15 Oct

Los egipcios eran politeístas.
Algunos de sus dioses estaban representados por figuras humanas con cabeza de animal, debido a su origen del mundo natural.
Las principales divinidades eran:
Amón-Ra, Horus, Osiris (dios de los muertos), Ra (dios supremo), Isis, y Anubis.
Adoraban también a animales sagrados como el buey Apis o el escarabajo. Existía una poderosa casta de sacerdotes surgida al amparo de los templos de las grandes ciudades (Menfis, Hermópolis, Heliópolis). Los egipcios creían en la vida de ultratumba. Al morir, el alma se presentaba ante Osiris para ser juzgada y, pasado el juicio, volvía a unirse al cuerpo para vivir eternamente; por ello embalsamaban el cadáver y lo convertían en momia, para que no se corrompiera.Una vez que se había momificado el cuerpo, se depositaba en la tumba acompañado de objetos personales y de ofrendas, e incluso se colocaba una estatua del difunto, por si el cuerpo se estropeaba. La tumba era considerada la morada eterna de los muertos
La arquitectura: Características generales:

Empleo de la piedra labrada en sillares, perfectamente aparejados, unidos sin argamasa. Muros extraordinariamente gruesos y en talud, sin salientes. Muros con pilastras adosadas como elemento decorativo ya que ofrecen contrastes de luces y sombras.
Arquitectura arquitrabada en la que se establece una perfecta articulación entre los soportes verticales y las cubiertas planas adinteladas.
Predominio de los volúmenes geométricos.

Colosalismo arquitectónico

Edificios de gran tamaño, generalmente desproporcionados con su función.

La columna


Además de ser elemento sustentante juega un importante papel decorativo.
Inspirada en la vegetación de la región, se distinguen por la forma de su capitel (lotiforme, papiriforme, palmiforme, hathórico)
. La columna:
Tiene una función sustentante y ornamental.
Su introducción como elemento estructural en los templos supone la plasmación del recuerdo de la forma vegetal de la palmera.
En un principio las columnas fueron simples haces de troncos; más tarde se sustituyeron por fustes de piedra estriados, en recuerdo de su origen vegetal. Posteriormente el fuste liso marcó ya la distancia respecto a los orígenes. No obstante, el recuerdo del árbol perdura en los capiteles, diseñados con hojas de loto (lotiformes
), de papiro (papiroformes o campaniformes
), o de palma (palmiformes
). Cuando se emplea la diosa Hathor, se llaman Hathóricos
.
Las mastabas, las pirámides, y los hipogeos son los tres tipos de tumbas monumentales egipcias. Estas construcciones aparecen unidas a un conjunto de creencias religiosas referidas a la vida de ultratumba y a la necesidad de garantizar la conservación del cuerpo del difunto y de una imagen suya o «doble» (ka).
Es una construcción funeraria concebida para que en ella repose eternamente el faraón y los objetos que permitían la vida de ultratumba.

La pirámide puede considerarse una prolongación de la mastaba, puesto que conserva la misma distribución interna. La pirámide tenía un gran valor simbólico:

resalta el poder del faraón, las cuatro aristas representan los rayos de Ra y suponen un gran artificio numérico.A medida que iba disminuyendo el poder del faraón, las pirámides disminuirán en tamaño y, por lo tanto, en majestuosidad y colosalismo.
Las pirámides fueron sustituidas durante el Imperio Nuevo por el hipogeo o conjunto de cámaras sepulcrales excavadas en la roca.
El hipogeo, en su interior, tiene los mismos compartimentos que la mastaba y la pirámide:

Cámara mortuoria, serdab, capilla

La capilla, en ocasiones, sale al exterior formándose un verdadero templo.
A este tipo de sepulcro se le denomina «hemispeo».
El traslado de la capitalidad desde Menfis a Tebas, rica en acantilados, permitió que en este paraje se habilitase la triple necrópolis del Valle de los Reyes. Valle de las Reinas y Valle de los Nobles.
El templo egipcio: tipología
El edificio se ve antecedido por una avenida de esfinges, que se sitúan en los laterales enmarcando el paso de las procesiones.
Ésta termina en un obelisco, monolito apuntado y acabado en pirámide en el que se hallan grabados textos alusivos a la advocación del santuario. El edificio en sí tiene planta rectangular, accediéndose por un lado corto donde se dispone la puerta, colocada entre dos pilonos o torres con los muros en talud. El templo, junto con el hipogeo, constituye la tipología arquitectónica más representativa del Imperio Nuevo. El templo religioso por excelencia no tiene ya una función funeraria sino devocional, es decir, albergar la figura de un dios y servir de receptáculo para los ritos en su honor.
La religión politeísta egipcia favoreció la construcción de templos por doquier para su culto. Los templos estaban a cargo de una casta sacerdotal y cada uno poseía tierras y siervos para su sustento económico.Los Templos son construcciones religiosas inicialmente asociadas a los conjuntos funerarios, pero que a mediados del Imperio Medio empiezan a adquirir una identidad propia como lugar de culto y reunión.
Fue también a mediados del Imperio Medio cuando empiezan a definirse las distintas partes del templo egipcio que alcanza en el Imperio Nuevo (Dinastía XVIII) su máxima expresión. Generalmente no eran obra de un solo faraón, sino de varios.
El templo es el triunfo de la arquitectura adintelada en piedra, pudiéndose calificar de «megalítica» por el tamaño de las piezas y colosal por la desproporción que existe entre la forma arquitectónica y la función que se le asigna. Sus características fundamentales serían:

Simetría, regularidad y repetición de elementos (columnas)

Generalmente estaban protegidos por una muralla y los fieles sólo tenían acceso a las estancias previas (hasta el patio porticado)
. El resto era de uso reservado a los sacerdotes, cuyas estancias se ordenaban alrededor de la «naos» o cámara del dios.

No existían imágenes divinas, sólo algún símbolo (Barca de Osiris) y el nombre de la divinidad grabado en el muro.

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