03 May
La Colonización Americana
La emigración de los españoles a América estuvo rigurosamente vigilada por la Casa de Contratación, lo que limitó su número. Los colonos españoles se mezclaron con la población indígena y los esclavos africanos, generando un intenso mestizaje.
Aunque se reprodujeron algunos modelos de poblamiento indígenas, los españoles fundaron nuevas ciudades, especialmente en zonas portuarias (Veracruz, Cartagena de Indias, El Callao, etc.).
Las consecuencias de la conquista fueron diversas: muertes directas durante los enfrentamientos, y enfermedades introducidas por los españoles que provocaron un auténtico genocidio en ciertas zonas (por ejemplo, en el Caribe). Además, entre los indígenas se extendió un espíritu pesimista de derrota y desgana vital debido a la desaparición de sus formas de vida tradicionales. Solo en algunas zonas permaneció viva la cultura indígena (como los aymaras y quechuas en el Alto Perú, actual Bolivia, o los mayas en el Yucatán).
Aunque empezaron a explotar la agricultura en las nuevas tierras, su principal interés residía en las riquezas mineras, especialmente el oro y la plata. La plata era especialmente abundante, sobre todo en las minas de Zacatecas (actual México) y Potosí (actual Bolivia, entonces parte del Virreinato del Perú).
El principal problema para la explotación era la falta de mano de obra. Los indígenas fueron considerados súbditos del rey de España y, en teoría, no podían ser esclavizados sin justificación. Se intentó solventar esta carencia trayendo esclavos de África, pero también se desarrollaron diferentes sistemas de explotación de los indígenas.
Sistemas de Explotación Indígena
El Requerimiento
Fue una forma de justificar la esclavización; consistía en «requerir» a los indígenas que se convirtieran al cristianismo, y en caso de negarse, se les podía esclavizar.
La Encomienda
De origen hispánico, consistía en que a un español (encomendero) se le otorgaba un grupo de indígenas (encomendados) a cambio de comprometerse a cristianizarlos y tratarlos con justicia.
La Mita
De origen inca, era un sistema de trabajo por turnos utilizado por las comunidades indígenas. Los españoles lo adaptaron y aplicaron, especialmente en el Alto Perú, para la explotación de las minas.
Polémica sobre la Explotación
Los abusos derivados de estos sistemas de explotación provocaron una importante polémica ideológica entre los clérigos españoles. Uno de los primeros y más destacados denunciantes de estos abusos fue Fray Bartolomé de las Casas en su obra «Brevísima relación de la destrucción de las Indias».
Las protestas de Las Casas y otros provocaron la reacción de la Corona, que intentó regular la encomienda con las Leyes de Burgos de 1512. El propio Las Casas debatió con Juan Ginés de Sepúlveda sobre la naturaleza y los derechos de los indígenas. La lucha de Fray Bartolomé de Las Casas y otros defensores de los indios tuvo como fruto las Leyes Nuevas de 1542, que buscaban limitar el poder de los encomenderos y prohibir la esclavitud de los indígenas. Sin embargo, su aplicación efectiva fue limitada.
Gobierno y Administración de América
Los Reyes Católicos y posteriormente Carlos I tuvieron que firmar capitulaciones que otorgaban amplias atribuciones a los descubridores y conquistadores (como Colón o Pizarro). Sin embargo, tras la fase de conquista, la Corona recuperó progresivamente la autoridad real sobre estos territorios y sus conquistadores.
La administración y el gobierno de los territorios americanos se organizaron mediante instituciones con sede tanto en la Península como en América.
Instituciones en la Península
La Casa de Contratación
Fundada en Sevilla en 1503 y trasladada a Cádiz en 1690, controlaba el monopolio comercial con América, gestionaba la emigración y organizaba el sistema de flotas.
El Consejo de Indias
Con sede en Sevilla (posteriormente en Madrid), era un órgano especializado formado por juristas. Era la principal instancia consultiva, legislativa y judicial para los asuntos americanos, solo por debajo del rey (redactó, entre otras, las Leyes Nuevas de 1542).
Instituciones en América
Los Virreyes
Eran los representantes directos del rey en los grandes territorios, con amplias atribuciones. La figura tenía origen en la Corona de Aragón. Inicialmente se crearon dos virreinatos: Nueva España (con capital en México) y Perú (con capital en Lima).
Las Gobernaciones
Eran divisiones administrativas de menor rango dentro de los virreinatos. Su número creció a medida que avanzaba la conquista. En zonas fronterizas o menos pacificadas, se establecieron las Capitanías Generales, con un marcado carácter militar.
Los Corregidores
Eran agentes de la Corona en las ciudades y sus distritos (corregimientos). Tenían funciones administrativas y judiciales. Los corregimientos americanos eran, en general, más extensos que los peninsulares.
Las Audiencias
Eran los tribunales superiores de justicia en América, aunque también tenían funciones de gobierno y consultivas. Se crearon varias a lo largo del siglo XVI, y sus jurisdicciones sirvieron de base para la división territorial de muchos países latinoamericanos tras la independencia.
Las Comunidades de Castilla
Carlos I (Carlos V en el Imperio) pretendía centralizar el poder en su persona, lo que implicaba una pérdida de influencia para la nobleza y las ciudades. Esto, sumado a otros factores, provocó levantamientos contra él.
En Castilla, los levantamientos de las Comunidades comenzaron en febrero de 1520 en Toledo, liderados por Juan de Padilla. Pronto se unieron otras ciudades como Salamanca (con Pedro Maldonado) y Segovia (con Juan Bravo).
Una de las primeras acciones destacadas fue la victoria comunera en Segovia. En junio de 1520, la Junta Santa, reunida en Ávila y encabezada por Pedro Laso de la Vega, redactó un documento con sus peticiones (a veces llamado «Constitución de Ávila»).
Las principales peticiones incluían:
- Que asistieran a las Cortes dos procuradores por cada ciudad con voto, uno hidalgo y otro labrador.
- Que el rey no eligiera directamente a los Corregidores, sino que las ciudades propusieran una terna y el rey eligiera de entre ellos.
- Que se autorizara el uso de armas por los ciudadanos para su defensa.
- Que no se permitiera la salida de moneda del reino.
- Que solo se declarara la guerra con la aprobación de las Cortes.
En agosto de 1520, como represalia por su apoyo a los comuneros, Medina del Campo fue incendiada por las tropas realistas al mando de Antonio de Fonseca.
Mientras Carlos I se encontraba en el extranjero (en Alemania, para ser coronado emperador), unos emisarios castellanos intentaron llevarle las peticiones de las Cortes, pero no lograron ser recibidos, regresando sin éxito.
Ante la gravedad de la situación, el regente Adriano de Utrecht (futuro Papa Adriano VI) decidió buscar el apoyo de la alta nobleza. Nombró co-regentes al Condestable de Castilla, Íñigo Fernández de Velasco, y al Almirante de Castilla, Fadrique Enríquez. Esta estrategia logró que gran parte de la nobleza se distanciara del movimiento comunero.
Aunque surgieron tensiones internas entre los comuneros, la guerra continuó hasta la decisiva Batalla de Villalar, el 23 de abril de 1521. En ella, el ejército comunero fue derrotado y sus principales líderes (Padilla, Bravo y Maldonado) fueron capturados y ejecutados al día siguiente. Toledo resistió algo más, pero finalmente también fue sometida.
Economía del Siglo XVI
Agricultura y Ganadería
La base de la economía era la agricultura, predominando el cultivo de cereal. En general, hasta aproximadamente 1590, la producción de cereal creció de forma paralela al aumento demográfico. Este aumento de la producción se logró, más que por nuevas técnicas, por la extensión de las áreas cultivadas (roturación de nuevas tierras). Otros cultivos importantes eran la vid y el olivo.
Sin embargo, la expansión agrícola (cereal, vid, olivo) chocó con los intereses de la poderosa ganadería trashumante, agrupada en la Mesta, que destacaba por su cabaña ovina.
La principal actividad manufacturera ligada a la agricultura era la producción de lana. Inicialmente se exportaba a Flandes a través de los puertos cantábricos. Sin embargo, debido a conflictos (entre otros, con holandeses e ingleses), la ruta de exportación se desvió hacia el Mediterráneo, con destino principal en Italia.
Artesanía
- Hubo un periodo de expansión de la producción artesanal impulsado por el aumento demográfico y, sobre todo, por la creciente demanda del mercado americano.
- La producción artesanal se organizaba en pequeños talleres gremiales. Sin embargo, la calidad y competitividad de los productos castellanos era, en general, inferior a la de otros productos europeos.
- Destacaron centros como Segovia y Cuenca (lana), Granada y Valencia (seda), y las ferrerías vascas (hierro), cuyos productos se exportaban a Castilla y América.
- En general, la industria castellana no alcanzó un gran desarrollo ni competitividad frente a la europea.
Comercio
- El comercio con las colonias americanas fue el motor principal. Desde España se exportaban a América:
- Tejidos, muebles, herramientas, vino y aceite.
- Desde América se importaban a España:
- Metales preciosos (oro y, sobre todo, plata), especias y materias primas.
- La masiva llegada de metales preciosos, especialmente plata, provocó un aumento de la masa monetaria y, como consecuencia, un fuerte proceso inflacionario («Revolución de los Precios»).
- A pesar de la riqueza que llegaba de América, los enormes gastos de la política imperial (guerras, mantenimiento del Imperio) llevaron a la Hacienda Real a la quiebra en varias ocasiones, siendo la primera en 1557.
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