05 Jun

Características del Boom Latinoamericano

El Boom Latinoamericano fue un fenómeno literario que surgió entre los años 60 y 70 del siglo XX, caracterizado por la publicación de obras de alta calidad que dieron a conocer la literatura de la región a nivel mundial. Sus principales características incluyen:

  • Escenarios Americanos

    La búsqueda de una identidad propia hizo que los autores ambientaran sus historias en escenarios característicos de sus países, incorporando sus paisajes, mitos y tradiciones. Así, se entremezclan el relato histórico con la ficción, reflejando las condiciones políticas y sociales del momento.

  • Influencias

    La vanguardia europea, de la que surgieron movimientos como el surrealismo (con autores como André Breton), el dadaísmo (Tristán Tzara) o el expresionismo (Bertolt Brecht), es una de las influencias de la literatura del Boom Latinoamericano. Entre los autores hispanoamericanos que también influyeron en este movimiento, cabe citar a Rubén Darío, José Martí, Jorge Luis Borges y Juan Rulfo. A ello hay que sumarle el realismo mágico, inaugurado por Cien años de soledad de Gabriel García Márquez (publicado en 1967), en el que realidad y ficción se entremezclan.

  • Experimentación

    Es una de las señas de identidad de las obras del movimiento. Se utilizan diferentes tipos de narradores y las historias no son lineales; presentan saltos en el tiempo y relatos con cronologías desordenadas (de hecho, la novela puede empezar por el final de la trama). Asimismo, es una literatura en la que predominan las figuras literarias (metáforas, epítetos, monólogos interiores…), el uso de neologismos y los juegos de palabras.

Autores Destacados del Boom Latinoamericano

Los principales exponentes de este movimiento literario son:

  • Julio Cortázar (1914-1984)

    Aunque hijo de argentinos, nació en Bélgica y se exilió en Francia durante la presidencia de Juan Domingo Perón. Su compromiso político (fue defensor de la Revolución Cubana y Sandinista) se vio reflejado en su obra, en la que se entremezcla lo fantástico con lo real en una búsqueda de la autenticidad y el sentido de la vida. Cortázar destacó por la experimentación y la innovación en el lenguaje, planteamiento que aplicó al género del cuento de forma excepcional en obras como Bestiario, Historias de cronopios y de famas, Todos los fuegos el fuego o Deshoras. Su obra Rayuela, escrita y publicada en París, supuso un hito en la literatura, con un planteamiento totalmente innovador en el que la historia puede leerse de forma lineal, pero también empezando por el capítulo 73 para seguir el orden alternativo propuesto por Cortázar.

  • Gabriel García Márquez (1927-2014)

    Nacido en Colombia, empezó a estudiar Derecho, pero pronto lo dejó por el periodismo, lo que le permitió acercarse al trabajo de algunos de sus referentes, como Hemingway, Virginia Woolf o Faulkner. Tras la publicación de su primera obra, La hojarasca (1955), se trasladó a Europa, donde publicó El coronel no tiene quien le escriba (1961) y La mala hora (1962), lo que no impidió que pasara por dificultades económicas. Ya de regreso en América, publicó una de sus obras cumbre: Cien años de soledad (1967), situada en el pueblo ficticio de Macondo y en la que realidad y ficción se entremezclan para relatar la historia de la familia Buendía. Más tarde publicaría El amor en los tiempos del cólera (1985) o Crónica de una muerte anunciada (1981). En 1982 recibió el Premio Nobel de Literatura.

  • Mario Vargas Llosa (1936)

    Su novela, La ciudad y los perros, representa para muchos el inicio del Boom Latinoamericano, con una historia sobre una escuela militar en la que los cadetes son tratados como animales, lo que supone una crítica al machismo y la sociedad peruana del momento. Después publicaría La casa verde (1965), Conversación en la catedral (1969) o La fiesta del chivo (2000). En 1994 ingresó en la Real Academia Española (RAE) y recibió el Premio Miguel de Cervantes. En 2010 fue premiado con el Nobel de Literatura.

  • Carlos Fuentes (1928-2012)

    Su primera obra es una recopilación de cuentos, Los días enmascarados (1954), a la que seguirían La región más transparente o Las buenas conciencias. En 1962 publicó La muerte de Artemio Cruz, en la que relata la historia de un exrevolucionario mexicano en su lecho de muerte y con la que se consolidó como escritor. Más tarde escribió Aura, un relato de corte fantástico, y Terra nostra (1975), que le sirvió para darse a conocer a nivel internacional. En 1987 recibió el Premio Miguel de Cervantes y fue elegido miembro del Consejo de Administración de la Biblioteca Pública de Nueva York.

Otros Cultivadores del Realismo Mágico

Además de los autores centrales del Boom, otros escritores también exploraron y enriquecieron el realismo mágico:

  • Juan Rulfo (1918-1986)

    Mexicano, se convirtió en uno de los maestros del nuevo estilo con sus cuentos (El llano en llamas, 1953) y sobre todo con la novela Pedro Páramo (1955), que narra, con constantes juegos espacio-temporales, el viaje de un hombre al pueblo de su padre, cuya historia reconstruirá dialogando con vivos y muertos.

  • Juan Carlos Onetti (1909-1994)

    El uruguayo Juan Carlos Onetti describe unas vidas frustradas y amargadas en la ficticia ciudad de Santa María. Esta visión pesimista con raíz en el existencialismo se refleja en sus cuentos y novelas (El astillero, 1961; Juntacadáveres, 1964), en las que la ocultación de datos crea un intenso efecto de suspense.

  • Augusto Roa Bastos (1918-2005)

    Paraguayo, vivió exiliado durante mucho tiempo. Su principal novela es Yo, el supremo (1974), centrada en la figura de un dictador hispanoamericano. Otras obras suyas son Hijo de hombre (1960) y Vigilia del almirante (1992).

  • Ernesto Sábato (1911-2011)

    Ha alcanzado un gran prestigio pese a la brevedad de su obra, de hondas preocupaciones filosóficas y existenciales. El túnel (1948) narra la historia de un hombre que recurre al crimen como única salida a su radical incomunicación con los demás. Sobre héroes y tumbas (1961), novela de compleja estructura que une pasado y presente, narra una terrible historia de amor y soledad que revela la maldad del mundo contemporáneo. Destaca el alucinante y extenso episodio Informe sobre ciegos, de corte kafkiano y surrealista. También escribió Abaddón el exterminador (1974), de parecida complejidad, y varios ensayos.

  • Manuel Mújica Láinez (1910-1984)

    Cultivó la novela histórica, obsesionado por la idea del tiempo y la decadencia. Bomarzo (1962) recrea minuciosamente las intrigas del Renacimiento italiano; El unicornio (1965) se ambienta en una Edad Media fantástica.

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