04 Dic

El Regeneracionismo Político y la Crisis del Sistema (1902-1912)

Tras el «Desastre del 98», España se encontraba sumida en una profunda crisis política e ideológica. Esta situación propició el surgimiento, entre las élites de los partidos dinásticos y los intelectuales regeneracionistas, de una dinámica de reformas y modernización política que se enmarca dentro de la corriente del Regeneracionismo Político.

Alfonso XIII y la Inestabilidad del Turnismo

En este contexto, Alfonso XIII fue proclamado mayor de edad y asumió las funciones de Jefe de Estado en 1902, aportando nuevas esperanzas de cambio tras la desaparición de las antiguas figuras del turnismo: Cánovas del Castillo (asesinado en 1897) y Práxedes Mateo Sagasta (muerto en 1903). Este vacío de liderazgo resultó en una mayor inestabilidad y continuas crisis políticas (entre 1902 y 1917 se sucedieron veinte gobiernos).

El Regeneracionismo Conservador: Antonio Maura

El sucesor de Cánovas al frente del Partido Conservador fue Francisco Silvela, siendo el primer político en intentar incorporar el espíritu del regeneracionismo en política. Sin embargo, el político más representativo del partido fue el conservador Antonio Maura, quien defendía la «revolución desde arriba» para acabar con el fraude electoral y el caciquismo. Sus reformas implicaron un aumento del gasto del Estado, expandiendo el gasto social y realizando medidas de intervención económica.

Maura ocupó la presidencia del Gobierno de 1903 a 1904 y, posteriormente, durante su Gobierno Largo (1907-1909), donde emprendió una serie de medidas:

  • La Ley de Reforma Electoral, que tipificaba el delito electoral y hacía obligatorio el voto.
  • La Ley de Administración Local, que ampliaba las competencias de los ayuntamientos.

Estas medidas se gestaron en un periodo de fuerte conflictividad, caracterizada por el malestar social de los trabajadores, el crecimiento del movimiento obrero, el catalanismo y la Guerra de Marruecos, desembocando en una serie de crisis importantes.

El Partido Liberal y José Canalejas

En el Partido Liberal, de 1905 a 1907 se sucedieron los gabinetes de Montero Ríos y Segismundo Moret. Tras la caída de Maura en 1909, José Canalejas se convirtió en el líder más reconocido, planteando importantes reformas políticas y sociales.

La Crisis de 1909: Guerra de Marruecos y la Semana Trágica

Uno de los principales focos de conflicto fue la Guerra de Marruecos. Tras el establecimiento del protectorado franco-español en la Conferencia de Algeciras en 1906, las tropas españolas encontraron una fuerte resistencia que culminó con el Desastre del Barranco del Lobo en 1909 y la victoria de las tribus rifeñas.

La Semana Trágica de Barcelona

Tras la derrota, el gobierno de Maura decidió aumentar la presencia militar enviando tropas reservistas, lo que provocó una oleada de protestas en Madrid y Barcelona. Con la llegada de las noticias sobre los centenares de muertos, las fuerzas obreras anarquistas y socialistas proclamaron una huelga general que desencadenó una oleada de protestas de carácter anticlerical y revolucionario, desarrollándose desde el 26 de julio al 2 de agosto de 1909 en la ciudad de Barcelona. En este contexto, se llegó a declarar el Estado de Guerra en la conocida «Semana Trágica».

Las revueltas fueron seguidas por una dura represión, donde destaca el fusilamiento del pedagogo y dirigente de la Escuela Moderna, Ferrer i Guardia, a quien acusaron como instigador de las revueltas. Dicha represión llevó a que se responsabilizara a Maura y se demandara su dimisión. Finalmente, fue sustituido por el liberal Segismundo Moret, a quien posteriormente sustituyó José Canalejas.

El Gobierno de José Canalejas (1910-1912)

Tras la dimisión de Maura, en 1910 comenzó el Gobierno del liberal José Canalejas. Este pretendió realizar una reforma social favoreciendo el diálogo con el movimiento obrero y abordó importantes medidas:

  • Separación de facto entre Iglesia y Estado mediante la Ley del Candado (1910), que limitaba la creación de nuevas órdenes religiosas.
  • Implementación de un programa educativo.
  • Rebaja de los impuestos al consumo.
  • Modificación del servicio militar, haciéndolo obligatorio para todos en tiempo de guerra.
  • Aprobación de la Ley de Mancomunidades, que permitía cierta autonomía y competencias a las regiones (creándose la Mancomunidad de Cataluña en 1914).

El Fin del Regeneracionismo y la Descomposición del Sistema

Canalejas fue asesinado en noviembre de 1912 por un anarquista. Tras este suceso, se acentuó la dispersión en los dos grandes partidos dinásticos, considerándose agotado el espíritu regeneracionista. Esto llevó en 1913 a la ruptura del Pacto del Pardo y al aumento de la conflictividad social, exacerbada por el inicio de la Primera Guerra Mundial.

Aunque las medidas regeneracionistas pretendieron llevar a cabo una revisión y modernización de España, sin embargo, las medidas fracasaron y la situación desembocó en la descomposición del sistema debido a varios factores clave:

  • El excesivo intervencionismo de Alfonso XIII.
  • La inestabilidad política crónica.
  • El auge del catalanismo.
  • La injerencia del Ejército.
  • La Guerra de Marruecos.
  • La expansión del movimiento obrero.
  • El desarrollo de una fuerte oposición política.

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