04 May

ESVE
  • Nombre del trabajo

Autobiografía

  • Materia

Español

  • Maestro

Profesora Manuela Ordaz Espinoza

  • Nombre del alumno

Juan Iarhini Custodio Jerónimo


Autobiografía de Juan Iarhini Custodio Jerónimo

Datos Personales

Nombre: Juan Iarhini Custodio Jerónimo

Fecha de Nacimiento: 15 de julio de 2011

Lugar de Nacimiento: Pátzcuaro, Michoacán

Mis Primeros Años

Nací en Pátzcuaro, un lugar lleno de historia y belleza natural, donde la cultura purépecha se entrelaza con un paisaje impresionante. Desde pequeño, crecí en Cuanajo, un pueblito rodeado de montañas y lagos. Mis primeros años estuvieron llenos de risas, juegos con amigos y exploraciones en la naturaleza. Recuerdo las tardes jugando al aire libre, corriendo por los campos y disfrutando de la compañía de mis amigos. La vida era simple, pero cada día traía nuevas aventuras.

Mi relación con mi padre fue algo complicada. Solo lo veía unas cinco veces al año, ya que estaba estudiando su especialidad en Medicina Interna en Acapulco. Esta distancia me hizo sentir que me faltaba una figura paterna en momentos importantes de mi vida, como mis cumpleaños o mis logros escolares. Sin embargo, a pesar de la separación física, siempre sentí su apoyo a través de mensajes y llamadas. Él me enseñó la importancia del esfuerzo y la dedicación, valores que he llevado conmigo hasta hoy. Recuerdo que siempre me decía: «La educación es la clave para abrir puertas en la vida». Estas palabras resonaron en mí y me motivaron a esforzarme en mis estudios.

Mis primeros recuerdos de la infancia están llenos de momentos entrañables. Recuerdo las fiestas del pueblo, donde la música y la danza llenaban el aire. Las tradiciones, como el Día de Muertos, me enseñaron el valor de la cultura y la familia. Ayudaba a mi madre a preparar las ofrendas, y esas experiencias me hicieron comprender la importancia de honrar nuestras raíces.

La Mudanza a Zacapu

Un cambio significativo en mi vida ocurrió cuando nos mudamos a Zacapu, gracias al trabajo de mi madre, María de Lourdes Jerónimo Zúñiga. Este nuevo capítulo comenzó cuando me inscribí en el colegio Paideia. Pasar de una primaria pública a una escuela privada fue un gran salto. Al principio, me sentí un poco abrumado por el nuevo entorno y por tener que adaptarme a diferentes expectativas académicas. La presión era mayor, y había momentos en que dudaba de mis habilidades. Sin embargo, con el tiempo logré encontrar mi lugar.

En tercer grado, trabajé incansablemente y, para mi sorpresa, obtuve el tercer lugar en el cuadro de honor. Este reconocimiento fue un gran impulso para mi autoestima y me motivó a seguir esforzándome en mis estudios. Me di cuenta de que el esfuerzo y la dedicación valen la pena. También hice nuevos amigos, quienes se convirtieron en un gran apoyo durante mi adaptación. Juntos, compartimos risas, desafíos y momentos memorables que atesoraré por siempre.

La mudanza también implicó adaptarme a un nuevo entorno social. En Zacapu, conocí a personas de diferentes orígenes y culturas, lo que amplió mi perspectiva sobre el mundo. Participé en actividades extracurriculares, como deportes y clubes, lo que me ayudó a hacer amigos y a desarrollar habilidades interpersonales. Me uní al equipo de fútbol del colegio, donde aprendí sobre el trabajo en equipo y la importancia de la disciplina. Estos momentos no solo fueron divertidos, sino que también me enseñaron lecciones valiosas sobre la vida.

Aprendizajes Durante la Pandemia

Al iniciar cuarto grado, el mundo se enfrentó a la pandemia de COVID-19, lo que cambió drásticamente nuestra forma de aprender. La transición a clases en línea a través de Skype fue un gran desafío. Durante aproximadamente un año y medio, aprendí a adaptarme a esta nueva modalidad. Al principio, me resultó complicado; la falta de interacción cara a cara con mis compañeros y maestros me hizo sentir aislado. Extrañaba las risas en el aula y las dinámicas grupales.

Sin embargo, aprendí a encontrar formas de mantenerme motivado. Establecí rutinas de estudio, creé un espacio adecuado en casa para concentrarme y busqué maneras de interactuar con mis compañeros a través de chats y videollamadas. A pesar de las dificultades, logré graduarme de primaria con un reconocimiento por aprovechamiento académico, lo que me hizo sentir muy orgulloso. También enfrenté el virus en dos ocasiones, lo que me llevó a reflexionar sobre la fragilidad de la vida y la importancia de cuidar de nuestra salud y la de los demás. Estas experiencias me enseñaron a valorar cada momento y a ser agradecido por lo que tengo.

Durante la pandemia, también descubrí nuevas pasiones. Comencé a leer más libros, lo que me permitió viajar a diferentes mundos sin salir de casa. La lectura se convirtió en una forma de escape y aprendizaje. Me interesé por temas como la ciencia, la historia y la literatura. Este tiempo también me llevó a explorar mis habilidades artísticas; empecé a dibujar y pintar, lo que me ayudó a expresar mis emociones de una manera creativa.

Nuevos Horizontes en Secundaria

Después de completar la primaria, comencé el primer grado de secundaria. Sin embargo, solo logré completar ese año debido a problemas en la escuela. Mis padres, preocupados por mi situación, decidieron inscribirme en la Escuela Secundaria Cuauhtémoc. En esta nueva institución, encontré un ambiente más acogedor y amigable. Actualmente curso el segundo grado y he hecho grandes amigos. He aprendido a trabajar en equipo y a colaborar en proyectos, lo que ha sido una experiencia enriquecedora.

Las materias son más desafiantes, pero estoy decidido a dar lo mejor de mí. He descubierto una pasión por la ciencia, especialmente en biología, ya que me fascina entender cómo funciona el mundo que nos rodea. Mis maestros han sido una gran influencia en mi vida; me han inspirado a cuestionar, investigar y nunca dejar de aprender. Participar en actividades extracurriculares, como el club de ciencias, ha ampliado mis horizontes y me ha permitido explorar mis intereses de manera más profunda.

Además, he tenido la oportunidad de participar en ferias de ciencias, donde he presentado proyectos sobre temas que me apasionan. Estas experiencias me han enseñado a comunicar mis ideas y a trabajar bajo presión. He conocido a otros estudiantes con intereses similares, lo que ha enriquecido mi experiencia educativa y me ha motivado a seguir explorando el mundo de la ciencia.

Reflexiones sobre el Futuro

Cada experiencia que he vivido ha moldeado quien soy hoy. La vida está llena de desafíos, y cada uno es una oportunidad de crecimiento personal. Estoy emocionado por el futuro y mis sueños incluyen continuar mi educación y contribuir a mi comunidad. Me gustaría estudiar en una buena universidad y, quizás, seguir una carrera en medicina, inspirándome en el esfuerzo de mi padre.

Cada día es una nueva oportunidad para aprender y crecer, y estoy listo para enfrentar cualquier reto que se presente. Espero poder hacer una diferencia en la vida de las personas, así como mi padre lo hace en su profesión. La educación es fundamental, y estoy decidido a aprovechar cada oportunidad que se me presente. Quiero ser un ejemplo para otros jóvenes de mi comunidad, mostrando que con esfuerzo y dedicación se pueden alcanzar los sueños.

A través de mis experiencias, he aprendido la importancia de la resiliencia y la perseverancia. Cada obstáculo que he enfrentado me ha hecho más fuerte y me ha enseñado a valorar el apoyo de mi familia y amigos. Estoy agradecido por cada paso de este camino y emocionado por lo que el futuro tiene reservado para mí.

En conclusión, mi vida hasta ahora ha sido un viaje lleno de aprendizajes, desafíos y momentos inolvidables. Estoy ansioso por lo que vendrá y tengo la firme convicción de que, con esfuerzo y dedicación, podré lograr mis metas y contribuir positivamente al mundo.

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