04 Sep

Inmunidad Adquirida

La **inmunidad adquirida** es un sistema de defensa específico que se basa en la capacidad del hospedador para reconocer y neutralizar microorganismos o sus toxinas. Las células especializadas en esta respuesta específica son los **linfocitos**, los cuales están programados para identificar **antígenos** presentes en los patógenos.

Especificidad y Antígenos

Un **antígeno** es una molécula extraña que los linfocitos reconocen de manera específica, desencadenando así una respuesta inmunitaria.

Memoria Inmunológica

Tras la primera exposición y respuesta del sistema inmunitario a un determinado antígeno, el organismo desarrolla una **memoria inmunológica**. Esto significa que en exposiciones posteriores al mismo antígeno, la respuesta será más rápida e intensa. Esta memoria permite al hospedador resistir a patógenos previamente encontrados, previniendo la recurrencia de la misma enfermedad. La efectividad de la **vacunación** se fundamenta en este principio de memoria inmunológica.

El sistema inmunitario de un individuo es capaz de reconocer sus propios componentes (**antígenos propios**) y abstenerse de atacarlos. Sin embargo, cuando este mecanismo de distinción falla y el sistema de defensa identifica lo propio como extraño, se desencadenan **enfermedades autoinmunes**, donde el propio cuerpo es atacado. Durante las primeras etapas del desarrollo embrionario, el sistema inmune aprende a diferenciar los marcadores propios de los ajenos para evitar el ataque a las propias células.

Anticuerpos

Los **anticuerpos** son proteínas sintetizadas por los **linfocitos B** que se unen de forma específica a los antígenos. Cada antígeno posee un anticuerpo específico que se une a él. Estos anticuerpos pertenecen al grupo de las **globulinas** de la sangre, también conocidas como **inmunoglobulinas (Ig)**. Las moléculas de Ig pueden estar formadas por una unidad que se repite dos o cinco veces, o no repetirse.

Estructura de los Anticuerpos

La unidad estructural básica de un anticuerpo está compuesta por cuatro cadenas proteicas: dos cadenas ligeras (L) y dos cadenas pesadas (H), unidas por puentes disulfuro, adoptando una forma de ‘Y’. Las dos cadenas ligeras son idénticas entre sí, al igual que las dos cadenas pesadas. Cada cadena posee una **región constante** y una **región variable**. La unión de la región variable de una cadena ligera con la región variable de una cadena pesada constituye el sitio de unión al antígeno. Por lo tanto, cada molécula de anticuerpo presenta dos sitios de unión para antígenos.

La base de la ‘Y’ determina el tipo de anticuerpo, mientras que los extremos de las cadenas definen los dos sitios de unión con el antígeno.

  • Las **IgM** son los primeros anticuerpos producidos por los linfocitos B tras el contacto inicial con un antígeno.
  • En contactos subsiguientes con el mismo antígeno, los linfocitos B segregan **IgG**.

Estos dos tipos de anticuerpos son cruciales para aglutinar células infecciosas.

Reacción Antígeno-Anticuerpo

Cada antígeno induce la secreción de un anticuerpo específico que se une selectivamente a él a través de las regiones variables de su molécula. La unión del anticuerpo al antígeno marca a los patógenos, facilitando su inactivación y posterior destrucción.

Sistema del Complemento

El **sistema del complemento** es un conjunto de aproximadamente veinte enzimas producidas en el hígado que circulan por la sangre. Estas enzimas, que se encuentran inactivas, se activan en presencia de un agente invasor, complementando la acción de los anticuerpos. Se considera un componente humoral de la **respuesta innata**. Las proteínas del complemento actúan en cascada, donde cada una activa a la siguiente. La reacción inflamatoria se inicia con la liberación de histamina por los mastocitos, lo que aumenta la permeabilidad de los capilares en la zona infectada.

Selección Clonal

El sistema inmunitario está compuesto por numerosos **clones de linfocitos B y T** distintos. Los linfocitos de un mismo clon comparten idénticos receptores en su membrana y se unen al mismo antígeno específico.

Durante la maduración de los linfocitos B y T en la médula ósea y el timo, aquellos que reaccionan contra antígenos propios son eliminados. Una vez maduros, los linfocitos migran a los órganos linfáticos secundarios, manteniendo su capacidad de distinguir lo propio de lo ajeno, lo que asegura que la respuesta inmune se dirija únicamente contra antígenos extraños.

Cuando un antígeno penetra en el organismo, se encuentra con una gran diversidad de clones de linfocitos B, pero solo se unirá y activará a aquel clon cuyos receptores sean específicos para dicho antígeno. La activación de un linfocito B por un antígeno provoca su proliferación, generando dos clones de células idénticas. Este proceso se denomina **selección clonal**, ya que es el antígeno el que selecciona y activa un clon específico de linfocitos preexistente.

La selección clonal también explica la **memoria inmunológica**. Tras la primera exposición a un antígeno, se generan células de memoria de larga vida que asegurarán una respuesta rápida y eficaz en exposiciones posteriores al mismo antígeno.

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