12 Dic

EL ORIGEN DE LA FILOSOFÍA EN Grecia


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El origen de la filosofía se ha querido explicar a menudo recurriendo a la genialidad de los griegos; dejando a un lado el genio griego, cuya genialidad es tan difícil de negar como resulta difícil de explicar en qué consiste, han de tenerse en cuenta ciertas condiciones socioculturales que hicieron posible el surgimiento de la filosofía en Grecia.

La Grecia anterior al surgimiento de la filosofía se caracteriza por las siguientes circunstancias: en primer lugar, se trata de una sociedad aristocrática, agrícola y guerrera. La estructura social es la de una colectividad dividida en dos clases: la nobleza y el pueblo. En cuanto a los ideales morales, los nobles son los únicos depositarios de la virtud, siendo los valores supremos el linaje, el éxito y la fama. Una segunda carácterística peculiar de la cultura griega prefilosófica es que carece de libros sagrados y de un sistema educativo organizado. A partir del s. VII a.C. Tuvo lugar una honda transformación en la sociedad griega.  En general, se abre paso a la convicción de que la interpretación del universo y de la convivencia humana ha de asentarse sobre bases distintas, racionales. Esto nos permite comprender dos hechos fundamentales: que la filosofía surge en Grecia como una crítica de la sabiduría popular y que la crítica al mito se lleva a cabo en todos los frente

LOS FILÓSOFOS PRESOCRÁTICOS


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En el siglo VI a. C., en Grecia, un conjunto de hombres, llamados actualmente presocráticos, cuestionan las explicaciones míticas que reciben determinados problemas y buscan explicaciones más seguras. De esta forma, empiezan a investigar si detrás de la pluralidad de cambios que observamos en la naturaleza, incluida nuestra propia vida, existe una realidad básica, que no cambia jamás.
La escuela de Mileto En el siglo VI a. C. Grecia ocupaba buena parte de las cosas del Mediterráneo. Será la primera cuna de la filosofía. Parece que fue con Tales de Mileto, quien origina la filosofía. Comienza por cuestionarse el valor de las explicaciones míticas, considerándolas arbitrarias y busca explicaciones con necesidad lógica. 
Se produce así
el paso del mito al logos
Se trataba de buscar en la propia naturaleza las causas necesarias de los fenómenos, procurando encontrar una ley a partir de la cual se pudiera explicar racionalmente la realidad. Bajo el mundo aparente que llega a través de los sentidos, existe una realidad fija y básica, un sustrato, un principio, una naturaleza.
Según Tales el principio del que surge todo es el agua. Se basó en que el agua rodea toda la tierra, que se presenta en tres estados  que están en continua transformación, que interviene en todos los procesos vitales. Pero, lo verdaderamente importante de esta ingenua afirmación era que, por primera vez, se plantea la posibilidad de una investigación racional de la naturaleza, de hecho la idea del agua ya aparece en diversas mitologías.
 En contra de su maestro Tales ese principio no podía ser el agua ni ningún elemento determinado, pues no podría dar cuenta de todos los cambios. El apeiron está en todas las cosas, las une y las cambia. Anaximandro habla de un proceso cíclico, donde el mundo está condenado a desaparecer y de la sustancia primitiva surgirían otros mundos. AnaxíMenes de Mileto, discípulo de los anteriores, plantea la materia primera como el aire, como principio único de donde se originan todas las cualidades.


LOS FILÓSOFOS PRESOCRÁTICOS


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En el siglo VI a. C., en Grecia, un conjunto de hombres, llamados actualmente presocráticos, cuestionan las explicaciones míticas que reciben determinados problemas y buscan explicaciones más seguras. De esta forma, empiezan a investigar si detrás de la pluralidad de cambios que observamos en la naturaleza, incluida nuestra propia vida, existe una realidad básica, que no cambia jamás.
La escuela de Mileto En el siglo VI a. C. Grecia ocupaba buena parte de las cosas del Mediterráneo. Será la primera cuna de la filosofía. Parece que fue con Tales de Mileto, quien origina la filosofía. Comienza por cuestionarse el valor de las explicaciones míticas, considerándolas arbitrarias y busca explicaciones con necesidad lógica.

Se produce así el paso del mito al logos.

La expresión, del mito al logos, se refiere al origen de la filosofía como superación de las formas míticas y religiosas


En Grecia es la escuela de Mileto quien lo representa



 

Se trataba de buscar en la propia naturaleza las causas necesarias de los fenómenos, procurando encontrar una ley a partir de la cual se pudiera explicar racionalmente la realidad. Bajo el mundo aparente que llega a través de los sentidos, existe una realidad fija y básica, un sustrato, un principio, una naturaleza.
Según Tales el principio del que surge todo es el agua. Se basó en que el agua rodea toda la tierra, que se presenta en tres estados  que están en continua transformación, que interviene en todos los procesos vitales. Pero, lo verdaderamente importante de esta ingenua afirmación era que, por primera vez, se plantea la posibilidad de una investigación racional de la naturaleza, de hecho la idea del agua ya aparece en diversas mitologías.
 En contra de su maestro Tales ese principio no podía ser el agua ni ningún elemento determinado, pues no podría dar cuenta de todos los cambios. El apeiron está en todas las cosas, las une y las cambia. Anaximandro habla de un proceso cíclico, donde el mundo está condenado a desaparecer y de la sustancia primitiva surgirían otros mundos. AnaxíMenes de Mileto, discípulo de los anteriores, plantea la materia primera como el aire, como principio único de donde se originan todas las cualidades.


LOS PITAGÓRICOS


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También en el siglo VI a.C., pero en el sur de Italia , Pitágoras y su comunidad protagonizaban el nacimiento de un movimiento de investigación filosófica, matemática y mística.
 – Las doctrinas elementales son: Inmortalidad y trasmigración de las almas; descubrimiento de las relaciones entre la armónía musical, los acordes, los números y la realidad.
Conciben la naturaleza a partir de las relaciones numéricas, concepción muy marcada por el misticismo, responsable de la armónía que gobierna el cosmos. El cosmos es un todo ordenado por relaciones numéricas, los elementos de los números son lo ilimitado (impar) y lo limitado (par), y lo UNO está compuesto por ambos, por lo que la naturaleza misma es mezcla de unidad y multiplicidad, todo está regido por los mismos principios y rigen los números.

– Influyen enormemente en Platón, quien desarrolla ampliamente la inmortalidad del alma y la geometría para entender la realidad. El alma, que está unida al cuerpo, puede alcanzar la uníón con lo divino, por tanto uno de los objetivos de la secta pitagórica lograr la purificación del alma.
Este aspecto aparece fuertemente emparentado con la mentalidad del orfismo, movimiento religioso. El pensamiento de un alma inmortal es totalmente ajeno al espíritu griego antiguo. Pero al parecer esta situación cambió radicalmente a partir del siglo VI, posiblemente bajo la influencia de multitud de movimientos religiosos. El espíritu humano procede de otro mundo y se encuentra como desterrado en este, encadenado al cuerpo por la sensualidad. Existe un mundo de acá y otro de más allá. 

HERÁCLITO Y PARMÉNIDES –>


Con frecuencia se han repetido dos concepciones del mundo antagónicas y enfrentadas, como si  hubiese dos modelos dominantes de reflexión filosófica. Ellos dos son los fundadores de estas dos visiones del mundo.
HERÁCLITOS
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la observación y la reflexión sobre el cosmos que realiza, cercano a los pensadores de Mileto, le conducen a afirmar que todo está en constante proceso de cambio. En su polis de Éfeso había vivido muchos trastornos políticos y sociales, sabía muy bien de que nada es perdurable. Por otro lado, la especulación filosófica que lleva a cabo Parménides, cercano local y mentalmente al mundo pitagórico y que, consecuentemente, cuestiona los datos sensoriales, afirma, antagónicamente, que los cambios visibles son una apariencia que esconde una permanencia más profunda.

Heráclito de familia aristocrática, observador y especulativo, llamado el oscuro por su estilo aforístico y enigmático, concibe el mundo como un  proceso continuo de cambios. Su tesis fundamental radica en la afirmación del perpetuo fluir de todas las cosas. Heráclito afirma el dinamismo o la movilidad universal. El fuego es la metáfora que expresa su pensamiento- 
PARMÉNIDES –>  nacíó y vivíó en la ciudad de Elea. Su pensamiento es visto en polémica directa con el de Heráclito. Escribíó una obra filosófica en forma de poema, titulada Sobre la Naturaleza, en la que los cambios que afirma Heráclito son sólo apariencias sensoriales, la razón nos lleva a negarlos. Parménides asume esta concepción: si los sentidos nos dicen una cosa y la razón otra, debemos guiarnos más por la razón; los sentidos muchas veces nos engañan, en cambio un razonamiento lógico nunca engaña.  En su poema, afirma que una diosa le ha revelado una verdad incuestionable: “el ser es y el no ser no es”, es decir, el ser existe y la nada no existe. Él empieza a extraer consecuencias lógicas, y la más importante es la negación del cambio, el cual sería el paso de ser una determinada cosa a no ser esa cosa, o a la inversa. De esta forma, llegamos a que la afirmación del cambio es absurda; no hay ninguna posibilidad racional de entenderlo, ya que es pura ilusión.


LOS PLURISTAS –>


Empédocles, Anaxágoras y los atomistas Leucipo y Demócrito protagonizan el primer intento de conciliación. Pretende sumar perspectivas, aceptan que la Phycis es un proceso de cambio constante y que lo que es no puede venir de lo que no es.
Empédocles, establece la famosa teoría de los cuatro principios no reducibles unos a otros (agua, aire, fuego y tierra). Las cosas naturales son combinaciones en proporción matemática de estos elementos y estas combinaciones y recombinaciones están regidas por dos fuerzas: el amor, que atrae y el odio que divide.
Anaxágoras,  afirma que, no sólo existen cuatro principios, existen muchos más, tantos elementos primigenios como tipos de cosas; en cada cosa está la simiente, semilla o porción de todas las cosa que ella puede llegar a ser. El hecho que predomine un elemento u otro depende de la intervención de una fuerza a la que llama nous, es decir, depende de una mente o intelecto.

Los atomistas Leucipo y Demócrito   de quienes se ha llegado a decir que son los precursores de la visión actual de la materia. Ellos consideran que la realidad básica está integrada por una infinidad de pequeños objetos duros, invisibles etc. Todas las cosas de nuestro mundo, nosotros mismos, no son más que un conglomerado de átomos. Y los cambios que observamos en el mundo, y en nosotros mismos, no serían nada más que reconfiguraciones de este conglomerado. 

SOFISTAS


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  Atenas s. V a.C. Una sociedad democrática abierta al debate. Era necesaria una formación más amplia, para dominar de forma exacta el lenguaje.  El centro de interés de los filósofos anteriores era la naturaleza; los sofistas, rechazan esta temática cosmológica ante la imposibilidad de dar una respuesta unitaria al problema de la Phycis. Los nuevos filósofos se ocupan de problemas más cercanos, de cuestiones que giran directamente en torno al hombre, su educación para vivir en democracia, su organización social. 

– Los sofistas satisficieron una necesidad histórica ligada a la democracia: educaban y preparaban a sus alumnos cobrando la cantidad que había sido pactada, para la vida activa de la polis; enseñaban la excelencia que capacitaba en el dominio del lenguaje, la habilidad retórica y política que permitía argumentar, mostrando las dos caras de toda cuestión.
– Los sofistas cuestionaron la capacidad humana de alcanzar un conocimiento seguro y universal. Eran hombres que habían visitado diferentes polis y constataban las dificultades que se presentan en la consecución de un conocimiento fiable. El sofistas Gorgias, tenían actitudes todavía más radicales, pensaban que no se puede estar seguro de nada o de casi nada; esta postura recibe el nombre de escepticismo, que significa „examinar atentamente.

SÓCRATESs –>


  Rechaza el escepticismo como el relativismo, al igual que su discípulo Platón. El optimismo hacia la razón humana lo conduce a creer en la existencia de leyes estables, leyes que se pueden descubrir. Sócrates comparte con los sofistas la preocupación por la educación de los jóvenes y por alcanzar la areté. Pero esta está, la virtud, es el conocimiento. Las pretensiones de los sofistas son absurdas: pretenden enseñar la excelencia pero afirman que el conocimiento es imposible.


– El método socrático:

Era el arte del diálogo, de hacer las preguntas adecuadas llevando la discusión hacia un objetivo determinado. Se muestra ignorante sobre lo que está tratando, presentándose esa ignorancia como ironía , dando a entender lo contrario de lo que se dice. Con su arte de hacer preguntas, Sócrates llevaba a contradicciones desacreditadoras a quienes creían saber.  Ejercía el arte de ayudar a que nazcan las ideas.

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