23 Oct
Impacto de la Deforestación y el Sobrepastoreo en la Erosión del Suelo Peruano
Erosión Hídrica y Eólica
La erosión hídrica y eólica es causada por la tala y quema de la vegetación, lo que deja grandes espacios expuestos a la acción eólica. La destrucción de la vegetación arbórea de las riberas de los ríos facilita la erosión hídrica, permitiendo que los ríos cambien de curso, como ocurrió en 1998 en un sector del río Piura a la altura de Huápalas. El sobrepastoreo de animales en los bosques de sabana (como vacunos, equinos y cabras) también facilita la erosión eólica porque afloja el suelo del despoblado, que es de tipo arenoso. En amplios sectores que rodean a centros poblados, ya han desaparecido los algarrobales y bosques secos.
En la costa central y sur, la erosión eólica es más notoria debido a la escasez de vegetación. Aun en los valles se notan avances de arenas que invaden los cultivos debido a la escasez de cortinas rompevientos.
Desertificación
La tala de los bosques en las zonas semidesérticas (algarrobales, sapotales) y en el piedemonte andino aumentan la evaporación de la humedad del suelo, lo que impide la regeneración de plantas arbóreas. El viento se encarga de enterrar las semillas germinadas, haciendo que el desierto se extienda y las dunas avancen sobre las áreas agrícolas.
Erosión por Región Geográfica
a. En las vertientes andinas
Se tienen frecuentes deslizamientos producidos por la saturación de los suelos como resultado de las lluvias. La ausencia de vegetación facilita los procesos de meteorización de las rocas, acumulando material suelto que luego es lavado por las lluvias, resultando en lodos conocidos como huaycos o llocllas. Gran parte del material de las terrazas bajas de los valles de la costa es resultado de estos procesos.
b. En la sierra y valles interandinos
Los problemas de erosión son más persistentes debido a que soportan lluvias más intensas en el verano. Contribuyen a esto la escasez de bosques y la quema de los rastrojos y pajonales, sumados a las fuertes pendientes de las laderas. Una apreciación visual sugiere que aproximadamente el 60% de los suelos agrícolas de la región sufren de erosión hídrica.
c. En la selva alta
También se nota una erosión hídrica intensa debido a la fuerte pendiente de las laderas, la deforestación y el abuso del fuego, que muchas veces avanza de manera incontrolada por las partes altas de las laderas, matando plantas y animales y exponiendo los frágiles suelos a la acción de las lluvias. Así, ya se notan en varios sectores degradaciones de tal magnitud que muestran paisajes de “tierras malas” o de pastizales “naturales”.
d. En la selva baja
Se observa la mayor erosión de suelos en las riberas de los ríos que, con las crecidas, vencen las barreras de la vegetación y muchas veces cambian de curso, arrastrando grandes masas de suelo.
2.3 El Agua: Elemento Vital para la Vida y el Desarrollo Agrícola e Industrial
La topografía, el clima, la vegetación y otros factores han determinado la variabilidad de la cantidad y calidad del agua a lo largo del territorio nacional y a través del tiempo. En el Perú, tenemos una región hidrográfica con abundantes recursos hídricos ubicada en el lado oriental, donde las profundas y extensas cuencas dan origen a grandes ríos que desaguan en la vertiente del Atlántico, y otras pobremente dotadas del recurso, como la vertiente del Pacífico (Ver Cuadro N°).
El régimen anual de escurrimiento de los ríos que surcan el territorio nacional es sumamente irregular, presentando cortos periodos de abundancia y prolongados periodos de estiaje. La escasez y abundancia espacial y temporal se hace más crítica en función de la distribución de la población.
Las Tres Vertientes Hídricas del Perú
La Cordillera de los Andes permite la formación de tres vertientes hídricas en el Perú, que reciben su nombre en relación con el lugar de depósito de las aguas de los ríos:
La Vertiente del Pacífico
Con una extensión de 279 689 km², está constituida por 53 ríos o quebradas principales, que la cruzan en dirección general E-O (a excepción del río Santa que sigue otra orientación). Esta vertiente se ubica en el sector occidental del territorio peruano y tiene una longitud aproximada de 2560 km. Los ríos nacen en el flanco occidental de la Cordillera de los Andes, entre 4000 y 6000 metros de altitud, y son alimentados principalmente con las precipitaciones del verano que ocurren en su parte alta, dando origen a un régimen de escurrimiento irregular y de carácter torrentoso. Las mayores descargas ocurren entre diciembre y marzo, periodo durante el cual se estima que fluye entre el 60% y 70% del volumen total anual; durante el resto del año se tiene una sequía extrema con días soleados y cielo azulado. De los 53 ríos, 25 se secan durante el periodo de estiaje.
La Vertiente del Atlántico
Abarca un área de 956 751 km², y se encuentra en el sector oriental del territorio nacional. Los ríos principales de la vertiente, de comportamiento irregular, nacen en su mayoría en el denominado Nudo de Pasco, entre los 4000 y 6000 m de altitud, alimentando sus cursos de agua principalmente con las precipitaciones estacionales. El periodo de crecidas o avenidas se inicia en octubre y concluye en marzo, alcanzando su máximo en enero y febrero. El relieve general de la cuenca de los ríos es variable, pudiendo establecerse dos zonas diferenciadas:
- Una alta, por encima de los 1000 y hasta los 6000 m de altitud, que muestra una orografía escarpada y alargada, con valles en forma de “V” profundos y encajonados, que dan lugar a ríos torrentosos.
- La otra, baja, que se extiende por debajo de los 1000 m de altitud, donde la topografía es accidentada pero poco escarpada y con desniveles graduales.
El curso de la mayoría de los ríos es muy sinuoso, drenando estos en diversas direcciones, pero confluyendo finalmente en la gran cuenca del río Amazonas.
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