11 Jul
La Guerra de Independencia Española (1808-1814)
Causas de la Guerra de Independencia
La Guerra de Independencia española (1808-1814) fue resultado de un contexto histórico complejo, en el que confluyeron causas internacionales y nacionales.
- Expansión del Imperio Napoleónico: Tras la Revolución Francesa de 1789 y el ascenso de Napoleón Bonaparte, Francia intentó consolidar su dominio sobre Europa. En este marco, se firmó el Tratado de Fontainebleau, que permitía a las tropas francesas entrar legalmente en España para invadir Portugal. Sin embargo, aprovechando la inestabilidad interna del país, aquella entrada acabó convirtiéndose en una auténtica ocupación.
- Crisis de la Monarquía Española: A ello se sumaba la profunda crisis de la monarquía española, provocada por el enfrentamiento entre Carlos IV y su hijo Fernando VII. Esta tensión fue aprovechada por Napoleón, quien convocó a ambos en Bayona y forzó las conocidas Abdicaciones de Bayona, imponiendo a su hermano José Bonaparte como rey de España. Este hecho generó una gran indignación en la población.
- Rechazo a la Ocupación Francesa: Por último, el rechazo a la ocupación francesa se vio intensificado por el sentimiento nacional y la expansión de ideas ilustradas y liberales. El estallido de levantamientos populares en diversas ciudades confirmó el rechazo social a la injerencia francesa.
Estas causas desencadenaron una guerra dura y prolongada. Durante el conflicto, se constituyeron las Cortes de Cádiz (1810-1813), donde se redactó la primera constitución liberal española: la Constitución de Cádiz (1812).
El Sexenio Democrático (1868-1874)
Causas del Sexenio Democrático
El Sexenio Democrático (1868-1874) fue un periodo de profundos cambios políticos y sociales en España, impulsado por diversas causas:
- Desgaste del Reinado de Isabel II: El reinado de Isabel II (1843-1868) estuvo marcado por la corrupción, el caciquismo y la continua inestabilidad política, con frecuentes cambios de gobierno (especialmente en su última etapa). Esta situación generó un creciente descontento en la sociedad, que comenzó a cuestionar abiertamente la monarquía.
- Crisis Económica de 1860: A este malestar se sumó una grave crisis económica en la década de 1860, provocada por el estancamiento de la agricultura y la industrialización, el aumento del paro y la inflación, lo que incrementó la tensión social.
- Expansión de Ideas Liberales Progresistas: Simultáneamente, las ideas del liberalismo progresista se expandían por toda Europa, y en España ganaban adeptos entre quienes exigían un modelo político más democrático.
- Papel del Ejército y la Revolución de 1868: En este contexto, el ejército tuvo un papel decisivo: en 1868, los generales Prim y Serrano lideraron una revolución armada conocida como «La Gloriosa», que forzó el exilio de Isabel II y permitió la apertura de un nuevo ciclo político.
Así comenzó el Sexenio Democrático, una etapa en la que se intentó aplicar el liberalismo con una orientación democrática. Durante este periodo se sucedieron un Gobierno Provisional, el reinado de Amadeo I y la Primera República, aunque el proyecto reformista acabó fracasando ante la inestabilidad y la oposición.
La Tercera Guerra Carlista y la Abolición Foral (1872-1878)
Consecuencias de la Tercera Guerra Carlista y la Abolición Foral
La Tercera Guerra Carlista (1872-1876), la posterior abolición de los fueros (1876) y la implantación de los Conciertos Económicos (1878) fueron hitos clave en nuestra historia.
- Derrota Carlista y Reformas Uniformadoras: En esta guerra, los carlistas defendían la tradición y los fueros frente al proyecto liberal y centralizador del Estado. Tras su derrota, se impuso una serie de reformas de carácter uniformador.
- Abolición de los Fueros: La Ley del 21 de julio de 1876 supuso la abolición de los fueros en Vizcaya, Guipúzcoa y Álava, lo que significó el fin de gran parte de su autogobierno. Navarra, que ya había visto reducida su autonomía con la Ley Paccionada de 1841, también sufrió un recorte de sus competencias a partir de esta fecha.
- Implantación de los Conciertos Económicos: No obstante, la pérdida foral no fue absoluta: en 1878, tras conflictos, se implantaron los Conciertos Económicos en las provincias vascas, mediante los cuales podían conservar su sistema fiscal propio, gestionando sus ingresos y abonando una cantidad pactada al Estado, conocida como el cupo.
- Génesis del Nacionalismo Vasco: Esta equiparación jurídica y administrativa provocó un fuerte malestar en la sociedad vasca, ya que se percibió como una agresión a su identidad. Este descontento fue el germen del nacionalismo vasco, que, liderado por Sabino Arana a finales del siglo XIX, planteó una nueva forma de reivindicación política basada en la defensa cultural y foral.
La Crisis de 1917 en España
Causas de la Crisis de 1917
La Crisis de 1917 reflejó la profunda descomposición del sistema de la Restauración y puso en evidencia sus debilidades estructurales. Se trató de una triple crisis —social, militar y política— que estalló de forma simultánea y fue agravada por los efectos indirectos de la Primera Guerra Mundial.
- Crisis Social y Huelga General: Aunque España no participó en el conflicto, sí se benefició de la coyuntura, lo que enriqueció a ciertos empresarios. Sin embargo, los salarios no aumentaron al ritmo de los precios, lo que provocó una fuerte pérdida de poder adquisitivo entre las clases populares. En respuesta a esta situación, la UGT y la CNT convocaron una huelga general en agosto de 1917, exigiendo mejoras laborales y sociales.
- Crisis Militar y Juntas de Defensa: Por otro lado, la crisis militar tuvo su origen en el malestar del cuerpo de oficiales, que denunciaban la arbitrariedad en los ascensos. Para defender sus intereses, formaron las Juntas de Defensa, a las que el gobierno acabó cediendo, debilitando aún más su autoridad.
- Crisis Política y Asamblea de Parlamentarios: Finalmente, la crisis política se evidenció con la convocatoria de la Asamblea de Parlamentarios en Barcelona por parte de la Lliga Regionalista, que exigía una reforma del sistema. La respuesta del gobierno fue la represión.
Esta confluencia de tensiones agravó la desafección hacia la monarquía de Alfonso XIII y abrió el camino a la dictadura de Primo de Rivera en 1923.
La Revolución Industrial en Vizcaya
Causas de la Revolución Industrial Vizcaína
La Revolución Industrial en Vizcaya durante el siglo XIX y comienzos del XX fue el resultado de una combinación de factores geográficos, económicos, políticos y sociales.
- Autonomía Fiscal y Conciertos Económicos: En primer lugar, la implantación de los Conciertos Económicos tras la abolición foral en 1876 otorgó autonomía fiscal a la provincia, lo que permitió destinar recursos al impulso industrial.
- Riqueza Minera y Tecnología: Además, la abundancia y calidad del mineral de hierro, junto a su fácil extracción y cercanía al mar, favorecieron la actividad minera. Hierro que fue demandado debido a la incorporación de tecnología como el Convertidor Bessemer, que impulsó la metalurgia moderna.
- Reorientación Comercial: A ello se sumaron las consecuencias de la Primera Guerra Carlista, que desplazó las aduanas a la costa, cerrando el comercio exterior y orientando a los comerciantes bilbaínos hacia el mercado interior, lo que incentivó la inversión local.
- Legislación Económica y Proteccionismo: La legislación económica también fue determinante. Leyes como la del Ferrocarril (1855), la de Bancos (1856) y la de Minas (1869) facilitaron la financiación y la llegada de capital extranjero. Asimismo, el proteccionismo impulsado por la Ley Arancelaria de 1891 protegió la industria local.
- Contexto Internacional: Finalmente, el contexto internacional también jugó a favor: la Primera Guerra Mundial estimuló la producción industrial, sobre todo en el sector armamentístico, consolidando así el despegue industrial vizcaíno.
Consecuencias de la Revolución Industrial Vizcaína
La Revolución Industrial en Vizcaya tuvo profundas consecuencias que transformaron por completo la economía, la sociedad y el paisaje del territorio:
- Impacto Económico: El territorio pasó de una economía agraria a otra basada en la industria pesada, especialmente la siderurgia. Se diversificaron las actividades económicas con el desarrollo de bancos, seguros, transporte y comercio internacional. Este auge económico consolidó una burguesía industrial poderosa.
- Transformación Social: Socialmente, la industrialización provocó una gran migración del campo a las ciudades (éxodo rural), principalmente hacia Bilbao. Surgió así una nueva clase obrera sometida a duras condiciones laborales, largas jornadas y salarios bajos. La brecha entre burguesía y proletariado se amplió, y ello impulsó la organización de los trabajadores. Se crearon sindicatos y asociaciones obreras, y se difundieron ideologías como el socialismo, el anarquismo y el comunismo.
- Impacto Urbano y Ambiental: El impacto urbano fue notable. Bilbao creció aceleradamente, se industrializó su periferia y se formaron barrios obreros (especialmente en la margen izquierda) en condiciones precarias, con presencia de chabolas. Además, la ría de Bilbao sufrió una fuerte contaminación. El desarrollo de infraestructuras como ferrocarriles, fábricas y un puerto modernizado acompañó esta transformación. Mientras, la margen derecha era donde vivía la burguesía.
- Consecuencias Políticas: Por último, en el plano político, la élite económica ganó influencia y aumentó la conciencia identitaria vasca. La industrialización y la inmigración contribuyeron al auge del nacionalismo vasco como respuesta a los cambios sociales y culturales vividos.
El Pluralismo Político Vasco en la Restauración
Causas del Pluralismo Vasco en la Restauración
La diversidad política vasca durante la Restauración fue resultado de factores históricos, sociales y económicos que reflejaron la singularidad del País Vasco y su relación con el resto del Estado:
- Identidad Vasca y Defensa Foral: Uno de los elementos clave fue la identidad vasca, sustentada en la lengua, la cultura y la tradición política propias. Esta identidad se articuló en torno a la defensa del sistema foral, que había otorgado amplias competencias hasta su abolición. Tanto el carlismo como el nacionalismo vasco asumieron esa defensa, aunque desde perspectivas diferentes.
- Persistencia del Carlismo: El carlismo, movimiento tradicionalista y monárquico, conservó fuerza en el País Vasco incluso tras las guerras carlistas, apoyado por sectores rurales y religiosos.
- Emergencia del Nacionalismo Vasco: En contraposición, el nacionalismo vasco, fundado por Sabino Arana en 1895, ofrecía una visión más moderna, basada en la autodeterminación, la cultura y los derechos históricos del pueblo vasco.
- Industrialización y Movimiento Obrero: La industrialización también fue clave, al generar una clase obrera que impulsó el desarrollo del socialismo, el anarquismo y el republicanismo, especialmente en los núcleos urbanos.
- Descrédito del Sistema Político Español: A esto se sumó el descrédito del sistema político español, dominado por el caciquismo y la corrupción, lo que favoreció el crecimiento del regionalismo.
En este contexto, el pluralismo político vasco reflejaba tanto la diversidad ideológica como las tensiones entre modernidad, tradición y reivindicación identitaria.
Consecuencias del Pluralismo Vasco en la Restauración
El pluralismo político vasco durante la Restauración tuvo importantes repercusiones en la vida política y social del territorio.
- Auge del Nacionalismo Vasco: Una de las principales consecuencias fue el auge del nacionalismo vasco, que, liderado por el Partido Nacionalista Vasco (PNV) desde su fundación en 1895, promovió una visión diferenciada de la identidad vasca basada en la cultura, la lengua y la historia propias. Esta identidad singular se vio reforzada por la rápida modernización e industrialización del País Vasco, que acentuó las diferencias con otras regiones del Estado.
- Fragmentación Política: Frente a esta corriente, surgieron fuerzas defensoras de la unidad nacional española, como los partidos conservadores, republicanos y socialistas. El choque entre el nacionalismo vasco y el español provocó un escenario político fragmentado y tenso.
- Conflictividad Laboral: Además, la expansión industrial generó una intensa conflictividad laboral. La clase obrera se organizó en torno a sindicatos como la UGT y a corrientes anarquistas, lo que dio lugar a huelgas y protestas. La falta de entendimiento entre el nacionalismo vasco y los movimientos obreros dificultó la unidad de la clase trabajadora.
- Descentralización y Tensiones Internas: En el ámbito institucional, las diputaciones forales jugaron un papel relevante en la gestión local, favoreciendo cierta descentralización. Sin embargo, esa diversidad política también generó tensiones internas y dificultades para enfrentar el centralismo estatal de forma unitaria.
La Etapa del Frente Popular (1936)
Causas de la Etapa del Frente Popular
El Frente Popular fue una coalición política formada en 1936 por partidos de izquierda y sindicatos durante la Segunda República. Su formación se debió a una combinación de factores políticos, sociales y económicos acumulados durante la Segunda República.
- Reacción al Bienio Conservador: En el ámbito político, el Bienio Conservador (1933-1935) supuso un freno a las reformas iniciadas en el primer Bienio Progresista. La dura represión de la Revolución de Octubre de 1934, especialmente en Asturias y Cataluña, generó miles de muertos y presos políticos, lo que intensificó el sentimiento de unidad en las fuerzas de izquierda.
- Polarización Política y Auge del Fascismo: La creciente polarización política y social también fue clave. Mientras la izquierda se encontraba dividida, la derecha radical, encabezada por la CEDA y apoyada por sectores conservadores como la Iglesia y los grandes propietarios, amenazaba con imponer un modelo autoritario. El auge del fascismo en Europa acentuó este temor.
- Estrategia Antifascista del Komintern: Como respuesta, los partidos progresistas y los sindicatos conformaron una coalición electoral: el Frente Popular, inspirada en la estrategia del Komintern de crear frentes antifascistas.
- Crisis Económica y Demandas Sociales: En el plano económico, la crisis derivada de la Gran Depresión había agravado las tensiones sociales. Los campesinos y obreros exigían la reactivación de las reformas del primer bienio, lo que se convirtió en el eje del programa electoral.
La coalición se presentó a las elecciones anticipadas de febrero de 1936 con un programa de recuperación de derechos, logrando una ajustada victoria.
Consecuencias de la Etapa del Frente Popular
La llegada al poder del Frente Popular en febrero de 1936, en un clima de polarización extrema, tuvo consecuencias políticas y sociales de gran calado.
- Reactivación de Reformas y Reacción Conservadora: El nuevo gobierno retomó las reformas del primer Bienio Progresista, como la redistribución de tierras y la amnistía para los presos políticos de la Revolución de 1934. Estas medidas fueron bien recibidas por los sectores populares, pero despertaron el rechazo de las élites conservadoras y los grandes propietarios rurales. El impulso reformista provocó ocupaciones de tierras y una intensa movilización sindical.
- Intensificación de la Violencia Política: Al mismo tiempo, se intensificó la violencia política: los enfrentamientos entre falangistas y militantes de izquierdas se multiplicaron, evidenciando la fragilidad institucional. Asimismo, los ataques contra la Iglesia y propiedades religiosas alimentaron aún más el conflicto ideológico entre laicos y católicos.
- Divisiones Internas y Debilidad Gubernamental: En el plano político, el Frente Popular padeció fuertes divisiones internas entre comunistas, socialistas y anarquistas, lo que dificultó la toma de decisiones y la estabilidad del gobierno. El presidente de la República, Niceto Alcalá-Zamora, fue sustituido por Manuel Azaña.
- Conspiración Militar y Estallido de la Guerra Civil: Sin embargo, el cambio no logró estabilizar el gobierno, ni frenar la conspiración militar impulsada por la Unión Militar Española. La radicalización de la derecha, la debilidad institucional y la tensión en el seno del ejército desembocaron en el golpe de Estado del 17 de julio de 1936, que inició la Guerra Civil.
La Guerra Civil en el País Vasco (1936-1937)
Causas de la Guerra Civil en el País Vasco
La Guerra Civil en el País Vasco, enmarcada en el conflicto nacional de 1936, tuvo causas propias que reflejaban la complejidad política, social y territorial del momento.
- Polarización Política Regional: Una de las principales tensiones fue la polarización política: mientras en otras regiones predominaban fuerzas conservadoras, en el País Vasco los partidos nacionalistas y de izquierda contaban con un amplio respaldo popular, lo que generaba choques con sectores centralistas.
- Cuestión Nacional Vasca y Autonomía: La cuestión nacional vasca fue otro factor central. El deseo de autonomía y el reconocimiento de la identidad vasca fueron banderas clave del nacionalismo. La aprobación del Estatuto de Autonomía, en plena guerra, evidenció esta aspiración y supuso una fuente de conflicto con el poder central.
- Desigualdades Sociales y Movimiento Obrero: Las desigualdades sociales derivadas de la industrialización también alimentaron el malestar. La clase obrera vasca, formada en gran parte por inmigrantes, sufría condiciones laborales duras, lo que provocaba protestas y huelgas. En este contexto, crecían las ideas obreras, tanto socialistas como anarquistas.
- Auge de Ideologías Extremas y Reformas Republicanas: El auge de ideologías extremas, tanto de derechas como de izquierdas, incrementó los enfrentamientos, mientras que las reformas impulsadas por la Segunda República generaron resistencias en sectores conservadores.
La violencia política, las huelgas y los conflictos sociales fueron la antesala de una guerra que también se libró en clave vasca.
Consecuencias de la Guerra Civil en el País Vasco
La Guerra Civil dejó profundas secuelas en el País Vasco, que afectaron tanto a nivel material como político, social y cultural.
- Destrucción Material y Desplazamientos: En primer lugar, la contienda causó una gran destrucción en infraestructuras clave como fábricas, viviendas y edificios públicos. Además, el conflicto generó una fuerte ola de desplazamientos y exilios. Muchas personas huyeron, especialmente hacia Francia, por temor a la represión. El Gobierno Vasco también se exilió, y desde allí José Antonio Aguirre intentó mantener la legitimidad institucional.
- Represión Franquista: La represión fue especialmente dura. Se produjeron ejecuciones, encarcelamientos y persecuciones políticas, destacando la violencia franquista contra clérigos vinculados al nacionalismo vasco, lo que resultó paradójico en un contexto donde la Iglesia solía apoyar al régimen.
- Sociedad Dividida y Silenciada: Socialmente, la guerra dejó una sociedad profundamente dividida y polarizada, marcada por el miedo y el silencio.
- Pérdida de Autogobierno y Represión Cultural: En el ámbito institucional, Guipúzcoa y Vizcaya perdieron el Concierto Económico, lo que supuso un retroceso en el autogobierno. Esta situación alimentó el sentimiento nacionalista, que se reforzó en la posguerra como una respuesta al centralismo. Además, la dictadura impuso una dura represión cultural, eliminando símbolos e instituciones vascas.
A pesar de ello, la identidad vasca sobrevivió y resurgió en las décadas siguientes, especialmente con la aprobación del Estatuto de Autonomía en 1979.
La Autarquía Económica Franquista (1939-1959)
Causas de la Autarquía Económica
La autarquía económica fue la política económica aplicada por el franquismo tras la Guerra Civil, entre 1939 y 1959, con el objetivo de lograr la autosuficiencia nacional a través del control estatal de la economía. Sus líneas generales se establecieron en la Ley de Protección de las Industrias de Interés Nacional. Esta estrategia fue consecuencia de una combinación de factores internos y externos.
- Ideología del Régimen y Consecuencias de la Guerra: En el plano interno, la ideología del régimen, influida por el pensamiento falangista, rechazaba el liberalismo económico y promovía la independencia respecto al exterior. A esto se sumaban las consecuencias de la propia guerra: la destrucción de infraestructuras, la pérdida de mano de obra y el colapso del aparato productivo situaron al país en una situación crítica. Ante esta realidad, el Estado adoptó una política intervencionista.
- Intervencionismo Estatal: Se nacionalizó el comercio del trigo mediante el Servicio Nacional del Trigo, para hacer frente a la crisis agraria y la escasez alimentaria, y, en 1941, se creó el INI (Instituto Nacional de Industria) para impulsar sectores estratégicos.
- Aislamiento Internacional: Desde el exterior, España quedó aislada tras la Segunda Guerra Mundial por su afinidad con las potencias del Eje. Fue excluida del Plan Marshall y no ingresó en la ONU. Además, la escasez de divisas y las restricciones comerciales impuestas por los Aliados dificultaron el acceso a materias primas, obligando al país a desarrollar fuentes internas de energía.
Consecuencias de la Autarquía Económica
La autarquía económica fue la política aplicada por el franquismo tras la Guerra Civil (1939-1959), con el objetivo de lograr la autosuficiencia mediante el control estatal de la producción y el comercio. Aunque buscaba fortalecer la economía interna, sus consecuencias fueron mayoritariamente negativas:
- Estancamiento Económico y Escasez: En términos económicos, la autosuficiencia promovida por el régimen derivó en estancamiento y atraso. La utilización de tecnología obsoleta y la escasa productividad agrícola e industrial generaron una grave escasez de productos básicos. Esto obligó a instaurar el racionamiento mediante cartillas y favoreció el auge del mercado negro. El cierre al comercio exterior provocó la caída de las exportaciones y la falta de divisas, lo que agravó la crisis financiera. Además, muchas de las empresas estatales creadas por el INI resultaron ineficientes y poco rentables, lo que incrementó el déficit público.
- Empobrecimiento Social y Migración: Desde el punto de vista social, se produjo un empobrecimiento generalizado. Los salarios eran bajos, la desnutrición se extendió y aumentó la mortalidad. El régimen respondió con medidas asistenciales (Auxilio Social). En el medio rural, la falta de oportunidades provocó una migración masiva hacia las ciudades y, posteriormente, al extranjero.
- Aislamiento Político Internacional: En el ámbito político, el aislamiento internacional y la exclusión de organismos como la ONU mantuvieron a España marginada.
El fin de la autarquía llegó en 1959, cuando el gobierno tecnócrata del Opus Dei aprobó el Plan de Estabilización.
La Crisis del Tardofranquismo (1969-1975)
Causas de la Crisis del Tardofranquismo
El Tardofranquismo (1969-1975) se caracterizó por la decadencia del régimen y la progresiva apertura hacia la Transición democrática, debido a una serie de factores interrelacionados.
- Crisis Económica Internacional: Uno de los más relevantes fue la crisis económica provocada por el contexto internacional. Tras el crecimiento de los años sesenta, la crisis del petróleo de 1973 afectó seriamente a la economía española.
- Transformación Social: A ello se sumaba una transformación social profunda: la urbanización, el ascenso de una clase media crítica y el regreso de emigrantes desde Europa introdujeron ideas democráticas y progresistas.
- Fortalecimiento de la Oposición: En paralelo, se fortaleció la oposición política. El Partido Comunista (PCE), el PSOE y los nacionalismos catalán y vasco ganaron apoyo, al tiempo que crecían los movimientos sociales y sindicales, como Comisiones Obreras (CCOO) o el movimiento estudiantil. También aumentó la actividad de grupos armados como ETA, FRAP o DRIL.
- Crisis Interna del Régimen: El régimen, por su parte, sufría una crisis interna. La división entre sectores aperturistas e inmovilistas se acentuó tras el asesinato de Carrero Blanco en 1973, lo que dejó un vacío de poder. La figura de Franco, ya envejecido, era cada vez menos efectiva.
- Presión Internacional: Finalmente, la presión internacional también fue determinante. En una Europa cada vez más democrática, España era criticada por la represión y las ejecuciones, lo que minaba su legitimidad exterior.
La muerte de Franco el 20 de noviembre de 1975 marcó el fin del franquismo y el inicio de la Transición.
Consecuencias de la Crisis del Tardofranquismo
El Tardofranquismo (1969-1975) se caracterizó por la decadencia del régimen y sus consecuencias fueron decisivas para el fin del régimen y el inicio de la Transición democrática.
- Fin de la Dictadura y Papel de la Monarquía: La muerte de Franco, el 20 de noviembre de 1975, marcó el final de la dictadura. Juan Carlos I fue proclamado rey y se convirtió en la figura clave del proceso de cambio.
- Reformas Políticas y Elecciones Democráticas: En 1976, se nombró presidente a Adolfo Suárez, quien lideró una serie de reformas con el objetivo de desmontar el régimen desde dentro. Una de las medidas más importantes fue la aprobación de la Ley para la Reforma Política, que permitió la legalización de partidos y sindicatos y convocar elecciones. En 1977 se celebraron las primeras elecciones democráticas, ganadas por la UCD, se reconocieron sindicatos como CCOO y UGT, se legalizó el PCE y se disolvió el Movimiento Nacional.
- Consolidación Democrática: La Constitución de 1978 consolidó la democracia, estableciendo derechos fundamentales, división de poderes, sufragio universal, autonomía territorial y laicidad del Estado.
- Dificultades y Violencia: Sin embargo, el proceso no estuvo exento de dificultades. Sectores del «búnker» franquista se resistieron, y en 1981 intentaron un golpe de Estado (23-F), que fracasó. Además, España arrastraba problemas económicos como inflación y desempleo. La violencia también persistió: ETA intensificó su actividad y surgieron grupos de extrema derecha, algunos con apoyo e impunidad por parte de sectores policiales.
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