22 Dic

33.Pues yo,oh Atenienses,cuando me parecíó bien casarme y llevé a mi mujer hacia la casa.
En el restante tiempo me encontraba así de tal manera que ni la molestaba ni que estuviera en su mano hacer lo que quisiera en exceso.La vijiliba como me era posible y volví la atención,como era natural.

34.Pero cuando nacíó mi hijo,confiaba yo (en ello) y le entregó todas mis cosas porque pensaba que esta familiaridad era la más grande.Y es que en los primeros tiempos,Oh Atenienses,era la mejor de todas y no solo(era)una excelente maestra y una buena ahorradora,sino también administraba todo perfectamente.

35.Pero cuando se me murió mi madre,que en morir ha llegado a ser para mí motivo de todos los males.Entonces,cuando lo acompañaba en su enterramiento,mi mujer al ser vista por este hombre con el tiempo fue seducido.

36.Observando a la sirvienta,la que marcha al ágora y diciendo palabras(enviando mensajes)la perdíó.En primer lugar, oh ciudadanos, en efecto es necesario pues pasar (que yo cuente) estas cosas a vosotros. Yo tengo una caseta de dos plantas con la misma disposición de la de arriba que la de abajo respecto al gineceo y el androceo.

37. Cuando nos nacíó el hijo, la madre lo montaba y para que no sufría peligro bajando por la escalera cada vez que era preciso bañarlo. Yo hacía vida arriba y las mujeres bajo. Y era ya una cosa tan habitual que muchas veces mi mujer bajaba a dormir al lado del niño para darle el pecho y para que no llorara.

38. Y esto sucedía así durante mucho tiempo, y yo jamás sospeche sino que casi me hallaba como necio, de modo que creía que mi mujer era la más virtuosa de todas en la ciudad. Pasando el tiempo, jueces, llegaba inmediatamente del campo después de la cena, el bebé lloraba y estaba enfurecido siendo molestado por la criada adrede para que hiciese esto.

39. Pues erastótenes estaba dentro. Pues más tarde me informé de todo y yo mandé a mi mujer bajar y dar el pecho al niño, para que dejase de llorar. Ella no quería al principio como si estuviera contenta de verme llegar después de un tiempo.


40. Pero cuando yo me enfadé y le ordene salir me dijo: para que tú intentes seducir así a la muchacha, que ya antes la arrastrabas estando bebido. Y yo riendo y aquella levantándose y marchándose, cerró la puerta, fingiendo bromear, echo la llave. Y yo sin imaginar nada de esto ni sospechar nada dormía tranquilo al llegar del campo.

41. Pues el hombre deshonrando te contra ti y contra tu mujer es casualmente nuestro enemigo. Así pues si coges a la sirvienta que va a la ciudad y os sirve y la pones a prueba te enterarás de todo. Es,»dijo erastótenes de Oe, el que hace está, quién no solo corrompíó a tu mujer sino también a muchas otras, pues tiene ese oficio»

42. Habiendo dicho estas cosas, oh jueces, aquella se alejó y yo seguidamente me inquietaba y venía hacia mí mente todas las cosas y estaba lleno de sospechas. Habiendo

 llegado a casa ordene a la esclava que me acompañara al mercado pero la lleve a casa de uno de mis amigos y le dije que yo conocía de todas las cosas que sucedían en mi casa.

43.»así pues, a ti» dije,»te posible elegir dos cosas la que quieras: o caer sobre el molino, siendo azotada y jamás dejar de estar afiliada por tales males o después de revelar toda la verdad, no sufrir ningún mal, sino alcanzar el propósito de ser perdona de tus errores para mí. No mientas en nada, si no dime toda la verdad.

44. Y aquella el principio se negaba y me permitía hacer lo que quisiera: ya que no sabía nada una vez que le récordé a erastótenes y le dije que esté era el que iba y venía frecuentemente hacia mi mujer se asustó pensando que yo lo reconocía todo con exactitud.

45.Y, habiéndose caído ante mis rodillas y habiendo tomado De mi la confianza de que no sufriría ningún daño,Le acusó en primer lugar de que se había acercado a ella después del entierro, luego de que finalmente había participado y de que ella con el tiempo se había dejado persuadir y de qué manera recibía las entradas y como, estando yo en el campo durante las Tesmofias,iba al templo con la madre de aquel.Y todas las demás cosas sucedidas las explico perfectamente.


46.Cuando él se encontraba bien, aquel, retirándose, se iba y yo dormía. Eratóstenes, ciudadanos, entra, y la criada, habiéndome despertado, me avisa rápidamente de que está dentro

47. Y yo, habiéndole dicho a aquella que se ocupará de la puerta, después de bajar yo, salí en silencio, y llegué a uno y a otro: a unos los encontré dentro, y descubrí que los otros no estaban en la ciudad. Habiendo recibido al mayor número posible qué había de los presentes, avancé.

48. Y, habiendo cogido antorchas de la taberna más cercana, entramos,estando abierta la puerta y estando hechos los preparativos por la mujer. Habiendo empujado hacia delante la puerta de la habitación, los primeros, entrando, todavía lo vimos yaciendo junto a mi mujer, y los últimos, estando de pie, en la cama desnudo.

49. Y yo, ciudadanos, habiéndole herido, lo derribó y, habiéndole llevado hacia atrás sus dos manos y habiéndoselas atado, le preguntaba por qué me ultrajaba, entrando en mi casa. Y aquel reconocía que cometía injusticias, pero se acercaba en súplica y suplicaba que no lo matará si no que les hiciera dinero.

50.Y yo le dije¨ yo no te mataré, si no la ley de la ciudad que tú, al transgredirla, tuviste en menos que tus pasiones, y preferiste más errar contra mi mujer y mis hijos que obedecer las leyes y ser honrado¨

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