27 Abr

Acogida y Adaptación

  1. A la llegada del usuario al centro se le presentará a una auxiliar que será su persona de referencia durante los primeros días. Dicha auxiliar se encargará de:
    • Acompañar a la persona a su habitación.
    • Mostrarle las zonas comunes, dónde están los servicios o a quién acudir si necesita ir al baño y no puede hacerlo solo.
    • Presentarle a su compañero de habitación y a las personas con las que compartirá mesa en el comedor.
  2. Dicha auxiliar o, en su defecto, la encargada de turno, acompañará a la familia a realizar el inventario de las pertenencias del usuario y, en caso de que la persona no pueda hacerlo, colocarlas en el armario.
  3. La directora del centro, la trabajadora social, administrativa o la encargada, se encargará de realizar todo lo relativo al ingreso a nivel administrativo y de recopilar toda la información posible relativa a la persona.
  4. El personal técnico del equipo se encargará de recopilar todo lo relativo a informes médicos, medicación y pauta de la misma.
  5. En los días sucesivos al ingreso se le presentará al usuario a todos los miembros del equipo multidisciplinar.
  6. En la semana posterior al ingreso, todo el personal pondrá especial cuidado en explicar de nuevo al usuario el funcionamiento del centro, estar pendiente de sus necesidades, dudas… ofreciendo un trato cercano y amable.
  7. En los primeros 15 días tras el ingreso se realizará la Valoración Geriátrica Integral (VGI) para obtener toda la información necesaria para la buena adaptación de la persona a la vida en el centro. La trabajadora social, así mismo, se encargará de hacerle la ficha social.
  8. En los días sucesivos al ingreso se irá introduciendo al usuario en las actividades en las que estará implicado y se le explicará el funcionamiento y el para qué de las mismas.
  9. A lo largo de todo este proceso se realizará un seguimiento por parte de la psicóloga del equipo que refleja dicha evolución en el registro pertinente.
  10. Se adjunta como anexo unas pautas para los cambios de habitaciones.
  11. Tras realizar la VGI se pondrán en común aquellos residentes que por su estado cognitivo sean aptos para cumplimentar el documento «Sigo siendo yo». Dicho documento será aplicado, inicialmente, por la trabajadora social o, en su defecto, por otro miembro del equipo multidisciplinar. Una vez cumplimentado y en la siguiente reunión multidisciplinar, se pondrá en común con el resto del equipo.
  12. Detectar los posibles problemas derivados de la identidad de género, orientación sexual, religiosa o similar y dar pautas de manejo al personal correspondiente para la vigilancia, prevención e intervención en dichas situaciones.
  13. Garantizar el uso del lenguaje correcto y la correcta transmisión de la información necesaria tanto al personal de atención directa como de atención indirecta.
  14. Hacer hincapié en las actuaciones de ACP de riesgo por identidad de género o por orientación sexual.

Contenciones y Sujeciones

  1. Detectar a las personas usuarias con riesgo, debido al estado cognitivo, déficit en la orientación y deambulación, medicación, etc.
    • Problemas de conducta por: agitación psicomotriz, cuadros confusionales, deterioro cognitivo, conductas no adaptativas, etc.
    • Alto riesgo de traumatismo por caídas reiteradas, a causa de: caídas de la cama, demencia, debilidad extrema, etc.
    • Facilitación de tratamientos: colocación de sondas, de sueros.
  2. Solicitar la prescripción médica asociada al caso. Dicha prescripción indicará el tipo de contención requerida y el dispositivo más adecuado.
  3. Informar a la persona usuaria de la necesidad de la medida y explicarle que se adoptará para su seguridad.
  4. Informar a la familia de la necesidad de la actuación.
  5. Proceder a la inmovilización, global o parcial, de la persona usuaria para colocar las contenciones. Existirán procedimientos específicos para cada tipo de sujeción.
  6. Registrar el procedimiento.
  7. Prestar los cuidados adecuados y vigilar la aparición de posibles complicaciones: rozaduras, hematomas, úlceras por presión. Proporcionar apoyo emocional.

Nutrición e Hidratación

  1. Medidas generales de prevención de desnutrición y deshidratación para todas las personas usuarias. Están relacionadas con una dieta variada y con que los diferentes menús cumplan con las garantías nutritivas exigibles.
  2. Medidas destinadas a las personas con factores de riesgos. Preparación de la dieta terapéutica, de acuerdo con los requerimientos personales, compatibilizando con sus gustos y supervisión de la ingesta, tanto la de alimentos en el comedor como la líquida durante todo el día. En caso de riesgo fehaciente de desnutrición, es necesario llevar un registro individual de balance de líquidos.
  3. Medidas específicas. Valorar los efectos de la enfermedad subyacente y la autonomía de la persona. Según cada situación:
    • Se prestarán los apoyos humanos o técnicos en la actividad de la ingesta.
    • Por prescripción facultativa, se realizarán las modificaciones dietéticas necesarias para incentivar la ingesta. Si aún así la persona no recibe los nutrientes suficientes a través de la ingesta, se prescribirá nutrición artificial.

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