21 Abr

que relata unas memorias ficticias en primera persona: viaje a Italia, amor de primavera, estancia en México. Están saturadas de complacencia con el mal, perversión sexual pero envueltas en musicalidad, rica adjetivación y recursos estilísticos. Antonio Machado supone la búsqueda de la propia voz poética y la evolución desde los jóvenes ecos modernistas hasta la máxima introspección noventayochista. Soledades, ampliado posteriormente a Soledades Galerías, y otros poemas tiene como eje los universales del sentimiento: la soledad, el hastío, el paso del tiempo, la búsqueda de Dios, la nostalgia de la infancia o el amor perdido. Su poesía se caracteriza por el uso de símbolos en elementos del paisaje para expresar estados de ánimo – la fuente, la tarde, el río, el camino -. Emplea la silva romance y abundantes encabalgamientos que aportan naturalidad a sus versos. La trayectoria de Juan Ramón Jiménez es la búsqueda de la belleza y lo esencial a través de la poesía. Sus primeros libros Romas, Áreas tristes, Almas de violeta son una muestra de Modernismo y posromanticismo. El autor comenzará posteriormente en proceso de depuración desde Diario de un poeta reciéncasado despojando lo poético de todo lo accesorio. Por último fue relativamente popular un tipo de teatro poético con claves modernistas, su principal representante fue Francisco Villaespesa cuyos argumentos eran históricos o de leyenda El alcázar de las perlas. Los hermanos Machado escriben dramas en verso, La Lola se va a los puertos y Valle Inclán, alejado siempre del Realismo, evoluciónó desde teatro modernista que embellece la realidad, El marqués de Bradomín, hacia técnicas más desgarradoras como el esperpento. Una aportación importante del Modernismo es la independencia e individualidad del poeta. Rubén revoluciónó la retórica literatura del siglo XIX


TEMA 2: LA GENERACIÓN DEL 98
    Durante las últimas décadas del Siglo XIX, los avances científicos y técnicos, y los cambios y transformaciones sociales y políticos acabaron por provocar una crisis social debido al cuestionamiento de los principios y valores establecidos. En España, la influencia de las corrientes irracionalistas del pensamiento europeo (Freud, Nietzsche, Schopenhauer…), del regeneracionismo y sobre todo el desastre del 98, sacude las conciencias de los autores que serán conocidos como Generación del 98. Ellos se sienten enraizados en las tierras y la historia de España y comprometidos con la renovación social, en el afán de derribar los falsos valores tradicionales y con la modernización del país.
      El concepto de Generación del 98 es muy controvertido. Fue propuesto por Azorín en unos artículos de 1913 para referirse a un grupo de escritores españoles (José Martínez Ruíz Azorín, Pío Baroja, Ramiro de Maeztu, Ramón Valle-Inclán, Miguel de Unamuno y Antonio Machado) con un espíritu de protesta y amor al arte. Sin embargo, es discutible que estos escritores cumplan todos los requisitos para ser considerados generación.
Cumplen algunos requisitos como el nacimiento en fechas cercanas, la participación en actos colectivos (protesta contra el premio Nobel para Echegaray, homenaje a Larra), un acontecimiento generacional que los una como fue la pérdida de las colonias; pero no tanto otros como una formación intelectual semejante o un lenguaje generacional común .En cualquier caso, sí comparten algunas CarácterÍSTICAS importantes:
Tienen una ideología progresista, al menos, en la juventud; se preocupan por los problemas de España; se proponen renovar el lenguaje  y, tienen una visión subjetiva de la realidad.
El tema de España ocupa buena parte de la obra noventayochista. Se mezcla la visión crítica del atraso, la decadencia y la falta de ideales con el amor a las gentes humildes enraizadas en los pueblos. Esta actitud se resume bien en la expresión de Antonio Machado “Castilla miserable, ayer dominadora”. El afán de conocer y exaltar lo castellano y español llevará a los autores del 98 a recorrer los pueblos y aldeas de Castilla y de España. Fruto de esas experiencias es el gusto por la descripción paisajística de carácter subjetivo, en la que la crítica del atraso y la pobreza deja paso a una visión sentimental de las tierras y las gentes. 


Esta actitud   lleva a la reflexión intelectual sobre los grandes problemas del ser humano: el paso del tiempo, el sentido de la vida, el misterio de la muerte o el valor de las creencias religiosas. Los autores del 98 poseen un estilo literario personal, caracterizado por la sobriedad y la huida de los excesos. No obstante, es un lenguaje muy cuidado, fruto de la selección de recursos retóricos; y rico en vocablos arcaicos de los clásicos españoles y de los pueblos.
     Entre los AUTORES más destacados hemos de mencionar a:
Ángel Ganivet considerado precursor del grupo, afirma en su obra Idearium español que la abulia, el individualismo y el espíritu agresivo e indisciplinado son las causas del atraso cultural que padece España.
Otro autor significativo es Unamuno. Toda su obra gira en torno a la búsqueda de la verdad interior del ser humano. Escribíó poesía (El Cristo de Velázquez) y teatro (Fedra), pero será en sus ensayos donde mejor se aprecian sus preocupaciones filosóficas. En torno al casticismo es una reflexión sobre el carácter nacional. Tras una crisis religiosa, escribirá Vida de Don Quijote y Sancho y Del sentimiento trágico de la vida, donde reflexiona sobre la muerte y la inmortalidad.
En sus novelas intentó relatar los dramas íntimos de sus personajes. En Amor y pedagogía comienza su técnica novelesca: la “nivola”, que se caracteriza por la eliminación del argumento y de las descripciones y la importancia de los diálogos. Niebla, La tía Tula  o San Manuel Bueno, mártir son otras de sus novelas.
Destaca  la trayectoria poética de Antonio Machado que se inicia en la estética modernista con Soledades. Con Campos de Castilla abandona la línea intimista y se adentra en la geografía castellana y andaluza. Machado recuerda con nostalgia el paisaje de Soria y su relación con Leonor.  “Proverbios y Cantares”, son breves meditaciones acerca de los enigmas del hombre. Obras posteriores son Nuevas canciones o Juan de Mairena, también cabe mencionar su teatro popular con  obras como La Lola se va a los puertos.


[22:11, 20/1/2022] Rosa: Novelista, dramaturgo, ensayista y poeta, Valle Inclán fue una de las figuras más destacadas. Su producción novelística, llega al éxito con las Sonatas y Tirano Banderas. Su primera obra dramática fue la trilogía Comedias bárbaras. En Luces de bohemia y en la trilogía Martes de Carnaval, el “esperpento”, le sirve al autor para realizar un profundo análisis de la sociedad. Pío Baroja escribíó más de sesenta novelas, agrupadas en trilogías: “La lucha por la vida”,“Tierra vasca” “La raza”  y “El mar. Entre todas ellas destacan La  busca, El árbol de la ciencia y Zalacaín el aventurero  Su influencia en la novela española del Siglo XX es determinante a causa de la sobriedad de su estilo y de sus extraordinarias dotes de creador.
José Martínez Ruiz, “Azorín” fue un  gran crítico literario, renovador del ensayo (Ruta de Don Quijote), y de la novela, cuyas narraciones son muy lentas a favor de descripciones detallistas. Escribíó una trilogía autobiográfica con La voluntad, Antonio Azorín y Las confesiones de un pequeño filósofo y novelas sobre tipos como Don Juan y  Doña Inés. Todos estos autores trataron, y consiguieron, transformar la literatura española de principios de Siglo XX.


TEMA 4: LA GENERACIÓN DEL 27                    2º BACHILLERATO      
Con este nombre se denomina a una serie de poetas que, asimilando la rica tradición literaria española, e imbuidos por las nuevas corrientes de vanguardia, llegó a ser la más brillante promoción de la literatura española del Siglo XX. El grupo toma su nombre por un acto conjunto que celebraron en 1927: el aniversario de los 300 años de la muerte de Góngora. Esta celebración tuvo un doble significado: por un lado, los autores ponen de manifiesto su admiración por la poesía del Barroco, sobre todo la de Góngora; por el otro, realizan un manifiesto que rechazaba la tradición decimonónica (Siglo XIX) y modernista. Los autores de la Generación del 27 se consideran también deudores de Ortega y Gasset, que influyó en su concepción del arte; de Ramón Gómez de la Serna, el vanguardista que les introdujo en las novedades europeas; y de Juan Ramón Jiménez, el poeta por excelencia que abríó el camino de la poesía pura, desnuda, esencial.
Todos compartieron gustos estéticos similares, al menos en un primer momento, en especial el interés por la pureza estética y por la imagen y la metáfora renovadora y creativa. Uno de los rasgos más señalados de esta generación es la presencia de la tradición. Fue uno de los elementos que configuraron la poesía del 27. El influjo de los cancioneros de los siglos XV y XVI, así como la vuelta a los clásicos medievales y al Siglo de Oro con el redescubrimiento de Góngora y de otros poetas barrocos, es un fenómeno único en la literatura europea. Hay un especial interés por lo popular, en el romancero, las coplas y los villancicos de la tradición castellana.
También es muy notable la influencia de la vanguardia europea, sobre todo en un primer momento. Estos autores, participan activamente en la adaptación y la creación de los ismos en España. Se acercaron a literatos extranjeros como Paúl Valery, César Vallejo o Pablo Neruda y a las tendencias europeas del momento, especialmente a la corriente surrealista. En la poesía de la Generación del 27 aparecen los grandes temas de la cultura occidental. Destacan tres grandes bloques: en primer lugar, la ciudad. Los poetas del 27 insisten en el tema de la ciudad, la comodidad de los nuevos tiempos, los nuevos inventos y los transportes. Para los escritores del 27, ciudad es sinónimo de progreso. El modelo fue Nueva York, mientras que en temas sociales el modelo será Moscú


Otros temas muy queridos son la naturaleza y el amor. Predomina una naturaleza cercana a la ciudad. Tan intensa como la naturaleza aparece la visión de la naturaleza humana. Abundan los poemas amorosos, en los que el amor aparece ligado a la idea de naturaleza humana y al individuo.También aparece el tema del compromiso social y político, sobre todo cuando estalla la guerra. Los poetas del 27 estaban comprometidos con su tiempo. Antes de la guerra muchos de ellos evitaron escribir poesía social y política. Durante la guerra, y después de ella, afrontaron el tema desde diferentes perspectivas. Algunos, como Luis Cernuda o Emilio Prados, abandonan su actitud de poetas directamente combativos; otros, como Alberti desde el exilio, alternaron la poesía comprometida con la personal; y algunos que no habían abordado el compromiso social y político lo hicieron entonces, ya sea desde dentro, como Dámaso Alonso, ya desde el exilio, como Jorge Guillén.
En cuanto a sus rasgos estilísticos, y salvando las distancias entre poetas y sus diferentes etapas, todos buscaron un léxico especial, el uso y la reinvención de la metáfora y la recuperación de esquemas rítmicos clásicos. La gran innovación del grupo fue el verso libre. También cultivaron el verso blanco y el versículo.
Entre los autores de la generación del 27 podemos nombrar en primer lugar a Pedro Salinas. Muy influenciado por Juan Ramón Jiménez escribe una poesía intelectualizada pero aparentemente sencilla. Considerado el poeta del amor por excelencia, se distinguen tres etapas en su producción poética: primera etapa de “poesía pura” con Presagios, Seguro azar y Fábula y signo; en la segunda etapa se sitúan sus mejores obras: La voz a ti debida , Razón de amor  y Largo lamento; el poeta muestra el sentimiento amoroso como algo alegre y vital, inherente al ser humano, pero también como un sentimiento angustioso ante la pérdida o la separación de la amada. En su tercera etapa, tras la guerra, su poesía se tiñe de dramatismo y dolor, destaca Todo más claro. A Jorge Guillén se le considera el poeta más puro e intelectual, el más fiel a la poesía desnuda de Juan Ramón. Recogíó toda su producción poética bajo el título general de Aire nuestro, que se divide en cinco libros: Cántico, Clamor, Homenaje, Y otros poemas y, por último, en Final, acepta serenamente la vejez. 


En la obra de Gerardo Diego se suelen distinguir dos etapas: la primera, agrupa su poesía tradicional, caracterizada por el empleo de formas clásicas como el soneto o el romance, y que incluye obras como El romancero de la novia o Versos humanos. La segunda etapa, incluye poemarios de corte vanguardista caracterizados por el verso libre, la ausencia de puntuación o recursos gráficos. Los poemarios más importantes son Imagen  y Manual de espumas.
En la trayectoria de Vicente Aleixandre suelen señalarse tres etapas: la primera incluye Pasión por la tierra, su primera obra surrealista; y, posteriormente, Espadas como labios, en la que aborda el tema del amor omnipresente que destruye las limitaciones del ser humano. Otros títulos importantes son La destrucción o el amor y sobre todo Sombra del paraíso. En su segunda etapa trata del ser humano y su mundo. Un título fundamental es Historia del corazón. En su tercera etapa utiliza la poesía como meditación. A esta etapa pertenece Poemas de la consumación.
Dámaso Alonso revaloriza magistralmente la figura de Góngora. Su obra fundamental, Hijos de la ira (1944), es un grito de rebeldía contra la situación del hombre y del mundo.
La poética de Rafael Alberti gira en torno al tema del paraíso soñado representado en el mar y el amor, aunque también tienen cabida el dolor, el conflicto espiritual o el destierro. Con Marinero en tierra, recupera formas métricas populares. 
 Cal y canto manifiesta la influencia vanguardista, especialmente futurista. Ejemplo de poesía surrealista es Sobre los ángeles y a la poesía social pertenece Entre el clavel y la espada.
La obra de Luis Cernuda está marcada por su carácter hipersensible y por su homosexualidad, que explica su aislamiento y rebeldía, debido a la incomprensión de la sociedad de la época. En 1936 publica La realidad y el deseo, obra que incluye algunos de los libros anteriores y algunos posteriores.
Federico García Lorca publica en 1924 su Poema del cante jondo, en el que aparecen temas habituales como el amor o la Andalucía trágica, y se aprecia su peculiar fusión entre lo culto y lo popular en unos versos llenos de dolor y angustia.


En El Romancero gitano expresa un profundo respeto por la etnia gitana y aparece el motivo de la lucha contra la muerte inevitable y trágica. Su estilo cambia claramente con Poeta en Nueva York y se orienta hacia la protesta social en lo temático, y hacia el Surrealismo en lo formal. Representa también una de las cimas del teatro español y universal. Algunas de sus obras teatrales más aclamadas son La casa de Bernarda Alba, Bodas de sangre o Yerma.
A Miguel Hernández se le considera el puente de uníón entre la Generación del 27 y la Generación del 36. A la primera pertenece Perito en lunas y El rayo que no cesa. La segunda etapa, más comprometida políticamente, se inaugura con Viento del pueblo. El hombre que acecha continúa esa línea temática, pero en un tono más intimista. Y por último El Cancionero y romancero de ausencias contiene sus composiciones más conmovedoras.
Por último, hay que destacar que, aunque no han disfrutado del mismo reconocimiento y fama que los autores del género masculino, hubo un amplio grupo de mujeres («las sin sombrero») que pertenecieron a la generación del 27: la filósofá María Zambrano, la pintora Maruja Mallo o las escritoras Concha Méndez, Rosa Chacel, Carmen Conde, Ernestina de Champourcín, María Teresa León y Josefina de la Torre, entre otras. La obra de estas mujeres refleja el espíritu de modernidad que identificaba un nuevo tipo de mujer independiente del padre o del marido.

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