02 Jul

La Primera Revolución Industrial: Cimientos de la Transformación Social

La mayor transformación social producida en los últimos siglos ha sido producto de la Revolución Industrial. El elemento clave que dio origen a esta revolución fue la patente de James Watt, que propulsó un cambio profundo y dio alas a lo que posteriormente sería llamada como Revolución Industrial. Se trataba de la máquina de vapor. Una sociedad más liberal fomentó la introducción de nuevos elementos que contribuyeran al avance industrial.

Primera Etapa (1760-1870)

Este periodo, comprendido entre 1760 y 1870, fue testigo de importantes innovaciones:

  • 1800: Invención de la pila eléctrica.
  • 1814: Desarrollo de la locomotora de vapor.
  • 1825: Inauguración de la primera línea de pasajeros.
  • 1834: Aparición de la maquinaria de hilar.
  • 1837: Invención del telégrafo, que dio el primer impulso a las comunicaciones a distancia.
  • 1863: Implementación del sistema de metro.
  • 1868: Construcción del ferrocarril transcontinental.

La sociedad comenzó a sufrir profundas transformaciones, marcadas por hechos que conducían a la implementación de ideas mucho más modernas y liberales, sentando las bases de una sociedad basada en la tecnología.

Consecuencias de la Revolución Industrial

La Revolución Industrial provocó un cambio radical en la vida de las personas. Las máquinas transformaron los aspectos sociales, económicos y políticos. Se abarataron los bienes, lo que, si bien aumentó la calidad de vida de algunos estratos de la población, llevó a otros a la miseria. La burguesía aumentó su bienestar exponencialmente, mientras que el proletariado se vio rodeado de pobreza e indigencia. El capitalismo, imperante en la economía, también afectó profundamente a la política.

Características Clave de la Primera Revolución Industrial

Entre 1760 y 1860, Gran Bretaña experimentó una transformación radical de su economía y organización social, lo que se conoce como Revolución Industrial. El nacimiento de la industria estuvo vinculado a tres elementos fundamentales:

  • La fábrica como lugar central de producción.
  • La mecanización del proceso productivo.
  • El uso generalizado de la energía de vapor.

La Mecanización y el Sistema Fabril

El cambio en los sistemas de producción se caracterizó por el uso de máquinas y por la sustitución de las fuentes animadas de energía (trabajo humano o animal) por la energía hidráulica y el carbón. Ambos elementos provocaron la concentración de obreros en fábricas. Este hecho, a su vez, causó la ruina de muchos artesanos, ya que su producción fue sustituida por el sistema fabril o producción en serie.

La mecanización del proceso productivo se inició en la industria textil con las nuevas hiladoras y los telares mecánicos. Poco a poco, la maquinaria se fue extendiendo a los sectores metalúrgico, minero y agrícola. La máquina de vapor se convirtió en el símbolo de la Revolución Industrial. El salto definitivo se dio cuando estas máquinas empezaron a moverse gracias al uso de la energía hidráulica; sin embargo, fue la máquina de vapor la que marcó la era.

Fuentes de Energía: El Carbón y el Hierro

El carbón se convirtió en el gran combustible del siglo XIX. Alimentó a la máquina de vapor y desempeñó un papel imprescindible en el proceso siderúrgico. En la segunda mitad del siglo XVIII, la demanda creciente de hierro para fabricar barcos, municiones y herramientas estimuló la búsqueda de un coque menos costoso y más efectivo. Otra técnica importante fue el laminado del hierro, que permitió transformar el hierro fundido en acero.

Nuevos Medios de Transporte

El ferrocarril provocó una verdadera revolución en el transporte gracias a su rapidez, enorme capacidad de carga, menor coste por unidad transportada y mayor seguridad para pasajeros y mercancías. La locomotora, una máquina de vapor capaz de trasladarse sobre rieles, es también un precursor del barco de vapor.

Surgimiento del Capitalismo

Con la Revolución Industrial, el capitalismo se configuró como un sistema en el que las tierras, fábricas, maquinarias y lo que se produce con ellas son propiedad privada. Esta propiedad se concentra en solo una parte de la población, denominada capitalista, mientras que la mayoría, los proletarios, no poseen más que su capacidad para el trabajo a cambio de un salario. Se trataba de un sistema de iniciativa libre, no planificado, que tenía como objetivo la búsqueda del máximo beneficio individual.

¿Qué características tiene una economía agraria?

  • Campo y cultivo.
  • Cosecha de granos.
  • Estancias y propiedades rurales.
  • Uso de maquinarias (rudimentarias en etapas iniciales).
  • Aplicación de productos químicos y fumigación (en etapas más avanzadas).
  • Producción agrícola y ganadera.
  • Siembra y cría de ganado.

La Segunda Revolución Industrial: Consolidación y Expansión

En la segunda mitad del siglo XIX, el sistema económico se afianzó gracias al éxito de la Primera Revolución Industrial. El capitalismo sentó sus bases y el proceso industrial dio un nuevo salto cualitativo, caracterizado por innovaciones científicas, tecnológicas y económicas de amplio alcance que influyeron sobre la sociedad de forma decisiva.

El capitalismo era producto del librecambismo y se basaba en la ley de oferta y demanda, en la libertad de trabajo y en la libre concurrencia. Era necesario producir a precios cada vez más bajos para triunfar sobre la competencia, de ahí la necesidad de un aumento paulatino de la mecanización y de capitales para maquinarias. Aparece así el gran capitalismo o capitalismo financiero. Los bancos, que hasta entonces se habían limitado a ser instrumentos de cambio, se convirtieron en bancos de negocio o de crédito industrial para financiar empresas y actividades de inversión, produciéndose una marcada concentración financiera e industrial.

Concentración Industrial y Financiera

Los bancos controlan ahora los capitales y las inversiones realizadas en la industria, que, al ser de un alto nivel, hacen necesaria la disponibilidad de créditos. De ahí la tendencia a la concentración del capital bancario. Grandes capitales destinados a adquirir maquinaria y propiciar la investigación de nuevos sistemas productivos hacen que solo las grandes empresas puedan hacer frente a tan elevadas inversiones, lo que abarata el proceso de producción y disminuye la competencia en el mercado.

Hacia fines del siglo XIX, aparecen asociaciones de empresas tendientes a limitar la competencia, la baja de precios y los peligros de la superproducción. Dentro de la tipología de concentraciones empresariales de ese momento, destacan:

  1. El Cártel: Agrupación de empresas de un mismo producto para controlar el mercado y evitar la competencia, sin perder su independencia.
  2. El Trust: Asociación de varias empresas que cuentan con un solo directivo para gestionar la producción de todas ellas.
  3. El Holding: Sociedad financiera que controla varias empresas mediante la adquisición de la mayoría de sus acciones.

Las Comunicaciones y el Transporte

En primer lugar, los ferrocarriles se construyeron como un importante agente de transformación y un campo de inversiones de primer orden. Inglaterra suministró vías, material rodante, diseños de trazado y capitales para la construcción de la red férrea de muchos países. El ferrocarril se convirtió en la palanca de la supremacía económica de algunas naciones.

En segundo lugar, el barco de vapor desplazó definitivamente al de vela gracias a innovaciones en los motores de vapor, lo que permitió aumentar la carga y la velocidad. En la innovación de los transportes fluviales y oceánicos influyeron en gran manera los canales, y especialmente las travesías interoceánicas de Suez y Panamá, que potenciaron el Mediterráneo y el Caribe como centros neurálgicos de las comunicaciones marítimas a nivel mundial. En los años 90, Ford creó un motor de 4 cilindros.

Desde fines del siglo XVIII, los hombres pudieron elevarse en globos de aire caliente; sin embargo, su escasa propulsión impedía que se consideraran un sistema de transporte útil para viajes y comercio. La aplicación de motores y la invención de globos dirigibles culminaron con el zepelín en 1896.

Industrias Representativas de la Segunda Revolución Industrial

La Industria Eléctrica

En cuanto a la producción, el belga Zénobe Gramme inventó la dinamo, que permite la transformación de la energía motriz en eléctrica. Edison y Bergès consiguieron electricidad a partir de centrales hidráulicas. Edison también inauguró la primera central eléctrica del mundo en Nueva York en 1882. El transporte de la electricidad se hizo posible gracias a Marcel Deprez, quien la transformó en corriente de alta presión.

El invento de la lámpara incandescente por Edison hizo posible la instalación del alumbrado público. En los transportes, la electricidad se empleó en los tranvías eléctricos y el metro. En el terreno de las comunicaciones a larga distancia, fue la base para el teléfono, el telégrafo y la telegrafía sin hilos.

Principales Transformaciones Fruto de la Segunda Revolución Industrial

El hierro se convirtió en acero. La sustitución del hierro colado por acero fue lo más destacado de estos avances tecnológicos. Los principales hitos fueron:

  • El convertidor Bessemer: Permite aumentar la producción de acero hasta 1000 toneladas al día.
  • El horno Martin-Siemens: Economiza combustible y produce acero más homogéneo y barato.
  • El procedimiento Thomas-Gilchrist: Elimina el fósforo de ciertos minerales de hierro, permitiendo así explotar yacimientos con un elevado porcentaje de fósforo que hasta entonces estaban inutilizados.

La Globalización y la Evolución de la Familia

La Globalización

La globalización no solo tiene que ver con lo que está allá afuera, remoto y alejado (como la India), sino que es también un fenómeno del aquí que influye en aspectos íntimos y personales de nuestras vidas. El debate acerca de los valores de la familia, por ejemplo, que tiene lugar en muchos países, podría parecer muy alejado de las influencias de la globalización. Sin embargo, los sistemas familiares tradicionales se están transformando o se encuentran bajo tensión en muchas partes del mundo, especialmente a medida que las mujeres centran sus reivindicaciones en una mayor igualdad.

La Familia en la Premodernidad

La familia premoderna tenía características de institución política, y las relaciones de parentesco servían como modelo para las relaciones sociales y políticas. La autoridad de un rey y la de un padre sobre sus hijos eran de la misma naturaleza: tanto el rey como el padre solo tenían que rendir cuentas a Dios.

La familia estaba integrada por el núcleo matrimonial (esposo e hijos) y un grupo de parientes lejanos: viudas, jóvenes, huérfanos, sobrinos, sirvientes y esclavos. La familia vivía bajo el mismo techo, e incluso tíos, sobrinos, esclavos y otras personas compartían la misma cama. La mortalidad infantil también era elevada, por lo que el núcleo familiar no contaba con numerosos niños; algunos eran entregados a un monasterio para su educación.

En la Edad Media, los niños hasta los 6 o 7 años eran cuidados por nodrizas. A partir de esa edad, los varones eran incorporados a los trabajos de los hombres y las niñas al trabajo doméstico. La educación estaba vinculada a un mundo violento: el deporte y la caza eran los ejes educativos. La preparación militar era la elegida para los jóvenes nobles.

La Familia en la Modernidad

La Revolución Industrial generó un profundo cambio en la organización del trabajo. La aparición de la masiva elaboración fabril de objetos y productos provocó transformaciones en la familia. Poco a poco, esta se fue reduciendo a padres e hijos. La fuente generadora de ingresos para una familia ya no estaba en su hogar, sino fuera del mismo, en la industria.

La Revolución Industrial se completó en los planos económicos y políticos, pero no llegó a la cultura. En el orden cultural, la modernidad siguió siendo premoderna en la familia. Esto se reflejó en el hecho de que las modificaciones no tuvieron la magnitud suficiente como para hacer desaparecer la organización vertical de la familia.

El hombre surgió siendo el jefe, y su mujer y sus hijos, sus subordinados. La mujer, apartada de las tareas específicamente productivas, adquirió un matiz preeminente en la división funcional de la pareja matrimonial. Esto es, una dicotomía en los roles respectivos del marido y la mujer: ella concentrada en la organización del consumo, las labores domésticas y la atención de los hijos; él, el que desempeñaba tareas remuneradas fuera del hogar y erigido en el único o principal sostén de familia.

La Familia en la Posmodernidad

En la posmodernidad, encontramos formas de familia variadas y cambiantes, con muy poca jerarquización. La familia matrimonial perdió su monopolio y privilegio, y paulatinamente fueron reconocidas otras formas de familias. El modelo jerárquico y vertical de la familia se ha transformado en uno horizontal e igualitario. Los cambios no son solo para las mujeres, sino también para el hombre: ambos participan del trabajo en la casa y también ambos se ganan la vida fuera de ella, de modo que, poco a poco, las distinciones entre lo que hace el hombre y lo que hace la mujer van desapareciendo.

La familia, antes caracterizada por ser un vehículo de relaciones de autoridad, ha pasado a ser un vínculo basado en relaciones de cooperación. La familia patriarcal, la familia homosexual y la adopción de hijos dejan bien claro que nuestro mundo puede tener muchas opciones y que los valores son relativos y pasajeros, no absolutos. También las parejas estériles, gracias a los avances médicos e instituciones, pueden tener hijos a cualquier precio.

La Familia Líquida (Concepto de la Modernidad Tardía/Posmodernidad)

La modernidad tardía (o posmodernidad) refleja lo volátil de una sociedad en la cual muchos factores nos han llevado a desarrollar una identidad y personalidad flexible y versátil, con las cuales nos podemos adaptar fácilmente a los permanentes cambios y giros de la vida moderna. Hoy en día, lo que abunda es la familia líquida: esa que de puertas para afuera es perfecta y de puertas para adentro es un fiasco. Es esa familia que se caracteriza porque cada uno de sus miembros es un universo independiente del resto, aislado en las redes sociales, en los videojuegos, en el ocio o en el trabajo. Sin embargo, es capaz de mostrarse unida para las entrevistas, para la cita con la profesora del colegio, para los amigos, para la buena imagen que deben mostrar hacia los demás. Y por dentro, ocurre lo contrario: la ruptura, y en el medio queda un hijo.

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