06 May

Contexto del Renacimiento

El Renacimiento fue un movimiento cultural y artístico que se caracterizó por la recuperación de los valores espirituales y formales de la Antigüedad clásica, que habían estado olvidados durante la Edad Media. Este periodo estuvo marcado por el desarrollo del Humanismo, un movimiento filosófico que colocó a la figura humana por encima de la fe. Entre los valores espirituales se destacó el estudio de las humanidades (gramática, retórica, poesía, historia y filosofía), que perfeccionaban la naturaleza humana y preparaban al individuo para la vida política. En cuanto a los valores formales, se exaltó el arte grecorromano, que los renacentistas conocieron a través de excavaciones arqueológicas y reinterpretaron.

Inicio en Florencia

El Renacimiento comenzó en Florencia, que se recuperó de la Peste Negra y experimentó un auge económico. La Academia Neoplatónica en Florencia resucitó el antropocentrismo y las teorías sobre las proporciones del cuerpo humano y las leyes de la perspectiva. Aunque no negaban la existencia de Dios, situaron al hombre como el centro del universo. Recuperaron la proporción clásica del canon de las ocho cabezas de Lisipo, representando a los seres humanos en la naturaleza o en paisajes urbanos, acompañados de edificios que generaban una nueva sensación de profundidad.

Etapas del Renacimiento Italiano

El Renacimiento italiano se divide en dos etapas: Quattrocento y Cinquecento. Durante el siglo XV, Italia estaba fragmentada en pequeñas ciudades gobernadas por príncipes y tiranos, como los Médici en Florencia, quienes fueron mecenas del arte. La muerte de Lorenzo el Magnífico en 1492 marcó el fin de Florencia como capital artística, siendo sucedida por Roma, lo que dio lugar al Renacimiento Clásico. Esta fue la época de grandes genios como Miguel Ángel, Rafael y Leonardo, además de grandes cambios sociales como el surgimiento del capitalismo, los Estados modernos y la Reforma Luterana.

Roma como centro artístico

Bajo el papado de Julio II y León X, Roma vivió una Edad de Oro en las Artes. Sin embargo, a partir de 1527, los artistas comenzaron a imitar exageradamente a los grandes maestros, lo que dio origen al Manierismo, un estilo que rompió con las reglas del arte clásico.

Escultura del Renacimiento

El sentimiento clásico aparece primero en la escultura de la Europa Gótica, siendo más notable en Italia, donde influyó la aparición de esculturas romanas en yacimientos arqueológicos. Las características principales de la escultura renacentista incluyen:

  • Inspiración en las obras clásicas, rescatando la escultura exenta, que tiene valor por sí misma.
  • Proporcionalidad, siguiendo el canon clásico de las ocho cabezas.
  • Uso del contrapposto de influencia griega.
  • Mayor expresividad, especialmente al final del siglo, con un mayor enfoque en el naturalismo y la figura humana.
  • Uso de la perspectiva y los fondos en los relieves.
  • Los temas siguen siendo religiosos, pero también incluyen retratos (busto y ecuestre), desnudos y mitología.

En el Quattrocento, la escultura se centró en Florencia, con artistas como Ghiberti, conocido por las puertas del Baptisterio de Florencia, y Donatello, uno de los grandes escultores del Renacimiento junto con Miguel Ángel y Bernini.

Donatello

Nació en Florencia y se destacó por su dominio de técnicas y materiales, así como por su capacidad para expresar los sentimientos humanos con gran profundidad.

  • Fase inicial: Aprendió fundición en bronce con Ghiberti. Realizó trabajos importantes como los apóstoles para la Puerta de la Mandorla de la Catedral de Florencia y las esculturas de San Marcos y San Jorge para la capilla de Or San Michele. En estas obras, utilizó el schiacciato, técnica que combinaba la perspectiva con planos aplastados.
  • Colaboración con Michelozzo: Juntos diseñaron tumbas y púlpitos, como el púlpito de la Catedral de Prato, con innovaciones como la plataforma suspendida y relieves de niños danzantes.
  • Obras posteriores: Su David de bronce fue el primer desnudo masculino del arte europeo y una de sus obras más importantes. Realizó también el altar de la Capilla Cavalcanti en la iglesia de Santa Croce.
  • Estancia en Padua: A los 58 años, Donatello se trasladó a Padua, donde destacó por los bajorrelieves con los Milagros de San Antonio y la famosa escultura ecuestre de Erasmo da Narni, conocida como el Gattamelata, que resucita el modelo romano del emperador Marco Aurelio a caballo.
  • Regreso a Florencia: Tras su regreso, Donatello crea la Magdalena penitente, una figura de gran expresividad y naturalismo.

La Escultura en el Cinquecento

En el Cinquecento, la escultura renacentista alcanzó una gran expresividad y belleza, siendo Miguel Ángel su máximo exponente.

Miguel Ángel

Aunque también pintor, arquitecto e ingeniero, Miguel Ángel se consideraba principalmente escultor. Su primer trabajo importante fue la Virgen de la Escalera, inspirada en la técnica del schiacciato de Donatello.

  • El David: En 1504, Miguel Ángel completó su famosa escultura de David, esculpida en un bloque de mármol de Carrara. La obra representa al joven pastor David y se considera un símbolo de la justicia, la valentía y el conocimiento anatómico del artista.
  • El Sepulcro de Julio II: Su monumental proyecto del sepulcro papal fue una obra grandiosa que no se completó como se planeó. La figura de Moisés y los esclavos presentan la terribilitá característica del artista, y la escultura refleja su tendencia al inacabado.
  • Sepulcros de los Médici: En la Sacristía Nueva de San Lorenzo, diseñó los sepulcros de los Médici, destacando figuras como La Aurora y El Crepúsculo, que representan las fases del día.
  • Piedad: A partir de 1550, Miguel Ángel se dedicó a explorar el tema de la Piedad. Entre sus versiones más conocidas están la Piedad de la Catedral de Florencia, la Piedad Palestrina y la Piedad Rondanini. En esta última, se autorretrató en la figura de Nicodemo.

Miguel Ángel representó el equilibrio perfecto entre belleza y expresión, marcando el fin de la escultura renacentista y anticipando el estilo Manierismo.

Pintura del Cinquecento

Introducción

El siglo XVI, conocido como Cinquecento, es una de las etapas más brillantes del arte italiano. Se caracteriza por la perfección técnica y la búsqueda del ideal de belleza. Giotto, en el siglo XIV, marcó el inicio de esta evolución al romper con la tradición bizantina y sentar las bases de un arte más naturalista. Durante el siglo XV, la pintura italiana se dividió en dos tendencias: el estudio del volumen (Masaccio, Piero della Francesca) y el interés por la línea (Beato Angélico, Botticelli). En el siglo XVI, los grandes maestros fueron Leonardo da Vinci, Rafael Sanzio y Miguel Ángel, quienes revolucionaron la historia del arte.

Leonardo da Vinci

Leonardo no solo fue un pintor, sino también un científico e ingeniero. Su aportación principal a la pintura fue la técnica del sfumato, que consiste en difuminar los contornos para crear transiciones suaves entre luces y sombras.

Principales obras

  • El Bautismo de Cristo: Pintó un ángel en el cuadro de su maestro Verrocchio, lo que llevó a este a abandonar la pintura.
  • Virgen de las Rocas: Introduce la composición triangular y su técnica del sfumato.
  • La Última Cena: Pintura mural en el convento de Santa María de las Gracias en Milán. Innovó con la perspectiva lineal y la colocación de los apóstoles en grupos de tres.
  • Santa Ana, la Virgen y el Niño: Tema repetido varias veces a lo largo de su carrera.
  • La Batalla de Anghiari: Fresco para el Palacio Vecchio que nunca se completó.
  • La Gioconda (Mona Lisa): Retrato de Lisa Gherardini, famoso por su enigmática sonrisa y el uso magistral del sfumato.

Rafael Sanzio

Su pintura se caracteriza por la claridad, la armonía y la serenidad. A diferencia del misterio de Leonardo, Rafael creó un arte comprensible y equilibrado. Su carrera se divide en cuatro etapas: Perugia, Urbino, Florencia y Roma.

Principales obras

  • Madonas florentinas: Como La Virgen del jilguero, donde adopta la estructura piramidal de Leonardo.
  • Las Estancias Vaticanas: Serie de frescos encargados por el Papa Julio II. Destaca La Escuela de Atenas, una representación idealizada de la filosofía antigua con Platón y Aristóteles en el centro.
  • Villa Farnesina: Pinturas mitológicas, como El Triunfo de Galatea, donde retrata a su amante Margarita Luti.
  • Retratos papales: Como los de Julio II y León X.
  • Cartones para tapices: Diseñados con escenas de los Hechos de los Apóstoles para la Capilla Sixtina.

Miguel Ángel

Aunque es más conocido por su escultura y arquitectura, Miguel Ángel también dejó una huella profunda en la pintura. Aprendió la técnica del fresco en el taller de Ghirlandaio y estudió anatomía diseccionando cadáveres.

Principales obras

  • Tondo Doni: Pintura en la que muestra su interés por la anatomía y el movimiento.
  • La Batalla de Cascina: Cartón preparatorio que nunca se llevó a cabo, lleno de figuras desnudas en tensión.
  • La Bóveda de la Capilla Sixtina: Encargada por el Papa Julio II, es una de las obras más importantes del arte occidental. Representa escenas del Génesis, con figuras monumentales y una gran fuerza expresiva.
  • El Juicio Final: Pintura en el muro del altar de la Capilla Sixtina. Muestra la división entre los salvados y los condenados, con Cristo en el centro en actitud de juez.
  • Capilla Paolina: La Conversión de San Pablo y El Martirio de San Pedro, sus últimas pinturas.

Conclusión del Renacimiento

Con la muerte de Miguel Ángel se cierra la etapa clásica del Renacimiento y comienza el Manierismo, que abrirá el camino hacia el Barroco.

Arquitectura del Renacimiento

Italia en el siglo XV estaba dividida en pequeñas ciudades-estado gobernadas por príncipes y tiranos. Durante este período, el gusto por la belleza y el lujo se expandió en vestiduras y viviendas, y las familias de gobernantes, banqueros y comerciantes ricos se convirtieron en mecenas del arte, impulsando su desarrollo.

La arquitectura del Renacimiento marcó un regreso a las formas arquitectónicas de la Antigüedad clásica. Sus características principales son:

  • Órdenes clásicos en los soportes, con columnas de fuste liso.
  • Arcos de medio punto, frecuentemente con molduras en el intradós y el trasdós.
  • Cubiertas como bóvedas de cañón, cúpulas y techos de madera con casetones.
  • Predominio de la horizontalidad, frente a la verticalidad gótica.
  • Uso ocasional de casetones y decoraciones con mármoles de colores.

En cuanto a las tipologías arquitectónicas, la arquitectura civil, como palacios, villas y hospitales, predominó sobre la religiosa, marcando un paso decisivo en el Renacimiento. Durante el Quattrocento, arquitectos como Alberti y Brunelleschi fueron fundamentales, centrando su obra en Florencia, mientras que en el Cinquecento, Bramante, Miguel Ángel y Palladio trabajaron en Roma y otras ciudades italianas.

Brunelleschi

Originalmente orfebre y escultor, participó en el concurso para las puertas del Baptisterio de Florencia, pero no ganó. Tras trasladarse a Roma y estudiar las ruinas arqueológicas, se dedicó a la arquitectura. Su gran logro fue la cúpula de la catedral de Florencia (Santa María del Fiore), donde diseñó una doble cúpula para reducir el peso y alcanzar una altura de 56 metros. También combinó elementos clásicos con la nueva perspectiva renacentista en edificios como el Hospital de los Inocentes y las Basílicas de San Lorenzo y Santo Spirito, donde utilizó columnas de fuste liso, capiteles corintios, entablamentos y arcos de medio punto. Su obra también incluye la Capilla Pazzi en el convento de Santa Croce.

Miguel Ángel

Fue clave en la arquitectura del Renacimiento, trabajando en proyectos como la cúpula de San Pedro del Vaticano, donde recibió el encargo de completar la obra de Bramante. La cúpula tiene un tambor circular con ventanales separados por columnas pareadas. En 1520, fue encargado de la Sacristía Nueva en la basílica de San Lorenzo, diseñada como capilla funeraria para los Médici, aunque solo completó dos de los sepulcros. También diseñó la Biblioteca Laurenciana, destacando la originalidad de la escalera, que unifica peldaños rectangulares y curvos.

El Cinquecento estuvo marcado por la obra de estos grandes arquitectos, quienes continuaron con la tradición clásica mientras incorporaban innovaciones renacentistas en sus diseños.

Arte Mudéjar

El término «mudéjar» fue utilizado por primera vez en el siglo XIX por el historiador Amador de los Ríos. Proviene del árabe al-mudayyan, que significa «al que se le permite quedarse», refiriéndose a la población musulmana que permaneció en los territorios cristianos tras la conquista. Artísticamente, el mudéjar es un estilo que se difundió en España desde finales del siglo XII hasta el XVI, fusionando elementos árabes y cristianos. Este estilo fue desarrollado principalmente por alarifes musulmanes, integrando formas y técnicas árabes en edificios románicos y góticos.

Contexto histórico

A finales del siglo XI, los reinos cristianos comenzaron a recuperar territorios, con hitos como la conquista de Toledo en 1085 y la victoria en la batalla de las Navas de Tolosa en 1212. Estos avances permitieron la integración de comunidades islámicas en los reinos cristianos, lo que enriqueció la cultura y el arte con elementos musulmanes.

Características del Arte Mudéjar

  • Fusión de estilos cristianos (románico y gótico) con motivos ornamentales y materiales de Al-Ándalus.
  • Uso de materiales como ladrillo, madera para techumbres, y yeso para decoraciones elaboradas (geométricas, ataurique o epigráficas), además de cerámica decorativa.
  • Integración de elementos arquitectónicos en casas, palacios, iglesias y fortificaciones, como el alfiz en las portadas, arcos polilobulados, y paños de sebka en los patios.
  • Inclusión de la sinagoga, donde los judíos empleaban el arte musulmán en la decoración sin figuras, utilizando inscripciones.

Períodos y Escuelas

  • El mudéjar se divide en románico-mudéjar (siglos XI-XII) y gótico-mudéjar (siglos XIII-XVI). En los siglos XIX y XX, aparece el neomudéjar.
  • Existen tres escuelas destacadas: la castellano-leonesa, la aragonesa y la andaluza, que se desarrollan a lo largo del territorio español.

Ejemplos Destacados en Andalucía

  • En ciudades como Sevilla y Córdoba, se conservan varios edificios religiosos mudéjares, que combinan el estilo gótico con la decoración almohade. Ejemplos son la Capilla Real de la Mezquita de Córdoba y la iglesia de San Pablo.
  • En Córdoba, destaca la sinagoga mudéjar construida por Yishaq Moreb en el siglo XIV, con una sala de oración decorada con paños de sebka y ataurique, y que fue declarada Monumento Nacional en 1885.
  • En el Alcázar de Sevilla, el influjo nazarí (Alhambra) se combina con el estilo mudéjar, con elementos como el Patio de las Doncellas, el Salón de los Embajadores, y la Portada de la Montería, considerada la obra capital del arte mudéjar en España.

Conclusión del Arte Mudéjar

El mudejarismo es un ejemplo único de simbiosis en la historia del arte, fusionando tradiciones musulmanas y cristianas en la arquitectura española, y ha perdurado a través de los siglos como una constante en el desarrollo del patrimonio arquitectónico y artístico de España.

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