26 Sep

La Transición Española: Del Franquismo a la Democracia

Tras la muerte del dictador Francisco Franco, el 20 de noviembre de 1975, Juan Carlos I fue proclamado Rey de España dos días después, el 22 de noviembre. En este contexto, la sociedad española se encontraba dividida en torno a tres principales tendencias políticas:

  • Los grupos inmovilistas, conocidos como el “búnker”, que se oponían a cualquier cambio en el régimen.
  • Los reformistas, una corriente intermedia que buscaba una transición gradual hacia un sistema democrático.
  • La oposición democrática, que operaba en la ilegalidad y abogaba por una ruptura inmediata con el régimen anterior para establecer una democracia plena.

Los Primeros Pasos y el Gobierno de Arias Navarro (1975-1976)

Inicialmente, Carlos Arias Navarro continuó como presidente del Gobierno, alineado con los sectores inmovilistas. Durante sus primeros siete meses, la situación política apenas experimentó cambios significativos, lo que generó la percepción de una continuidad de la dictadura. Este periodo estuvo marcado por graves problemas de orden público, incluyendo huelgas, actos de terrorismo, secuestros y asesinatos políticos, como los sucesos de Vitoria y Montejurra.

Adolfo Suárez y el Impulso de la Reforma Política (1976-1977)

Para desbloquear el proceso de cambio, Arias Navarro fue sustituido por Adolfo Suárez en julio de 1976. El nuevo presidente del Gobierno, proveniente del sector reformista, inició la Reforma Política, un proceso fundamental para desmantelar las estructuras del franquismo y conducir a España hacia un régimen democrático. Este proceso comenzó con la aprobación de la Ley para la Reforma Política, que fue ratificada por las Cortes y, posteriormente, en referéndum en diciembre de 1976, sentando las bases de un sistema democrático. Paralelamente, se concedió una amnistía para los presos políticos y se legalizaron progresivamente los partidos políticos y los sindicatos.

Las Primeras Elecciones Democráticas y los Pactos de la Moncloa (1977)

Las elecciones generales de junio de 1977 fueron las primeras democráticas celebradas en España desde febrero de 1936. En ellas, la Unión de Centro Democrático (UCD), el partido centrista liderado por Suárez, obtuvo la victoria con 165 diputados. El Partido Socialista Obrero Español (PSOE), con 118 diputados, se consolidó como el principal partido de la izquierda. Otros partidos, como Alianza Popular (AP), dirigida por Manuel Fraga (26 diputados), y el Partido Comunista de España (PCE) de Santiago Carrillo (20 diputados), obtuvieron resultados menores.

Paralelamente a este proceso de democratización política, la economía española sufrió la profunda incidencia de la crisis económica internacional, manifestada en una elevada inflación, un fuerte déficit de la balanza de pagos y un aumento del desempleo. Para mitigar esta inestabilidad económica, los principales partidos políticos firmaron los Pactos de la Moncloa en octubre de 1977, que incluían un conjunto de reformas económicas como la devaluación de la peseta, reformas impositivas y el control del gasto público.

La Legislatura Constituyente y la Elaboración de la Constitución (1977-1978)

Entre junio de 1977 y diciembre de 1978 tuvo lugar la legislatura constituyente. Durante este periodo, se restablecieron de manera provisional las autonomías de las regiones históricas, comenzando por Cataluña, donde regresó del exilio el presidente de la Generalitat, Josep Tarradellas. El país continuó enfrentándose a desafíos como el terrorismo (perpetrado por ETA, GRAPO y grupos de ultraderecha), la amenaza de un golpe militar y la persistente crisis económica.

El hito más relevante de esta etapa fue la elaboración de la Constitución Española de 1978, que sigue vigente en la actualidad. Fue redactada por siete ponentes de diferentes fuerzas parlamentarias, lo que la convirtió en una Constitución de consenso. En ella se recogieron un amplio conjunto de derechos y libertades, y se configuró un Estado descentralizado, con 17 Comunidades Autónomas y dos Ciudades Autónomas. La Constitución estableció la clásica división de poderes:

  • Un poder legislativo bicameral, las Cortes Generales, compuestas por el Congreso de los Diputados (elegido por número de habitantes) y el Senado (con cuatro representantes por provincia).
  • Un poder ejecutivo, el Gobierno (formado por el presidente y los ministros).
  • Un poder judicial, ejercido por jueces y magistrados, funcionarios del Estado seleccionados por oposición.

Además, la Constitución creó el Tribunal Constitucional, encargado de interpretar la Carta Magna en caso de conflicto, y la figura del Defensor del Pueblo, que vela por el cumplimiento de los derechos y libertades de los ciudadanos.

La Constitución fue aprobada en referéndum el 6 de diciembre de 1978. Con su promulgación, se dio por concluida la Transición Española y se inició la etapa democrática (1979 – 2017, aunque el texto se centra hasta mediados de los 90).

La Consolidación de la Democracia (1979-1996)

Los Primeros Gobiernos Democráticos y el 23-F (1979-1982)

Las elecciones de marzo de 1979 confirmaron el triunfo de la UCD, con resultados muy similares a los de 1977. Poco después, tuvieron lugar las primeras elecciones municipales democráticas, en las que los partidos de izquierda obtuvieron las principales alcaldías del país.

Uno de los acontecimientos más conocidos de este periodo fue el golpe de Estado del 23-F (protagonizado por el teniente coronel Tejero), un intento fallido de acabar con el sistema democrático. También fue el momento en que España ingresó en la OTAN.

La crisis interna de la UCD llevó a la dimisión de Adolfo Suárez, siendo elegido nuevo presidente Leopoldo Calvo-Sotelo. La descomposición del partido en el gobierno provocó la convocatoria de elecciones anticipadas.

La Era Socialista: Los Gobiernos de Felipe González (1982-1996)

Las elecciones de octubre de 1982 dieron un triunfo arrollador al PSOE, dirigido por Felipe González, que obtuvo una mayoría absoluta de 202 escaños. Alianza Popular (AP), que posteriormente se convertiría en el Partido Popular (PP), se consolidó como el nuevo gran partido de centro-derecha. El PSOE revalidó su victoria en otras tres elecciones consecutivas (1986, 1989 y 1993).

En sus inicios, el gobierno socialista tuvo que hacer frente a graves problemas económicos, como una elevada inflación y la necesidad de una reconversión industrial. Sin embargo, a lo largo de su mandato, se produjo una mejora de la situación económica, especialmente entre 1985 y 1992. Se prestó una atención especial a los asuntos sociales, impulsando la universalización de la educación, la sanidad y las pensiones, lo que modernizó el país y lo acercó al modelo del Estado del bienestar europeo.

Durante este periodo, tuvo lugar la definitiva consolidación del sistema democrático, desapareciendo el peligro de intervenciones militares, aunque el terrorismo de ETA siguió siendo un grave problema. España se integró en 1985 en la Comunidad Económica Europea (CEE), que posteriormente se transformaría en la Unión Europea (UE) tras los Acuerdos de Maastricht en 1992. Como escaparate de esta nueva España, en 1992 se celebraron los Juegos Olímpicos de Barcelona y la Exposición Universal de Sevilla.

Deja un comentario