25 Jun
Clasificación Patogénica de las Anemias
En esta clasificación, las anemias se dividen en dos grandes grupos: regenerativas y arregenerativas, basándose en la respuesta reticulocitaria. El recuento de reticulocitos refleja el estado de actividad de la médula ósea y proporciona una herramienta inicial útil para el estudio y clasificación de las anemias. Los valores normales de los reticulocitos en sangre periférica varían entre 0.5% y 1.5%.
Anemias Regenerativas
En las anemias regenerativas se presenta una respuesta reticulocitaria elevada, lo cual indica un incremento de la regeneración medular, como sucede en las anemias hemolíticas y en las anemias agudas por hemorragias.
Anemias Arregenerativas
Son aquellas que cursan con respuesta reticulocitaria baja y traducen la existencia de una médula ósea inactiva.
En este grupo se encuentra la gran mayoría de las anemias crónicas. Asimismo, los mecanismos patogénicos en este grupo de entidades son muy variados e incluyen principalmente cuatro categorías:
- Alteración en la síntesis de hemoglobina.
- Alteración de la eritropoyesis.
- Anemias secundarias a diversas enfermedades sistémicas.
- Estímulo eritropoyético ajustado a un nivel más bajo.
Clasificación Morfológica de las Anemias
La clasificación morfológica se basa en los índices eritrocitarios, entre los que se incluyen el volumen corpuscular medio (VCM), la hemoglobina corpuscular media (HCM) y la concentración de hemoglobina corpuscular media (CHbCM).
Se reconocen tres variedades:
Anemia Microcítica Hipocrómica
En este grupo se encuentran la anemia por deficiencia de hierro, las talasemias y las que acompañan a las infecciones crónicas. En estas anemias, el VCM se encuentra por debajo de 80 fentolitros (fl), la HCM es menor de 28 picogramos (pg) y la CHbCM es inferior a 32 g/dl.
Anemia Macrocítica Normocrómica
Incluye la anemia megaloblástica, ya sea secundaria a deficiencia de ácido fólico o vitamina B12. Cursan con VCM superior a 100 fl; la HCM y la CHbCM permanecen en valores normales.
Anemia Normocítica Normocrómica
Una causa característica es la anemia secundaria a hemorragia aguda. En estos casos, los tres índices eritrocitarios mencionados se encuentran dentro de los valores normales.
Manifestaciones Clínicas de la Anemia
Los pacientes con anemia de grado leve no presentan manifestaciones clínicas evidentes, por lo que el diagnóstico se realiza basándose en los hallazgos de laboratorio. En estos casos, la sospecha clínica debe fundamentarse en el interrogatorio de datos como la ingesta alimenticia y el incremento de los requerimientos o pérdidas sanguíneas previas.
- En cambio, en los pacientes con anemia de grado moderado o grave pueden observarse, con intensidad variable, los síntomas y signos clínicos característicos de este proceso, que en su mayoría son comunes a todos los tipos de anemia.
- Estos síntomas y signos son principalmente palidez (que debe buscarse en conjuntivas palpebrales, mucosas orales, lechos ungueales y palma de las manos), anorexia, decaimiento y astenia.
- En el área cardíaca se auscultan soplos funcionales y taquicardia, así como cardiomegalia de grado variable dependiendo de la cronicidad y severidad de la anemia.
- Otras manifestaciones incluyen: dificultad para ganar peso, cabello fino y quebradizo, coiloniquia, platoniquia (uñas en forma de cuchara plana), atrofia de las papilas de la lengua, geofagia (pica) y meteorismo ocasionado por alteraciones en la función del intestino delgado.
Diagnóstico de la Anemia
La anemia por deficiencia de hierro, por lo general, se detecta durante un examen de rutina. Debido a que los síntomas pueden ser inespecíficos, se requiere confirmación de laboratorio.
También será necesario realizar un examen de sangre que incluya:
- El recuento completo de células en la sangre (CBC), que puede revelar niveles bajos de hemoglobina y hematocritos.
- El recuento de reticulocitos, que indica el número de células rojas inmaduras que se están produciendo.
Tratamiento de la Anemia
- Se debe incluir el asesoramiento dietético.
- Los alimentos ricos en hierro incluyen la carne y el hígado de res, la yema de huevo y vegetales como: nopales, calabacitas, acelgas, espinacas, chícharos, lentejas, frijoles, etc.
- En el niño lactante es recomendable administrar suplemento de hierro en dosis de 2 mg/kg/día de hierro elemental.
Prevención de la Anemia
En el niño lactante es recomendable administrar suplemento de hierro en dosis de 2 mg/kg/día de hierro elemental, dividida en dos tomas, acompañadas de jugo de cítricos y alejadas de las tomas de leche.
Se recomienda iniciar la administración del suplemento de hierro a los dos a tres meses de edad en el niño que nació prematuramente y a partir de los cinco a seis meses de edad en el recién nacido a término.
También se recomienda administrar suplementación de hierro oral (1 a 3 mg/kg/día) durante la edad preescolar (dos a cinco años).
Otro periodo de la vida en el cual puede requerirse un aporte suplementario de hierro es durante la pubertad y la adolescencia, especialmente en las niñas después del inicio de la menarquia.
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