20 Oct
La Crisis del Sistema de la Restauración (1917-1923)
El Trienio Bolchevique y la Conflictividad Social
A pesar de la represión del movimiento huelguístico, en los años posteriores a 1917 se experimentó una mayor conflictividad social. Se ha denominado a este periodo como el “Trienio Bolchevique”.
El fin de la I Guerra Mundial (IGM) supuso una contracción económica para España, que se había beneficiado de su posición neutral en la guerra. La disminución de los beneficios empresariales y el aumento del paro generaron las protestas de los obreros y jornaleros. Además, estos, bien organizados, contaban con un aliciente y modelo: la Revolución proletaria había triunfado en Rusia.
El Conflicto de Marruecos y el Desastre de Annual
Si la situación interna era compleja en los años posteriores a la IGM, no lo era menos la situación de Marruecos. Tanto el Rey como una buena parte del ejército, así como la burguesía con negocios mineros en el protectorado, estaban empeñados en mantener una política de control sobre la zona, a pesar de que otros numerosos sectores sociales eran partidarios de la retirada total, incluidos algunos políticos como Cambó o el mismo general Primo de Rivera.
El general Berenguer, nombrado como máxima autoridad en Marruecos, se propuso tomar la zona del Rif, controlar Xauen y llegar a Alhucemas. Para ello, se encargó la operación de control al general Silvestre, que contaba con:
- Un ejército local (indígenas).
- Tropas de reemplazo (soldados que debían hacer el servicio militar).
- La Legión, creada por esas fechas por José Millán Astray y un joven comandante Francisco Franco.
Los territorios que controlaban hasta ahora las tropas españolas se vieron reducidos, y la misma ciudad de Melilla vio peligrar su seguridad, si no es porque se recibieron tropas de refuerzo en octubre.
Consecuencias del Desastre de Annual (1921)
Las consecuencias del Desastre de Annual son numerosas y de gran calado. La opinión pública clamaba contra una sangría inútil y reclamaba responsabilidades por tamaña derrota. La oposición política también pedía responsabilidades, y el gobierno tuvo que constituir una comisión de varios militares presidida por el general Juan Picasso para esclarecer los hechos.
El Golpe de Estado y la Dictadura de Miguel Primo de Rivera
El Pronunciamiento de 1923
El 13 de septiembre de 1923, el general Miguel Primo de Rivera, capitán general de Cataluña, se pronunció en Barcelona y suspendió la Constitución de 1876, disolvió las Cortes y prohibió la actividad de los partidos. El rey Alfonso XIII, influido por los generales próximos, aceptó el recurso del pronunciamiento como medio legítimo de cambio.
Causas del Golpe de Estado
El golpe de Estado de septiembre de 1923 se explica por una situación de enorme inestabilidad política, ante la que la clase política no había sabido buscar una solución. Son diversas las causas que explican el golpe:
- El *Desastre de Annual* había provocado un descontento enorme en el ejército, que deseaba más recursos para vengar la humillación.
- El ejército también estaba descontento con la disolución de las Juntas en 1922.
- Se intentaba paralizar u obstaculizar las responsabilidades que caían sobre el ejército por la derrota de Annual (Expediente Picasso).
- En la opinión pública creció un fuerte antimilitarismo, y se dieron casos de soldados que se negaban a embarcar para ir a África.
El 13 de septiembre de 1923 se sublevó contra el gobierno, contando con el apoyo de otros militares que se sumaron al mismo, con el silencio del rey en un primer momento y enseguida con el apoyo real. El Manifiesto del golpe de Estado del día 13 planteaba las causas que lo motivaban, indicaba los objetivos (resolver los problemas que acuciaban al país) y presentaba la dictadura como algo transitorio, como un paréntesis de cura, regeneración y cambio. En términos generales, el golpe tuvo una amplia aceptación.
El líder socialista Largo Caballero aceptó un cargo de Consejero de Estado, mientras que Indalecio Prieto (otro de los líderes del PSOE) se mostraba crítico. Los intelectuales manifestaron también su rechazo al dictador, y las críticas al mismo le valieron el destierro a Miguel de Unamuno.
El Directorio Militar (1923-1925)
Miguel Primo de Rivera nombró un Directorio Militar (1923-1925) con la finalidad de asesorarlo a él como único ministro del Rey. Se declaró el Estado de Guerra, los mandos militares se hicieron cargo de los Gobiernos Civiles, y se suspendieron las Cortes y la Constitución.
Medidas en Cataluña
Por lo que respecta a Cataluña, se prohibieron la lengua (en actos públicos), la bandera y cualquier manifestación catalanista. Naturalmente, la Mancomunidad, institución con atribuciones autonómicas, quedó suspendida.
El Fin de la Guerra de Marruecos: Desembarco de Alhucemas
El gran éxito de Primo de Rivera durante la etapa del Directorio Militar fue poner fin a la Guerra de Marruecos. Inicialmente, amnistió a los responsables del Desastre de Annual y replegó las tropas españolas en el Protectorado, lo que provocó descontento e insubordinación de las tropas en África.
Sin embargo, en 1925, Abd-El-Krim invadió las zonas del protectorado francés. Este hecho provocó un desembarco hispano-francés y la consiguiente victoria en Alhucemas (1925). La victoria y el fin de la guerra en Marruecos pusieron al dictador en lo más alto de su popularidad.
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