24 May

El Sacramento de la Confirmación: Fortaleciendo la Fe y el Vínculo con la Iglesia

La Confirmación es el sacramento que perfecciona la gracia bautismal, completando así los sacramentos de iniciación cristiana. Por medio de este, recibimos el Espíritu Santo, quien nos otorga una fuerza especial para:

  • Ser testigos y anunciadores del Evangelio, tanto por medio de palabras como de obras.
  • Hacer más sólido nuestro vínculo con la Iglesia.

Fundamento Bíblico de la Confirmación

El Espíritu Santo fue prometido en el Antiguo Testamento y derramado plenamente el día de Pentecostés. Desde aquel tiempo, los apóstoles, en cumplimiento de la voluntad de Cristo, comunicaban a la gente el don del Espíritu Santo mediante la imposición de las manos, ya que solo habían recibido el Bautismo de agua.

Los Signos del Sacramento de la Confirmación

1. Imposición de Manos

Por medio de la imposición de manos, en la que el obispo o su delegado extiende sus manos sobre los confirmados, se transmite la gracia de Dios. Esta acción es como un canal, de la misma manera que un cable sirve de transmisor de la electricidad o un acueducto de transmisor del agua. La sombra de la mano es un signo, desde el Antiguo Testamento, de la presencia de Dios.

2. Unción con Aceite (Santo Crisma)

La unción con aceite es el segundo signo de la Confirmación. La palabra «unción» viene de ungir o untar con aceite y tiene varios significados profundos:

  • Alegría: Es el signo de abundancia y felicidad. Recibimos en la Confirmación la unción del Espíritu Santo para ser plenamente felices.
  • Purificación: El aceite en la antigüedad se utilizaba para lavarse las manos o para bañarse. La unción del Espíritu Santo nos purifica de nuestros pecados.
  • Agilidad: El aceite también se usaba en la antigüedad para preparar a los atletas (para ser más ágiles) o luchadores (para que resbalen los golpes). La unción del Espíritu Santo nos da agilidad en la carrera de la fe y permite que resbalen los golpes del diablo.
  • Perfume: Además de todo esto, el aceite se usaba como perfume, ya sea para vivos o para difuntos. La unción del Espíritu Santo nos ayuda a irradiar el buen olor de la santidad.
  • Curación: El aceite se usaba para sanar a los enfermos. La Iglesia utiliza el aceite como signo de sanación espiritual y física.

La Celebración de la Confirmación

Un momento importante de la celebración de la Confirmación es la consagración del Santo Crisma. En el Oriente, esta consagración está reservada al patriarca. Si esta celebración está separada del Bautismo, en ella se renuevan las promesas bautismales. En el rito romano, el obispo extiende las manos sobre el confirmado e invoca la efusión del Espíritu Santo. En el rito latino, el sacramento de la Confirmación es conferido por la unción del Santo Crisma en la frente. Cualquier bautizado puede recibirlo.

El Carácter Indeleble de la Confirmación

Por medio del sacramento de la Confirmación, recibimos un sello: el sello del Espíritu Santo. El sello es símbolo de propiedad sobre un objeto. Por eso, en la antigüedad se marcaba a los soldados con el sello de su jefe y a los esclavos con el sello de su señor. Lo mismo hacemos en la actualidad con papeles que simbolizan documentos importantes.

En la Confirmación, el Espíritu Santo nos sella como signo de pertenencia total a Cristo, poniéndonos a su servicio para siempre. Este sello imprime en el alma una marca espiritual indeleble e imborrable, a la que se llama Carácter. El Carácter hace que el sacramento no se pueda recibir dos veces, sino de una vez para siempre, pues no se puede borrar por nada del alma. Los tres sacramentos que imprimen carácter son: Bautismo, Confirmación y Orden Sagrado.

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