11 Abr

2.2. Razón y fe: La razón y los universales: según santo
Tomás esta es la respuesta para los universales: gracias a la capacidad de abstracción que tiene la razón humana, se puede llegar a la idea general partiendo de lo que tiene de universal cada cosa sensible y particular. El universal existe, primero, por Dios, y en Él está fundamentado lo que es nuestro conocimiento.
En las cosas sensibles se encuentra la marca universal. En la mente humana se genera, con abstracción, el concepto basado en el universal que existe en la cosa. La posición de santo Tomás en cuanto a la relación de fe y razón es innovadora, piensa que muchas verdades son abordadas tanto por la fe como por la razón, pero cada una lo practican de una forma diferente. Si los puntos de partida no coinciden, entonces van a llegar a las mismas conclusiones. Ve a ambas como caminos opuestos, pero que llegarán a la misma conclusión, a la verdad. Él recuerda a los filósofos que se utilizan principios que son conocidos por la razón
humana; estas conclusiones son el resultado del razonamiento humano basado en la abstracción. La teoría del conocimiento tomista incorpora totalmente la perspectiva aristotélica: esta distingue entre el conocimiento sensible, de los sentidos, y intelectual, con la abstracción según Aristóteles.


Tanto filósofos como teólogos utilizan la razón; sin embargos, los teólogos aceptan los principios de la autoridad, de la fe y de la revelación divina. Para santo Tomás, es necesario que la teología y filosofía coincidan en sus conclusiones, no pueden contradecirse, ya que todas las verdades vienen de Dios. La razón ofrece un método, pero la fe es el principal criterio de la verdad. Por lo que, cuando la razón tiene una conclusión distinta a la fe, la última palabra la tiene la fe; la razón tiene que haber cometido un error para haber llegado a esa conclusión. Santo Tomás piensa que es imposible un conflicto real entre fe y razón porque la verdad es única y esta procede de Dios.

Santo Tomás dice que no es muy posible que la razón pueda demostrar la existencia de Dios. Este diferencia las verdades teológicas naturales, que son las que el ser humano puede acceder mediante la luz de la razón natural, y las verdades teológicas reveladas, que son las que se obtienen por la revelación divina. Hola Por lo que la existencia de Dios es una verdad revelada, pero a la que el ser humano puede acceder por sus capacidades racionales. Sin embargo, otras verdades no las podremos alcanzar sin la luz de la revelación. La revelación se consideraba necesaria para ser salvado y algo tan importante no podía quedarse a solo la razón humana.


Santo Tomás decía que no se podía creer y conocer al mismo tiempo, ya que no se puede creer en algo que es demostrable, y si ya se tiene conocimiento no es posible tener fe. La fe es creer en algo no demostrado. Pero si se demuestra la existencia de Dios, Santo Tomás dice que las verdades que son demostradas de manera racional no son dogmas, sino una introducción a una.

Las pruebas de la existencia de Dios:
La falta de evidencia de la existencia de Dios y la ausencia de una idea innata de Dios llevaron a santo Tomás a desarrollar unos indicios o caminos que llevan a Dios: son las cinco vías tomistas. Estas son demostraciones a posteriori, es decir, argumentos que parten de observaciones empíricas de los fenómenos sensibles cotidianos. A partir de los seres creados, se llega a un determinado aspecto de su creador, y a partir de efecto se llega a su causa. Con las cinco vías se argumenta a una forma parecida:. Se parte de un determinado dato del mundo empírico. Se aplica el principio de casualidad. De acuerdo con la teoría aristotélica, se rechaza recurrir a un proceso infinito. Se llega a Dios como causa del dato empírico observado.


2.3. Ética:
Santo Tomás incorpora conceptos de la ética aristotélica a su teoría ética, para alcanzar la felicidad, pero dice que la felicidad perfecta no se puede conseguir, solo en la vida futura, es decir, en la contemplación de Dios. Este no acepta el dualismo platónico, sino que adopta la teoría de la resurrección y ve a la ser humano como la uníón sustancial de cuerpo y alma. La noción de la ley natural es otro de los conceptos importantes para la ética tomista. Esta es evidente, natural e inmutable, y consiste en una serie de mandamientos morales que tienen como fundamento la naturaleza humana y que son dictados por la razón. Esta tiene su origen en la ley eterna divina. Esta existe a través de la inteligencia divina desde la eternidad, y rige al universo.
Según la ley tomista, el ser humano es capaz de alcanzar la ley natural a través de la ley eterna que proviene de la razón divina. Esto explica que el ser humano pueda descubrir cierta parte de la racionalidad divina, la ley natural. Con la existencia de la ley eterna y natural no se anula la libertad humana. Al ser libre el ser humano, no puede regirse por la ley natural inmutable. Santo Tomás distingue entre libre albedrío y libertad. El libre albedrío es como el ser humano juzga las ventajas y desventajas de las opciones que tiene. Si se analiza una opción, la estoy valorando por voluntad. Cuando se nos presenta una opción y nos atrae, somos libres de elegirla o no. 


La inteligencia evalúa y analiza una opción, ya que en ella estará la felicidad, y la voluntad propia va a tender a esa opción. Así que la voluntad suele tender a las opciones que nos produzcan felicidad. Pero hay veces que se puede elegir la opción que te aleje de Dios, así que en ellas no estarán la felicidad.
Los últimos fines de la vida humana son de orden sobrenatural, es decir, la esencial para el ser humano es tener la salvación eterna y esto le corresponde a la Iglesia. Y la finalidad de la Iglesia es superior a la del Estado. 


 El Racionalismo sostiene que la fuente y el origen del conocimiento es la razón, que los conocimientos validos y verdaderos, claros y distintos, proceden de la razón y no de los sentidos. El modelo de saber racionalista es el sistema deductivo de la matemática, en el que todo conocimiento se infiere de principios o ideas primarias. Así como la aplicación del método matemático hace progresar la física, se espera que la aplicación de este mismo método a la filosofía la haga avanzar con seguridad. Para los empiristas, sin embargo, la experiencia supone el origen y el limite de todo lo que es posible conocer. Se apoyan en el método deductivo, y consideran que, cuando la razón construye teorías sin tener como punto de apoyo los datos empíricos, no hace otra cosa que elucubrar de forma fantasiosa.
Carácterísticas del Racionalismo: Las dos carácterísticas fundamentales son las siguientes- Autosuficiencia de la razón: La razón es considerada la fuente fundamental de todo conocimiento; todo lo que pertenece a la experiencia de los sentidos queden en un segundo plano. Se atribuye un gran poder a la racionalidad humana; se considera que puede llegar a resolver cualquier cuestión, por compleja que sea. -Sistema deductivo matemático tomado como fundamento y modelo de todo el saber. Se buscan proposiciones indudables, como las de las matemáticas. Hasta se intenta aplicar el método matemático a la filosofía. Se piensa que, puesto que la física ha progresado tanto al aplicarse el método matemático, lo mismo ha de suceder con el saber filosófico.


René Descartes: matemático y filosofo Fue enviado al colegio de La Flèche, dirigido por jesuitas. Este era uno de los mejores centros de la época, donde se recibía educación clásica y científica orientada según los principios filosóficos escolásticos. Después de combatir en Bohemia y en Hungría. Abandono la vida militar y se fue a París donde escribíó su primera obra importante, “Las reglas para la dirección del espíritu”. En 1629 Descartes se fue a Holanda, donde escapo de riesgos de persecuciones ideológicas. Allí comenzó la redacción de un tratado de física. En 1633 con la obra casi acabada se condeno a Galileo, por lo cual, Descartes renuncio a la publicación del tratado y la obra no se imprimíó hasta después de su muerte.
En 1637, ya cumplidos los 40 años, Renes Descartes se dedico a publicar tres ensayos científicos precedidos por el famoso Discurso del Método. En el Discurso expuso su método (su teoría sobre como alcanzar el conocimiento) y un primer esbozo de los conocimientos filosóficos que este método le había permitido alcanzar (su metafísica). La expresión más esmerada de la filosofía de Descartes se encuentra en las Meditaciones metafísicas. Antes de ser publicada, la obra circulaba en copias entre teólogos, filósofos y científicos para recoger objeciones. Fue publicada en 1641, con seis objeciones distintas junto a respuestas de Descartes. El libro sufríó ataques muy violentos tanto católicos como de protestantes ya que eran peligrosas y conducían al ateísmo. Si no hubiesen intercedido el embajador francés, Descartes habría sido perseguido. 


Su gran contribución matemática fue la invención de la geometría analítica (las coordenadas cartesianas son las coordenadas de Descartes). En el ámbito del pensamiento, creo una filosofía estrechamente ligada a la ciencia, una nueva filosofía cuyos mismos errores se convirtieron en fuente de inspiración para los pensadores posteriores.

2.2 EL Método.
La respuesta de Descartes es: la ciencia tiene un método que lo permite la seguridad en el conocimiento, pro a la filosofía le falta un método adecuado. Para superar esto, Descartes crea un método eficaz y ya comprobado, el método de los geómetras. Así, Descartes introduce un método que va a dotar a la razón humana de un criterio de verdad. En el Discurso del método de 1637, Descartes establece las cuatro reglas fundamentales de su método: la de la renovación (intuición), la del análisis, la de la síntesis y la de la enumeración. Se muestra convencido de que no es necesario contar con un gran numero de reglas para dotarse de un buen método con la finalidad de dirigir adecuadamente la razón. Es preferible que sean pocas, si han sido bien elegidas y se cumples rigurosamente.


EL YO PENSANTE
La duda metódica y universal nos ha llevado a una realidad incuestionable, la existencia del yo pensante. Descartes concluye que se puede dudar de la existencia del cuerpo y del mundo, por tener información de los sentidos y estos no ser fiables.
¿Qué es mi subjetividad? Es el conjunto de pensamientos, ideas, representaciones que fluyen en mi yo. No tenemos la seguridad de que se correspondan necesariamente con hechos del mundo exterior.
No lo se con certeza, toda la info que tengo provienen de los sentidos y Descartes decidíó dudar de ellos.
¿En qué consisten estas ideas? Descartes las estudia y las califica, ordenándolas en estos tipos:
-Adventicias o adquiridas
-Facticias o artificiales.
OJO; -Innatas o naturales: Son las ideas que no proceden de la percepción de los objetos exteriores ni han sido construidas por nosotros, sino que emergen de la propia dificultad de pensar. Son unas ideas que nuestra mente capta y ha de aceptar necesariamente sin poder modificar nada. Veremos que la idea de Dios es la mas eminente idea innata; también son innatas las ideas de causa, de sustancia o de número.


Dios SUSTANCIA PERFECTA E INFINITA.
Descartes considera que el yo pensante no es perfecto, pero a pesar de ello el yo pensante posee la idea de la perfección. La idea de perfección innata en nosotros es una idea de un ser perfecto, es la idea de Dios. Según Descartes, esta idea de perfección o de Dios no puede provenir de nosotros por lo tanto ha de haber sido una realidad divina la que ha hecho surgir en nuestras mentes.
La demostración de la existencia de Dios es una pieza fundamental en la metafísica cartesiana. Dios permite superar la subjetividad. Así, Descartes da un paso mas: Dios se convierte en garantía del conocimiento.
En sus argumentos a favor de la existencia de Dios, Descartes incorpora el antiguo argumento ontológico de San Anselmo. Así como la idea de triangulo es inseparable de sus propiedades, la esencia de Dios es inseparable de su gran propiedad, la existencia.
EL MUNDO, SUSTANCIA EXTENSA.
La duda permite a Descartes afirmar la existencia de una primera sustancia, el yo pensaste, este descubre una segunda, Dios, ser que reúne las perfecciones. Mi yo tiene plena conciencia de la diferencia entre las ideas que posee y las que el cuerpo tiene. Tiene la idea clara y distinta y no extenso y la idea clara y distinta del cuerpo.

OJO: ellos con atributo fundamental: la extensión. La materia o res extensa (es decir, cualquier material, incluido mi propio cuerpo) constituye la tercera sustancia de la metafísica cartesiana.

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