07 Ene

En este trabajo podremos observar los once grandes imperios coloniales (Ingles, Francés, Belga, Holandés, Alemán, Italiano, Español, Portugués, Ruso, Japonés y Estado-Unidense) desde su formación, hasta sus consecuencias, pasando por los protagonistas y sus características.

El imperio inglés:

El reino unido es el más madrugador de los imperios de la edad contemporánea. En plena decadencia de otros (español o imperio francés) sigue ampliando sus territorios, y llega a disponer en 1876 de cerca de 22,5 millones de kilómetros cuadrado, es decir, más de la mitad del total de los territorios colonizados por las potencias en esta fecha (40,4 millones de kilómetros cuadrados) y cuando casi todo el reto lo poseía Rusia (17 millones de kilómetros cuadrados). Sus colonias, con funciones muy diversas, estaban distribuidas por todos los continentes. En Europa disponía de Gibraltar, Malta, Corfú y las Islas Jónicas; en América de Canadá, Honduras, etcétera, en África, de Sierra Leona o África del Sur, entre otras; en Asia, de la India, como principal colonia de explotación de todo el imperio, Hong-Kong, etcétera, y en Oceanía, de Australia o Nueva Zelanda, entre las principalesA partir de 1877, fecha en las que la reina Victoria es coronada emperatriz de la India, la expansión de los ingleses es bastante rápida y va a tener como su zona principal África donde se intenta crear un imperio continuo de norte a sur (de El Cairo a El Cabo es el sueño de Cebil Rhodes). Se busca, por otra parte, asegurar las rutas hacia las colonias principales o hacia los grandes centro comerciales, como la India o China, respectivamente, y afianzar la seguridad de algunas zonas importantes del imperio (anexión de Birmania, por ejemplo).A principio de siglo XX Inglaterra logra el mayor imperio del momento, que ocupa aproximadamente 33,5 millones kilómetros cuadrados y está habitado por cerca de 440 millones de personas. En este punto cesa su expansionismo, pues no queda zonas de gran interés y los gastos y problemas de tan vasto territorio obligan a ello. Además, los conflictos que surgen en Europa llaman su atención, y comienza a dedicarse también a ellos, saliendo así de su anterior aislacionismo.La organización del imperio adquiere formas diversas. En primer lugar están los, dominios, territorios con un alto grado de autogobierno, peor en los que la política exterior queda reservada a Londres. Éstos eran Canadá, Australia, Nueva Zelanda y la Unión sudafricana. El rey estaba representado por un gobernador general y el sistema fue derivando hacia una confederación. Los protectorados y las colonias de explotación, gobernados con el apoyo de jefes indígenas o no, tienen en la practica un sistema muy similar. Forman parte de esto todo el resto del imperio y los ejemplos más claros son la india y África (excepción hecha de la unión sudafricana). No poseen ningún tipo de autonomía de gobierno. Su función principal es suministrar materias primas a Gran Bretaña y comprar a ésta productos industriales.El Imperio inglés es el mayor proveedor y consumidor de productos británicos, como demuestra la gráfica adjunta.Y dentro del Imperio, la India, con sus casi 300 millones de habitantes, el principal mercado, a pesar de su bajo nivel de vida y sus hambres cíclicas, que provocan movimiento nacionalista y revueltas. La India aportaba, a cambio, algodón, yute, trigo, té, etc.

El imperio Francés:

Francia parte en 1870 de un imperio muy inferior al británico. No llegaba al millón de kilómetros cuadrados y los territorios provenían, en parte de los restos del primer imperio colonial, ya perdido, como las posesiones en América Central y Las Antillas (Guyana, Martinica, etc.), y, sobre todo en la labor colonizadora llevada a cabo entre los 30 y 50 y completada por Napoleón III. En este periodo se habían conquistado Argelia (en 1830 Carlos X había tomado Argel), así como Senegal y algunas zonas de Madagascar (África) y Tahití (Oceanía). Con Napoleón III se ponen las bases del imperio de Extremo Oriente mediante la anexión de Nueva Caledonia y Cochinchina y el establecimiento de u n protectorado de Camboya (estas acciones tenían, entre otras causas la de proteger a los misioneros católicos de la zona).Igualmente se inicia la conquista

de ciertos territoriosdel África Noroccidental. 1870 marca un hito en la política francesa, ya que la derrota frente a Prusia hace que se proclame la III República y que se lance la nueva fase colonizadora (provocada también por la crisis económica de postguerra). Los gobiernos Gambetta, Ferry y Delcassé se lanzan por l camino de la política imperialista, como medio de solucionar los problemas, especialmente los económicos, del interior.En Asia se ocupa el resto de indochina (Annam, Tonkín, y Laos) hasta formar la unión Indochina. De ella extraen minerales y productos agrícolas (arroz, fundamentalmente)En África, partiendo de Argelia, se conquista las zonas del mediterráneo occidental (Túnez, y Marruecos – tras la conferencia de Algeciras-), para lanzarse después hacia el sur y unir estas posesiones con las de Senegal y el congo, creando así un gran imperio en el África noroccidental. Los intentos de extenderse hacia el este y, por tanto, al valle del Nilo, chocan con, los intereses ingleses (Fashoda). Además se consigue Djibuti y terminan la colonización de Madagascar, dirigida por Galliéni (1883) Se conquistan también algunos archipiélagos del Índico y el pacífico.De este modo Francia llega a 1914 con un amplio imperio pluri continental, que ocupa aproximadamente 10,5 millones de kilómetro cuadrados y está habitado por 55 millones e personas. La organización del mismo es por medio de asimilación a departamentos metropolitanos y de protectorados o colonias de explotación. De todas ellas obtienen gran cantidad de materias primas minerales o agrícolas, que cubren ampliamente sus necesidades industriales o alimenticias, en caso de escasez. El comercio francés con las colonias es mucho más reducido que el británico y no supone la parte fundamental del comercio exterior, aunque aumentó bastante en el siglo XX y llegó a su máximo con la crisis de 1929.

Otros países de Europa occidental:

Los restantes países de Europa occidental tienen imperios mucho menores:

Bélgica:

solo consigue la rica región del Congo, gracias al interés de su rey Leopoldo II, que recibe dicho país, a título personal, en la conferencia de Berlín (1885), y, por ello, los belgas lo consideraban << el jardín tropical del rey>>. A su muerte lo legó al país. Los intercambios comerciales con la metrópolis se hicieron especialmente intenso en los años 1920.

Holanda:

Ya poseía u imperio de cierta importancia a mediados del siglo XIX, peor no va a ampliar sus territorios con nuevas conquistas. Pierde, incluso, algunas posesiones, como El Cabo o Ceilán, en beneficio de Inglaterra.

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