12 Dic

EL Realismo MÁGICO Y LA CASA…


Para algunos escritores del s. XX la imagen del mundo que ofrecía el Realismo literario no era válida, pues no expresaba una visión de la realidad que incluyera el misterio de la existencia, por lo que pretendieron representar a la vez lo objetivo y lo subjetivo, el mundo real y el de la mente. Así, con la publicación de Cien años de soledad (G. García Márquez) surgíó la corriente llamada ‘Realismo mágico’, corriente narrativa que asignaba una magnitud trascendental a la narración de sucesos cotidianos.De entre las carácterísticas de esta nueva corriente cabe mencionar, entre otras:::presencia de las catástrofes naturales propias de Latinoamérica,el predominio del narrador en 1ª persona y el uso del monólogo interior,el concepto de la muerte como una prolongación de la vida,la  distorsión del tiempo,la expresión de la injusticia social, la intolerancia, el asesinato
Como algo propio de la condición humana,la presencia de lo oculto, lo misterioso y sobrenatural.

En lo que respecta a su reflejo en La casa…, y aunque los críticos no se han puesto de acuerdo a la hora de valorar esta novela como representativa de dicha corriente, lo cierto es que en ella se pueden encontrar elementos propios del Realismo mágico, elementos tales como:  La mezcla de lo natural con lo sobrenatural, presentados con total normalidad, como el terremoto  que destruye Las Tres Marías.La multiplicidad de narradores, pues el narrador externo (Alba) alterna con el interno (Esteban y Alba en alguna ocasión) y con el discurso indirecto libre que, en ocasiones, utili-za también Esteban Trueba.La presencia de la muerte como una prolongación de la vida en la que los vivos y los muertos conviven con naturalidad, de ahí que Clara, en un momento dado, le diga a Alba que si “ella podía comunicarse sin dificultad con las almas del Más Allá, después (cuando muriera) podría hacerlo con las del Más Acá”.De forma no tan exagerada como en otros autores del Realismo mágico, en La casa… las anticipaciones y las retrospecciones temporales son frecuentes, aunque no se puede hablar de una distorsión temporal, pues los saltos temporales no afectan al texto en su conjunto.En cuanto a la violencia, esta se presenta tal y como ocurre en la vida cotidiana, produ-ciendo la sensación de una sociedad primitiva. En la obra se expresan, sin puritanismos ni prejuicios, los desórdenes morales de los señores, las injusticias sociales cometidas con los pobres, los asesinatos que nadie investiga y todos permiten…También se insertan aspectos misteriosos e irracionales en la vida cotidiana, tales como supersticiones, premoniciones, costumbres ancestrales… Así, mientras se presentan como increíbles y mágicos simples avances tecnológicos (el teléfono o el automóvil), se descri-ben, como algo normal, las premoniciones de Clara o su capacidad para levitar, o se atri-buyen carácterísticas mitológicas a Barrabás porque no sabían de qué raza era.Por último, queda añadir que todos los aspectos mágicos presentes en esta novela están relacio-nados solo con algunos personajes femeninos y dentro del ámbito familiar, sin que por eso resol-ten sorprendentes para los demás ni afecten al orden establecido.

Rasgos temáticos y formales de la nueva… en La casa de los espíritusLa casa de los espíritusha sido considerada por la crítica literaria como la novela más famosa del posboom. En ella pueden observarse una serie de carácterísticas de la narrativa Hispanoamérica-na de los años 70 y 80 que la han convertido en una de sus obras más representativas. De entre todas ellas podemos destacar las siguientes:
1. La autora busca su inspiración en lo cotidiano de la realidad hispanoamericana, presentando una imagen de la realidad que resulta comprensible dentro de los antiguos esquemas de socie-dad patriarcal y oligárquica.
2. Aunque esta novela posee una estructura circular con ‘retrospecciones’ y ‘anticipaciones’, lo cierto es que Isabel Allende utiliza el esquema más convencional de cronología lineal, lo que la acerca más a la narrativa realista tradicional.
3. El compromiso político y social que identifica la narrativa hispanoam. En la época que nos ocupa, aparece reflejado en La casa…
a través de los casi cien años de historia de Chile, histo-ria que transcurre paralela a la crónica familiar de los Trueba-del Valle: la caída de la antigua oligarquía representada por E. Trueba, la manipulación de las elecciones, los opositores de iz-quierdas (como Pedro tercero)
El triunfo del presidente socialista (Salvador Allende) y su desti-tución y asesinato por el golpe militar del general Pinochet, el exilio de muchos chilenos (en la obra Blanca Trueba y Pedro Tercero)…
4. En cuanto a los personajes, son seres que forman parte de la vida diaria, con las caracteres-ticas propias de cualquier persona:
Esteban Trueba es el patriarca autoritario y violento; sus hijos varones, a pesar de ser gemelos, tienen cada uno su personalidad:
Jaime es generoso, tierno y solidario, y Nícolás es un aventurero y un espiritual;
Pedro Tercero es pasional y sub-versivo, pero es una persona íntegra y coherente con sus ideas; y las mujeres de la obra luchan por su su independencia y su igualdad con los hombres.
5. La acción, por su parte, transcurre no solo en la hacienda Las Tres Marías sino también en la capital, en la casa grande de la esquina, con lo que se añade el espacio urbano (típico en la literatura del ‘posboom’). Con este espacio se incorporan, además, otras cualidades de la cultu-ra urbana que forman parte de la vida de los personajes. Así, Clara socorre a muchos indigen-tes, Amanda experimenta con las drogas, Nícolás recibe clases de flamenco… Además, esa casa de la esquina representa la modernidad frente a lo rural de la hacienda, donde siguen mandando las tradiciones y la diferencia de clase.
6. Con la narrativa del ‘posboom’ lo femenino adquiere un lugar destacado. Y en esta novela los personajes protagonistas son mujeres (Clara, Alba, Blanca
) independientes que luchan por conseguir lo que desean a pesar de lo que piensen los hombres.
7. Por último, si para los escritores del ‘boom’  (años 60)
el lenguaje en la novela debía ser trata-do con un especial cuidado -pues es parte fundamental de la obra- los autores del ‘posboom’ tratan de reproducir su uso en la realidad, por lo que se coloquializa y se vuelve más sencillo. Este rasgo también está presente en La casa…
, donde Isabel Allende utiliza una sintaxis en la que predominan las oraciones breves y un léxico sencillo y coloquial.En conclusión, La casa…
es una novela social, con destacada presencia de lo femenino, en la que la historia que se cuenta, narrada con sencillez, justifica la aceptación que ha tenido para ser leída por un público mayoritario.

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