21 Sep

LA TRANSICIÓN
INTRODUCCIÓN
La oposición al régimen franquista comienza a desarrollarse desde finales de los años 50 y a principios de los 60, surgiendo de las transformaciones sociales y económicas que se estaban produciendo, además de producirse también un cambio de mentalidad. La oposición social al régimen estaba organizada por sindicatos clandestinos (UGT, Comisiones Obreras), mientras que la oposición política la conformaban los partidos políticos de izquierda (comunistas, socialistas). También tenía lugar una oposición de intelectuales y universitarios.
LA CRISIS DEL RÉGIMEN FRANQUISTA
La crisis del régimen franquista se inicia a principios de los años 70, a causa del inmovilismo del régimen, ya que había sido incapaz de adaptarse a los nuevos tiempos. En este contexto se produce en 1973 el asesinato de Luis Carrero Blanco (Jefe de Gobierno), lo que supone un ataque a la continuidad del régimen. Este hombre era el que manténía unidas a las familias franquistas, es decir, los apoyos ideológicos del régimen. Además, se producen continuos atentados terroristas, elemento que contribuye a la crisis, y continúas movilizaciones populares en contra del régimen. En este contexto es elegido en Enero de 1974 como Jefe de Gobierno Carlos Arias Navarro, quien mantuvo una posición ambigua con respecto al régimen. En este tiempo dentro del régimen franquista se advierte una división entre inmovilistas (falangistas, sindicatos verticales y la mayor parte del ejército) y aperturistas, que pretendían realizar reformas.
LA TRANSICIÓN POLÍTICA
Tras la muerte de Franco (20 de Noviembre de 1975) las Cortes, aún franquistas, nombran Rey de España Juan Carlos I, ratificándose como Jefe de Gobierno a Arias Navarro. Sin embargo, no se aprueba ningún proyecto de ley.
En Julio de 1976, Juan Carlos I nombra Jefe de Gobierno a Adolfo Suárez, producíéndose un cambio sustancial. Adolfo Suárez pretendías desmantelar las Cortes franquistas y convocar elecciones a Cortes Constituyentes, además de elaborar una nueva Constitución. A este tiempo se le denomina «Transición
Democrática Post-Franquista» (1976-1978). Por otra parte, la izquierda propónía una ruptura democrática. En estos años se producen diversas movilizaciones, cuyas reivindicaciones principales se enmarca en el ámbito laboral y político, ya que pedían libertades, amnistía para los presos políticos que estaban en las cárceles franquistas y autonomía. De 1976 a 1978 se aprueban una serie de leyes que marcan la transición, tales como: La Ley para la Reforma Política (1976), que supone el desmantelamiento de las Cortes franquistas, planteándose al mismo tiempo la convocatoria de nuevas Cortes, esta vez con dos cámaras (Congreso y Senado). Esta ley se aprueba en las Cortes y en referéndum. El Decreto-Ley para la formación de partidos políticos (Febrero de 1977), por lo que se ponen en marcha nuevos partidos políticos, como la UCD, en el que destaca Adolfo Suárez, siendo un partido de centro, liberal y basado en el humanismo cristiano; la Alianza Popular, el que sobresale Fraga. Se trata de un partido conservador, de derechas, que defiende los valores tradicionales. El PSOE, dónde despunta Felipe González, que abandona los principios marxistas. Y el PCE, producíéndose su legalización dos meses después de la muerte de Franco y dónde destaca Santiago Carrillo. En Junio de 1977 se celebran las primeras elecciones generales democráticas desde la época de la República, producíéndose la victoria de Uníón de Centro Democrático (UCD),  proclamándose presidente Adolfo Suárez. A finales de 1977 (Octubre) se firman los Pactos de la Moncloa, acuerdos entre partidos políticos, donde se establecen los criterios del Sistema Tributario y los de la Seguridad Social.
LA CONSTITUCIÓN DE 1978
Por lo que respecta a la Constitución de 1978 es la culminación de la transición.  Esta ley fundamental establecía que: «España era un estado social democrático y de derecho»; se fundamentó en una serie de principios (igualdad, pluralismo político y justicia), en la soberanía nacional y el sufragio universal; establecía una división de poderes, en la que el Rey era el Jefe de Gobierno y podía sancionar las leyes, las Cortes establecen la preeminencia del Congreso (poder legislativo), el Tribunal Constitucional tenía la función de velar por la relación entre la Constitución y las leyes. Además se establece el estado de autonomías, por lo que se conceden a las regiones diferentes estatutos de autonomía regionales. Asimismo también se crea un fondo de compensación interterritorial.
CONCLUSIÓN
Para concluir la exposición de este tema han de ser destacados ciertos aspectos generales de este periodo. A la articulación del sistema democrático se le opusieron diversos problemas, tales como el terrorismo (ETA, FRAP, GRAPO), el involucionismo, es decir, se produjeron varios intentos de Golpe de Estado, algunos fracasaron, como el del 23 de Febrero de 1981, llevado a cabo por Tejero, y otros directamente no fraguaron, como el de 1978 (“Operación Galaxia”). Además, en los años 80 se produce, con el Gobierno Socialista la entrada en la Uníón Europea, concretamente en 1986. 
A partir de este momento, las cuestiones principales que envolvían a España era el desempleo, la reconversión industrial y la corrupción política.

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