16 Feb

SUJETO (SN-Suj)

  • El sujeto es aquel sintagma nominal (grupo de palabras unidas entre sí en torno al nombre) que concuerda en número y persona con el verbo.

El sujeto es «agente» si realiza la acción del verbo (Juan come manzanas), oración activa; y es «sujeto paciente» si la recibe (Las manzanas son comidas por Juan), oración pasiva.

Cuando analicemos una oración sintácticamente, el sujeto lo expresamos como SN-SUJ (si el sujeto es paciente, en las oraciones pasivas, lo expresamos SN-SUJ PAC). SN significa Sintagma Nominal.

PREDICADO (SV-PV o SV-PN)

  • El predicado es aquello que se dice del sujeto. Señala una acción, proceso o estado: (Juan salta; Juan duerme; Juan está enfermo)

Según el verbo (parte principal del predicado) podemos clasificarlo en:

  • Predicado Verbal (el verbo predicativo es el núcleo del predicado: Juan estudia inglés);
  • Predicado Nominal (el verbo copulativo simplemente une el sujeto con el atributo: Juan es inteligente).


El Predicado Nominal (SV-PN)

El predicado nominal se caracteriza por llevar un verbo copulativo o semicopulativo junto con un atributo, siendo ambos elementos imprescindibles. Los verbos copulativos incluyen ser, estar y parecer, mientras que los semicopulativos, como encontrarse, seguir, quedar, entre otros, ocasionalmente cumplen esa función.

En este tipo de predicado, el verbo actúa como enlace entre el sujeto y el atributo, sin tener un valor semántico propio. El atributo proporciona el significado al predicado y puede ser pronominalizado con «lo» en casos de verbos copulativos.

El atributo es lo que se dice del sujeto y puede ser un sintagma adjetival, nominal, preposicional, adverbial o una proposición subordinada. Hay una identificación entre el sujeto y el atributo, como en «Juan es simpático» donde Juan = simpático.

En ocasiones, los verbos copulativos no llevan atributo, convirtiendo la oración en predicativa. En estos casos, el verbo «ser» equivale a suceder o existir, y «estar» equivale a encontrarse o hallarse en un lugar.

Para reconocer el atributo en una oración:

El verbo del predicado es copulativo.


Se puede pronominalizar por «lo» en casos de verbos copulativos.

Los complementos directos, predicativos, de régimen, preposicionales regidos y suplementos no pueden aparecer en el predicado nominal. Puede llevar complementos circunstanciales y, en ocasiones, complemento indirecto.

El Predicado Verbal (SV-PV)

El núcleo es el verbo predicativo. Aporta una información significativa al sujeto (Toni compró un coche; Diego lee el periódico; El defensa llegó tarde al balón…). Puede ir acompañado de complementos verbales:

El Complemento Directo (CD)

El complemento directo (CD) es un sintagma nominal que algunos verbos transitivos necesitan para completar su significado en el predicado verbal. Los verbos transitivos, como traer, exponer, comprender, comprar, llevar, entregar, entre otros, requieren un CD para tener sentido completo, mientras que los intransitivos no necesitan este complemento.


El CD puede ser un pronombre cuando se sabe a qué se refiere, por ejemplo, «Tráeme eso; lo traigo.» Puede llevar la preposición «a» cuando su núcleo es un nombre de persona («He visto a Sara») y no llevarla cuando el nombre es de cosa («Ya he visto esa película»). Sin embargo, un nombre de persona irá sin «a» cuando no esté bien individualizado, por ejemplo, «Busco empleado» frente a «Busco al empleado». La preposición «a» también puede preceder a nombres de cosas cuando son complementos directos de un verbo que generalmente lleva un complemento de persona, como en «Trata a su moto con mimo».

Cualquier CD puede ser sustituido por pronombres átonos de 3ª persona como lo, la, los, las, se. En el caso de la 1ª y 2ª persona, se utilizan me, nos, te, os, respectivamente.

Es importante distinguir el CD de otros complementos como los circunstanciales de tiempo o cantidad. Se puede comprobar si el sintagma puede ser sustituido por pronombres átonos para confirmar si es un CD. Por ejemplo, «El tablón mide tres metros» puede ser sustituido por «Los mide», lo que indica que «tres metros» es un CD.


El Complemento Indirecto (CI)

expresa la persona, animal o cosa que recibe el beneficio o el daño de la acción verbal. Se presenta como un sintagma preposicional (S.Prep) precedido de la preposición «a». Puede conmutarse por pronombres como le, les y se, y al igual que el Complemento Directo (CD), puede ser sustituido por me, nos, te, os.

Es importante diferenciar el CI del CD, ya que ambos pueden llevar la preposición «a». Un criterio para reconocerlos es la pronominalización:

Para el CD, al sustituirlo por un pronombre personal, este varía según el género: «Miró a Pablo – Lo miró; Miró a Teresa – La miró; Miró a sus padres – Los miró.»

En cambio, al sustituir un CI por un pronombre, este es invariable en género, utilizando siempre le o les: «Entregó el paquete a Pablo – Le entregó el paquete; Entregó el paquete a ellos – Les entregó el paquete.»

Los verbos intransitivos y transitivos pueden llevar CI, y en ocasiones, se duplica el CI en una oración, como en «Le dije a Gabriel tu respuesta» o «A mi hermana le gusta Mozart.» Transformación en oración pasiva. Al transformar una oración de voz activa (regaló) a voz pasiva (fue regalado) el CD pasa a ser el sujeto paciente de esa nueva oración. El CI, en cambio, permanece inalterable. Por ejemplo:


 – Andrés regaló el ramo de flores a la ganadora del concurso.

       S                                CD                                   CI

 – El ramo de flores fue regalado por Andrés a la ganadora del concurso.

          S PAC                                          C. Ag                            CI

Los pronombres personales de 3ª persona como CD y CI.

Vamos a ver cuáles son los usos originarios de los pronombres personales de 3ª persona:

Como CD

lo (los)

Lo miró (a Pablo).

Los miró (a ellos).

la (las)

La miró (a Inés).

Las miró (a ellas).

Como CI

le (les)

Le di un beso (a Pablo).

Les di un beso (a ellos)

Le di un beso (a Teresa).

Les di un beso (a ellas).

Veamos ahora algunos usos que se apartan de estos:

 Leísmo. En muchos lugares, se usa le como CD, y se dice Le vi (a Lucas) en vez de Lo vi.


Este uso es aceptable cuando nos referimos a nombres masculinos de persona en singular (como en el ejemplo). Pero es incorrecto si esos nombres van en plural o si nos referimos a nombres femeninos de persona o a nombres de animales u objetos. Es incorrecto: Señora, a usted no le* he llamado; A mi perro no le* he visto hace rato; Ese libro ya le* he leído.

Laísmo. En ciertos sitios, se emplea la como CI femenino, y se dice La* dije la verdad a Lola; en vez de Le dije (a ella). Este uso es siempre incorrecto.

Loísmo. Absolutamente vulgar e incorrecto es el uso de lo como CI: Lo* prestó los patines, en vez de Le prestó los patines.

El Complemento Circunstancial (CC)

Expresa circunstancias de la acción verbal que la completa y le añade información, que se puede suprimir sin que varíe la esencia del mensaje. Veámoslo con un ejemplo múltiple: «Raquel miró el paisaje por la ventana (lugar) durante mucho rato (tiempo) con disimulo (modo) por curiosidad (causa) con los prismáticos (instrumento)».

Puede ser un sintagma adverbial (Ana trabaja allí), un sintagma preposicional (Juan lee con dificultad) o un sintagma nominal (Nevará el martes).


Los complementos circunstanciales se pueden clasificar en tiempo (Llovió toda la tarde), modo (Llueve con intensidad), lugar (Llueve en Murcia), causa (Llora por el frío), finalidad (Llora para conmoverte), compañía (Iré con Juan), instrumento (Lo dibujó con este lápiz), cantidad (Llueve mucho), destinatario (Lo dejó para Ana).

Todos los verbos (tanto copulativos como predicativos) pueden llevar uno o varios complementos circunstanciales (CC).

El Complemento de Régimen (C.Rég)

es un sintagma preposicional necesario para algunos verbos que permite formar el predicado. A diferencia de un Complemento Directo (CD) o un Circunstancial de Tiempo (CC), el C.Rég no se sustituye por un adverbio y es esencial para la comprensión del verbo.

Se ilustra esta distinción con ejemplos como «Hablamos inglés» (CD), «Hablamos de noche» (CC de tiempo) y «Hablamos de cine» (C.Rég), donde el último no puede ser reemplazado por un pronombre o un adverbio.

Especialmente comunes en verbos pronominales, los C.Rég pueden utilizar diversas preposiciones (confiar en, faltar a, pensar en, informar de, protestar por). Algunos ejemplos incluyen «El príncipe renunció a sus derechos» o «Esta mañana hablamos de política».


En contraste con los Circunstanciales de Tiempo o Lugar, un C.Rég es imprescindible para el verbo, mientras que un Circunstancial puede ser reemplazado por un adverbio. Ejemplos como «Ana se dirige a la escuela (allí)» y «Carlos reside en Bilbao (allí)» muestran que tanto «a la escuela» como «en Bilbao» son C.Rég, ya que son esenciales para la comprensión del verbo.

En algunos casos, como «La carta viene de Grecia» o «Dejé la carta en la repisa», se debate si considerar el complemento como C.Rég o Circunstancial de Lugar, ya que ambos son aceptables.

El Complemento Predicativo (C.Pvo.)

es un elemento del predicado verbal que, a la vez, complementa al verbo y se relaciona con el sujeto, concordando en género y número. Es un «híbrido» entre el complemento del verbo y el atributo. Ejemplos incluyen oraciones como «Las atletas llegaron exhaustas» o «Ellos estudiaron tranquilos.»

El complemento predicativo del complemento directo (C.Pvo. del CD) se refiere tanto al verbo como al complemento directo, concordando en género y número con este último. Se encuentra en verbos como elegir, nombrar, encontrar, considerar, juzgar, declarar, entre otros. Ejemplos incluyen «Lo han elegido delegado a Juan» o «La han nombrado directora a Marta.»


Es importante distinguir el C.Pvo. de otras estructuras similares, como el atributo y el CC de modo:

  • A diferencia del atributo, el C.Pvo. acompaña a un verbo predicativo, no a un verbo copulativo.
  • A diferencia del CC de modo, el C.Pvo. es un adjetivo y no un adverbio, concordando con el sujeto en género y número.

Ejemplos de confusión incluyen oraciones como «Antonio regresó cansado,» que se asemeja a «Antonio estaba cansado,» pero el verbo «regresar» no es copulativo; y «Antonio regresó tranquilo,» que se asemeja a «Antonio regresó tranquilamente,» pero el primero es un adjetivo que concuerda con el sujeto, mientras que el segundo es un adverbio y, por lo tanto, un CC..

El complemento agente (C.Ag.)

Es un sintagma preposicional introducido por la preposición por, que determina quién ha hecho lo que indica la acción expresada por el verbo en voz pasiva:

  • Voz pasiva: «El jugador (Sujeto Paciente) fue sancionado (verbo en voz pasiva) por el árbitro (C.Ag.)»
  • Voz activa: «El árbitro (Sujeto) sancionó (verbo en voz activa) al jugador (CD)».


Una oración está en voz pasiva cuando el sujeto recibe la acción del verbo. En ese caso, el ejecutor de la acción está en el predicado: el complemento agente.

La oración del ejemplo anterior es una oración pasiva analítica. Podemos, en ocasiones, transformarla en pasiva refleja mediante el pronombre «se».

  • El libro fue encontrado en mal estado (por su dueño).
  • El libro se encontró en mal estado.

Hemos añadido «se» (IPR: indicador de pasiva refleja) y hemos puesto el verbo en voz activa (encontró). La oración sigue siendo pasiva -el libro sigue recibiendo la acción-. El complemento agente se suprime ya que suele utilizarse cuando no importa quién realiza la acción.

No debemos confundir el C.Ag. con el CC de causa. Ambos son introducidos con la preposición «por». En «El festival fue suspendido por la lluvia» el sintagma subrayado es la causa de la suspensión. En «El sótano fue anegado por las aguas», si transformamos la oración en activa («Las aguas anegaron el sótano») comprobamos que «las aguas» es el agente de la acción.

1. Climatológicas.

Aquellos verbos que se refieren a fenómenos meteorológicos: l

lover, nevar, chispear, granizar, tronar…

Ej: Anoche nevó en Móstoles; Lloverá en los próximos días.

No es impersonal la oración: Durante el partido llovieron las críticas al equipo. El sujeto es «las críticas» ya que es una metáfora (la gente criticó mucho al equipo como una lluvia constante). Además, ten en cuenta que el verbo climatológico está únicamente en 3ª persona del singular.

2. 3ª persona del singular de ciertos verbos (haber, hacer, bastar, ser…).

Las formas verbales hay, había, hace, etc. en ciertos contextos funcionan como impersonales: Hay dos jugadores lesionados; Había un problema con el grifo; Hace buen tiempo esta mañana; Habrá una gran entrada esta tarde; Ya es de noche; Basta con un poco más de sal; Todavía parece temprano.

Fíjate que ninguna de las oraciones anteriores se puede poner en plural (y si crees que en plural queda bien, tienes un problema).

3. Impersonal con «se» en verbos en 3ª persona del singular.

Estudiado en los valores del se.


Nos indica que la oración es impersonal (no existe Sujeto). Y se reconoce porque aparecen en oraciones donde el verbo está en tercera persona del singular y es incompatible la partícula «se» con el sujeto que le correspondería «Él».

Veámoslo con las oraciones:

a) Juan come bien en este restaurante.

b) Se come bien en este restaurante.

En la primera el sujeto es «Juan». En la segunda, al añadir «se» delante del verbo impedimos que «Juan» sea el sujeto (quedaría una oración un tanto extraña y desagradable pues Juan se estaría comiendo a sí mismo).

En la segunda oración la función de «se» es I.I. (indicador o marca de impersonalidad) pues nos indica que la oración es impersonal.

Otros ejemplos serían: Se descansa mucho en este hotel, En Madrid se vive estupendamente, En tu casa se fuma mucho.

1. CI, variante de LE/LES

Cuando se pronominalizan a la vez el CD y el CI.

En la oración: Álvaro escribió una carta a Isabel,

      • el CD (una carta) se puede sustituir por la: Álvaro la escribió a Isabel.


  • el CI (a Isabel) se puede sustituir por le:  Álvaro le escribió una carta.
      • si pronominalizamos a la vez CD y CI nos queda: Álvaro se la escribió.

2. Reflexivo (CD/CI).

Una oración es reflexiva cuando el Sujeto coincide con el CD; es una acción que se realiza «a sí mismo».

En la oración: Jaime se lava, estamos diciendo que «Jaime lava a Jaime». La acción recae sobre el propio sujeto: Jaime se lava a sí mismo. En este caso «se» tiene función de CD y la oración se dice que es reflexiva directa.

La llamamos, reflexiva indirecta, cuando «se» tiene función de CI. Esto sucede cuando especificamos el CD. Se ve claramente en el siguiente ejemplo: Jaime se lava la cara. En este caso, «la cara» es CD y «se» pasa a CI.

Otros ejemplos de reflexivas directas e indirectas:

Pedro se afeitó / Pedro se afeitó el bigote

Elena se arregló / Elena se arregló la cara


3. Recíproco (CD/CI).

Una oración es recíproca cuando los componentes del Sujeto realizan acciones que recaen sobre los otros componentes del mismo Sujeto. Por ejemplo: En la reunión del sábado los participantes se saludaron. Quiere decir que se saludaron todos «entre sí» o «mutuamente». En este caso, «se» funciona como CD.

De modo parecido a las reflexivas, hablamos de recíprocas directas (en ejemplo anterior) y de recíprocas indirectas.

Tú mismo lo puedes comprobar en las siguientes oraciones oraciones:

  1. Eva y Luis se escribieron este verano.
  2. Eva y Luis se escribieron cartas este verano.

En el primer caso «se» tiene función de CD; en el segundo tiene función de CI porque «cartas» es el CD.

4. Indicador de impersonalidad (II).

Nos indica que la oración es impersonal (no existe Sujeto). Y se reconoce porque aparecen en oraciones donde el verbo está en tercera persona del singular y es incompatible la partícula «se» con el sujeto que le correspondería «Él».

Veámoslo con las oraciones:


  1. Juan come bien en este restaurante.
  2. Se come bien en este restaurante.

En la primera el sujeto es «Juan». En la segunda, al añadir «se» delante del verbo impedimos que «Juan» sea el sujeto (quedaría una oración un tanto extraña y desagradable pues Juan se estaría comiendo a sí mismo).

En la segunda oración la función de «se» es I.I. (indicador o marca de impersonalidad) pues nos convierte la oración en impersonal.

Otros ejemplos serías: Se descansa mucho en este hotel, En Madrid se vive estupendamente, En tu casa se fuma mucho.

5. Indicador de pasiva refleja (IPR).

Algunas oraciones pasivas analíticas o perifrásticas (las normales de toda la vida, como El gol fue metido por el defensa), se pueden transformar en pasivas reflejas. Es un tipo de oración que se ha puesto muy de moda en los últimos decenios, hace un siglo no existían. Es un ejemplo de la evolución de la lengua.

No todas las oraciones se pueden transformar en pasiva refleja. Son aquellas en las que lo importante es la acción realizada y no el autor. Por eso, el complemento agente (C.Ag.) desaparece.

Veamos un ejemplo, partiendo de una oración transitiva.


a) Pedro   metió   el gol   en el último minuto.                       Oración activa transitiva

          Suj      N (activa)  CD                CC

 b) El gol   fue metido   en el último minuto   por Pedro.       Oración pasiva analítica

     Suj Pac  N (voz pasiva)               CC                     C.Ag.

c) El gol   se metió   en el último minuto.                                Oración pasiva refleja

    Suj Pac  IPR N (activa)           CC

Como ves, en el paso de b) a c) cambia el verbo (además de desaparecer el C.Ag.). De voz pasiva (verbo ser + participio) pasa a verbo en voz activa al que delante se le pone «se».

Otros ejemplos:

  1. Los artesanos extraen el perfume de las plantas.           – Ana perdió el libro en clase.
  2. El perfume es extraído de las plantas por los artesanos.   – El libro fue perdido por Ana en clase.
  3. El perfume se extrae de las plantas.                                  – El libro se perdió en clase.

¿Cómo descubro que «se» es IPR?


Si lo quitas, la oración cambia de sentido (más bien, no lo tiene). El sujeto de esa oración recibe la acción del verbo.

6. Parte de un verbo pronominal.

Los verbos pronominales son aquellos que rigen, necesitan ser conjugados con un pronombre. Ese pronombre concuerda con el verbo (así descubrimos que es parte de él).

Jaime se quejó del examen. No podemos decir Jaime le* quejó del examen.

Otros ejemplos: Miguel se rió del chiste, Ana se durmió enseguida, Eva se marchó corriendo… Si cambiamos el sujeto de persona, cambia también el pronombre: Yo me reí, me dormí, me marché; Tú te reíste, te dormiste, te marchaste.

Fíjate la diferencia en las oraciones siguientes:

Elvira ocupó tu asiento; Elvira se ocupó de tus asuntos. Elvira asustó a Pedro; Elvira se asustó de Pedro.

Es la diferencia entre ocupar/asustar y ocuparse/asustarse. El primer grupo es un verbo transitivo que lleva CD y el segundo es un verbo pronominal intransitivo que rige C.Rég.

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