17 Nov

Pilares de la Primera Revolución Industrial

La Minería del Carbón y la Industria Siderúrgica

El sector siderúrgico estaba íntimamente ligado a la producción de carbón. La utilización del carbón permitía alcanzar temperaturas muy elevadas en los altos hornos en los que se fundía el metal. Nuevos procedimientos técnicos, como la fabricación de acero, ayudaron a obtener materiales de mejor calidad.

Para ahorrar gastos, los altos hornos solían situarse en cuencas hulleras o cerca de yacimientos de hierro. La expansión de la máquina de vapor y la construcción de ferrocarriles proporcionaron a la industria siderúrgica una demanda creciente de hierro y de acero.

La Industria Textil: El Auge del Algodón

Junto a la industria siderúrgica, el sector que sufrió una transformación mayor en los comienzos de la Revolución Industrial fue el textil.

De la Lana al Algodón

En Gran Bretaña existía una artesanía textil tradicional basada en el trabajo de la lana en ruecas y en telares manuales. El primer paso que llevaría a la aparición de un sector textil moderno fueron las medidas proteccionistas, implementadas para dificultar la competencia que representaban los excelentes tejidos indios de algodón.

Esta política animó a los inversores a importar la materia prima y producir en Gran Bretaña. De esta manera, la lana pasaba a un segundo plano y surgía una industria algodonera británica.

Mecanización y Producción Masiva

Entretanto, una serie de inventos habían conseguido mecanizar las tareas de hilar y tejer. La aplicación a estos ingenios de la energía hidráulica, primero, y de la máquina de vapor, después, multiplicó la producción a un ritmo vertiginoso.

Nacieron de esta manera las primeras factorías, en las que un elevado número de obreros, sobre todo mujeres, manejaban máquinas que producían enormes cantidades de paño a un precio tan bajo que ningún producto tradicional podía competir con él. Localidades como Manchester multiplicaron su población por veinte en menos de un siglo.

La Revolución de los Transportes y las Comunicaciones

La Revolución Industrial conllevó el auge del comercio y del transporte, ya que las industrias demandaban materias primas y los productos manufacturados tenían que llegar hasta los consumidores.

El Ferrocarril y la Navegación a Vapor

Desde que se inventaran los carruajes tirados por animales, milenios atrás, el transporte terrestre apenas había mejorado. Las carreteras eran deficientes; el transporte de viajeros era lento, incómodo y peligroso, y el de mercancías, muy caro. Las transformaciones empezaron con la construcción de canales y la mejora de las carreteras.

Sin embargo, el cambio más radical fue el ferrocarril, es decir, la aplicación de la máquina de vapor al transporte. En 1830, la locomotora de George Stephenson permitió construir la primera línea que unía Manchester, centro de la industria algodonera, con el puerto de Liverpool. En las décadas siguientes, la “fiebre del ferrocarril” se apoderó de los países más avanzados.

La máquina de vapor también se aplicó a la navegación, sobre todo a la fluvial, venciendo la dificultad que hasta entonces había supuesto el transporte a contracorriente.

Avances en Comunicación

La revolución del transporte precipitó otros cambios en las comunicaciones:

  • Se desarrolló el sistema postal, al que por primera vez podía acceder el gran público.
  • Samuel Morse inventó el telégrafo eléctrico. En 1844 se realizó la primera transmisión instantánea de mensajes entre dos ciudades unidas por cable: Washington y Baltimore.

La Segunda Fase de la Industrialización

Contexto a Mediados del Siglo XIX

Hacia mediados del siglo XIX, solo se podía hablar de industrialización plena en Gran Bretaña y en Bélgica, y en algunas zonas aisladas de Francia, Alemania, Italia o España. La industria predominante seguía siendo la textil.

Sin embargo, en el último cuarto del siglo se entró en la llamada segunda fase de la Revolución Industrial, con cambios importantes en el tipo de industrias, en los transportes y en el modo de comportarse el capital.

Los Cambios en la Industria y el Transporte (Segunda Revolución Industrial)

Si la industria textil había sido la predominante en la primera fase de la Revolución Industrial, ahora crecía la siderúrgica, impulsada por la demanda de acero.

Nuevas Energías y Medios de Transporte

Al mismo tiempo, al carbón como fuente de energía principal se añadieron otras nuevas como el petróleo o la electricidad.

En cuanto a los medios de transporte, se extendió enormemente la red de ferrocarriles, se incorporó el vapor de forma generalizada a la navegación y aparecieron:

  • Las locomotoras eléctricas.
  • El automóvil.
  • El avión.

Ciencia y Técnica

Estos nuevos inventos fueron posibles por los grandes avances de la ciencia y de la técnica. Todas las naciones, en especial las más desarrolladas, rivalizaron en establecer instituciones académicas para potenciar el saber científico, que se expresará, entre otros logros, en las grandes obras de ingeniería. La nueva sociedad daba muestras de un poder técnico desconocido hasta entonces.

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