13 Ene


TEMA 1. El vitalismo de Nietzsche


El vitalismo engloba teorías filosóficas muy distintas, su único elemento común es reivindicar la vida como una. Se puede entender la filosofía de Nietzsche como el intento de hacer de la vida lo Absoluto.. Nietzsche midió el valor de la filosofía, la ciencia o el arte a partir de su oposición o afirmación de la vida. El mundo, el ser humano, la vida, son voluntad de poder. Nietzsche no define claramente esta expresión en ningún sitio.. Al contrario, la vida es voluntad de poder, y esta última es la voluntad de ser más, vivir más, superarse, demostrar una fuerza siempre creciente. No es correcta una definición estrictamente biologista de esta voluntad, menos todavía una interpretación política o racista.“¿Queréis saber qué es para mí el mundo? Es un monstruo de fuerza, sin principio ni fin, una magnitud férrea y fija de fuerzas que ni crece ni dis­minuye, y que únicamente se transforma […], un juego de fuerzas y¿Queréis un nombre para este mundo?¿Y una solución para todos sus enigmas? ¿Queréis una luz para todos vosotros los desconocidos, los fuertes, los impávidos, los hombres de medianoche? – Este mundo es la voluntad de poder, y nada más que eso. ¡Sed vosotros también esa voluntad de poder – y nada más que eso! “ El problema de la verdad adquiere ahora un sentido distinto. No es importante saber si un juicio es falso, sino si sirve para fomentar y mantener la vida. Colocarse más allá del bien y del mal es el camino hacia la voluntad de poder, o la expresión de la voluntad de poder. La voluntad de poder es voluntad de apariencia, incluso de ilusión. Esta voluntad es más profunda, que la voluntad de verdad que imperaba bajo el reinado del mundo suprasensible. Es más profunda porque conoce la realidad auténtica del ser que es el devenir y sabe que la razón humana no podrá jamás abarcarla con sus conceptos. En el mundo existen «fuerzas activas» y «fuerzas reactivas», activas y pasivas. Hay dos tipos principales de hombres: los dominados y los dominadoresEn la moral aristocrática, la de los señores, el hombre ejercita plenamente sus potencias.
Voluntad de poder no significa dominación o sometimiento del prójimo. No es prioridad del hombre poderoso el detenerse a someter esclavos, sino la afirmación de la vida. En la moral del resentimiento se encuentra al hombre pasivo, que no actúa por sí mismo, su acción es reacción. Ellos reaccionan contra los señores, si los señores se llaman a sí mismos los «buenos», los esclavos no se llaman a sí mismos buenos, sino que llaman a los señores los «malos. El resentimiento contra la vida, intentar ocultar la dimensión trágica de la existencia. La moral cristiana encarna esta forma de moral. Destruyó los valores del mundo antiguo.. Con el cristianismo se presenta una de las ideas más enfermizas de nuestra cultura, la idea de culpabilidad, de pecado. A la que hay que contraponer la “inocencia del devenirTodas las religiones son falsas, pero el politeísmo expresa mejor la riqueza de la realidad que el monoteísmo. El monoteísmo representa la máxima hostilidad a la voluntad de poder. La muerte de Dios expresa el fin de toda creencia en entidades absolutas. Todo aquello que sirve a los hombres para dar un sentido falso a la vida, es semejante a Dios: el Progreso, la Revolución, la Ciencia. El cristianismo lleva hasta el final el desprecio por la vida iniciado por la filosofía platónica y su superación es necesaria para la aparición del superhombre. Todos los valores de la cultura occidental son falsos valores, son la negación misma de la vida, El nihilismo significa que los valores supremos han perdido validez. Este es el nihilismo pasivo. El nihilismo activo es una fuerza violenta de destrucción. Los valores no se derrumbaran solos, sino que serán destruidos directamente por la voluntad de poderLa muerte de Dios, puede engendrar: por una parte, al superhombre pero, por otra parte, es también la condición de la aparición del último hombre Dios por su comodidad, no es capaz de despreciarse a sí mismo y cree que ha inventado la dicha; un hombre cuya vida, sin Dios, carece de sentido, y que representa la ruina de la civilización y es la culminación de la decadencia. Todos los animales han producido algo superior a ellos, el hombre se resiste a evolucionar, no quiere abandonar los valores del pasado El superhombre se caracteriza por ser fiel a los valores de la vida, al “sentido de la tierra”. Es una figura ambigua.El eterno retorno es la fórmula suprema de fidelidad a la tierra. El eterno retorno simboliza, en su eterno además afirma que todo es bueno y justificable, puesto que todo debe repetirse del mismo modo. Por tanto hay que permanecer fieles a la tierra. La imagen de un mundo que gira sobre sí mismo, pero que no avanza como una peonza, es la imagen de un alegre juego cósmico. Este concepto aparece en la mitología y en los presocráticos, y se opone a la concepción lineal del tiempo, propia del cristianismo.

Tema 2. La crítica de Nietzsche a los filósofos


La civilización estaba en decadencia considerando que la razón era nuestra facultad suprema, tratando de imponerse por encima de la vida y de los instintivos./Nietzsche introduce en la historia de la Filosofía una horrible sospecha. Desde Parménides hasta Hegel, el pensar filosófico ha seguido un camino en decadencia. Quienes no pudieron imponer su voluntad culparon al mundo y a la vida en nombre de un más allá inexistente. Nietzsche cree que esa “gran mentira” ha llegado a su fin. A lo que le seguirá un período de nihilismo que se extenderá durante los dos próximos siglos./Nietzsche afirma que en la cercanía de Heráclito siento más calor y me encuentro de mejor humor. Heráclito entiende el ser como devenir como procesos en continua transformación.  Donde considera que lo eterno e inmutable de Parménides no existe. Nietzsche recrimina a Heráclito que rehace el testimonio de los sentidos porque con la razón descubrimos la dialéctica interior de las cosas./En la tragedia griega se logra la síntesis perfecta entre lo apolíneo y lo dionisiaco, donde ambos elementos se estimulan recíprocamente, para mantener la lucha de contrarios. Esta síntesis perfecta se fue rompiendo a lo largo de la historia y nuestra civilización inició un proceso de decadencia./El primer paso lo dieron Sócrates y Platón. Sócrates hizo triunfar a la razón contra la vida mientras que Platón creó otro mundo desvalorizando este. Proponen la práctica de la virtud, el orden y el dominio de las pasiones para conseguir la felicidad./El hombre es quien da sentido a las cosas. Sin embargo, no reconoce la verdad básica y pretende que el mundo tiene un sentido objetivo y trascendente. Esta concepción se encuentra en Platón, quien afirma que para comprender el mundo es necesario suponer la existencia de otro más real. Desde esta perspectiva, no se puede hablar de que algo es verdadero. El mundo de las Ideas permite juzgar al mundo sensible. La cultura occidental es la afirmación del mundo suprasensible, qe forma la gran mentira./ La tradición occidental supone que el concepto afirma que la realidad se corresponde exactamente con nuestros conceptos, que es tal y como la pensamos. Nietzsche niega qe captemos con los conceptos la verdadera realidad, qe es devenir y cambio./Con la aparición del cristianismo se impone una moral que proviene de Dios, esto es la expresión más cercana al odio y del resentimiento hacia la vida./Los teólogos cristianos identificaron la idea platónica de Bien con el Dios bíblico. A partir de ese momento la metafísica y la ética tuvieron en Dios su fundamento. Así se preparaba la llegada del nihilismo. La Metafísica calumnió y negó este mundo  en nombre de otro inexistente. Su rechazo es de orden psicológico. Los hombre decadentes y débiles lograron imponer su visión enfermiza de las cosas. Una voluntad de poder qe no logró imponerse al mundo terminó afirmando que éste es portador de un sentido previo y trascendente./Mas tarde, con la ilustración, se inicia el proceso de la muerte de Dios aunque en esta situación se siguieron controlando los instintos desde el poder de la razón. Así cambiamos a Dios por el Estado y la ciencia./ Con la distinción entre noúmeno y fenómeno, Kant prolonga la tradición cristiana al seguir postulando la ruptura entre un –más acá- y un –más allá-. Y en su ética vuelve a unir el problema ético al teológico, colocando a Dios como pilar de la vida ética./Nietzsche anuncia que la gran mentira de la metafísica ha caído empujada por un precepto del propio cristianismo que carece de realidad. Dos mil años tardó Occidente en descubrir esta verdad. Y una vez logrado queda sumido en el nihilismo. Con Dios se derrumba toda trascendencia. Con él perecen la Metafísica y la Moral. Ya nada tiene sentido./ Nietzsche ve a la muerte de Dios como la gran posibilidad. Ahora el hombre puede crear libremente sus valores y dotar de sentido al mundo, sin pretender qe esos valores tienen un respaldo divino o trascente


1ª Noción- los sentidos y el cuerpo


Los filósofos nos han dicho que los sentidos nos engañan. Desde Parménides y Platón: la sensibilidad nos relaciona con el mundo sensible e irreal mientras que la razón nos relaciona con lo inteligible y real. Por eso, para superar este engaño, la filosofía rechaza el cambio y la historia. Con «lo que es no deviene; lo que deviene no es´´ N. quiere resumir casi toda la historia de la filosofía. N. es un vitalista que reivindica la sensibilidad y la vida y critica la cultura occidental de tipo metafísico que piensa que lo verdadero es lo inteligible y eterno. Para él, simplemente no existe la verdad. La verdad para él es una interpretación condicionada por nuestro contexto, conceptos y lenguaje. Pero la cultura occidental al superar la metafísica y darse cuenta del  vacío de lo inteligible, pierde la verdad. Es el tema de la muerte de Dios y del Nihilismo. Nuestra situación es la del último hombre, el decadente que no acepta la muerte de Dios, de la verdad y se refugia en el progreso, la ciencia. La superación viene dada por el Superhombre que dice sí a la vida y al devenir y este superhombre es el que quiere el Eterno retorno. No es que todo vaya a retornar de nuevo ya que si todo retorna lo que sucede es que el devenir es lo necesario, por ello, amemos el instante, la vida, nuestro pasado ya que si el mundo tuviera alguna meta, en un tiempo infinito ya se habría realizado. Esta tesis no puede ser metafísica para N. sin embargo estriba en un cambio de actitud: querer el momento y nuestra vida como si se tuviera que repetir infinitas veces. Para N. la razón es la causa de que nosotros falseemos el testimonio de los sentidos. Mostrando el cambio, los sentidos no mienten. La razón nos fuerza a asignar causa, ser, a lo que nos muestran los sentidos. Las categorías de la razón no podían provenir de la experiencia ya que los sentidos muestran cambio y esos conceptos expresan eternidad. Por lo que se valora el mundo del espíritu y se rechaza el cuerpo. Descartes comparó al cuerpo con un objeto mecánico más del mundo material. No existe un sujeto pensante mas allá del cuerpo, no existe el alma o el espíritu. El cuerpo nos integra en la realidad y posibilita el conocimiento del mundo y de nosotros mismos. El cuerpo es la voluntad de poder y unifica la pluralidad de fuerzas que hay en nosotros. En la separación de las clases sociales que hace Platón, el filósofo, que se rige por la razón, representa la clase superior mientras que los inferiores son los que permanecen fieles a lo sensible y al alma. N. es el filósofo que más lejos ha llevado la reivindicación de la vida y el cuerpo, que va asociada con la muerte, el cambio, la vejez, la procreación y el crecimiento NOCIÓN 2: Los “conceptos supremos” y el concepto “Dios”
Para N. el hombre es un animal que ha inventado la verdad para sobrevivir en un mundo del cambio y de apariencias. Por eso, las realidades en las que vivimos son las de los conceptos inteligibles y eternos. Nuestros conceptos más importantes, las categorías filosóficas, son términos que tienen su origen en el lenguaje. De la fijación de esas metáforas originales surge el mundo verdadero constituido por esos conceptos supremos. El concepto de Dios es el más importante para la cultura ontoteológica, pues es asimilable al concepto de  “Ser”, de “Realidad auténtica”. La destrucción de la cultura metafísica implica la “muerte de Dios”. El vitalismo de N. quiere superar esta desesperación del último hombre: el que asiste angustiado a esta pérdida de sentido. Si nuestra verdad y nuestros conceptos racionales son una creación humana, asumamos tal muerte de Dios como un reto a nuestra afirmación en la vida. Schopenhauer, decía: “la vida es un negocio que no merece la pena”. Para este último autor había una voluntad, que se afirmaba detrás de los fenómenos individuales y sensibles. Pero N. se niega a aceptar esta voluntad más allá de su aparición en la pluralidad de las fuerzas. Es el tema de la “Voluntad de poder”. Porque, al fin y al cabo, sólo disponemos de esta afirmación estética, creemos el sentido en la tierra. Para N. la verdad, el conocimiento, es algo que genera. Por lo tanto, es hora de reparar en nuestros valores y advertir si sirven para afirmar la vida o, más bien, negarla. N. considera que la cultura occidental sigue aferrada a unos valores que niegan el sentido de la vida y postulan lo importante en un trasmundo. En el texto Nietzsche nos dice que la primera característica de los filósofos es su egipticismo, su falta de sentido histórico. La segunda característica consiste en que confunden lo último con lo primero. Lo último son los conceptos metafísicos. La idea de Belleza es una generalización de los cuerpos bellos. El filósofo coloca la idea de Belleza como lo primero, es decir, como causa de los cuerpos y las acciones bellas. Esta es la esencia de la teoría de las ideas de


Platón. Como los conceptos no tienen su origen en el mundo sensible, en lo inferior, son eternos. No están sometidos al cambio, al tiempo.Los conceptos supremos designan las características del «mundo verdadero». Para Nietzsche estos «conceptos supremos» no designan nada real, son “el último humo de la realidad”. Son elaborados por nuestra razón.Para Nietzsche este ens realissimum ni existe ni puede existir, ya que la realidad que conocemos siempre es causada. No existe nada con las características de ese ser absoluto. Este concepto no es más que una ficción vacía. La filosofía occidental ha supuesto que el concepto no recorta arbitrariamente la realidad, afirma que la realidad se corresponden exactamente con nuestros conceptos. Nietzsche niega que con los conceptos aprehendamos la verdadera realidad del ser, que es devenir y cambio. Nietzsche exalta el poder de la imaginación metafórica. La metáfora integra una diversidad sin caer en el dogmatismo. El filósofo dogmático ha confundido la máscara con el rostro y se aferra al concepto que simplifica y momifica la visión del devenir de la realidad.El hombre ha construido una cúpula conceptual sobre cimientos móviles, como agua en movimiento. La construcción es como una tela de araña, fina para ser transportada por las olas, consistente para no ser dispersada por el viento.

3ª Noción- El arte trágico y lo dionisiaco


Para los antiguos griegos, Dionisio era la divinidad protectora de la vida y símbolo del placer (fiestas y vino), el dolor y la resurrección, es el inspirador de la locura ritual y el éxtasis. Es el dios patrón de la agricultura y el teatro. Fue él quien enseño a los hombres a cultivar la vid y a fabricar el vino. Contrastaba con Apolo, dios del sol, que simbolizaba la armonía, el orden y la razón. Los griegos pensaban en las cualidades de que los dos eran complementarias: los dos dioses son hermanos. Aristoteles sostenía que la tragedia griega se desarrollo a partir del ditirambo. Se cree que fue creada en el S.VI a.C. por el poeta ateniense Esquilo, que introdujo el papel de un segundo actor, aparte del coro. Las obras se comenzaron a representar en festivales en honor de Dionisio. El festival más importante, las Grandes Dionisíacas. Las historias están basadas en su mayoría en mitos. La tragedia es una historia en la que personajes nobles se enfrentan a conflictos provocados por pasiones humanas que desembocan en un desenlace fatal. Según Nietzsche la tragedia se basa en un desbordante sentimiento de vida y de fuerza. Se abandona la individualidad, se acepta el destino, con lo que se adquiere la sensación de la plenitud de la vida. Es la vida regocijándose al sacrificar a sus tipos mas altos, para afirmar el eterno placer del cambio, que incluye también el placer de destruir. Nietzsche pone en evidencia el contraste entre dos elementos principales de la tragedia: por un lado lo dionisiaco, y por otro lo apolíneo. Contraste que es la base de la némesis, el castigo divino que determina la caída o la muerte del personaje. Los griegos sabían que la vida era terrible, inexplicable y peligrosa, pero no se entregaban al pesimismo. Podian eludirlo de dos formas: Cubriendo la realidad con un velo estético creando un mundo ideal de proporción y de belleza. Este es el arte apolíneo, se expresaba en las artes épicas y plásticas. La otra posibilidad es afirmando y abrazando la existencia con toda su oscuridad y sufrimiento. Ésta es la actitud dionisíaca y sus formas artísticas peculiares son la tragedia y la música. Para Nietzsche la cultura griega entro en crisis cuando Eurípides intentó eliminar de la tragedia el elemento dionisíaco a favor de elementos morales, eliminando para ello el coro.

Contextualización A  Crepúsculo de los ídolos, es una de sus últimas obras que escribe con la creatividad que antecede a su colapso mental que terminará con su lucidez. El titulo parodia el título de la obra de Wagner “El crepúsculo de los dioses”.  Aunque no tenía proyectado editar nada hasta la que sería su gran obra (nunca editada en vida). Otras obras importantes del autor son: “El Nacimiento de la Tragedia” que es su primer libro importante y que tanta polémica causó. En él expone no sólo la génesis de un género literario, sino que siguiendo a Schopenhauer y Wagner establece lo que llama una “Metafísica del Artista. Los Griegos supieron recrear un mundo apolíneo porque tenían la valentía de no renunciar a ningún aspecto de la vida. Pero esta armonía sucumbió con Sócrates y la filosofía de Platón: desde ese momento la filosofía solo se reconcilia con lo racional y se olvida del fondo dionisíaco. De este período considerado “Romántico” se retractó tras su ruptura con su amigo Wagner y la renuncia de las tesis pesimistas de Schopenhauer. El hombre ha inventado la verdad para poder sobrevivir porque no soporta la inseguridad y el miedo del caos del devenir.


Pero esta huida es cobarde y es un atentado contra la vida. Para él nuestras verdades son interpretaciones, errores que se han cristalizado en el lenguaje. Pero el origen del lenguaje es siempre metafórico, no refleja la realidad, sino que la difiere. Como primer profeta, pero como también el último, Zaratustra viene a traernos el mensaje de la Muerte de Dios. El ateísmo de Nietzsche no significa sólo que hayamos dejado de creer en un Dios único y trascendente, sino que implica la pérdida de sentido de la verdad, del bien, de la justicia, de la belleza. Este “Nihilismo”, esta falta de sentido de los valores más importantes hasta ahora dejan sin referentes a la humanidad, que se refugia en otros analogados . Es la reacción del Nihilismo pasivo.. La superación del Nihilismo vendrá de la mano del Superhombre, su propuesta antropológica: el que dice sí a la vida, pero también a lo espantoso, a lo terrible. El Superhombre quiere el Eterno Retorno, quiere vivir como si todo se tuviera que repetir infinitas veces. Si no existe nada trascendente al devenir, si no hay un Mundo Inteligible, tampoco hay ya un mundo aparente que simplemente pasa. Una pluralidad finita de fuerzas que fluyen en un tiempo infinito están condenas a repetirse en un número infinito de veces. Esto implica que el Mundo no tiene un fin. Su Período de madurez está ya marcado por estos grandes temas. Sobre la base de sus grandes temas realiza una crítica feroz y mordaz sobre la cultura. Así lo hace sobre la moral a la que considera una actitud de esclavos, pues etimológicamente bueno significaba el noble. La moral Cristiana quiso nivelar las montañas y los valles, por el odio y la venganza que los más débiles sentían por los más fuertes. La moral de la represión contra la vida es un síntoma de enfermedad y degeneración de los instintos. La vida es expresión de la voluntad de poder, no debemos caer en el pesimismo de Schopenhauer. La vida quiere la afirmación, su conservación y expansión, busca el poder. Cualquier igualación en la humanidad atenta contra la libertad. Por eso nuestro autor cree en los grandes hombres y rechazó cualquier tipo de anarquismo. En cuanto a la estructura  y contenido de la obra siguiendo las tres metamorfosis anunciadas en Zaratustra, equivale al león que rompe, pisotea y destruye todos los valores establecidos. Ruge contra la filosofía kantiana y contra el cristianismo que corrompen al individuo. Pero también ruge contra la ideología nacionalista alemana. Nietzsche pretende derribar a martillazos las estructuras en las que los falsos ídolos se levantan, para eliminar el envenenamiento y la calumnia a la que la moral ha sometido al ser humano y que ha debilitado sus instintos.Un primer Nietzsche ejercita su puntería contra la mujer. El segundo apartado es una monografía acerca de Sócrates. Nietzsche vuelve aquí a su primera época. Sócrates fue un plebeyo, nos dice Nietzsche. Sus instintos se disgregaban. Y la medicina inventada por él para combatir el mal. Y Sócrates quiso morir, esto es: se suicidó por manos de los jueces atenienses.El apartado tercero, el que nos ocupa, «La razón en la filosofía». La idiosincrasia, lo peculiar pero también lo que tiene de idiota. La razón en filosofía es la causa de que nosotros falsifiquemos el tes­timonio de los sentidos. Nietzsche acaba este apartado con cuatro tesis, en las que resume toda su me­tafísica.Un ataque frontal a la «moral» en todas sus formas, desde el Nuevo Testamento hasta Schopenhauer, es el contenido del quinto apartado. La moral, dice Nietzsche, tiende a aniquilar las pasiones a causa de la estupidez existente en ellas. Tiende, pues a castrar al hombre. El apartado sexto, dedicado a poner de manifiesto «los cuatro grandes errores», se halla en íntima conexión con el tercero. Los cuatro grandes errores son cuatro errores psicológicos que tienen graves consecuencias morales. Estos cuatro errores son: el error de la confusión de la causa con la consecuencia; el error de la causalidad falsa; el error de las causas imagi­narias y el error de la voluntad libre. La moral y ¡a religión, dice Nietzsche, caen bajo este concepto de cau­sas imaginarias.El apartado séptimo, dedicado a aquellos que ven su misión en «me­jorar» a la humanidad. La mejora perseguida por la moral y la religión ha consistido siempre en poner enfermos a los hombres, en debilitarlos, en castrarlos.A partir de este momento cambia de atmósfera la obra. Hasta ahora Nietzsche se ha mantenido en un tono más bien teórico, discursivo. Ahora llega el instante de las confesiones, incluso de la autobiografía. En pocas líneas traza Nietzsche uno de los me­jores elogios de Alemania escritos nunca. Alemania tiene virtudes más viriles que las que ningún otro país de Europa puede exhibir. Y una moderación hereditaria, que más que del freno necesita del acicate. Añado que allí todavía se obedece sin que el obedecer humille… Y nadie desprecia a su adversario. Y así la chabaca­nería, piensa Nietzsche, está anegando a su país. Este apartado contiene, en su sección final, un penetrante estudio sobre lo que debe ser la educación; aquí resume Nietzsche toda su experiencia de profesor


. La educación se define por estas tres tareas: aprender a ver; aprender a pensar; aprender a hablar y a escribir. Encontramos aquí al Nietzsche iróni­co, travieso, malévolo, en sunta: al Nietzsche sarcástico. Nietzsche se ensaña con los nove­listas franceses del momento. De repente, una breve pa­rada: Nietzsche vuelve tos ojos a su primera obra, a sus conceptos de lo «dionisíaco» y de lo «a po­líneo». Pero en seguida toma de nuevo el látigo, y las víctimas son Carlyle, Darwin, Kant, etc. Una última con­frontación con Schopenhauer, su “educador” en los años jóvenes.El apartado final es un fragmento de autobiografía que preludia el Ecce homo. Nietzsche hace la historia de sus estudios, ofrece una enumeración de sus modelos, ataca a Platón. Tenemos la sentencia breve y el desarrollo minucioso de un tema en va­rios apartados, tenemos el aforismo y el asalto repetido a una misma cuestión desde diversas pers­pectivas.Con razón fue esta obra la primera que adquirió no­toriedad e hizo famoso a su autor.

Contextualización B


El siglo XIX fue una época de inestabilidad y revoluciones políticas: liberalismo, movimientos democráticos, socialismo, anarquismo. Se produce la Revolución industrial y auge de la burguesía que representa al poder económico. En Alemania es la época de la unificación y de Bismarck Nacionalismo, Socialdemocracia, Comunismo Revolucionario. De algún modo Nietzsche se ve salpicado por estas tendencias El siglo XIX es la época del Romanticismo , movimiento cultural y artístico que rompe con la exaltación de la razón y la búsqueda de la universalidad (Ilustración). En Filosofía se aparecen estos movimientos:1. Antihegelianismo (Schopenhauer y Kierkegaard) 2. Positivismo3. Anarquismo y socialismo (utópico y marxista)4. Evolucionismo (Darwin y Spencer).5. Vitalismo (Bergson)Nietzsche comienza como filólogo pero sus libros han sido considerados como filosóficos. Immanuel Kant (1724-1804) estableció que conocemos fenómenos pero no las cosas en sí.Arthur Schopenhauer (1788-1860) igual que Kant consideraba que existen dos mundos: el que conocemos por nuestra mente y el que es en sí.  Al contrario que Kant, Schopenhauer cree que es posible conocer al mundo en sí. Nosotros mismos como seres que conocemos tenemos una doble perspectiva: conocemos el mundo externo (representación) y nos conocemos a nosotros mismos (mundo en sí). El hombre al pertenecer al mundo es tanto representación como cosa en sí y por lo tanto al dirigir la mirada a nuestro interior podemos descubrir la esencia del mundo reflejada en nosotros. Mi cuerpo es un objeto del mundo (fenómeno) pero al autoconocerme percibo que lo que fundamenta mis actos y mi persona es la voluntad. El querer, el apetecer, el buscar la satisfacción son los modos como mi corporalidad se comunica con mi mente. El mundo en sí se objetiva en mi cuerpo como deseo. Los deseos son múltiples y además imposibles de satisfacer: hambre, sed, dolor, frío, deseo sexual, etc. así que podemos concluir que el mundo en sí es voluntad. La naturaleza es un enorme y cruel campo de batalla. La muerte es el fin de todo ser vivo, pero la muerte no afecta a la voluntad que es insaciable e infinita: por cada ser muerto millones de seres crecen de sus despojos. El mundo es sufrimiento ya que por un lado el fin de la voluntad de vivir es vivir para siempre y eso es imposible; y por otro, la voluntad se manifiesta en forma de deseos que o bien son insatisfechos, y generan sufrimiento, o bien son satisfechos y generan nuevos deseos. Por lo tanto, el hombre sabio se aparta del deseo en lo posible y evita ser arrastrado por la voluntad al camino del sufrimiento; el filósofo debe, también, captar el carácter meramente ilusorio de sus representaciones que le ocultan la horrible realidad del mundo y le arrastran al deseo. La voluntad se apacigua en el desconocimiento.  El primer paso es la contemplación desinteresada de las Ideas. Esta multiplicidad queda atenuada al agrupar las cosas en géneros (clases) y construir una jerarquía que va desde lo inorgánico hasta la conciencia. El artista llega por intuición a la contemplación de las primeras objetivaciones de la voluntad y a su dominio. La forma más alta de arte es la música. La tragedia y la música anulan el yo al sumergirlo en el dolor eterno colectivo

. En este mundo ilusorio y cruel solo cabe la compasión como modo de relacionarse éticamente con los otros. Reconocer la comunión de todos los seres y por extensión de todos los hombres a través de la compasión es el camino del hombre sabio frente al ciego e ignorante egoísmo individualista que ve en el otro a un completo extraño. Nietzsche tomará del pensamiento de Schopenhauer la idea de que el mundo es voluntad de vida, voluntad insaciable, loca e infinita; sin embargo, aún asumiendo el carácter de “lucha perdida” que tiene la vida valorará este deseo de vivir como deseable en sí mismo y criticará la negación del deseo que hace su maestro. La compasión hacia el débil será para Nietzsche una muestra más de la falta de voluntad de vivir de la filosofía de Schopenhauer. Charles Darwin (1809-1882) había establecido que los animales mejor adaptados al medio sobrevivían mientras que los peor adaptados perecían. Herbert Spencer (1820-1903) creía que el universo evolucionaba desde el caos indiferenciado hasta el orden diferenciado. En las sociedades humanas esto es así también ya que hemos evolucionado desde hordas primitivas en donde la individualidad no existía hasta la actual sociedad liberal-capitalista en donde existe orden social y una clara diferenciación entre individuos. Bajo las premisas del concepto darwinista de “la supervivencia del más apto” Spencer consideraba que la sociedad no debía de ayudar a estos individuos o pueblos débiles ya que solo se conseguiría prolongar la agonía de los menos aptos o alterar el orden natural de las cosas. Nietzsche incluyó en su sistema la certeza darwinista de la dureza de la lucha por la vida y la idea de que solo los más aptos en esta lucha sobreviven; no obstante el filósofo alemán estaba lejos de creer que el capitalismo mercantilista fuera en donde pudiera nacer y crecer el superhombre. Karl Marx, Sigmund Freud y Friedrich Nietzsche son los tres maestros o filósofos de la sospecha. Se relaciona a los tres pensadores del siglo XIX con la crítica al racionalismo dominante en el pensamiento y en general toda la civilización occidental. Descartes puso en duda que las cosas fuesen tal y como aparecen, pero no dudó de que la conciencia fuese tal y como se aparece a sí misma. Por el contrario, los tres maestros de la sospecha: Marx, Freud y Nietzsche, aunque desde diferentes presupuestos, consideraron que la conciencia en su conjunto es una conciencia falsa. Según Marx, la conciencia se falsea o se enmascara por intereses económicos, en Freud por la represión del inconsciente y en Nietzsche por el resentimiento del débil.  Lo que quiere Marx es alcanzar la liberación por una praxis que haya desenmascarado a la ideología burguesa. Nietzsche pretende la restauración de la fuerza del hombre por la superación del resentimiento y de la compasión. Freud busca una curación por la conciencia y la aceptación del principio de realidad. Los tres tienen en común la denuncia de las ilusiones y de la falsa percepción de la realidad, pero también la búsqueda de una utopía.El conocimiento es un evento, un hecho; y el entendimiento surge como acto de caridad hermenéutica. En España Nietzsche ha influido en las obras de Unamuno, Baroja, pero sobre todo en la filosofía Racio-vitalista de Ortega y Gasset. En Definitiva, el pensamiento de Nietzsche en el siglo XX ha sido tan polémico que ha inspirado fenómenos tan diversos como el Nazismo o el Mayo del 68 francés.

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