16 Dic

Exploración y colonización de América. Consecuencias de los descubrimientos en España, Europa y América


 La conquista de América fue privada, pero en nombre del rey mediante las capitulaciones. El conquistador era un segundón o de la pequeña nobleza. La conquista fue rápida gracias al acero, los caballos y perros y las epidemias. Durante los primeros 20 años tras el descubrimiento conquistaron las islas antillanas. Durante la segunda fase Hernán Cortés conquistó el Imperio Azteca (1519-1521) y Pizarro el Imperio Inca (1531-1533). En la tercera etapa destacan Alvarado, Mendoza o Orellana. Se conquistó Centroamérica (cultura maya), y zonas de América del Sur y del Norte. Las Filipinas se conquistarían en 1571. Tras la conquista el máximo órgano de poder fue el Consejo de Indias. América se dividíó en dos virreinatos (Nueva España y Perú) que se dividieron en gobernaciones y estos en municipios o cabildos. Para la justicia hubo audiencias. La agricultura se trabajó mediante la encomienda o esclavos negros en grandes propiedades (haciendas y estancias). La minería (Zacatecas y Potosí) funcionaba mediante la mita (repartimientos). El comercio fue monopolio de Castilla mediante la Casa de Contratación. Las consecuencias para los nativos más allá de  nuevos productos (caballos o vacas) fueron negativas ya que desaparecieron sus imperios, su cultura adoptando la castellana, sufrieron un  descenso demográfico y vivieron bajo un sistema de castas. Para Europa fueron positivas: nuevos productos (maíz, patata…) impulsó diversas ciencias y creó imperios. Para Castilla América fue una vía de escape de población y le ayudó a financiar su hegemonía aunque la abundancia de metales preciosos provocase una subida de precios.

Los Austrias del Siglo XVII: el gobierno de validos. La crisis de 1640


Se conocen como Austrias menores a los reinados de Felipe III (1598-1621) , Felipe IV (1621.1665) y Carlos II (1665-1700), ya que España pierde la hegemonía y conoce una grave crisis económica y demográfica. Estos reyes gobernaron mediante los validos, personas de total confianza del monarca. El válido de Felipe III fue el Duque de Lerma. Basó la hegemonía en la Pax Hispánica (paz de Vervins, paz con Jacobo I o tregua de los 12 años) y destacó su expulsión de los moriscos (1609 y 1610); una medida económica errónea.  El principal valido de Felipe IV fue el conde duque de Olivares que trajo un nuevo proyecto: la guerra como clave de la política internacional y centralización a nivel interior expandiendo las instituciones castellanas, (Gran Memorial, 1624) y creando una contribución común al ejército (Uníón de Armas, 1626). Esta centralización favorecíó la crisis de 1640. En Cataluña al descontento del  nuevo envió de soldados  se uníó el atropello de las tropas instaladas allí debido a la guerra con Francia y al fin del comercio con este país.  Así en 1640 proclamó su independencia para pasar a ser territorio Francés hasta 1652. En 1640 Portugal también descontenta con la uníón de armas, una mayor presión fiscal y los ataques a sus colonias por los enemigos de España provocó que una conjura nobiliaria ante la petición de más soldados proclamase al duque de Braganza rey de Portugal. En 1668 España tuvo que reconocer su independencia al no poder doblegarla por la fuerza.

La guerra de los Treinta Años y la pérdida de la hegemonía española en Europa


. Los objetivos exteriores de los Austrias menores fueron los mismos que los de sus predecesores, pero tienen que hacer frente a naciones más poderosas que acaban con su hegemonía. Aunque Felipe III   (1598-1621)  y su valido el Duque de Lerma  basaron su política internacional en laPax Hispánicase introdujo en la guerra de los 30 años a favor de Austria. Guerra que continuó Felipe IV (1621-1655). Su valido Olivares quiso hacer de la guerra la clave de la política internacional. La guerra de 30 años (1618-1648) fue un conflicto que hay que enmarcarlo en las guerra de religión, pero que escondía una gran rivalidad política entre reinos, particularmente entre Francia y la casa de Habsburgo y una lucha por el comercio de la zona. El conflicto inicial entre el emperador y los principados alemanes pronto se internacionalizó cuando el emperador recibíó el apoyo de Felipe III y los principados de los enemigos de España. La guerra se inicia con victorias españolas (Breda), pero la entrada en la guerra de Francia desde 1636 cambio el rumbo de la guerra. La Paz de Westfalia (1648) supuso el reconocimiento español de la independencia de las Provincias Unidas. Sin embargo, la guerra entre España y Francia continuaría hasta la Paz de los Pirineos en 1659 en la que España pierde el  Rosellón, la Cerdaña y plazas  fuertes en Flandes y Luxemburgo (Metz, Toul y Verdún). Esta paz fue la confirmación de la caída hispánica y el ascenso francés.

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