05 Dic

Amebas de Vida Libre Patógenas: Diagnóstico, Tratamiento y Prevención

Naegleria fowleri: Meningoencefalitis Amebiana Primaria (MAP)

En esta sección, abordaremos el manejo de la infección causada por Naegleria fowleri: cómo se diagnostica, cómo se trata y, lo más importante, cómo se previene.

Recuerden que esta ameba causa una meningoencefalitis fulminante, es decir, el cerebro se inflama muy rápido. Aquí cada hora cuenta.

Es como si tuvieran una computadora que empieza a sobrecalentarse: si no la apagas o la reparas rápido, se quema. Algo parecido pasa con el cerebro cuando la inflamación es tan intensa y tan rápida.

Diagnóstico de Naegleria fowleri

Cuando sospechamos Naegleria fowleri, lo primero es una buena historia clínica: preguntamos si la persona estuvo nadando en ríos, lagos o albercas con agua dulce tibia, sobre todo si se tiraban clavados o entraba agua por la nariz.

Los estudios iniciales son inespecíficos:

  • Estudios de sangre: Podemos encontrar leucocitosis con neutrofilia, pero eso es muy general, no nos dice “es Naegleria”.
  • Tomografía o resonancia: Pueden mostrar cambios en el cerebro, pero también son inespecíficos, se parecen a otras enfermedades.
  • Pruebas serológicas: No ayudan mucho al inicio.

El estudio clave es el análisis del líquido cefalorraquídeo (LCR) en fresco, donde literalmente podemos ver trofozoítos moviéndose. Es como atrapar al culpable en plena acción.

También se pueden usar otras técnicas:

  • Biopsia con tinción tricrómica.
  • Cultivo en agar no nutritivo con Escherichia coli como alimento.
  • PCR en tiempo real (en algunos centros especializados).

Tratamiento de Naegleria fowleri

Si se sospecha Naegleria, no se espera a confirmarlo al 100 %: el tratamiento empieza de inmediato.

El medicamento principal es la anfotericina B en dosis altas por vía intravenosa, y se combina con otros fármacos como azoles, rifampicina, azitromicina o voriconazol.

Aun así, el pronóstico es muy malo. Es como llegar a apagar un incendio cuando ya casi toda la casa está en llamas: puedes intentar salvar lo que se pueda, pero es difícil.

Por eso insistimos tanto en que la verdadera arma contra Naegleria es la prevención, no el tratamiento.

Prevención de Naegleria fowleri

Aquí viene la parte donde sí tenemos control.

Las medidas de prevención incluyen:

  • Vigilar la cantidad de cloro y la calidad microbiológica del agua en albercas públicas y privadas.
  • Evitar nadar en ríos o lagos de agua dulce tibia, especialmente si el agua está estancada o sucia.
  • Si alguien decide nadar en ese tipo de lugares, se recomienda usar protectores nasales.
  • No remover el sedimento del fondo, porque ahí se acumulan las amebas.

Acanthamoeba castellanii: Queratitis y Encefalitis Granulomatosa Amebiana (EGA)

Ahora pasamos a Acanthamoeba castellanii.

A diferencia de Naegleria, esta ameba puede causar tanto queratitis (un problema en la córnea del ojo) como encefalitis granulomatosa (enfermedad del cerebro).

Es como un enemigo que puede atacar por dos frentes: por los ojos y por el sistema nervioso.

En las siguientes secciones vamos a ver cómo detectarla, cómo tratarla y qué hacer para prevenirla, especialmente en personas que usan lentes de contacto.

Diagnóstico de Encefalitis por Acanthamoeba (EGA)

En la forma cerebral, la encefalitis granulomatosa amebiana, empezamos con historia clínica: síntomas neurológicos que avanzan poco a poco, no tan explosivos como en Naegleria.

La tomografía o la resonancia muestran lesiones ocupantes de espacio, que pueden parecer tumores o abscesos; es como ver una “mancha” en la imagen, pero sin saber todavía quién la provocó.

Se estudia el líquido cefalorraquídeo en fresco y se pueden usar técnicas como inmunofluorescencia y PCR, además de biopsia de tejido cerebral.

El problema es que se parece a muchas otras enfermedades, como si tuviéramos un síntoma muy genérico: fiebre y dolor de cabeza pueden ser desde gripe hasta algo muy serio. Aquí pasa algo parecido, pero en versión neurológica.

Tratamiento de Encefalitis por Acanthamoeba (EGA)

El tratamiento de la encefalitis por Acanthamoeba también es combinado.

Se utilizan varios fármacos juntos: pentamidina, un azol, una sulfonamida y flucitosina, entre otros. En algunos casos se han añadido azitromicina, voriconazol, etc.

A diferencia de otras amebas, Acanthamoeba no suele responder bien a la anfotericina B en pruebas de laboratorio, aunque hay reportes aislados de respuesta.

Es como tratar de abrir una puerta con diferentes llaves al mismo tiempo, esperando que alguna o la combinación de varias funcione.

Aun así, el pronóstico continúa siendo reservado, por lo que el diagnóstico temprano sigue siendo clave.

Diagnóstico de Queratitis por Acanthamoeba

Cuando la ameba afecta al ojo, hablamos de queratitis por Acanthamoeba.

El diagnóstico se basa en:

  • Toma de un raspado de la córnea y análisis al microscopio e histopatológicamente.
  • Uso de PCR y microscopía focal in vivo para observar estructuras compatibles con la ameba directamente en el tejido corneal.
  • Cultivo de las lentillas y las soluciones de limpieza, porque a veces ahí está la fuente del problema.

Piensen en esto como revisar no solo la herida, sino también el cuchillo y la tabla donde se cortó la comida. No basta con ver el daño, hay que buscar el origen.

El diagnóstico diferencial incluye infecciones bacterianas y queratoconjuntivitis víricas, que son mucho más comunes, por eso al principio se confunde con “una infección de ojo más”.

Tratamiento de Queratitis por Acanthamoeba

El tratamiento se realiza con medicamentos tópicos, aplicados directamente en el ojo.

Se usan soluciones de clorhexidina o PHMB, a veces combinadas con diamidinas. Es como poner el medicamento justo donde está el enemigo, en lugar de enviarlo por todo el cuerpo.

El uso de corticoesteroides es controversial: ayudan a bajar la inflamación, pero pueden abrir la puerta a infecciones secundarias, por ejemplo, por Streptococcus viridans.

En casos graves, cuando la córnea está muy dañada, puede necesitarse cirugía, como un trasplante de córnea.

Prevención de Infecciones por Acanthamoeba

Las medidas de prevención combinan el cuidado del agua y el cuidado de los ojos.

Igual que antes, es importante vigilar la cloración y la calidad microbiológica del agua, y evitar nadar en ríos o lagos de agua dulce tibia, sobre todo si el agua está sucia o estancada.

Pero además, para quienes usan lentes de contacto, se deben seguir estas pautas:

  • No usar agua del grifo (llave) para enjuagarlos.
  • No dormir con las lentillas puestas si no están diseñadas para eso.
  • Cambiar las soluciones de limpieza según las indicaciones del fabricante.

Balamuthia mandrillaris: Encefalitis Granulomatosa Amebiana (EGA)

Ahora vamos con Balamuthia mandrillaris.

Esta ameba también causa encefalitis granulomatosa, pero tiene una característica especial: muchas veces empieza con una lesión en la piel que no cura, y meses después aparece el daño en el sistema nervioso central.

Es como una infección que primero “toca la puerta” en la piel y luego, poco a poco, se mete a la casa y llega al cerebro.

Vamos a ver cómo se diagnostica, qué tratamiento se ha utilizado y cómo podemos prevenirla.

Diagnóstico de Balamuthia mandrillaris

El diagnóstico de Balamuthia es todavía más complicado.

Se pueden tomar biopsias de cerebro o de piel, según la etapa en la que se encuentre el paciente.

También se puede estudiar el líquido cefalorraquídeo cuando se realiza punción lumbar.

A diferencia de otras amebas de vida libre, Balamuthia no crece en agar no nutritivo con Escherichia coli, así que se necesitan otras técnicas:

  • Pruebas para detectar anticuerpos en suero.
  • Estudios de imagen (TAC o resonancia) que suelen mostrar lesiones multifocales en el cerebro.
  • Inmunofluorescencia para identificar específicamente al parásito en las muestras de tejido.

Es como buscar a alguien que no deja huellas dactilares: necesitas métodos más finos para reconocerlo.

Tratamiento de Balamuthia mandrillaris

El tratamiento es muy agresivo y combinado.

Se han utilizado esquemas con pentamidina, flucitosina, sulfonamidas, albendazol, azoles, macrólidos, anfotericina y miltefosina.

En algunos sobrevivientes se ha usado la combinación de trimetoprim-sulfametoxazol, azitromicina, fluconazol y miltefosina.

Aun así, el pronóstico es muy malo y suele quedar daño cerebral permanente.

Aquí podemos pensar en una batalla donde el enemigo ya está muy metido en el territorio y se necesitan muchos “soldados” (fármacos) para intentar controlarlo; pero aunque se logre, las secuelas suelen ser importantes.

De nuevo, lo ideal es prevenir y sospechar el diagnóstico lo más pronto posible.

Prevención de Balamuthia mandrillaris

La prevención en Balamuthia se centra sobre todo en el contacto con tierra y polvo contaminados.

Medidas preventivas:

  • Usar guantes al hacer jardinería o manipular tierra, y evitar tocarse la cara sin lavarse las manos.
  • Evitar inhalar polvo, sobre todo en zonas muy secas o con mucho viento; en esos casos, una mascarilla puede ayudar.
  • Las heridas abiertas no deben entrar en contacto con tierra, polvo ni agua turbia; deben mantenerse limpias y cubiertas.
  • Tampoco es buena idea nadar en ríos o lagos turbios si se tienen lesiones en la piel, ni jugar en lodo con heridas abiertas.

Piensen en una herida como una “puerta abierta” al interior del cuerpo. Si esa puerta se mete en el lodo o en la tierra sin protección, es mucho más fácil que algo entre.

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