17 Mar

3. EXPOSICIÓN A LA REGENTE DE LOS OBJETIVOS DEL DECRETO DE DESAMORTIZACIÓN

Naturaleza del texto:


estamos ante un Decreto que el presidente del gobierno progresista, Mendizábal presenta a la regente para que lo firme y pueda entrar en vigor, por lo tanto estamos ante un Texto histórico jurídico. Además, estamos ante una propuesta de ley oficial y De claro contenido económico ya que hace referencia a las desamortizaciones y Los objetivos que persigue este Decreto. Finalmente, se trata de una fuente primaria Ya que el autor, Mendizábal, y el texto son contemporáneos en el tiempo.

En cuanto al autor (individual), y aunque el texto no hace referencia explícita a él, por la Fecha, 21 de Febrero de 1836, podemos deducir que se trata de Mendizábal, de Ideas liberales y progresistas. Fue llamado a formar gobierno durante la regencia de María
Cristina tras varios gobiernos moderados fallidos. Su medida Política y económica más importante y trascendente, durante el tiempo que Presidíó el gobierno, fue la puesta en práctica de la Desamortización de los Bienes del clero regular.

Esta dirigido a la Regente María Cristina (individual) y a la nacíón española (colectivo) ya que Esté publicado el 21 de Febrero de 1836 en la Gaceta de Madrid, por tanto También es un texto público.

Análisis:


en la idea principal Se exponen las razones por las que el destinatario (María Cristina, madre de la Futura Isabel II) debe aprobar la ley de desamortización, para ello justifica Dicha Ley y los beneficios que reportaría a la nacíón.  En su justificación subyacen varias ideas Secundarias que convienen que sean mencionadas.

Algunas De las ideas secundarias se reflejan en el primer párrafo cuando hace Referencia a la “promesa solemne” (referencia a la ideología liberal)
, “dar una Garantía positiva a la deuda nacional” (problema derivado de la ineficaz Política fiscal y los gastos con la guerra carlista); “vivificar una riqueza Muerta”, relaciónándolo directamente con las múltiples posesiones agrarias que Habían acumulado muchos conventos y monasterios y que no eran productivas, es Decir, que estaban en manos muertas; y sacar al país del atraso económico España “deobtruyendo los canales de la industria y de la circulación” proceso En el que España estaba muy atrasado.

En el Segundo de los párrafos insiste en algunas de las razones ya expuestas. En este Caso se señalán dos beneficios: “minorar la fuerte suma de la deuda pública”, Deuda que como ya hemos señalado derivan del catastrófico estado de la Real Hacienda y de los gastos requeridos para hacer frente a los ejércitos Carlistas; y “crear una copiosa familia de propietarios” que sumase a la causa Isabelina a burgueses y campesinado rico que pudiesen emplear su riqueza en la Compra de los vienes desamortizados. Por último y aunque no lo exprese en el Texto, el último de sus objetivos sería disminuir el poder e influjo de la Iglesia, institución que hacía frente y ponía trabas al liberalismo.

Contextualización Y comentario:


Para hablar del contexto histórico de este texto tenemos que remontarnos a 1833, con la muerte de Fernando VII, su hija, la futura Isabel II se convierte En la heredera del trono, sin embargo, se encuentra con la oposición del bando Carlista que no admite la Pragmática Sanción (que permitía el acceso al trono De Isabel) y que derogaba la Ley Sálica (que proclamaba como heredero a Carlos María de Isidro, hermano de Fernando VII) María Cristina, la madre de Isabel y última esposa de Fernando, es proclamada regente debido a la minoría de edad de La reina. Ante la oposición carlista no encuentra otra salida que la alianza Con los liberales quienes conseguirán instaurar una monarquía liberal durante El reinado efectivo de Isabel II pero, para ello, debían de luchar al lado de La Regencia para que los carlistas no se hiciesen con el poder y reinstaurasen El absolutismo.

Como Acabamos de mencionar, mientras se libraba la guerra carlista los apoyos Liberales de la monarquía, llamados isabelinos intentaron implantar un régimen Liberal. Ahora bien, en el seno de este grupo surgieron diferencias entre los Mimos liberales. Por una parte, estaban los moderados (defensores de una Soberanía compartida, Cortes bicamerales, una organización administrativa Uniforme y un sufragio censitario); la otra opción política la representaron los Progresistas (partidarios del liberalismo más amplio con una soberanía Nacional, limitación del poder de la corona y sufragio más amplio)

Ante Esta situación, la Regente María Cristina, de educación absolutista y católica, Tuvo que aceptar el apoyo de los liberales, aunque siempre intentó que fueran Los moderados, más tradicionales y conservadores, quienes se pusiesen al frente Del gobierno. Tras unos comienzos moderados (1833-1835) en los cuales se Sucedieron varios liberales moderados en el gobierno como Cea Bermúdez o Martínez de la Rosa, quien ofrecíó medidas que consiguiesen un equilibrio entre Las tendencias liberales y el mismo carlismo. El resultado fue la aprobación Del Estatuto Real, una “carta otorgada” por la corona, firmado por María Cristina En Abril de 1834. Martínez de la Rosa dimitíó en Junio de 1835 siendo Sustituido por el conde de Toreno cuyo gobierno apenas duró cuatro meses ya que No logró imponerse en la guerra carlista, ni acabar con los amotinamientos Populares promovidos por los extremistas liberales. El resultado fue la Formación de las Juntas revolucionarias en varias capitales. Debido a estos Problemas tuvo que presentar su dimisión. Ante la imposibilidad de seguir Proponiendo gobiernos moderados, ya que se habían visto superados por problemas A los que no habían sido capaz de dar solución, la Regente tuvo que llamar a Mendizábal, autor de este Decreto, un liberal progresista para formar gobierno En Septiembre de 1835, dando paso a una nueva fase progresista dentro de la Regencia de María Cristina (1835-37).

El nuevo Gabinete de Mendizábal se formaba contando con una Hacienda necesitada de “minorar la fuerte suma de la deuda pública” ya que se encontraba prácticamente Sin fondos, y ante una guerra de la que era necesario darle un giro a favor de Los isabelinos. Para lograr estos objetivos, ofrece como solución la Desamortización de bienes que el texto llama de “riqueza muerta” o en manos Muertas, en este caso eclesiásticos del clero regular. Gracias a esta Desamortización que Mendizábal presenta a la Regente como una “animación de Vida y de ventura para España” y no como “una fría especulación mercantil, ni Una mera operación de crédito”. Esta desamortización no sólo sería “una fuente Abundantísima de felicidad pública” sino que con los beneficios adquirido de la Venta de estos vienes se sanearía la Hacienda Real permitiendo “deobstruir los Canales de la industria”, modernizando la economía española, “dar una garantía Positiva a la deuda nacional” disminuyendo la deuda pública generada por los Problemas fiscales y de la primera guerra carlista y atraerse a las filas Liberales a “una copiosa familia de propietarios” que “enganchase a la patria y Crease nuevos y fuertes vínculos que liguen a ella”, es decir, atraerse a las Filas liberales progresistas a la base social de los moderados, sobre todo a la Nueva burguésía liberal deseosa de adquirir tierras que les permitiese Ennoblecerse.

Finalmente Y aunque no aparezca de manera explícita en el texto no debemos de olvidar que Esta desamortización se dirige, principalmente, a los bienes eclesiásticos en Manos muertas (improductivas). En definitiva, intenta debilitar una poderosa Institución opuesta al desmantelamiento del Antiguo Régimen.

A todo Esto, la regente no se encontraba a gusto con Mendizábal intentando Continuamente obstaculizar su labor. En Mayo de 1836 Mendizábal dimite ante las Diferencias con la Regente. El siguiente gobierno, nuevamente de corte moderado, paralizaría las desamortizaciones. La falta de apoyo en las Cortes Hizo que volviesen los levantamientos populares de signo progresista contra el Nuevo gobierno dando lugar el 12 de Agosto de ese mismo año al motín de los Sargentos de la Granja.

Este Pronunciamiento militar obligó a la regente a restablecer la Constitución de 1812 Y a formar un nuevo gobierno de signo progresista y con Mendizábal al frente de La Hacienda. Nuevamente se reanudaron las desamortizaciones en las propiedades De las órdenes religiosas. Este gobierno no sólo puso el foco en las Desamortizaciones sino que promulgó una nueva constitución, basada en los Principios progresistas, la Constitución de 1837.

Tras Vuelta a los gobiernos moderados (1837-1840) y la Regencia de Espartero (1840-1843) las Cortes adelantaron la mayoría de edad de Isabel proclamándola Reina a los 13 años, dando inicio al reinado efectivo de Isabel II (1844- 1868). Si durante la primera etapa del reinado, conocida como Década Moderada, Se buscó la reconciliación con la Iglesia tras la desamortización y venta de Bienes eclesiásticos, el Bienio Progresista (1854-1856) Madoz restituyó las Desamortizaciones eclesiásticas y promulgó una nueva ley que añadía a la lista Los bienes municipales o bienes de propio. Esta desamortización no buscaba Atraer sólo al liberalismo a la alta burguésía con dinero (aunque siguió siendo La gran beneficiaria), sino también a los pequeños propietarios rurales (base También del liberalismo moderado)

En conclusión, los Dos grandes desamortizaciones del Siglo XIX, la de Mendizábal y la de Madoz, Fueron dos grandes oportunidades perdidas de cambiar las estructuras Socioeconómicas de España, contribuyendo a eliminar el régimen socioeconómico Del Antiguo Régimen, perpetuando unas desigualdades sociales que estuvieron en El origen de muchas de las sublevaciones de los campesinos a lo largo del siglo XIX y explicarían el auge del anarquismo en las masas obreras del campo. Estas Grandes desigualdades sociales originadas por el desigual reparto de la Propiedad de la tierra sólo se solucionarán con el intento de Reforma Agraria Del 1932.

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