04 Oct

Pintura Barroca Española: El Siglo de Oro

Sin duda, el siglo XVII fue el Siglo de Oro de las artes en España, consecuencia de un momento cultural próspero.

En el campo de la pintura, este siglo dio lugar a algunos de los artistas más importantes de todos los tiempos, no solo de España, sino del arte occidental.

Características de la Pintura Barroca Española del Siglo de Oro

  • Predominio de temas religiosos, debido al contexto de la Contrarreforma.
  • Los pintores españoles recibieron la influencia inicial del tenebrismo de Caravaggio en el tratamiento de la luz, aunque luego lo abandonaron.
  • Existe una deliberada ausencia de sensualidad en la pintura, muy influida por el miedo a la Inquisición.
  • El principal cliente de los pintores fue la poderosa Iglesia de la época (con la excepción de Velázquez y otros pintores de la Corte).
  • Italia y Flandes fueron las principales fuentes de inspiración durante el siglo XVII.
  • Se produjo un intenso intercambio cultural: artistas españoles viajaron a Italia, y artistas italianos y flamencos vinieron a España. Además, se compraron cuadros en el mercado del arte (para colecciones reales de los Austrias).
  • Primera mitad del siglo XVII: Naturalismo tenebrista. Se imita a Caravaggio, tomando modelos del natural e iluminándolos con fuertes contrastes claroscuros.
  • La Iglesia fue el principal cliente: las órdenes monásticas encargaron cuadros para decorar claustros, templos y sacristías.
  • Temática: Predominio de la religiosa, bodegones y el retrato. La pintura mitológica apenas tuvo incidencia.
  • El dibujo cede terreno a la utilización más natural del color.

Naturalismo Tenebrista: Jusepe de Ribera y Francisco de Zurbarán

Jusepe de Ribera, “Lo Spagnoletto”

José de Ribera (Játiva, 12 de enero de 1591 – Nápoles, 1652) fue un pintor y grabador español del siglo XVII que desarrolló toda su carrera en Italia, principalmente en Nápoles. Fue conocido también con su nombre italianizado, Giuseppe Ribera, y con el apodo Lo Spagnoletto (el españolito), debido a su baja estatura y a que reivindicaba sus orígenes firmando sus obras como Jusepe de Ribera, español.

Cultivó un estilo naturalista que evolucionó del tenebrismo de Caravaggio hacia una estética más colorista y luminosa, influida por Van Dyck. Contribuyó a forjar la gran escuela napolitana. Ribera es un pintor destacado de la escuela española, si bien su obra se hizo íntegramente en Italia y, de hecho, no se conocen ejemplos seguros de sus inicios en España.

Etiquetado por largo tiempo como un creador truculento y sombrío (mayormente por algunas de sus pinturas de martirios), este prejuicio se ha diluido en las últimas décadas gracias a múltiples exposiciones e investigaciones, que lo reivindican como un creador versátil y hábil colorista. Hallazgos recientes han ayudado a reconstruir su primera producción en Italia, etapa a la que el Museo del Prado dedicó una exposición en 2011.

Obras destacadas de Ribera

  • El martirio de San Bartolomé
  • San Jerónimo penitente
  • Calvario
  • La mujer barbuda: Es uno de los cuadros más insólitos de la pintura europea del siglo XVII, ya que refleja a la mujer con un aspecto masculino por sufrir hirsutismo. En la obra aflora el drama psicológico de la mujer transformada en hombre y la resignación del marido.
  • Inmaculada: El cuadro se encuentra en la iglesia del convento de las Agustinas Recoletas de Salamanca. Es una representación tradicional (viste a la Virgen con manto azul y túnica blanca e incorpora ángeles a su alrededor), pero llama la atención por su desusado formato y su exuberancia cromática. Es considerada una obra esencial de la fase de más intenso pictorismo y luminismo del español, y una obra maestra de la pintura barroca napolitana y española.
  • Apolo desollando a Marsias
  • El martirio de San Felipe

Francisco de Zurbarán

Francisco de Zurbarán (Fuente de Cantos, 7 de noviembre de 1598 – Madrid, 27 de agosto de 1664) fue un pintor del Siglo de Oro español. Contemporáneo y amigo de Velázquez, Zurbarán destacó en la pintura religiosa, donde su arte revela una gran fuerza visual y un profundo misticismo. Fue un artista representativo de la Contrarreforma.

Influido en sus comienzos por Caravaggio, su estilo evolucionó para aproximarse a los maestros manieristas italianos. Sus representaciones se alejan del realismo de Velázquez y sus composiciones se caracterizan por un modelado claroscuro con tonos más ácidos. Zurbarán quiso representar el horror sin que en la composición apareciera ni una gota de sangre.

Rasgos distintivos de Zurbarán

  • Pintor que transmite el mismo amor por los objetos cotidianos que por los seres celestiales.
  • Por su técnica, fue considerado un escultor de la pintura.
  • Formado en Sevilla, trabajó para la clientela sevillana y el mercado americano.
  • Fue invitado a Madrid, a la Corte, para decorar el Salón de Reinos del Palacio del Buen Retiro, donde pintó Los trabajos de Hércules.
  • Su estilo es naturalista tenebrista inspirado en Caravaggio, con figuras muy plásticas de contorno dibujado y sombras.
  • Tuvo un gran taller, con numerosos aprendices y oficiales.

Zurbarán y la vida monástica

Es conocido como el pintor de los frailes y de la vida monástica. En 1638, le contrataron para dos ciclos importantes: el de los cartujos gaditanos de Jerez de la Frontera y el de los jerónimos extremeños de Guadalupe.

Por encargo de los frailes del Monasterio de Guadalupe, Zurbarán pintó entre 1639 y 1645 ocho cuadros para la sacristía y tres para la capilla adyacente. Estos cuadros se conservan aún en su emplazamiento original.

Obras en la Sacristía de Guadalupe (Ejemplos)
  • Fray Diego de Orgaz ahuyentando las tentaciones
  • Aparición de Jesucristo a fray Andrés de Salmerón
  • Retrato de fray Gonzalo de Illescas, obispo de Córdoba (el más conocido de la serie)
  • La Misa milagrosa de fray Pedro de Cabañuelas
  • Enrique III de Castilla ofreciendo a fray Fernando Yáñez el Arzobispado de Toledo
  • La Visión de fray Pedro de Salamanca
  • Fray Martín de Vizcaya distribuyendo limosna a los pobres
  • Fray Juan de Carrión, despidiéndose de la Comunidad antes de morir
Obras en la Capilla de San Jerónimo

Los tres cuadros de la Capilla de San Jerónimo, alusivos a episodios de la vida del santo, están entre sus obras maestras:

  • En el ático del retablo: La Apoteosis de San Jerónimo, una de sus obras más famosas, también llamada la Perla de Zurbarán.
  • En el lado derecho: Las Tentaciones de San Jerónimo.
  • En la parte izquierda: San Jerónimo flagelado por los ángeles.

El Género del Bodegón

El término bodegón, acuñado en España por la literatura del siglo XVIII, se utiliza para designar los cuadros de este género (escenas de taberna, mercado, etc.), como los bodegones de Velázquez. Por extensión, se aplica a los cuadros sin personajes: animales, flores, frutos, o naturaleza muerta.

Otras Obras Clave de Zurbarán
  • San Hugo en el refectorio
  • Visión de San Pedro Apóstol a San Pedro Nolasco
  • Premonición del Niño Jesús en la casa de Nazaret (1630): El Niño Jesús juega con la corona de espinas y se pincha en un dedo, lo que significa una premonición de lo que le ocurrirá en un futuro. Muestra el tenebrismo influenciado por Caravaggio.
  • Santa Casilda
  • Rompimiento de Gloria
La Apoteosis de Santo Tomás de Aquino (1631)

Zurbarán recibió el encargo de pintar esta Apoteosis, al tiempo que se le daban precisas instrucciones acerca de su ejecución: tamaño de la obra, colocación, tema, personajes, etc. El lienzo, enorme, habría de colocarse en el Colegio de Santo Tomás de Sevilla. Este colegio formaba doctores, por lo que el tema es una exaltación de la propia labor del Colegio y sus monjes.

Santo Tomás de Aquino es una de las figuras más relevantes de la teología cristiana (nombrado Doctor de la Iglesia en 1567). Por su importancia, aparece rodeado de los cuatro Padres de la Iglesia, otros tantos personajes fundamentales para la elaboración de la doctrina:

  1. A su derecha se encuentran conversando San Ambrosio y San Gregorio.
  2. A su izquierda, San Jerónimo (de rojo cardenalicio) y San Agustín.

Los cinco intelectuales se encuentran en el plano superior del cuadro, que simboliza el mundo divino. Sobre sus cabezas, el cielo asiente a sus conclusiones: destacan Dios Padre y Dios Hijo con la cruz. A estas dos figuras trinitarias se añade en el centro la paloma del Espíritu Santo, que ilumina con sus rayos a Santo Tomás.

En el plano inferior se encuentra representada la tierra: los personajes principales de la Orden y nada menos que el emperador Carlos V. Su presencia se explica porque fue él quien facilitó los terrenos y la dote necesaria para la construcción y puesta en marcha del colegio. A lo largo de su vida, el emperador ofreció su patronazgo continuo a los monjes y sus alumnos.

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