores más importantes de este grupo son Ricardo Molina y Pablo García Baena. Las características del grupo Cántico son: un aristocratismo lingüístico muy marcado, la introspección indirecta y la elegancia léxica.

El grupo Cántico buscará sus referentes en el barroquismo, el manierismo y el modernismo crepuscular. Los temas son fundamentalmente el amor, el erotismo, la pulsión elegíaca, el canto a la belleza y el dolor por la fugacidad de esta, la religiosidad desde el punto de vista ornamental…

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