29 May

Tema 1. Globalización: características y repercusiones


Si bien la globalización no es un fenómeno reciente, pues siempre ha habido contacto entre los diferentes países (p.ej.: migraciones, comercio, etc.), si lo es la extensión y la velocidad que desde los años 90 ha experimentado la interconexión del mundo.
El desarrollo tecnológico y de las comunicaciones, ha permitido un cambio en la percepción espacio – temporal. Es posible conocer que está ocurriendo en otros países, mantener el contacto con personas que están a miles de kilómetros, consumir productos de otros pueblos sin moverte de tu ciudad, comprar y encontrar pareja desde un ordenador, e incluso estudiar y trabajar en otros estados. Respecto ala globalización se ha generado un debate en torno a los beneficios e inconvenientes que se desprenden de este fenómeno. Son varias cuestiones abiertas y que nos permiten reflexionar sobre este proceso, algunas de ellas son:  

Globalización, ¿fuente de desigualdad?

Para entender la situación actual de pobreza de muchos países latinoamericanos y africanos hay que remontarse al final de la 2ª Guerra Mundial (1939 – 1945), pues resulta el comienzo del nuevo orden mundial.
Después de la 2ª Guerra Mundial, tiene lugar la creación de la ONU, con el objetivo de restablecer el orden  y la paz a nivel internacional. La creación de la ONU conlleva el establecimiento de un código de conducta fundamental entre los estados, que consiste especialmente en la cooperación entre ellos y el arreglo pacífico de las controversias (conflictos) entre otras cosas. La ONU, encabezada por EEUU,  crea una serie de organismos como el fondo monetario internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) que se van a encargar de reconstruir las economías europeas que habían sido devastadas por la guerra, con el fin de que no perdieran el “carro” del desarrollo y ayudaran a EEUU en su lucha anticomunista. Es la primera década del desarrollo con un discurso. En los años 60 la ayuda económica se va a extender principalmente a América latina y a África (ex- colonias) que vienen a configurar el 3º mundo o países subdesarrollados. Así pues se van a crear una serie de planes de desarrollo, que consiste especialmente en una inyección de capital extranjero, esto es una serie de préstamos que tendrán que devolver en un determinado periodo de tiempo. Estos préstamos, además de ser reembolsables (devolver) cuentan con la peculiaridad de que los ofrecen a cambio de un determinado tipo de interés, lo que significa que además de pagar la deuda también van a tener que pagar el porcentaje correspondiente a ese tipo de interés, lo que le hace aún más cara. En los años 80, los países que habían recibido esas ayudas económicas dicen que no pueden pagar la deuda. Se decide que sea el Banco Mundial el que se encargue  de gestionar la deuda externa. Esta gestión consiste en la aplicación de una serie de “Planes de ajuste estructural” (reducir gastos) que tienen que asumir las naciones deudoras. Así pues, es necesario que estos estados ahorren, que gasten menos para pagar lo que deben. Para ahorrar debe de haber un ajuste, y ese ajuste consiste principalmente en: Recortar el gasto y el servicio público: ahora hay que pagar servicios que antes se encargaba el estado, como la sanidad y la educación. También echan funcionarios a la calle para que el estado tenga liquidez. Moderación salarial: los sueldos se mantienen, se congelan. Venta de empresas públicas al sector privado: muchas empresas públicas fueron vendidas al capital extranjero y así el estado consigue dinero. Esto origina numerosos despidos y desprotección del trabajador. Es decir, se desarrollan una serie de medidas de corte capitalista, que consisten en una reducción drástica del papel del estado, lo que acabará acarreando un empobrecimiento de los ciudadanos/as, tanto de los más pobres como de las clases medias. Aumentándose aún más la brecha de desigualdad entre los países desarrollados y en vías de desarrollo. Por tanto, hoy día nos encontramos que las políticas nacionales están cada vez más sujetas a las decisiones de organismos internacionales.
Globalización: ¿homogeneidad o pluralismo? / globalización y nacionalismos¿En qué medida la globalización influye en la homogeneización cultural? Una parte de los discursos sostiene que la expresión capitalista ha supuesto una globalización cultural de manera que todos acabamos compartiendo unos mismos hábitos o formas de vida. En este sentido, la globalización es entendida como apuesta a lo local, a lo auténtico, a la diversidad. Pero la experiencia actual muestra que paralelamente a la globalización se han producido nuevos movimientos locales y con ello la reafirmación de identidades locales. A la misma vez que hay un mayor contacto con otros países (porque vivimos en un mundo globalizado) y eso influye en que cada vez adoptemos hábitos y formas de vida de otras naciones. Se están despertando como respuesta a esta inundación de costumbres de otras partes del mundo un sentimiento nacional en defensa de nuestras tradiciones populares.

Globalización y medios de comunicación

Los medios masivos de comunicación como vehículos de transculturación, tienen la capacidad de traspasar fronteras y que un mismo mensaje sea consumido por diferentes sociedades. En este sentido, las propagandas y los medios de comunicación tienden a uniformar gustos y las aspiraciones y , en el fondo, casi todas las personas se acaban convirtiendo en “monos de imitación”. Como contemplan idénticos programas y reciben idénticos mensajes, la mayoría poseen idénticas aspiraciones. Los medios de comunicación constituyen el principal aliado del sistema capitalista en la producción y propagación de una sociedad de consumo caracterizada por una ansiedad de poseer cada vez más y por la desvalorización del objeto una vez alcanzado.

Globalización y educación

Hoy en día estamos inmersos en un sistema capitalista que impregna todas las esferas de la vida. Con él no sólo se han visto alterados nuestros patrones de consumo, modelos de trabajo, etc. sino que también está generando un nuevo sistema educativo que no queda exento de algunas críticas. Algunas características: Retorno a unos mayores niveles de exigencia y a una supuesta “cultura común”: Silvio Berlusconi la resume como las tres “ies”:

Inglés, internet e impresa

Abandono de la idea de que la educación debe generar ciudadanos/as críticos/as capaces de intervenir activamente en su mundo y cambiarlo. Proceso privatizado de la educación: rompiendo la concepción de la educación como un derecho social que debe garantizar el estado. Adecuación de la educación a los principios y prácticas de mercado: se trata de inculcarles “el espíritu de empresa”, creando individuos fieles a su empresa y dispuestos a adoptar sus horarios de trabajo a las exigencias de la producción. Abandono del aprendizaje de saberes y conocimientos humanísticos y críticos y sustituirlos por la adquisición de competencias más cercanas al mundo del trabajo. Para saber la calidad de la educación se utilizan métodos y técnicas cuantitativas, que no son más que test, y que no refleja todo aquello que no es cuantificable, en términos de mercado como la etnia, religión, etc. Políticas que presionan a las escuelas para que muestren un aumento constante en las puntuaciones de los exámenes pues si no se las amenaza con quitarles, la financiación o el control.

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