10 May

La caída del zarismo en Rusia (1905-febrero de 1917): El fin del zarismo

A principios del siglo 20 en Rusia se mantenía una monarquía absoluta. El monarca, el zar, concentraba en sus manos el poder supremo del estado y lo ejercía sin límites. Para gobernar, el zar se apoyaba en la nobleza, la iglesia ortodoxa, el ejército y la burocracia. Aunque existía un parlamento (duma) sus poderes eran muy limitados pues el zar podía convocar o disolver la duma cuando quisiera. Las libertades políticas eran inexistentes y los opositores eran perseguidos por la policía política que ejercía una fuerte represión. La economía seguía siendo fundamentalmente agraria aunque la industrialización se había iniciado. La instalación de algunas industrias pesadas y la construcción del ferrocarril hicieron crecer la población obrera pero no tanto la burguesía empresarial ya que el desarrollo de la industria dependió del capital extranjero y de la iniciativa del estado. Desde los últimos años del siglo 19 existían distintas fuerzas políticas opuestas al zarismo. Estas fuerzas representaban a distintos grupos sociales e ideas políticas: había partidos burgueses, partidos campesinos (los socialrevolucionarios liderados por Kerensky) y partidos obreros revolucionarios divididos en dos grandes grupos: los mencheviques (moderados) y los bolcheviques (radicales, liderados por Lenin).

La revolución de 1905

En 1905 el ejército zarista fue derrotado por las tropas japonesas en una guerra motivada por los intentos de expansión de Rusia en Asia. Inmediatamente, se produjeron disturbios provocados tanto por el descontento que causó la derrota como por la crisis económica que se vivía en ese momento. La revolución de 1905 se desencadenó el 9 de enero cuando las masas populares se dirigieron al Palacio de Invierno en San Petersburgo, residencia del zar para hacerle llegar sus peticiones. Los manifestantes no pretendían destruir el zarismo, sino tan solo denunciar el mal gobierno y forzar el inicio de reformas políticas. Pero la respuesta de las autoridades fue una violenta represión que se saldó con numerosos muertos y heridos. Por eso se conoce a este día con el nombre de Domingo Sangriento. La oleada de protestas duró varios meses. Los campesinos y obreros se organizaron en soviets (consejos o asambleas populares) creando así un modelo de organización que tuvo gran importancia en el futuro. El zar se vio obligado a hacer algunas concesiones que se recogieron en el Manifiesto Imperial emitido en octubre de 1905. La principal fue la elección por sufragio universal de la duma. Rusia parecía convertirse en una monarquía parlamentaria. Pero el zar incumplió pronto sus compromisos y volvió a gobernar sin contar con la duma.

La revolución de febrero de 1917

En 1914 Rusia entró en la Primera Guerra Mundial. Ni la economía ni el ejército estaban preparados para la guerra. Las derrotas militares y el desabastecimiento en la retaguardia crearon un gran malestar que provocó huelgas y manifestaciones, reprimidas con gran dureza. La represión favoreció la unión de la oposición al zar. La revolución de 1917 comenzó tras la manifestación del 23 de febrero en San Petersburgo cuyo lema se resumía en ‘Paz y Pan’. El 25 estalló una huelga general y el 26 se produjeron motines en los cuarteles y las tropas se negaron a disparar contra los huelguistas. El 27 de febrero se creó un gobierno provisional en el que el moderado Kerensky era la figura más destacada. El gobierno pretendía instaurar un sistema político liberal y el zar fue obligado a abdicar. Pero el gobierno provisional no tenía autoridad en todo el territorio. Obreros, campesinos y soldados formaron soviets por todo el país que incluso llegaron a tener sus propias milicias armadas (Guardia Roja). Pronto los soviets se inclinaron hacia los bolcheviques, que pedían el abandono de la guerra, la mejora de las condiciones de vida de los obreros, el reparto de tierras para los campesinos y el reconocimiento de las minorías nacionales.

La formación del Estado Soviético (1921-1929): La NEP

La revolución había logrado sobrevivir, pero a costa de enormes pérdidas materiales y humanas. En 1921 se estableció una nueva política económica (NEP) con el objetivo de reconstruir la maltrecha economía. Se dejó a los agricultores cultivar y vender libremente, se autorizó el libre comercio interior y se permitió la propiedad privada de pequeñas y medianas empresas industriales. El estado mantuvo bajo su control los transportes, el comercio exterior, la banca y las grandes empresas. Estas medidas provocaron el crecimiento de la economía. Los propietarios industriales y comerciales y los campesinos adinerados (los kulaks) se enriquecieron, por lo que la burguesía resurgió. Esto provocó fuertes tensiones y generó un amplio debate dentro del partido.

La URSS: Un nuevo estado

En 1922 nació la URSS (Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas). Era una federación de repúblicas cuyo número se fue ampliando. Se trataba de un estado plurinacional y multiétnico, casi tan grande como el antiguo imperio de los zares. En 1923 se elaboró la constitución que delineaba el sistema político del nuevo estado: las repúblicas tenían autonomía en política interna, en materias como organización judicial, enseñanza, sanidad y uso de las lenguas y costumbres propias. Las repúblicas podían abandonar la unión. El órgano supremo legislativo era el Soviet Supremo (elegido por los soviets de las repúblicas). El Soviet Supremo nombraba al Presidium cuyo presidente era el jefe del estado, y al Consejo de Comisarios del Pueblo una especie de consejo de ministros. Pero en realidad la organización política era controlada por el partido único (Partido Comunista o PCUS) cuyo principal órgano era el Comité Central, dirigido por el Secretario General. En 1924 el Estado Soviético normalizó sus relaciones exteriores y numerosos países lo reconocieron.

La URSS y el internacionalismo

Lenin pensaba que era necesario extender la revolución fuera de la URSS. Por eso creó en 1919 la Tercera Internacional (conocida también como Comintern o Internacional Comunista) y se invitó a distintos países, con la intención de crear partidos comunistas en ellos. La mayoría de los partidos comunistas se crearon por escisiones de los partidos socialistas. Los partidos comunistas siguieron el modelo del PCUS: un modelo de partido muy centralizado y poco democrático en el que las críticas eran consideradas disidencias casi siempre.

Una economía planificada

A partir de 1927 Stalin promovió la idea de que el estado debía planificar la economía. Se creó el Gosplan, organismo encargado del diseño y preparación del plan. Cada plan duraba 5 años (por eso se llaman planes quinquenales) y en ellos se fijaban los objetivos económicos que se debían conseguir y los recursos que se usarían para lograrlos.

La colectivización agraria: Koljoses

Grandes granjas que funcionaban en régimen de cooperativa.

Sovjoses

Granjas estatales que utilizaban mano de obra asalariada… En ambas se potenció la maquinaria y la aplicación de técnicas agrícolas avanzadas.

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