23 May

Al finalizar la contienda en 1939, el panorama social y cultural español es desolador, ya que tanto la guerra como la Dictadura rompen la continuación del espléndido periodo literario anterior. Algunos escritores han muerto, otros son encarcelados y muchos se han visto Obligados a exiliarse.

En cuanto a la novela española del Exilio, el tema principal suele ser la preocupación por España y los Autores más importantes son:

§ Francisco Ayala, que escribe La cabeza del cordero, conjunto de cinco relatos sobre la Guerra Civil.

§ Ramón J. Sender, autor, entre muchas otras obras, de Réquiem por un campesino Español, novela que cuenta los hechos más importantes de la vida de Paco, el Del molino, y Las tesis de Nancy que narra la visión de España a través de una Joven norteamericana que viaja a nuestro país.

§ Max Aub, autor de El laberinto mágico, conjunto de novelas que recogen su visión Sobre la Guerra Civil.

§ Rosa Chacel, autora del relato autobiográfico Memorias de Leticia Valle.

Dentro de nuestro país, la censura impuesta por el régimen Será un gran obstáculo para la libertad de expresión y de creación hasta la Muerte de Franco y la instauración de la monarquía constitucional.

El arranque de la novela Valiosa tras el fin de la Guerra Civil se inicia con la publicación de dos Novelas fundamentales que pertenecen a la tendencia más importante de los años 40: la novela realista existencial, caracterizada por una visión Pesimista y desoladora de la realidad:

· La Familia de Pascual Duarte (1942), de Camilo José Cela, duro relato de la vida Desgraciada de un campesino extremeño, inaugura el denominado «tremendismo», Corriente literaria que plasma con un tono agrio y descarnado los aspectos más Crudos y miserables de la realidad (brutalidad, críMenes, horror…).

· Nada (1944), de Carmen Laforet, novela existencialista que Relata el desengaño de la joven Andrea que se traslada a Barcelona a vivir con Unos familiares para poder estudiar en la universidad. En casa de su abuela en La calle Aribau se encuentra con un ambiente opresivo que retrata bien el Desmoronamiento de la sociedad española de la posguerra: hambre, atmósfera Asfixiante, odio, tristeza, miseria.

En esta Década de los 40, además comienzan a publicar sus primeras novelas otras tres Grandes personalidades de la novela española de la segunda mitad de siglo: Miguel Delibes, Ana María Matute y Gonzalo Torrente Ballester.

En la década de los 50, la Tendencia predominante es la conocida como Realismo social o novela Social.
En esta época los narradores denuncian con dureza la injusticia, la Pobreza y la desigualdad de clases. Las carácterísticas de la novela social son Las siguientes:

-El Protagonista ahora es la colectividad o individuos representativos de la Sociedad: obreros, campesinos, burgueses, habitantes de los suburbios…

-El tema Principal es la propia sociedad española de posguerra, dentro del que Encontramos la soledad del ser humano, la dura vida del campo, el mundo del Trabajo, el abismo profundo abierto entre ricos y pobres, entre vencedores y Vencidos.

-El Espacio y el tiempo se inmovilizan, la acción real es corta, pero se alarga por La conversación de los personajes. Los lugares son pueblos perdidos, caminos, Campos, suburbios de la ciudad…

-El Lenguaje empleado es claro y sencillo, capaz de llegar a “la inmensa mayoría”.

Las Obras que se consideran precursoras de la novela social son: El camino (1950), De Miguel Delibes que cuenta la historia de Daniel, el Mochuelo, muchacho que Tiene que marcharse a la ciudad para estudiar el bachillerato, dejando atrás su Pueblo natal y a sus familiares y amigos; La colmena (1951), de Cela, a través De cuyas secuencias narrativas y costumbristas, su autor plasma la vida gris y Mediocre de múltiples personajes de la sociedad madrileña de posguerra, hundida En la miseria material y moral; La noria (1951), de Luis Romero que describe Un día en la vida de Barcelona a través de más de treinta personajes, con Especial atención por los más desfavorecidos; y El Jarama (1956), de Rafael Sánchez Ferlosio, novela que muestra la vida anodina de un grupo de jóvenes que Pasan juntos un domingo de verano y cuya importancia radica en que inicia el Llamado objetivismo o neorrealismo, que presenta la realidad por parte del narrador Sin emitir juicios de valor y sin reflejar directamente la psicología interna De los personajes. Otras obras señaladas son: El fulgor y la sangre de Ignacio Aldecoa, Los Bravos de Jesús Fernández Santos, Juegos de Manos de Juan Goytisolo, Pequeño Teatro de Ana María Matute y Entre visillos de Carmen Martín Gaite.

En los años 60 y hasta 1975 aproximadamente, aunque no se Abandona completamente la preocupación social, prima la experimentación, Surgiendo lo que se conoce como novela experimental, en la que Encontramos las siguientes carácterísticas:

-El Argumento pierde importancia

Surgen nuevas formas de puntuación y Tipografía

-Se emplean nuevas técnicas como el contrapunto (acciones paralelas), el perspectivismo (puntos de vista distintos sobre la realidad) Y el monólogo interior (transcripción del pensamiento del personaje tal como Fluye).

– El protagonista suele estar en conflicto Consigo mismo buscando su identidad o en lucha con el medio social que trata de Destruirlo.

      La obra que inaugura esta nueva corriente es Tiempo de Silencio (1962), de Luis Martín Santos, que cuenta la historia de Pedro, un Joven médico que intenta ser investigador científico.
La novela aleja del Realismo social e introduce innovaciones técnicas: emplea un lenguaje original, A veces casi Barroco, con abundante uso de la metáfora y la ironía, que le Sirven para burlar la censura de la época y mostrar una realidad mezquina, Sórdida, insatisfactoria, que conduce al protagonista al fracaso de su proyecto Vital.

Otras novelas representativas de esta tendencia son, entre Otras, las siguientes: San Camilo 1936, de Cela; Volverás a Regíón, de Juan Benet; La saga/fuga de J.B., de Torrente Ballester; Últimas tardes con Teresa y Si te dicen que caí, de Juan Marsé; Cinco horas con Mario, de Miguel Delibes y Señas de identidad, de Juan Goytisolo. En 1974 se publica una original novela, Escuela de mandarines, de Miguel Espinosa, quien parodia y satiriza de forma Alegórica todas las instituciones franquistas y anticipa la vuelta a la narratividad.

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